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El fomento de la lectura en los centros de adultos se hace realidad a través de la prensa

Es importante ver impreso lo que uno escribe

 

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez


El puntero de don Honorato/Bibliografía


 

El alumno adulto analfabeto acude en general a un centro de adultos con la finalidad casi exclusiva de aprender a leer y a escribir. La motivación lectora de esta primera fase, por lo tanto, está asegurada. Sin embargo, el alumno adulto que acude a un centro educativo con las habilidades lectoras ya conseguidas, al contrario que el analfabeto, se resiste a la lectura, o incluso la rechaza totalmente, dado que su finalidad principal de aprendizaje está en dominar otros conocimientos, y en rentabilizar al máximo su asistencia al aula, aprendiendo todo lo que no ha podido lograr hasta el momento y adquiriendo cuanto antes el título que desea conseguir.

Las estadísticas de los últimos años apuntan a que el español adulto lee cada vez menos. El alumno de los centros de adultos no  escapa a los estudios realizados en el país, y es en general de una baja motivación lectora. Su desinterés se ve aumentado porque las horas pasadas en el aula de adultos y sus esfuerzos por aprender, los dirigen prioritariamente al aprendizaje de habilidades o de conocimientos que consideran más necesarios para conseguir un título o hacer más rentable su estancia en el aula. Muchas de las actividades propuestas en los centros de adultos, incluso las necesarias para conseguir los objetivos propuestos en la programación, se ven así en principio rechazadas por el alumno adulto, que no les ve una utilidad inmediata, y cuyos objetivos personales se reducen a adquirir multitud de conocimientos, a realizar correctamente operaciones, o a utilizar su tiempo para conseguir lograr en el tiempo menor posible el correspondiente título.

 

Procurar ocasiones de leer y de escribir

La lectura, base del aprendizaje adulto, es la base de cualquier otra actividad y al mismo tiempo condicionamiento indispensable de todo aprendizaje, sobre todo de los que tienen que ver con la intercomunicación humana y social. El adulto debe expresar sus opiniones y sentimientos por escrito tanto como oralmente, manifestando así criterios y opiniones propias y demostrando que el texto escrito, que los demás leerán, es un inapreciable exponente de la comunicación interpersonal. El adulto se compromete con su escrito y con su firma ante el resto de sus compañeros, manifestando de esta forma sus convicciones y dejando constancia de sus afirmaciones.

 

Procurar ocasiones de analizar lo leído

Es importante que el alumno adulto logre un nivel óptimo de comprensión lectora, no importando tanto la velocidad en una primera fase, sino más bien el dominio de la técnica en relación con la misma comprensión de los datos que contiene el texto escrito. Para ello se utilizan determinadas técnicas que varían en los centros, debido a la forma de actuar del profesorado de los mismos. Se realiza la LECTURA Y COMENTARIO DE TEXTOS, individualmente y por grupos, potenciando así la importancia de los mensajes escritos como forma importante de salvaguardar información. En otros casos se programan actividades que necesitan de la lectura, con el fin de contestar cuestionarios o de plasmar de la manera más coherente lo que el adulto piensa sobre determinado tema o aspecto. El ver una película, teatro, y posteriormente informar al resto, por escrito y mediante contestación de cuestionarios, demuestra la importancia de la lectura y apoya sin duda el interés del adulto por la letra impresa.

 

Procurar que escriban sus experiencias significativas

Es muy difícil para el adulto de escasas habilidades lectoras el poder plasmar en letra escrita lo que es capaz de percibir, y viceversa, es difícil para él percibir lo que está plasmado en letra impresa, dada la dificultad en la lectura. Por ello es importante el que se le ponga en ocasión de reflejar las experiencias significativas que va viviendo, ya que el leer lo que él mismo escribe, es clave indispensable para su motivación por la lectura. Un aprendizaje significativo, es algo que la pedagogía actual y la psicología del aprendizaje considera de sumo interés para el que lo logra, ya que "significa" un cambio en profundidad en los comportamientos y conductas del que aprende.

Variar las actividades, procurar que el alumno adulto realice "creaciones propias" de situaciones que le resulten interesantes y que posteriormente las plasmen por escrito es una de las actividades más importantes para acercar a la lectura al adulto poco o escasamente hábil. En esta línea de actuaciones entra la utilización del periódico en el aula de adultos.

 

La importancia de la utilización del periódico en el aula

El mundo de las aulas tiene creadas a su alrededor multitud de barreras y estereotipos que dificultan grandemente al alumno, sobre todo al adulto, la adquisición de habilidades que le pueden permitir inter-relacionarse con una sociedad a la que pertenece y que le demanda un compromiso social, político y democrático. La lectura diaria del periódico ayuda al adulto a romper dichas barreras y a acercarse a un mundo, cercano y lejano al mismo tiempo, que puede interesarle en principio poco o mucho, pero que debe ser punto indispensable de partida de muchos de sus conocimientos y del interés por ellos.

En algunos centros de adultos, a partir del nivel neolector se practica con gran éxito la lectura diaria del periódico del día. A pesar del miedo que muchos profesores tienen a "perder el tiempo", y del rechazo que cierto tipo de alumnos, sobre todo los más avanzados, tienen por cualquier actividad que aparentemente se salga de lo que es estrictamente adquisición de conocimientos teóricos, debe realizarse la experiencia.

 

Permite comunicarse con la sociedad

Es importante que la lectura se realice diariamente, con el fin de hacer eficaz el trabajo y conseguir los objetivos de adquisición o fomento del hábito lector. Día a día, los periódicos van reflejando la vida internacional, nacional y local, y a pesar de la falta de interés, que en general el alumno adulto tiene por los sucesos que no le atañen demasiado cerca, el educador debe realizar un gran esfuerzo didáctico para lograr el interés si no ya por la noticia en sí, por lo menos por la actividad que se realiza. El fomento de la lectura, en el alumno adulto está totalmente ligado al grado de utilidad que le puede proporcionar inmediatamente el hecho de leer. Si el acto lector va unido a otros aprendizajes, si el educador es capaz de presentarle el mensaje de forma significativa, si lo plantea de manera que sea un ejercicio ligado a su propio acerbo de intereses por aprender, el adulto va poco a poco entrando en la dinámica lectora, e irá descubriendo paulatinamente la necesidad de comunicarse con el mundo a través de las noticias que le llegan.

 

Permite al adulto buscar sus propias fuentes de información

El adulto, por otra parte, recibe diariamente el impacto de la radio y la televisión, y reconoce día a día el desconocimiento de lo que se le trasmite: hechos, noticias o situaciones. Cuando se le presenta la ocasión, al leer diariamente y abrir debate sobre el periódico del día, su campo se abre, su interés por la letra impresa aumenta y acabará él mismo buscando su propia información cuando algo necesite, ya que el descubrimiento de lo sucedido en el mundo, o en su país o en su localidad, deja de ser para él un arcano. El adulto adquiere así la posibilidad de acceder a la información como cualquier otra persona, cosa que antes le era vedado, y le creaba determinadas dificultades a la hora de comunicarse con los demás incapacitándole para una verdadera relación humana en muchos campos. El aprendizaje, no solamente de la mecánica lectora, sino de la interpretación comprensiva de los textos, y la valoración personal de la importancia de la letra impresa como vehículo transmisor de cultura y de conocimientos, da una fuerza inmensa al alumno adulto para seguir dominando las técnicas lectoras, buscando él mismo sus propias fuentes, haciéndose cada día más dueño de su propio aprender e independizándose así en una gran medida de los demás en lo que se refiere a la consecución de conocimientos e informaciones, adquisición de criterios personales y logrando un importante estímulo y seguridad personal.

 

La motivación hacia la lectura a partir de hacer un periódico

Una de las actividades que de mejor forma influyen positivamente en el fomento de la lectura en el alumno adulto es la realización en el aula actividades a partir de las cuales él mismo se vea en la obligación de escribir, plasmar lo que ocurre a su alrededor o estructurar por escrito lo que siente individualmente o las conclusiones de lo que ha establecido un grupo.

Dentro de estas actividades, y dada la importancia, a veces mítica que se le suele dar a la letra impresa, es de necesidad destacar lo que significa que el alumno adulto vea escrito en letras impresas lo que él mismo ha redactado. La realización de un periódico es por ello un elemento de vital importancia, ya que resume todo lo que se puede dar en el entorno vital del alumno y reflejar al mismo tiempo opiniones, criterios o críticas que de otra manera le sería difícil, si no imposible, el publicar en ninguna parte.