Volver a Educación y didáctica

Aprender a aprender con los medios de comunicación

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez


El puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas de cine/Glosario de cine


Los medios de comunicación en la enseñanza La expresividad del mensaje icónico La planificación de la tecnología ¿Hay razones para no utilizar los medios?
El aula sin muros. McLuhan Ejercicio: El aula sin muros
Clasificación de medios y recursos didácticos

 

Los medios de comunicación en la enseñanza


 El profesorado utiliza, casi como únicos medios transmisores de mensajes, su palabra, la pizarra, libros y apuntes. Sin embargo, los medios de comunicación, a partir de la tecnología que los sustenta y el contenido, mensaje, que transmiten, se nos presentan hoy día como indispensables mediadores entre la sociedad y el ciudadano. Lo que ya es criticable y obsoleto en niveles oficiales reglados, sobre todo a partir de las últimas reformas educativas, es absolutamente impensable y rechazable en la educación de adultos con fines de formación para el empleo.

Los medios de comunicación, con los que contamos para poner a disposición de los alumnos, son de asombrosa variación, y cada vez más asequibles para su utilización en las aulas. El mensaje puede en muchos casos trasmitirse en forma de imágenes, tanto fijas como móviles, transparentes como opacas; planas, en relieve o en tres dimensiones; con sonido o sin él. Las últimas tecnologías de la imagen, sobre todo aquellas que van ligadas a la informática, nos deparan sorpresas constantes en la presentación de los mensajes, que hacen posible su aplicación.

Los medios de comunicación multiplican las posibilidades educativas

Como afirma McLuhan, los medios de comunicación de masas son «mecanismos de duplicación», como en su tiempo lo fue el libro en relación con el manuscrito. Los medios de comunicación se convierten en asequibles a todo el mundo, y poseen un poder de penetración cada vez mayor, mayor que el libro, en los hogares, en la misma calle y en los centros de enseñanza. Esta realidad implica un desafío para el sistema educativo en general y para los responsables más directos de la formación profesional ocupacional en particular.

Los medios de comunicación, también según McLuhan, complican el lenguaje escrito, al que se puede acceder no solamente mediante el libro, sino también con gestos, lenguaje hablado, movimientos de cámara, trucajes, montajes fotográficos o digitales, etc., acercando el lenguaje a su verdadera realidad social, más completa, ya que transcienden lo exclusivamente oral añadiéndole la posibilidad del sonido, de los símbolos gestuales, y de todo tipo de realidades, incluida la realidad no real, virtual, que la creatividad del género humano y los avances técnicos convierten nuestra tierra en un mundo sin fronteras de comunicación.

La cultura de la imagen

El problema de los medios de comunicación es, como tantos otros, un problema de interrelación que debe encarar la sociedad, y sobre todo la educativa, ya que en el mundo en que vivimos prima la cultura de la imagen, la mayor parte de las comunicaciones que recibimos, ya sean fijas o en movimiento. La imagen es necesario conocerla, interpretarla, desmitificarla, fabricarla y desenmascararla. Esto supone un esfuerzo que deben realizar todos aquellos que tienen que ver con el mundo de la educación.

En todas las profesiones se utiliza como materia prima básica indispensable el pensamiento visual. El arquitecto, el fontanero, el escritor o el científico, basan su trabajo en imágenes visuales. Lo normal es que cada profesional haya tenido que prepararse a edad adulta para enfrentarse con la imagen. Es poco probable que en los primeros años de su educación se les haya formado en dicho sentido, ya que la escuela lo que utiliza especialmente es el verbalismo.

Con la unión de lo visual y lo verbal, hay más posibilidades de que los alumnos procesen mejor la información y de que además se adiestren para un futuro en el que necesitan analizar imágenes, y sobre todo trabajar con ellas, diseñarlas y utilizarlas en el aula.

La información en el proceso de socialización

El ritmo de la información se hace cada día más vertiginoso. La dualidad de los procesos de modernización y tecnificación se manifiesta en que conduce tanto al descubrimiento y la creación de pautas culturales como a su cambio y destrucción. De ahí la preocupación de familias, sociedades y en definitiva de todo grupo humano.

La cultura es un fenómeno esencialmente humano; el ambiente en el cual viven los seres humanos está constituido principalmente por la acumulación de actividades de generaciones anteriores. La especie humana por otra parte, acumula experiencia por medio de la palabra; los estímulos eficaces que despiertan los comportamientos son en gran parte productos de las vidas de gentes que existieron antes. Hasta nuestra época, esta acumulación de experiencias se mantenía de generación en generación con pocos y muy relativos cambios, en un avance muy lento. Hoy los patrones culturales cambian con una celeridad nunca dada en la historia de la humanidad, casi a la misma velocidad que lo hacen las nuevas tecnologías. En la familia, en pocos años, se ha notado esta gran transformación que desestabiliza en muchos momentos el estatus establecido, la cultura tradicional, y la lleva a una situación de crisis, de conflicto y en muchos casos de confrontación. La crisis generacional, aunque siempre ha existido, se convierte hoy en una grieta que amenaza con la ruptura entre los comportamientos culturales acumulados durante siglos, y los que provienen de afuera, de un mundo en el que van desapareciendo las fronteras.

«El proceso de integración de un individuo a su sociedad se llama socialización. Comprende la adaptación del individuo a los compañeros; la obtención de una posición en relación con ellos establece su condición y el papel que ha de desempeñar en la vida de la comunidad» (Herskovitzs). Todos los individuos de la especie humana pasamos a través de varias etapas según el grado de madurez, distinguiéndose cada etapa por ciertas formas de conducta permitidas y prohibidas, tales como el retozar en los pequeños o ejercer el poder entre los mayores. Cuando se llega a la madurez sexual y entra en juego el instinto procreador, se participa de nuevo en una agrupación familiar, pero ahora como padres, protectores e instructores.

El proceso de socialización constituye una parte del proceso por el cual los hombres se adaptan a sus compañeros a través de todo el acervo de tradiciones económicas, sociales, tecnológicas, religiosas, estéticas y lingüísticas que han heredado.

En la actualidad, los medios de comunicación sustituyen en muchos casos a los mayores en la socialización de niños, adolescentes y jóvenes. Lo que antes el niño o el adolescente recibía exclusivamente por vía de sus mayores en la familia o en la institución escolar, lo recibe ahora a través de los medios de comunicación, fundamentalmente la televisión.

Manipulación y desmitificación de los medios

La manipulación de los medios de comunicación contribuye a desmitificar los medios. El manejo de las diapositivas, de las fotografías, de las reproducciones impresas, de las transparencias, de las imágenes por ordenador, hace que los alumnos puedan leer las imágenes, descubrir la diversidad de significados y sobre todo interpretar los mensajes que ellas proporcionan.

La mejor forma de analizar los medios de comunicación es realizando experiencias con ellos. La única forma de aprender a hacer es haciendo. Por lo tanto, el profesorado, si quiere tener en cuenta la importancia de la imagen, debe procurar trabajarla en el aula.

Es en la edad adulta cuando los individuos pueden apoyar el cambio social

El lenguaje de los medios de comunicación se fundamenta generalmente en la expresión icónica, sonora y gráfica. Este tipo de expresión, posee un lenguaje muy específico que es imprescindible conocer y utilizar, tanto como se conoce el lenguaje oral, escrito o gestual de un determinado grupo o entorno cultural.

Cuando un hombre o una mujer han alcanzado la madurez, ha sido tan condicionado que ya se mueve cómodamente dentro de los límites de la conducta aceptada establecida por su grupo. En adelante, las nuevas formas de conducta que se le presenten serán principalmente las supuestas en los cambios de cultura, nuevas invenciones o descubrimientos, nuevas ideas difundidas desde fuera de su sociedad acerca de las cuales, como individuo, tiene que «decidirse» y desempeñar así su papel en la reorientación de su cultura.

La mayor parte de este aprendizaje recibido por la especie humana endoculturalmente, está por debajo del pensamiento consciente. Se recibe de manera subliminal y raramente, si no se está muy pendiente, puede ser valorado y enfrentado conscientemente con el fin de que pueda provocar cambios reflexivos en la sociedad. 

Niveles de lectura de los medios


Conocer la expresividad del mensaje icónico


Todo mensaje queda definido por su grado de iconicidad  entendiéndolo como el grado de semejanza entre los objetos reales y la imagen de estos y por el código utilizado, o por el conjunto de signos que forman su propio sistema de comunicaciones.

Cada medio de comunicación tiene sus propias técnicas de representación, que es conveniente analizar y conocer en las aulas. Dentro de cada una de ellas hay que conocer las diferentes técnicas que cada medio utiliza para expresar hacia el exterior el mensaje.

Esta expresión se desarrolla a partir de las cualidades de la propia imagen: iconicidad, figuratividad, complejidad, dimensiones, calidad, secuenciación y familiaridad, o de los tipos de imágenes: las imágenes propiamente dichas, las imágenes de imágenes, las imágenes de no imágenes, el comic, las no imágenes de imágenes, gestos, las imágenes fijas o estáticas, y las imágenes móviles o dinámicas.

Adentrarse en el estudio de la subliminalidad

El proceso de análisis de la subliminalidad es complejo por la variedad de lugares, impactos visuales y auditivos, estímulos ocultos o camuflados por la que se nos introduce en el cerebro. Sin embargo, se hace posible el descubrir en muchos casos en qué lugar se encuentran dichos estímulos y cómo dar con ellos. El trabajo, actividad de clase, suele ser de gran interés para los alumnos. Permite al mismo tiempo sentar las bases por las que una persona no solamente entiende mejor los mensajes, sino que descubre gran parte de lo que en un momento puede lesionar sus intereses y defenderse, con conocimiento, de mensajes no queridos.

La publicidad, el cine, la imagen fija, las técnicas de venta, la televisión, el diálogo, documentos de trabajo, etc., están llenos de situaciones que hacen posible apreciar dónde y cómo se dan los estímulos que pueden provocar percepciones subliminales.

Juego creativo con imágenes dadas

El mundo de las imágenes es más importante de lo que a  primera vista parece por lo que no es para dejarlo pasar sin darle importancia. Las imágenes se ven, o se oyen, pero hay que saberlas ver y oír, para sacarles partido, para aprender de ellas, para desmitificarlas, o para que no nos engañen. Por ello es tan importante el dominio de las técnicas de la imagen.

Imágenes tenemos delante todos los días: La publicidad, los libros, la televisión o el cine. Estamos bombardeados diariamente con imágenes que es preciso conocer y dominar. No ganamos nada con negarnos a verlas, hay quién lo hace, y a manipularlas. Para que no nos dominen deben pasar a ser materia prima para el estudio, el juego, la diversión, la crítica, la investigación, la artesanía o la creatividad en el aula.

Jugar a ver las imágenes

Es apreciar las imágenes que nos presentan, o que existen a nuestro alrededor, expresar su significado, sus interpretaciones, sus utilidades. Analizar el poder especial que tienen, su historia desde el principio de la humanidad, los jeroglíficos, el lenguaje hablado y escrito, la simbología del tráfico o la deportiva. Es conveniente hacer el análisis de cómo inciden las imágenes en la vida cotidiana, descubrir la imagen en el lenguaje, la metáfora, la onomatopeya, el comic como expresión, los símbolos especiales, los mapas, las caricaturas y los chistes.

Aprender a ver el entorno

Los sentidos de las personas poseen unas capacidades ignoradas muchas veces. Los sentidos responden a una estructura que hay que conocer y acrecentar, mejorando las posibilidades de los mismos. Debemos apreciar nuestras propias capacidades, saber que los sentidos pueden agilizarse y potenciarse, descubrir que hay formas diversas de percibir, de apreciar, de mirar y de sentir. La visión y su interpretación dependen de la perspectiva, del cambio de los objetos, de su forma, luz y color, del equilibrio en la composición, del ambiente, de la observación y representación de la naturaleza.

Los medios de comunicación nos muestran un mundo que se enfrenta a problemas variados y de diferente profundidad, desde el hambre masiva e indiscriminada y los desastres ecológicos hasta los últimos devaneos amorosos del famoso de turno que nos cuentan los programas y revistas del corazón. El espectador consigue generalmente hacerse con ideas superficiales del mundo que le rodea, sintiendo muchas veces impotente para conocer rigurosamente y en profundidad la realidad de los hechos o el sentido verdadero de los pensamientos u opiniones.

Los adultos, fundamentalmente si tienen responsabilidad en la familia, que es el primer hito en la carrera de la formación permanente, son responsables en primer lugar de la aceptación de los medios y posteriormente de la utilización que se hace de ellos con fines socializadores o más aún como soporte y plataforma para un cambio social. La familia debe tomar la responsabilidad de hacer reaccionar a sus miembros ante los horrores y las tragedias humanas al mismo tiempo que se adquiere el espíritu crítico ante noticias sensacionales o sensacionalistas.

Los profesores de adultos en formación profesional ocupacional deben educar para la participación, siendo los medios de comunicación apoyos necesarios para lograrlo. La cooperación necesita información veraz, amplia y sopesada de los hechos; la reciprocidad requiere variedad de opiniones, situaciones, tendencias, creencias y costumbres. Los medios de comunicación, si son verdaderos transmisores, van a proporcionar a los individuos la posibilidad de conocer problemas de su entorno y crear la sensibilidad necesaria par potenciar la participación.

Interpretar el entorno

En la interpretación connotativa de la realidad, entra el análisis y la búsqueda de lo que no podemos apreciar a simple vista, ya sea porque estamos orientados en otra dirección o porque no podemos verlo. La imagen puede ilusionarnos o engañarnos.

La especie humana siempre ha dado significado a lo que veía, ha clasificado las constelaciones, dándoles nombre, y creando la ciencia desde su propio punto de vista. Podemos cambiar estas interpretaciones, conjugar la naturaleza desde otra visión, dar otros nombres a los animales y a las cosas, o clasificarlos de otro modo, buscar lo oculto, descubrir lo camuflado, observar los detalles, estudiar otras soluciones.

Descubrir las formas y los colores

Es importante descubrir la luz, la forma y el color, y también sus relaciones. No es lo mismo ver un paisaje a una hora que a otra, o con un clima que con otro. Las vida no es estática, aunque las imágenes algunas veces lo sean. Es conveniente descubrir el lazo de unión entre las situaciones, que el ojo no puede muchas veces apreciar, pero que el cine sí. La imagen fotográfica y la cinematográfica nos ayudan a descubrir colores, formas, secuencias y movimientos, y al mismo tiempo comunicar mejor algunos mensajes o sentimientos. La imagen digital nos permite aún más distinguir hasta los más nimios detalles de una imagen, jugar con ella, analizarla, ampliarla y retenerla para su análisis y utilización en otros medios.

Crear y manipular la imagen fija

Una de las mejores formas de adquirir la capacidad de observación es dibujar las cosas. Dibujar exige mirar cuidadosamente y observar tanto los detalles como las relaciones entre las cosas. El acto de dibujar hace percibir detalles que pasan desapercibidos en una observación superficial.

Gran parte de los profesores soslayan el dibujo porque se sienten inseguros. No es necesario ser un artista para dibujar. Es simplemente querer observar las cosas y plasmarlas como cada cual pueda. La técnica, si es posible, ya llegará con posterioridad.

El dibujo tiene además dos valores a destacar en la formación. El primero, que es instrumento esencial del pensamiento ya que obliga al análisis y al detalle, y en segundo porque es un instrumento evaluador por excelencia, ya que plasma lo que el alumnado ha comprendido, analizado o sintetizado.

Por poner un ejemplo: Un texto, un letrero, una transparencia, quedan mejor presentadas si lo hacemos en el ordenador. Sin embargo, el aprendizaje de lo manual, fundamenta aprendizajes de procesos básicos, logra mayor adquisición de conocimientos en la memoria a largo plazo, facilita la transferencia del aprendizajes y complementa los productos de las nuevas tecnologías.

Describir verbalmente

La descripción verbal también ayuda a mejorar la capacidad de observación visual al mismo tiempo que disciplina la visión al reunir la búsqueda verbal con la visual y ayuda a valorar lo que se observa, creando nuevas interpretaciones subjetivas de la realidad, de las ideas o de los objetos.

Representar gráficamente

La información se puede presentar y representar de muchas formas.  La más normal en nuestra sociedad suele ser el lenguaje escrito, que gana en efectividad cuando va acompañada de otros lenguajes, sobre todo del gráfico.

Los profesores deben intentar la representación visual de sus ideas y al mismo tiempo hacer que los alumnos aprendan igualmente a representarlas gráficamente.

Transformar realidades y fantasías en historietas

La historieta y el comic, pueden ser y no ser secuencia de imágenes. En ambos casos son fabulosos medios para transmitir ideas, sentimientos, y estados de ánimo. El comic es un lenguaje humano, que necesita pocas, o ninguna, palabras para hacerse entender.

El comic es además un medio que facilita la comprensión del lenguaje cinematográfico. Cómic y cine, actualmente van de la mano, por la versatilidad de ambos y la capacidad de intercambiar lenguajes y de utilizar los que ambos poseen.

Trabajar con dibujos o fotografías

El collage (encolar), el decollage (desencolar), el fotomontaje, las divisiones de imágenes, la manipulación de fotografías de periódicos o revistas, la realización de fotografías, todo tipo de transparencia, como la diapositiva, las vidrieras, los soportes didácticos para retroproyector, los anuncios luminosos publicitarios, la pintura sobre vidrio, etc., basan en la transparencia su fuerza de comunicación.

La nueva tecnología del diseño por ordenador no es en la mayoría de los casos más que un collage cibernético en el que se mezclan, añaden, se pegan o se despegan multitud de imágenes producidas o copiadas por el ordenador.

Crear y manipular la imagen en movimiento.

Lo que se puede realizar con el cine en las aulas no cabe la menor duda de que está en relación con las aspiraciones de cada grupo de alumnos y que tiene mucho que ver con el nivel de los mismos. El cine es conveniente integrarlo en las actividades de clase en todos los niveles, pero es de fundamental importancia tenerlo en cuenta en todo lo relativo a la formación profesional ocupacional. Prácticamente todo es fácil de encontrar filmado, ya sea en forma de documental, películas didácticas o películas de ficción que traten sobre tópicos o argumentos determinados.

Es necesario iniciar la reflexión individual y en grupo de los mensajes cinematográficos, de lo que significan las técnicas y lenguajes del cine y en lo posible conseguir la elaboración de películas filmadas con los medios al alcance de cada centro educativo.

Al llevar el cine a las aulas no hay que olvidar que el cine tiene una identidad propia, una historia, un lenguaje determinado y una tecnología que avanza constantemente, y que necesariamente ha de ser profundizada.

Utilización de multimedia

Hoy día no podemos expresarnos en relación con las tecnologías audiovisuales, ligadas a los medios de comunicación sin referirnos a los «medios cruzados» o «multimedia» que consisten en el uso simultáneo o sucesivo de varios recursos audiovisuales. Actualmente el término «multimedia» se intenta reducir a un conjunto de aparatos informáticos que conforman entre ellos una unidad operativa. Se restringe así el sentido, confundiendo la parte con el todo. No debemos olvidar que el término multimedia, utilizado ya en tratados del año 1965 se refería a cualquier utilización conjunta de medios audiovisuales. Todavía estamos lejos de tener en las aulas todos los medios informatizados, y debemos recurrir complementariamente, tanto a lo analógico como a lo digital. Mientras en muchas aulas existen ya las pizarras digitales, en muchas más se sigue trabajando con la pizarra tradicional.

Una aplicación realista del concepto de «multimedia» es la preparación de equipos formados por varios tipos de materiales que desarrollan un tema concreto. El equipo contiene discos, cintas magnetofónicas, diapositivas, láminas, películas, folletos, etc. incluso objetos tridimensionales, grabaciones y laboratorios para adiestramientos psicomotrices, o enseñanza de lenguas extranjeras.

Los diaporamas son multimedia en cuanto que usan sonido, imagen desde varios proyectores, retrotransparencias, etc. Este tipo de presentación puede hacerse actualmente mediante proyecciones a partir de programas informáticos (Power Point), pero no debemos olvidar sistemas muy creativos, de hace unos años, pero que no por las nuevas tecnologías deben perder vigencia. La planificación y programación para esta clase de presentaciones es por otra parte muy exigente por lo que tiene éxito solamente en el caso de muy cuidada preparación.

Los últimos diez años han sido extraordinariamente fecundos en avances tecnológicos aplicables a la educación para poder ofrecer lo mejor y lo más importante en experiencias para los alumnos y hacer esto extensivo a un número cada vez mayor. Está absolutamente comprobado que el uso de los «multimedia» mejora el aprendizaje de los alumnos y al mismo tiempo reduce el tiempo de instrucción y los costos de la enseñanza.

Los alumnos necesitan para su futuro profesional de la utilización de los medios tecnológicos

Los alumnos varían enormemente en su habilidad de percepción y aprendizaje; por lo tanto, en los requerimientos didácticos individuales. Algunos aprenden fácil y rápidamente a través de informaciones orales o impresas y con un mínimo de experiencias más directas. La mayoría requiere experiencias más concretas que incluyan los medios audiovisuales.

Hay muchos factores culturales que afectan el aprendizaje; por tanto los alumnos necesitan de una amplia gama de experiencias que incluya aspectos reales, representaciones visuales y símbolos abstractos.

Las nuevas necesidades y expectativas laborales que el alumno tiene aconseja una mayor participación del mismo en el aprendizaje mediante los métodos activos de investigación y experimentación.

Los programas educativos necesitan ser apreciados en términos de eficacia y flexibilidad de aplicación en cuanto a tiempo, personal y recursos de que se disponga

La demanda de empleo, exige una preparación que obliga al conocimiento de todo aquello que tiene que ver con la sociedad de la información, las nuevas tecnologías, la multiplicidad y variación profesional, la interacción de recursos, y en fin, de todo aquello que facilita la inserción laboral y profesional.

Los profesores, utilizando las nuevas tecnologías, pueden liberarse para realizar trabajos de orientación

Los nuevos patrones didácticos en los que se tiene en cuenta las nuevas tecnologías y los medios de comunicación para mejorar el aprendizaje suponen nuevas funciones de los profesores. personal. No es el profesor el que debe proporcionar toda la información, ya que esta se puede presentarse más eficazmente por los medios apropiados, ya sea para proporcionarla a grandes grupos o para que cada alumno la amplíe por sí mismo en forma individual o para ser usada en un pequeño grupo de discusión. Los profesores ya como individuos, ya como equipos se encuentran liberados de trabajos rutinarios y pueden hacer el trabajo verdaderamente profesional y creativo, la orientación de los alumnos que hasta ahora se había descuidado. Este trabajo de orientación y guía supone :amplia participación en la planificación y producción de materiales audiovisuales para adecuarlos a las necesidades de los grupos o de los individuos a que van destinados.

El uso de la tecnología para mejorar la comunicación obliga a cambiar los métodos rutinarios por otros más ágiles para alcanzar las metas educativas. La gran resistencia del personal docente a estos cambios se debe a que, el romper con la rutina perturba una situación habitual.  También, inexactamente se cree que los nuevos medios deshumanizan la enseñanza, desplazan a los profesores y que la educación en consecuencia se hará autómata sin la calidad humana que le da la comunicación entre profesor y alumno.

En la actualidad, con el aumento de las disciplinas de estudio, del contenido de las mismas, la especialización y el aumento de la demanda profesional, lo que realmente sucede y de lo que generalmente se olvidan los educadores, es de que la verdadera humanización y el sello personal sólo pueden conseguirse con el uso adecuado de los recursos tecnológicos, que liberan al profesor del trabajo rutinario y de la mera transmisión de información, para permitirle realizar el trabajo de orientador y guía en la formación de sus alumnos.

 

 

La planificación de la tecnología


Los nuevos patrones didácticos descritos anteriormente requieren una planificación cuidadosa y detallada que generalmente se descuida en los procedimientos tradicionales. Ahora, debe atenderse no solamente a la asignatura, contenido y diferencias individuales de los alumnos sino a otros muchos factores que influyen para el éxito del proceso del aprendizaje. Reuniendo todos estos elementos, podemos desarrollar una planificación o Diseño sistemático de la enseñanza. Uno de los elementos indispensables del diseño, es la previsión, organización y producción de recursos didácticos.

Los especialistas en el uso de los medios deberían trabajar con los profesores para ayudarles a desarrollar planes o diseños didácticos para sus clases diarias, para unidades de trabajo o para un curso completo. El éxito de estos diseños didácticos exige una planificación cuidadosa y un afrontar con realismo muchos problemas que deben ser resueltos. Esto no se logra por casualidad e improvisación; sino que supone un método riguroso que el profesor conoce aquello sobre lo que debe actuar, toma las decisiones oportunas y realiza sistemáticamente la acción.

Los medios que deberán usarse en «el diseño» son los que requieran los objetivos, el contenido y los métodos. Los medios no son suplementarios a la enseñanza, ni su soporte: son el estímulo mismo. A la luz de este concepto no puede aceptarse la concepción obsoleta de los medios como auxiliares, ayudas. Debe pues determinarse cuáles medios, cómo y cuándo van a proporcionar las experiencias más efectivas y eficaces para los alumnos.

Así como diferentes objetivos requieren diferentes clases de aprendizaje, así también los recursos para ser adecuados necesitan corresponder a las tareas requeridas. Ciertos medios pueden ser mejores que otros para ciertos propósitos (sonido o impresión; película en movimiento, Internet de primera o última generación). En otros casos, uso del equipo disponible, conveniencia de los costos y otros muchos factores pueden ser los determinantes de la elección.

Este enfoque de la enseñanza y el aprendizaje que se desarrolla «específicamente», en relación a los objetivos de comportamiento y para atender a las necesidades específicas de los alumnos. Querer producir localmente todos los materiales que se necesiten es imposible por lo costoso y por el tiempo que se pierde. Cada vez es más fácil, debido al abaratamiento de las nuevas tecnologías, realizar imágenes, filmes, montarlos y difundirlos en la red. Tal vez en el futuro los productores traten de elaborar materiales cuidadosamente planeados para que puedan tener la flexibilidad de adaptarse a diferentes temas generales, y con ligeras modificaciones en su uso a las circunstancias locales. Pero siempre quedará una puerta abierta para la producción propia de material complementario con propósitos y aplicación concretas.

La nueva tecnología convierte los medios en mucho más que meros auxiliares del profesor

Los audiovisuales, otros medios relacionados con ellos, los medios de comunicación en general y los que se basan en tecnología informática, son mucho más que simples auxiliares. Los medios de esta clase constituyen frecuentemente la vanguardia del progreso educativo y cuando se usan con propiedad afectan la estructura de planes y programas y lo que es más, llegan a modificar la estructura íntima del proceso de aprendizaje.  Estos medios son esenciales para lograr una comunicación efectiva en la enseñanza a grandes grupos y son el único medio de comunicación didáctica en muchos programas para enseñanza individual o estudio independiente.


La razón de muchos profesores para no utilizar los medios


Porqué muchos profesores no utilizan los medios de comunicación en las aulas

La mayoría de los profesores no entiende o no acepta el valor didáctico de los recursos audiovisuales. Muchos creen que si no están frente a la clase, hablando, exhibiendo o actuando; el aprendizaje no se realiza. Otros son refractarios al uso de la imagen, ya que en una u otra forma la consideran una «degradación» de la dignidad académica, dignidad que en su punto de vista sólo puede mantenerse por la comunicación oral y la lectura.  Esta actitud es comprensible ya que «uno enseña como fue enseñado» y los profesores, salvo contadas excepciones, han recibido una educación basada en el verbalismo durante toda su vida y especialmente en su preparación profesional o universitaria. Otros profesores, no los utilizan por miedo a equivocarse o por comodidad, pues el uso de los medios lleva consigo horas de preparación y trabajo.

El uso de auxiliares visuales tuvo sus dificultades en el pasado. Tanto el material como el equipo debían ser solicitados con mucha anticipación. Las máquinas eran difíciles de transportar y de operar; era necesario oscurecer totalmente las aulas etc. Por estas y semejantes razones no valía la pena usar frecuentemente películas o diapositivas.

El contenido de los materiales comerciales, frecuentemente dejaba mucho que desear con relación a las necesidades concretas de los profesores en un determinado momento o circunstancia.  La típica película educativa estaba demasiado recargada de conceptos.  Los alumnos no podían retener tal cantidad de material ni en los casos en que estaba relacionado con la situación inmediata.  Posiblemente sólo una pequeña parte de la película contenía el tópico que se estaba estudiando, pero resultaba muy difícil preparar con anticipación la parte que debía ser usada; y tampoco a esta parte se la presentaba como el profesor hubiera deseado.

Finalmente, la publicidad engañosa o demasiado entusiasta y prematura de los materiales audiovisuales hecha por vendedores y algunos profesores, unida a la filosofía consumista de nuestra sociedad, sin haber realizado una cuidadosa evaluación y experimentación, ha producido efectos adversos para la aceptación y uso posterior de estos recursos.

Para muchos profesores, desafortunadamente, los materiales audiovisuales han sido auxiliares-accesorios para ser usados si sobra tiempo, y siempre después de haber dado la clase verbalista y haber estudiado los libros de texto.

En muchas ocasiones, haciendo verdad el refrán español de que lo mejor es enemigo de lo bueno, por utilizar lo mejor, olvidamos lo bueno, es decir, por querer el último grito tecnológico no usamos didácticamente multitud de posibilidades que creativamente usadas pueden ser fuente idónea de aprendizaje.

 

 

El aula sin muros


M. Mcluhan

Hoy resulta natural hablar de «auxiliares audiovisuales» para la enseñanza, ya que seguimos pensando que el libro constituye la norma y los otros medios son incidentales. Pensamos también en los nuevos medios (prensa, radio y televisión) como medios de comunicación de masas y en el libro como forma individualista, porque el libro aísla al lector y  ha contribuido a crear el «yo» occidental. Sin embargo, el libro fue el primer producto de una producción para la masa.

Mediante este producto todo el mundo podía tener los mismos libros. En la Edad Media era imposible que los distintos alumnos y las distintas instituciones tuvieran ejemplares del mismo libro. Los manuscritos y los comentarios se dictaban. Los alumnos aprendían los textos de memoria. La instrucción era casi totalmente oral y se hacía por grupos. El estudio solitario se reservaba al erudito avanzado. Los primeros libros impresos constituyeron «subsidiarios visuales» para la instrucción oral.

Antes de que apareciera la imprenta, los jóvenes aprendían escuchando, mirando, actuando. De este modo aprendían también, hasta hace poco tiempo, los niños campesinos de nuestros países el lenguaje y los conocimientos de sus mayores. La enseñanza tenía lugar fuera de las aulas. Solamente aquéllos que querían hacer una carrera profesional iban a la escuela. Hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión y la radio, exceden en gran medida a la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela. Este desafío ha destruido el monopolio de libro como ayuda a la enseñanza y ha derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos confundidos, desconcertados.

En esta situación social profundamente trastornada, es natural que muchos profesores consideren los nuevos medios de comunicación como una forma de entretenimiento más que como auténtica educación. Pero esto no resulta convincente para quien estudie el problema. No se encontraría a un solo clásico que no fuera considerado originalmente como entretenimiento ligero. Casi todas las obras vernáculas fueron así juzgadas hasta el siglo XIX.

Muchas películas se realizan hoy con un grado de penetración y de madurez que alcanza el nivel de los textos escolares. El «Enrique V» y el «Ricardo III» de Olivier reúnen una riqueza cultural y artística que revela a Shakespeare a un nivel muy alto, aunque de una forma de la que pueden disfrutar fácilmente los jóvenes.

La película es a la representación teatral lo que el libro fue al manuscrito. Pone a disposición de muchos en muchos momentos y lugares lo que de otro modo quedaría restringido a unos pocos y a pocos momentos y lugares. La película, igual que el libro, es un mecanismo de duplicación. La televisión es contemplada simultáneamente por cincuenta millones de espectadores. Algunos creen que el valor de experimentación de un libro disminuye al extenderse a muchas mentes. Esta noción está siempre implícita en las frases «medios de comunicación de masas», «diversión para las masas», frases carentes de utilidad que no tienen en cuenta el hecho de que el idioma inglés o el español constituyen igualmente un medio de comunicación de masas.

Hoy empezamos a darnos cuenta de que los nuevos medios no son simplemente una gimnasia mecánica para crear mundos de ilusión, sino nuevos lenguajes con un nuevo y único poder de expresión. Históricamente, los recursos del idioma inglés han sido configurados y expresados en formas constantemente nuevas y cambiantes. La imprenta cambió no sólo el volumen de la escritura sino también el carácter del lenguaje y las relaciones entre el autor y el público. La radio, el cine, y la televisión llevaron al idioma inglés escrito hacia la espontaneidad y la libertad del idioma hablado. Nos ayudaron a recuperar la intensa conciencia del lenguaje social y del gesto corporal. Si estos «medios de comunicación de masas» nos sirvieran solamente para debilitar o corromper niveles anteriormente alcanzados de la cultura verbal y de la imagen, no sería porque haya en ellas nada inherentemente malo. Sería porque no hemos podido dominarlas como nuevos lenguajes para integrarlas en la herencia cultura global.

Cuando se analizan cuidadosamente estos avances, se hace patente que determinan una estrategia cultural básica para la enseñanza. Cuando apareció el libro impreso, amenazó los procedimientos orales de la enseñanza y creó la escuela tal como nosotros la conocemos. En lugar de preparar su propio texto, su propio diccionario, su propia gramática, el alumno empezaba a trabajar con estos instrumentos. Podía estudiar no sólo uno sino varios lenguajes. Hoy estos nuevos medios de comunicación amenazan, en vez de reforzar, los procedimientos tradicionales de la escuela. Es habitual contestar a esta amenaza con denuncias sobre el desgraciado carácter y efecto de las películas y de la televisión, del mismo modo que se temió y se desdeñó el «cómic», expulsándolo de las aulas. Sus buenas y malas características de forma y contenido, conjuntados cuidadosamente con otros tipos de artes y de técnicas narrativas, podían haberse convertido en un importante instrumento para el profesor.

El punto en que se centra el interés de los alumnos es el punto natural en que debe tener lugar la elucidación de otros problemas e intereses. La tarea educativa no es exclusivamente proporcionar instrumentos básicos de percepción, sino también desarrollar el razonamiento y la facultad de discriminación con la experiencia social normal.

Muy pocos son los alumnos que llegan a tener capacidad para analizar los periódicos. Menos todavía saben examinar inteligentemente una película. Saberse expresar y tener capacidad de distinguir en asuntos cotidianos y en materia de información es sin duda el distintivo del hombre educado. Es erróneo suponer que existe una diferencia básica entre la educación y la diversión. Esta distinción no hace más que liberar a la gente de su responsabilidad de entrar en el fondo del asunto. Es lo mismo que establecer una distinción entre la poesía didáctica y la poesía lírica basándose en que la una enseña y la otra divierte. Y, sin embargo, nunca ha dejado de ser cierto que lo que agrada, enseña de modo mucho más efectivo.


Ejercicio: actividad sobre el texto «El aula sin muros»


1. ¿Qué hacer en las aulas con los llamados «medios de comunicación de masas»?

¿qué otros medios de comunicación actuales consideras que puedes introducir en tu aula de trabajo, y cómo lo realizarías?

2. Qué significa para McLuhan que determinan una estrategia cultural básica para la enseñanza.

3. Analiza la frase: «La tarea educativa no es exclusivamente proporcionar instrumentos básicos de percepción sino también desarrollar el razonamiento y la facultad de discriminación con la experiencia social normal.»

Analizar y valorar críticamente la frase: « Es erróneo suponer que existe una diferencia básica entre la educación y la diversión»

Otras sugerencias que os plantea el texto.


Clasificación de medios y recursos didácticos


Material impreso

Libros y textos

Apuntes de clase

Fichas de trabajo

Guías de estudio dirigido

Pizarras y tableros

Pizarra tradicional

Pizarra blanca

Franelógrafo

Papelógrafo o rotafolios

Pizarra magnética

Pizarra fotocopiadora

Papel mural

Material audiovisual

 

 

Proyectable

Audición

Proyectable sonorizado

Medios informáticos y cibernéticos

 

 

 

Ordenadores

Multimedia

CD-ROM

Internet

Simuladores