Globalizar es un requerimiento indispensable en
la dinámica de las aulas en todos los niveles. Los términos
globalización y trasversalidad, más que términos antagónicos, son
visiones diversas de una misma realidad pedagógica que entrañan
metodologías diferentes. Lo importante es que el alumno logre su
aprendizaje de forma global y que las estrategias mentales que va
adquiriendo sean integradas, con el fin de que en el futuro adquiera
la necesidad de ser creativo, interesado por la investigación y
responsable de sus propios conocimientos y valores.
El individuo conoce la realidad y la percibe
como un todo, y solamente analiza aquello por lo que está
interesado. Esta es la razón por la que vemos alumnos que aprecian
algunos elementos sí y otros no, o se interesan por unos aspectos sí
y otros no.
El alumno parte siempre de sus propios
intereses porque sus propios intereses son su realidad, en la que
vive y a partir de la cual se conecta con realidades más lejanas a
su mundo. El adulto aprende únicamente aquello que le interesa o que
significa algo para sus vidas. El adulto parte de realidades
globales, como el que analiza la realidad o como el que la
interpreta: el artista, el poeta, el soñador o el creativo.
El aprendizaje
globalizado
El primer paso del proceso trasversal es la
percepción global de las cosas, de las realidades, para
posteriormente pasar a la individualización de los detalles,
al análisis e investigación y posteriormente a la síntesis.
Este es el proceso de la trasversalidad para entenderlo como un
sistema completo.
Generalmente se ha venido entendiendo la
globalización solamente como el primer paso, el punto de partida, el
centro de interés, la excusa o el pretexto, siguiendo a Decroly y a
sus discípulos. No rechazo este esquema pero pienso que se queda
corto, que no agota la actual exigencia científica, que no plantea
elementos de revisión y retroalimentación y que es difícil plantear
a partir de ahí la evaluación continua.
Muchas de las teorías que actualmente leemos en
libros y revistas sobre trasversalidad y globalización son
indiscutibles en teoría, pero difíciles de llevar al aula en la
práctica, porque no presentan con rigor las bases psicológicas en
las que se basan, ni las necesidades concretas del alumno al que va
dirigido. Es normal, pues no hay teoría que se pueda aplicar tal y
como se escribe y quien construye una teoría es porque ha sido capaz
experimentar prácticamente.
Globalizar es difícil pero no imposible, y es
necesario que cada profesor con su grupo de alumnos vaya buscando
estrategias que permitan integrar los aprendizajes globalmente. Para
ello hay diversidad de vías de acceso de las que algunas muy
importantes tienen que ver con el mundo de la investigación.
La estrategia
trasversal
«Es un proceso técnico-creador que permite,
mediante actividades integradoras interesantes, conocer con
detenimiento el mismo proceso que se desarrolla y conseguir para el
alumno resultados significativos que le permitan evaluar su
rendimiento y dificultades y servir de punto de partida para nuevos
procesos».
Es un proceso técnico porque persigue una
finalidad, participa de una determinado lenguaje científico, tiene
unos pasos técnicos propios y una metodología especializada, así
como sus propias formas de evaluación y control.
Es creador porque utiliza la creatividad de los
participantes y va buscando productos nuevos y originales en los que
lo fundamental sea la investigación y la novedad.
Porque parten de la motivación del alumno y de
las posibilidades del profesor, reflejando en su consecución varias
o todas las áreas, asignaturas, objetivos y contenidos integradas
unas y otros en función de un resultado común.
Es imprescindible dominar al máximo el proceso
de trabajo, con el fin de llegar a lo más importante, que es
adquirir el pensamiento trasversal. La estrategia ayuda a ello con
las mismas técnicas y lenguajes, aportando al alumno el bagaje
necesario para conseguirlo.
Es el final del proceso trasversal y punto de
partida para nuevos aprendizajes. Con las destrezas adquiridas el
alumno puede afrontar nuevos problemas de aprendizaje y transferir
los conocimientos a otras situaciones vitales.
El proceso evaluador de una estrategia
trasversal, pasa por ser el control de calidad de cada una de las
fases a través de las cuales se hace un producto. La calidad hay
que apreciarla en el proceso que se sigue, que debe ser
fundamentalmente participativo, integrador y responsable. El
profesor debe seguir paso a paso cada fase del proceso de trabajo,
apoyando cada idea y esfuerzo y observando en todo momento las
dificultades y los logros individuales y colectivos para orientar el
trabajo en caso de necesidad.
Cuando planteo los temas de estrategias y
recursos trasversales, lo hago desde una base absolutamente
relativa: no podemos definir a priori que determinada situación sea
estrategia o simplemente recurso, ya que la decisión metodológica
depende de infinidad de variables, entre las que se incluyen
fundamentalmente las capacidades del profesor y los intereses del
alumno.
En todo caso, siempre, lo que en este trabajo
está propuesto como estrategia trasversal puede utilizarse como
recurso o viceversa, siempre que las posibilidades lo permitan y se
adecuen los medios materiales y humanos y los tiempos de que se
dispone para lograr los objetivos. |