Ciudadano kane
La dama de Shanghai
Othello
Don Quijote
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Biofilmografía
George Orson Welles (1915-1985) nació en Wisconsin,
EEUU, en una familia acomodada. Su madre, que murió cuando Welles tenía
solamente nueve años, le trasmitió la afición por la música. A los 10 años
produjo su primera obra teatral («Doctor Jekyll y Mr. Hyde»), que
dirigió, adaptó y protagonizó. En 1936 estrenó su primera producción teatral
propia, un «Macbeth» ambientado en el vudú, con el reparto
íntegramente negro. Empieza en 1937 el serial radiofónico «The Shadow»,
con el que se dio a conocer al público norteamericano.
Junto a actores que más tarde tuvieron mucha
importancia para Welles, Joseph Cotten, George Colouris, Vincent Price,
Agnes Moorehead, Everett Sloane, formó con John Houseman el Teatro Mercury.
A la primera producción, «Cesar», basada en «Julio Cesar» de
Shakespeare, siguieron numerosas obras de teatro y retransmisiones
radiofónicas. Una de ellas, «La guerra de los mundos» según la obra
de H.G. Wells le lanzó a la popularidad. Les dio tal credibilidad a los
boletines de noticias y a los testimonios de los testigos oculares sobre la
llegada de los marcianos a Nueva Jersey que se creó un verdadero pánico
colectivo en todo el país.
La popularidad de Welles le llevó a que la RKO le
ofreciera un contrato en 1939 para filmar dos películas como director,
productor y guionista con libertad artística absoluta. Welles tenía 25 años
cuando debutó de forma inmemorable en la historia del cine con una película
que inicialmente se debió llamar «American» pero que salió a cartel
con el título de Ciudadano Kane (Citizen Kane). En el film contaba
desde varios puntos de vista la historia, ascenso y corrupción, del magnate
americano, Charles Foster Kane (creado a semejanza del empresario editorial
William Randolph Hearst). Esta película marca el camino para una estética
fílmica diferente a todo lo que se había realizado hasta el momento. La
película fue muy bien recibida por la crítica pero se enfrentó a graves
problemas de distribución y exhibición por la actuación de Hearst y de su
imperio periodístico (los periódicos de Hearst se negaron a aceptar los
anuncios de la película), lo que supuso que tuviera muy pobres resultados en
taquilla.
Mientras rodaba Ciudadano Kane no abandonó los
montajes teatrales. Posteriormente tuvo varios fracasos económicos con
algunas películas. De estos fracasos la reputación de Welles se resintió
para siempre, teniéndolo los directores de Hollywood como un director caro y
excéntrico.
Fue importante su film La dama de Shanghai
(The Lady From Shanghai, 1948),
una impresionante muestra del cine negro protagonizada por Welles y su
esposa Rita Hayworth. (ya estaban separados antes de que la colaboración
empezara, pero ella pidió el divorcio una vez acabado el film). La película
es considerada hoy como un clásico del cine, que provocó en su momento
verdaderos ríos de tinta. La secuencia final en la sala de los espejos es
ejemplo magnífico de la maestría de Welles para jugar con la profundidad, la
luz y los efectos visuales.
El siguiente film de Welles fue el primero de una
informal e impresionante trilogía Shakespeariana, Macbeth (1948). La
película, a pesar de sus escenas memorables no fue un éxito.
En 1949 Welles emigró a Europa. Trabajó como actor en
varias películas con el fin de financiar Othello. Una de las películas fue
El Tercer Hombre (The Third Man 1949),
dirigida por Carol Reed a partir de un guión de Graham Green.
Cuatro años después respondió a sus críticos con una
impactante versión de Othello (1952), que ganó el Gran Premio del
Festival de Cannes. El rodaje de Othello, una de las mejores
películas de Welles se hizo interminable, desde 1949 a 1952, debido a la
minuciosidad del director y a las continuadas faltas de fondos que cortaban
el rodaje. Tras vagar de un país a otro dejando en todos ellos un montón de
proyectos abortados o a medio acabar, en 1955 empezó a rodar Don Quixote
en México y París, con él mismo como Don Quijote y Akim Tamiroff, uno de sus
actores favoritos, como Sancho Panza. La película no llegó nunca a
finalizarla. La montaron posteriormente Jesús Franco y Patxi Irigoyen en 11
minutos para presentarla en 1992 la Exposición Universal de Sevilla 92. Se
estrenó comercialmente cuatro años después.
El 1955 dirigió Mr. Arkadin, un análisis de la
figura de un examen de un ser monstruoso en la línea de Ciudadano Kane.
Welles volvió a Hollywood para actuar y dirigir Sed de mal (1958),
una obra maestra absoluta del cine negro. Welles interpreta a Hank Quinlan,
un obeso inspector de la Policía que utiliza pruebas falsas contra los
sospechosos. La película no tuvo éxito y Welles se vio forzado a no volver a
hacer ninguna otra en Estados Unidos hasta The Other Side of the Wind, que
nunca pudo estrenar
Gracias al español Emiliano Piedra y a financieros
suizos, Welles pudo volver a Shakespeare y realizar la película final de la
trilogía sobre sus obras con Campanadas a media noche
(Chimes at Midnight, 1966)
en la que Welles, para recrear a Falstaff, recopiló escenas de «Ricardo V»,
«Las alegres comadres de Windsor» y de otras obras de Shakespeare además de
documentarse exhaustivamente sobre la época. La película, íntegramente
rodada en España, está entre los más grandes logros de Welles, siendo quizá
su mejor obra después de Ciudadano Kane.
Su último film completo, Fraude (1973), es un
collage de metraje documental destinado a engañar presentando engaños de
otros y su propio fraude al montar gran cantidad de la películas con restos
de otros films. Investiga en esta película la línea que separa la realidad
de la ilusión, aplaudiendo a todos los embaucadores, incluyendo su director.
Welles maneja sabiamente todos los materiales para conducir al espectador
por un fascinante laberinto en el que la verdad y la mentira van unidas.
Como actor, Welles trabajó infatigablemente,
interpretando muchas veces dos y tres películas por año. Algunas de sus
actuaciones, Alma rebelde (1943), El tercer hombre (The Third Man,
1949), Compulsión (1959) y Catch-22 (1970) son memorables.
Sus interpretaciones de Othello, Kane, Falstaff y otras muchas en las que se
dirigía a sí mismo, hacen ver que su talento como actor es tan grande como
el que manifestó en otras muchas actividades de su vida.
Orson Welles murió de un ataque cardiaco el 10 de
octubre de 1985 mientras mecanografiaba unas instrucciones de escena para el
material que proyectaba filmar más tarde ese mismo día. Sus cenizas están
enterradas en una hacienda en Ronda, provincia de Málaga, donde pasó un
verano cuando tenia dieciocho años.
En 2018 se montó la película, "Al otro lado
del viento", The Other Side of the Wind , de Welles, la que dejó inconclusa. |