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Clasificación de los aprendizajes

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez


El puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas de cine/Glosario de cine


Clasificaciones tradicionales Clasificación de Gagné
 

Clasificación (taxonomía) de los aprendizajes


 Hasta hace poco, el término taxonomía se utilizaba en pedagogía para señalar lo que era una clasificación de los objetivos. Actualmente se manifiesta claro que la clasificación se debe hacer sobre los aprendizajes o las conductas del individuo, ya que los objetivos se formulan a partir de lo que se pretende conseguir. A pesar de que hay actualmente varias clasificaciones, algunas muy técnicas y más cercanas a la visión educativa actual, presento en este documento las taxonomías de Bloom, Krathwoht y Harrow, porque se acercan más a la terminología utilizada por el Ministerio para los actuales diseños curriculares. Bloom y sus colaboradores distinguieron tres dominios: cognoscitivo, afectivo y psicomotor.

 

Objetivos del dominio cognoscitivo

El dominio cognoscitivo incluye a aquellos objetivos que, una vez conseguidos, hacen que el alumno sea capaz de reproducir algo que ha sido aprendido con anterioridad. Estos objetivos son los más abundantes en las tareas educativas y su justificación es clara. Dentro del dominio cognoscitivo se incluyen también las aptitudes y habilidades para usarlos; en otras palabras: la capacidad para resolver problemas y las técnicas para operar en su resolución.

Las seis categorías principales que componen el área de dominio cognoscitivo están agrupadas por orden de dificultad: Conocimiento, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis, Evaluación. Está extraído de las clasificaciones de Bloom, adaptadas a investigaciones actuales.

Primer nivel: Conocimiento

Conocimientos específicos

Conocimiento de la terminología.

Conocimiento de hechos específicos.

Conocimiento de los modos de trabajar con hechos específicos

Conocimiento de las convenciones.

Conocimiento de tendencias y secuencias.

Conocimiento de clasificaciones y categorías.

Conocimiento de criterios.

Conocimiento de la metodología.

Conocimiento de los universales y abstracciones en un tiempo dado.

Conocimiento de principios y generalizaciones.

Conocimiento de teorías y estructuras.

Habilidades y capacidades intelectuales

 

Segundo nivel: Comprensión

Traducción

Interpretación.

Extrapolación.

 

Tercer nivel: Aplicación

Aplicaciones simples

Adaptaciones

Resolución de problemas

 

Cuarto nivel: Análisis

Análisis de elementos.

Análisis de relaciones.

Extrapolación.

 

Quinto nivel: Síntesis o creación

Producción de una comunicación única.

Producción de un plan de operaciones.

Derivación de un conjunto de relaciones abstractas.

 

Existe un nivel, el llamado de Evaluación o de Adquisición de la capacidad crítica, que para algunos autores está en el lugar sexto. Más bien se va consigueiondo desde el primero, alcanzando su plenitud junto al nivel de Síntesis-

Juicios formulados en términos de evidencias internas.

Juicios formulados en términos de criterios externos.

 

Sugerencias de verbos para el dominio cognoscitivo


1. Conocimiento: definir, identificar, reconocer, recordar, adquirir, etc.

2. Comprensión: traducir, decir de otra manera, redefinir, reorganizar, diferenciar, distinguir, explicar, demostrar, completar, predecir, determinar, etc.

3. Aplicación: Organizar, aplicar, enlazar, transferir, emplear, etc.

4. Análisis: separar, distinguir, clasificar, diferenciar, discriminar, ordenar, deducir, contrastar, comparar verificar, etc.

5. Síntesis: construir, producir, crear, narrar, exponer, proyectar, derivar, sintetizar, formular, modificar, etc.

6. Capacidad crítica: juzgar, evaluar, decidir, comprometerse, argumentar a favor o en contra de, desmitificar, etc.

 

Objetivos del dominio psicomotor


Taxonomía de Harrow

Movimientos segmentarios

Reflejos segmentarios.

Reflejos intersegmentarios.

Reflejos suprasegmentarios.

Movimientos fundamentales

Movimientos locomotores.

Movimientos de trabajo industrioso.

Movimientos de manipulación.

Aptitudes perceptivas

Discriminación cinestésica.

Discriminación visual.

Discriminación auditiva.

Discriminación táctil.

Aptitudes coordinadas.

Cualidades físicas

Resistencia.

Fuerza.

Soltura.

Agilidad.

Movimientos

Destreza adaptativa simple

Destreza adaptativa compuesta.

Destreza adaptativa compleja.

Comunicación

Movimiento expresivo.

Movimiento interpretativo.

 

Objetivos del dominio afectivo


Las características de los objetivos afectivos -según Bloom- pueden resumirse en los puntos siguientes:

El desarrollo de los objetivos afectivos es paulatino y, por tanto, su medición es posible sólo después de largo tiempo.

Las conductas afectivas experimentan cambios más bruscos que las conductas cognoscitivas.

El patrimonio afectivo es personal con proyección en lo social.

El problema de las actitudes surge a la hora de la evaluación. Se puede suponer el logro de objetivos de actitud, aunque no puedan acreditarse fehacientemente. No obstante en todo proceso educativo el aprendizaje de actitudes es necesario tenerlos en cuenta.

 

Taxonomía de Krathwoht

Recibir

Conciencia

Disposición a recibir

Atención controlada o selectiva

Responder

Consentimiento en responder

Disposición a responder

Satisfacción al responder

Valorar

Aceptación de un valor, Preferencia de un valor, Compromiso

Organización, jerarquía de valores

Conceptuación de un valor, Organización de un sistema de valores

Caracterización, opción, elección

Conjunto generalizado por un valor o complejo de valores, Caracterización

 

Los dominios del aprendizaje según la clasificación de Gagné


 Existen cinco categorías del proceso de aprendizaje que pueden describirse así: destrezas motoras, información verbal, destrezas intelectuales, estrategias cognoscitivas y actitudes. Las investigaciones que se han hecho en el plano del aprendizaje muestran que pueden hacerse generalizaciones válidas sobre las condiciones críticas del aprendizaje y sobre sus resultados dentro de estas categorías pero no entre una y otra.

En un diccionario podemos identificar dos significados básicos de la palabra «aprendizaje». Una primera definición dice que este es «el proceso por el cual se modifican los conocimientos habilidades, hábitos o tendencias ya adquiridos». La segunda definición es «conocimiento o habilidad que se adquiere por medio de instrucción o estudio». Es bastante fácil identificar los dominios del aprendizaje en la segunda definición. Nosotros hacemos esto siempre que hablamos de divisiones del curriculum (conocimientos de historia, sociología, biología, literatura y habilidades de lenguaje y matemática).

Estos dominios han sido identificados en varias formas y en diferentes períodos y se refieren al contenido del aprendizaje. Con el transcurso del tiempo se ha visto que es cada vez más difícil estudiar la variedad de aprendizajes cuando estos no se clasifican en alguna manera y por esta razón se han inventado términos para diferenciar tipos de aprendizaje y con el fin de analizar el proceso del aprendizaje de una manera más clara. Términos como «aprendizaje cognoscitivo», «memorización», «aprendizaje por descubrimiento», «aprendizaje concreto contra aprendizaje simbólico», «aprendizaje afectivo», «aprendizaje conceptual», «aprendizaje significativo» y muchos otros son ejemplo de esta fuerte e imperiosa tendencia.

Cada una de estas categorías tiene alguna utilidad. Sin embargo, parece que es limitada en el sentido de que no son tan utilizadas como podría esperarse. Por ejemplo, apenas sí pueden encontrarse casos en los cuales el aprendizaje puede ser llamado memorización en una situación, conceptual o cognoscitivo en otra. Muchas actuaciones humanas que desde un punto de vista pueden ser descritas como motoras resultan ser altamente simbólicas en otro sentido. Si los dominios que se han identificado en el proceso de aprendizaje tienen un uso limitado es porque no están bien diferenciados, ni por medio de las operaciones requeridas para establecerlos, ni por las consecuencias a las  que conducen. Según Gagné se distinguen cinco dominios o ámbitos del aprendizaje: destrezas motoras, información verbal, destrezas intelectuales, estrategias cognoscitivas y actitudes.

 Destrezas motoras

Es una buena categoría para comenzar porque se reconoce generalmente como una categoría distintiva. Estas destrezas son aptitudes que intervienen en actividades motoras organizadas tales como atarse los zapatos, escribir las letras, cantar, pronunciar los sonidos de las letras o manejar herramientas o instrumentos. Como todos sabemos, el aprendizaje de estas destrezas motoras necesita práctica, en el sentido de repetición del acto motor esencial.

De hecho, este requisito parece ser una de las principales características que distingue las destrezas motoras de otros dominios del aprendizaje. Se ha probado que las destrezas motoras continúan mejorando con la práctica por largos períodos de tiempo. Por otra parte, se ha confirmado que las destrezas motoras se retienen más fácilmente que el material verbal. 

Información verbal

Es una segunda categoría que, seguramente, tiene una gran importancia en el aprendizaje. Hechos, principios y generalizaciones, constituyen una buena parte de cualquier curriculum en la mayor parte de las materias. Se necesita esta información, con una orientación muy específica, para tener un aprendizaje continuado dentro de determinada área en una materia. Por lo general se llaman conocimientos a los más extensos y organizados conjuntos de información y consideramos que una persona debe adquirir estos conocimientos no solo con el propósito permanente de aprender sobre distintas áreas y para pensar en un sentido muy general.

Los procesos de aprendizaje que intervienen en la información verbal y en las destrezas motoras parecen ser bastante diferentes. Muchos teóricos están convencidos ahora de que la repetición de listas de palabras en una lección de memoria no es la causa del aprendizaje. Más bien parece que el principal requisito para aprender y retener información verbal es la presentación de esta información dentro de un contexto organizado y significativo. Esto está sugerido también en los trabajos de Ausubel.

 Destrezas intelectuales

Es la tercera categoría. Las más importantes de estas destrezas son las discriminaciones, conceptos y reglas que constituyen las habilidades básicas del aprendizaje y todas las elaboraciones de estas habilidades que ocurren en materias más avanzadas. Es de especial importancia el distinguir estas destrezas de las informaciones y de los conocimientos verbales; por ejemplo, ser capaz de recordar y de volver a formular una definición verbalmente es bastante diferente a mostrar que uno puede usar esa definición. Es esto último y no lo primero lo que queremos decir cuando hablamos de una destreza intelectual. ¿Se necesita práctica para aprender una destreza intelectual?. No hay pruebas de que la práctica, en el sentido corriente de este término, mejore una destreza intelectual. ¿O se necesita, para aprender estas destrezas, un contexto organizado y significativo?. Estos puntos son muy dudosos, al menos si tratamos de definir contexto significativo en la misma forma en que lo definíamos al hablar del aprendizaje de información verbal.

Lo más importante es que el aprendizaje de las destrezas intelectuales parecer tener como pre-requisito el aprendizaje previo de ciertas habilidades mientras que esto seguramente no es verdad para el aprendizaje de la información verbal. Que el aprendizaje previo no se necesita en el caso de la información verbal ha sido demostrado en el estudio de secuencias de programación como las del Payne, Krathwohl, y Gordon (1967). Por estas razones parece esencial considerar las destrezas intelectuales como un dominio del aprendizaje bastante distinto a los demás.

 Estrategias Cognoscitivas

Es la cuarta categoría en la cual ha insistido de una manera especial Bruner. En un sentido, estas estrategias son también destrezas diferentes del conocimiento o de la información verbal. Son destrezas organizadas internamente y que gobiernan la conducta del individuo al aprender, recordar y pensar.

Están orientadas hacia una auto-dirección del aprendizaje y del pensamiento, por lo que se diferencian claramente de las destrezas intelectuales, que tienen una orientación hacia el medio ambiente del que aprende. Es curioso que, aunque son muy diferentes de las destrezas motoras, comparten con ellas la propiedad de derivar la organización aprendida de los estímulos que ocurren dentro del que aprende. Por esta razón, también requieren cierto tipo de práctica, aunque esta palabra se usa aquí para enfatizar la analogía principalmente; lo que se requiere es la repetición de las ocasiones en las cuales se ponga a prueba el pensamiento.

Hay que señalar que las estrategias de pensamiento no se aprenden todas a un mismo tiempo, como pueden aprenderse las destrezas intelectuales. Por el contrario, muestran un refinamiento continuado en la medida en que el que aprende sigue encontrando situaciones en las cuales tiene que aprender, recordar, resolver problemas y definir problemas por sí mismo.

Las estrategias de pensamiento, responden a conductas intelectuales de cierta madurez biológica, y son fundamentales para la resolución de problemas, toma de decisiones, actuaciones creativas y elaboración de previsiones y proyectos.

 Las actitudes

Constituyen el quinto dominio. El aprendizaje de las actitudes es diferente al de otras categorías pues estas no se aprenden con la práctica ni son afectadas en modo alguno por un contexto verbal significativo, como ha sido demostrado en muchos estudios. Una de las formas más efectivas de cambiar actitudes parece ser por medio del modelo humano. En todo caso, la evidente necesidad de incorporar una persona humana en el proceso de modificación de actitudes, hace esta clase de aprendizaje altamente diferenciable y diferente a las demás en muchos aspectos.

Para programar la enseñanza de los valores, se puede tener relación con el mundo de los recursos. El cine es uno de ellos. Muchas veces, y sobre todo por imposibilidad en tiempos pasados de entrar más a fondo en el mundo del cine, nos hemos quedado en el debate ideológico, técnico, literario o conceptual. Hoy ya es posible, al tener a nuestro alcance la tecnología del vídeo, incluir en el aula otras posibilidades. Podemos acercarnos al cine haciendo semblanzas o perfiles de las actitudes morales y éticas de cada personaje. Compararlos con personajes conocidos, noticias de actualidad o situaciones que el alumno conozca. Todo lo que se realice se puede plasmar en un mural o en un resumen con vistas a un dossier final. Los periódicos y revistas son cantera inagotable de información sobre los valores y las actitudes. Actividades complementarias pueden ser recortar datos, noticias de periódicos que tengan que ver con la corrupción, la falta de respeto por la vida, etc., y otros que tengan relación con sucesos en los que la vida se respete, se haga algo por los demás, Organizaciones no gubernamentales (ONGs), etc.

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez