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El
alumno adulto analfabeto acude en general a un centro de adultos con la
finalidad casi exclusiva de aprender a leer y a escribir. La motivación
lectora de esta primera fase, por lo tanto, está asegurada. Sin embargo,
el alumno adulto que acude a un centro educativo con las habilidades
lectoras ya conseguidas, al contrario que el analfabeto, se resiste a la
lectura, o incluso la rechaza totalmente, dado que su finalidad
principal de aprendizaje está en dominar otros conocimientos, y en
rentabilizar al máximo su asistencia al aula, aprendiendo todo lo que no
ha podido lograr hasta el momento y adquiriendo cuanto antes el título
que desea conseguir.
Las estadísticas de los últimos años apuntan a que el español adulto lee
cada vez menos. El alumno de los centros de adultos no escapa a los
estudios realizados en el país, y es en general de una baja motivación
lectora. Su desinterés se ve aumentado porque las horas pasadas en el
aula de adultos y sus esfuerzos por aprender, los dirigen
prioritariamente al aprendizaje de habilidades o de conocimientos que
consideran más necesarios para conseguir un título o hacer más rentable
su estancia en el aula. Muchas de las actividades propuestas en los
centros de adultos, incluso las necesarias para conseguir los objetivos
propuestos en la programación, se ven así en principio rechazadas por el
alumno adulto, que no les ve una utilidad inmediata, y cuyos objetivos
personales se reducen a adquirir multitud de conocimientos, a realizar
correctamente operaciones, o a utilizar su tiempo para conseguir lograr
en el tiempo menor posible el correspondiente título.
Procurar ocasiones de leer y de escribir
La
lectura, base del aprendizaje adulto, es la base de cualquier otra
actividad y al mismo tiempo condicionamiento indispensable de todo
aprendizaje, sobre todo de los que tienen que ver con la
intercomunicación humana y social. El adulto debe expresar sus opiniones
y sentimientos por escrito tanto como oralmente, manifestando así
criterios y opiniones propias y demostrando que el texto escrito, que
los demás leerán, es un inapreciable exponente de la comunicación
interpersonal. El adulto se compromete con su escrito y con su firma
ante el resto de sus compañeros, manifestando de esta forma sus
convicciones y dejando constancia de sus afirmaciones.
Procurar ocasiones de analizar lo leído
Es
importante que el alumno adulto logre un nivel óptimo de comprensión
lectora, no importando tanto la velocidad en una primera fase, sino más
bien el dominio de la técnica en relación con la misma comprensión de
los datos que contiene el texto escrito. Para ello se utilizan
determinadas técnicas que varían en los centros, debido a la forma de
actuar del profesorado de los mismos. Se realiza la LECTURA Y COMENTARIO
DE TEXTOS, individualmente y por grupos, potenciando así la importancia
de los mensajes escritos como forma importante de salvaguardar
información. En otros casos se programan actividades que necesitan de la
lectura, con el fin de contestar cuestionarios o de plasmar de la manera
más coherente lo que el adulto piensa sobre determinado tema o aspecto.
El ver una película, teatro, y posteriormente informar al resto, por
escrito y mediante contestación de cuestionarios, demuestra la
importancia de la lectura y apoya sin duda el interés del adulto por la
letra impresa.
Procurar que escriban sus experiencias significativas
Es
muy difícil para el adulto de escasas habilidades lectoras el poder
plasmar en letra escrita lo que es capaz de percibir, y viceversa, es
difícil para él percibir lo que está plasmado en letra impresa, dada la
dificultad en la lectura. Por ello es importante el que se le ponga en
ocasión de reflejar las experiencias significativas que va viviendo, ya
que el leer lo que él mismo escribe, es clave indispensable para su
motivación por la lectura. Un aprendizaje significativo, es algo que la
pedagogía actual y la psicología del aprendizaje considera de sumo
interés para el que lo logra, ya que "significa" un cambio en
profundidad en los comportamientos y conductas del que aprende.
Variar las actividades, procurar que el alumno adulto realice
"creaciones propias" de situaciones que le resulten interesantes y que
posteriormente las plasmen por escrito es una de las actividades más
importantes para acercar a la lectura al adulto poco o escasamente
hábil. En esta línea de actuaciones entra la utilización del periódico
en el aula de adultos.
La
importancia de la utilización del periódico en el aula
El
mundo de las aulas tiene creadas a su alrededor multitud de barreras y
estereotipos que dificultan grandemente al alumno, sobre todo al adulto,
la adquisición de habilidades que le pueden permitir inter-relacionarse
con una sociedad a la que pertenece y que le demanda un compromiso
social, político y democrático. La lectura diaria del periódico ayuda al
adulto a romper dichas barreras y a acercarse a un mundo, cercano y
lejano al mismo tiempo, que puede interesarle en principio poco o mucho,
pero que debe ser punto indispensable de partida de muchos de sus
conocimientos y del interés por ellos.
En
algunos centros de adultos, a partir del nivel neolector se practica con
gran éxito la lectura diaria del periódico del día. A pesar del miedo
que muchos profesores tienen a "perder el tiempo", y del rechazo que
cierto tipo de alumnos, sobre todo los más avanzados, tienen por
cualquier actividad que aparentemente se salga de lo que es
estrictamente adquisición de conocimientos teóricos, debe realizarse la
experiencia.
Permite comunicarse con la sociedad
Es
importante que la lectura se realice diariamente, con el fin de hacer
eficaz el trabajo y conseguir los objetivos de adquisición o fomento del
hábito lector. Día a día, los periódicos van reflejando la vida
internacional, nacional y local, y a pesar de la falta de interés, que
en general el alumno adulto tiene por los sucesos que no le atañen
demasiado cerca, el educador debe realizar un gran esfuerzo didáctico
para lograr el interés si no ya por la noticia en sí, por lo menos por
la actividad que se realiza. El fomento de la lectura, en el alumno
adulto está totalmente ligado al grado de utilidad que le puede
proporcionar inmediatamente el hecho de leer. Si el acto lector va unido
a otros aprendizajes, si el educador es capaz de presentarle el mensaje
de forma significativa, si lo plantea de manera que sea un ejercicio
ligado a su propio acerbo de intereses por aprender, el adulto va poco a
poco entrando en la dinámica lectora, e irá descubriendo paulatinamente
la necesidad de comunicarse con el mundo a través de las noticias que le
llegan.
Permite al adulto buscar sus propias fuentes de información
El
adulto, por otra parte, recibe diariamente el impacto de la radio y la
televisión, y reconoce día a día el desconocimiento de lo que se le
trasmite: hechos, noticias o situaciones. Cuando se le presenta la
ocasión, al leer diariamente y abrir debate sobre el periódico del día,
su campo se abre, su interés por la letra impresa aumenta y acabará él
mismo buscando su propia información cuando algo necesite, ya que el
descubrimiento de lo sucedido en el mundo, o en su país o en su
localidad, deja de ser para él un arcano. El adulto adquiere así la
posibilidad de acceder a la información como cualquier otra persona,
cosa que antes le era vedado, y le creaba determinadas dificultades a la
hora de comunicarse con los demás incapacitándole para una verdadera
relación humana en muchos campos. El aprendizaje, no solamente de la
mecánica lectora, sino de la interpretación comprensiva de los textos, y
la valoración personal de la importancia de la letra impresa como
vehículo transmisor de cultura y de conocimientos, da una fuerza inmensa
al alumno adulto para seguir dominando las técnicas lectoras, buscando
él mismo sus propias fuentes, haciéndose cada día más dueño de su propio
aprender e independizándose así en una gran medida de los demás en lo
que se refiere a la consecución de conocimientos e informaciones,
adquisición de criterios personales y logrando un importante estímulo y
seguridad personal.
La
motivación hacia la lectura a partir de hacer un periódico
Una de las actividades que de mejor forma influyen positivamente en el
fomento de la lectura en el alumno adulto es la realización en el aula
actividades a partir de las cuales él mismo se vea en la obligación de
escribir, plasmar lo que ocurre a su alrededor o estructurar por escrito
lo que siente individualmente o las conclusiones de lo que ha
establecido un grupo.
Dentro de estas actividades, y dada la importancia, a veces mítica que
se le suele dar a la letra impresa, es de necesidad destacar lo que
significa que el alumno adulto vea escrito en letras impresas lo que él
mismo ha redactado. La realización de un periódico es por ello un
elemento de vital importancia, ya que resume todo lo que se puede dar en
el entorno vital del alumno y reflejar al mismo tiempo opiniones,
criterios o críticas que de otra manera le sería difícil, si no
imposible, el publicar en ninguna parte.
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