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David
Wark Griffith
Pionero del lenguaje
cinematográfico y del montaje
Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
Intolerancia
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David Wark Griffith, asentamiento de la
construcción cinematográfica
Informaciones extraídas de diversos lugares de Internet, de la Historia del
cine de
Roman
Gubern, Enciclopedia del cine, de la Editorial Planeta y "Cine o sardina",
de Guillermo Cabrera Infante.
Griffith
extrajo
todas sus posibilidades a
los
dos medios de la construcción cinematográfica
hasta hoy fundamentales: la
cámara y el montaje. Con el primero hace el espectáculo, el superteatro
implícito en el melodrama teatral; con el segundo traza la narración
cinematográfica.
Todos sus recursos nacen de ahí, puestos en marcha y dotados de otro sentido
por las maquinarias del cine.
Griffith se basó para sus investigaciones, innovaciones y logros en otros
cineastas anteriores y de su época, pero el lo cristalizó de forma personal.
Mucos de sus aportes
ya están en otros realizadores y películas, como los ingleses de la escuela
de Brighton, Méliès,
o
Porter.
Los descubrimientos llevaron a Griffith a un tercer elemento de la realidad
cinematográfica,
su tercera gran aportación: la representación y el gesto del actor, ya
cinematográficos.
Griffith fue un gran genio, empírico, intuitivo, utilitario, que llevaba
todas sus ideas en la cabeza y no sabía expresarlas más que con sus
películas; solía filmar sin guiones, realizando cada día lo que se le
había ocurrido el anterior, a través del complicado plan de un film
gigantesco. Griffith no fue un teórico, no escribió apenas
sobre su arte, sino anécdotas, y para saber su pensamiento y el alcance
de su obra hay que ver sus films. Y todo lo que no hizo, lo que pensó y
no llegó a realizar, se ha esfumado para siempre. Los maestros rusos
-Eisenstein, Pudovkin, Kulechov... -recogen sus ideas y levantan toda
una teoría del
cine.
"Lo que el cine necesita es belleza, la belleza del viento
moviéndose entre las hojas de los árboles"
David Wark Griffith |
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David Wark Griffith. Biografía
Nació el 22 de enero de 1875 en Grestwood
(Kentucky)., Estados Unidos. Sus
padres
eran oriundos
de Irlanda,
instalados en
Kentucky,
sudistas y esclavistas activos,
terratenientes en el
imperio del
algodón.
Cuando Griffith nació habían pasado diez años de la
guerra de
Secesión (1861-1865).
Su padre alcanzó el grado de capitán en la
guerra contra México y el de coronel en la contienda contra el Norte. La
familia
fue
arruinada por la derrota,
y vivieron
pobre y azarosamente.
Griffith quiso ser escritor, vivió de la literatura de
los autores victorianos de la lejana Inglaterra,
de las
novelas de Dickens y
del
mundo de Shakespeare. Griffith,
caballero, pobre y vencido, es un hombre en blanco, dispuesto a triunfar en
cualquier cosa y por cualquier medio.
Griffith, inventor, se introdujo en todo tipo de empresas, bajo la sombra gigante que Edison proyectaba sobre todo
el país,
tanto pensaba
en algún sistema para
utilizar la energía de los mares
como en
envasar conservas por nuevos
procedimientos.
Vivía con la
esperanza de que una de estas invenciones le haga
rico
para poder
dedicarse a su ocupación vocacional: escribir dramas y poemas.
Mientras tanto vive de lo que le sale al paso.
En 1897 se decidió seriamente por la carrera de
actor.
De
1900 a 1903 actuó como actor profesional en diversas compañías.
En 1904
entró
en la compañía de Ada Gray, comenzando ya su carrera de
comediante sin otros oficios. En 1906 se casó en
Boston con la actriz Linda Arvidson Johnson.
1907 supuso un cambio en su vida. Había
publicado cuentos y poesías en revistas
de gran circulación
y
sobre
todo, el empresario James K. Hackett le estrenó en Washington una comedia,
“Un loco y una chica” («A fool and a girl»), por la que le
anticipó mil
dólares.
Un día de
ese año,
en que se encontraba sin trabajo por haber terminado su contrato con
Nance O'Neill, decidió incorporarse al cine,
como autor.
Escribió un breve argumento sobre la Tosca de Sardou y se presentó
en los estudios Edison, de los que era director general y realizador
principal Edwin S. Porter. Ésta es una de las grandes fechas del cinema, del
arte en general, porque es el momento en que aparece el máximo
creador del lenguaje del arte nuevo de nuestro tiempo. Desde marzo de 1908 vendió varios
argumentos a productoras, a 15 dólares cada uno, e intervino en varias
películas, a veces con su mujer, a 5 dólares por día. Y en junio de
ese año realizó su primer film, que se estrenó el 14 de julio:
Las aventuras de Dolly, de 220 metros.
Primera etapa.
De 1908 a 1914.
Descubrimiento e invención de los recursos del arte cinematográfico.
Como inventor se entregó en el cine
a una labor enorme,
renovando todo lo hecho en el cine hasta entonces, para levantar
sobre ello sus propias innovaciones.
Entre 1908
y 1913
realizó cientos de films cortos, y el primer largometraje
norteamericano, de cuatro rollos,
Judith de Bethulia, lo que constituye una revolución industrial.
Fue en esa época cuando Griffith tuvo sus mayores
enfrentamientos
por
la sistemática oposición de los propietarios y directivos de
la productora, alarmados y desconcertados continuamente.
Se obstinaban en films
de quince minutos, cuando en Europa se hacían hasta de dos horas.
En 1913
deja la Biograph para
pasar a la Reliance Majestic, que
controlaba diversas productoras independientes. Allí realiza unas cuantas
películas, ya más largas, de mayor categoría, como La batalla de los sexos y
Hogar, dulce bogar; supervisa numerosos films de otros directores y, sobre
todo, comienza a preparar su primera obra magna: El nacimiento de una
nación.
Mientras tanto,
Griffith realiza unos cuatrocientos cincuenta films y
supervisa una cantidad indeterminada, traza el primer esquema y los
grandes fundamentos del cinema como arte y espectáculo, que han de servir
para cimentar la industria y el comercio cinematográfico norteamericanos,
que en estas fechas inician su dominio mundial.
Segunda etapa.
De 1914 a 1920.
Culminación de su obra y de
su genio.
Realizó sus máximas películas, y en ellas
sistematiza y perfecciona todos sus descubrimientos anteriores. «Después
de Griffith -ha dicho René Clair---, nada esencial se ha añadido al
cine.» Tres Films constituyen las sólidas vértebras de su obra total: El
nacimiento de una nación («The birth of a nation»), 1914-1915, Intolerancia
(«Intolerance»), 1915-1916, y
Lirios
rotos o
La culpa ajena («Broken blossoms»), 1919, sobre todo las dos primeras. Griffith se encuentra en
plena posesión de todos sus recursos de realizador y en la cumbre que tanto
deseó. Y se disponía a realizar sus grandes sueños: el cinema como gran
espectáculo y como medio de acción social.
Tercera época.
de
1920-1931.
Decadencia.
El cinema
cambiaba profundamente en aquellos años 20, y Griffith no; instalado en sus
estudios de Mamaroneck, cerca de Nueva York, intentaba diversos géneros, pero
siempre bajo su viejo estilo. La película más importante de esta
época es A través de la tempestad o Allá en el Este, gran melodrama,
donde realiza alardes de montaje. Las dos huerfanitas le vuelve hacia
el film de espectáculo, en el ambiente de la Revolución Francesa, América
y Abraham Lincoln intentan la historia de su país. Su última película,
La lucha («The struggle»), 1931, no llega a montarse y queda inédita.
Durante diecisiete años, D. W. Griffith sólo será una sombra,
olvidado y pobre, en aquel Hollywood triunfante, capital del cinema
universal, que no hubiera existido sin él.
Murió el 23 de julio de 1948, en Hollywood. |
Charles Chaplin, Mary Pickford, Douglas Fairbanks y David
Wark Griffith. (Photo by Topical Press Agency/Getty Images)
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Judith de Bethulia (1913-1914)
Primer plano
Judith de Bethulia (1913-1914)
El
nacimiento de una nación.
1915.
Plano general
Lirios rotos o
La culpa ajena,
1919
Porter.
The life of an
American fireman,
1903
Intolerancia 1916.
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Aportaciones de
Griffith al mundo de la cinematografía.
Antes de Griffith, en general, una película consistía en «fotografías
animadas»-como los Lumière patentaron su cinematógrafo-, que se
convirtieron en escenas sueltas y completas, «cuadros» como los
teatrales, separados por rótulos para pasar de uno a otro. Cámara fija,
desde el punto de vista de un espectador en su butaca; iluminación total
y uniforme; actores movidos a lo largo de la escena, a veces en
diagonal, que hacían gesticulaciones y cabriolas para hacerse comprender
hasta el fondo del teatro.
Punto de vista de la
cámara.
Griffith cambia la cámara de lugar, y por
tanto de punto de vista, dentro de una misma escena, en Por el amor
del oro («For leve of gold») 1908, según Jack London. Dos bandidos
se envenenan mutuamente a la hora del reparto, y Griffith acerca la
cámara a su gesto, para revelar sus intenciones.
Primer plano
Es el primer plano,
como lenguaje fílmico, no como efecto escénico o truco a la manera de
Porter, Méliès o el de Williamson en 1901 (Sadoul). Lo emplea en seguida
en Después de muchos años («After many years» o «Enoch Arden")
1908, según Tennyson, y en Judith de Bethulia (1913-1914)
y forma
parte del lenguaje cinematográfico.
Planos generales de gran alcance
Desde
Ramona
(1910) la cámara toma planos generales de gran alcance para recoger
extensos panoramas, y Griffith dará, en adelante, a estas perspectivas
un gran valor espectacular y dramático, sobre todo en
El nacimiento
de una nación.
Iluminación lateral y claroscuro
Sustituye la iluminación uniforme por la lateral en
El remedio o La redención del borrachín («A drunkard's
reformation»), 1909, y se lanza a efectos de claroscuro en Egdar Allan
Poe (1903).
Diafragma y cortinas
Fragmenta la imagen por recursos técnicos, como el
iris que la abre o cierra en redondeo para destacar lo que le interesa o
dar un efecto dramático; cortinas y "cachets" que dividen la pantalla y
van descubriéndola en emocional suspenso; recursos que en otra forma
-primeros planos, movimientos de cámara, decorados,
siguen
utilizándose hoy. Porque Griffith se ha apoderado, de una vez para
siempre, de la imagen cinematográfica como elemento del nuevo arte.
Montaje
Pero su aportación fundamental, de enorme trascendencia, es el montaje,
Parte de las acciones paralelas, simultaneidad de tiempo y espacio.
Edwin S. Porter -por el que Griffith entra en el cine ya lo había
utilizado en La vida de un bombero americano (The life of an
American fireman), 1901, con James H. White, y sobre todo en El robo
del gran tren («The great train robbery»), 1903: lo que sucede a
la vez en lugares distintos. Griffith le da todo su alcance en
Después de muchos años, en 1908, la mujer recuerda a su marido
desaparecido, y para ello se utilizaba siempre una evocación,
sobreimpresa en un rincón de la pantalla; Griffith saltó de la escena de
la mujer en su casa, a la del marido perdido en un lugar desierto, y
volvía a la mujer. Todos le aseguraron que nadie entendería lo que
aquello quería decir, pero Griffith defendió su audacia asegurando que
Dickens lo hacía en sus novelas. El cinema se independizaba del teatro,
por la conquista del tiempo y el espacio simultáneos, y el montaje había
nacido, como sintaxis y dialéctica del cinema. En seguida, lo dramatiza.
En La villa solitaria («The lonely villa»), 1909, la mujer pide
auxilio por teléfono a su marido que acude a salvarla, mientras los
bandidos asaltan la casa. En El telegrafista, lo lleva a su
cúspide. Proviene de Dickens, está en los films de
«persecuciones» de los ingleses, pero Griffith lo convierte en
algo capital, su gran resorte dramático: «la salvación en el último
minuto». Ver alternativamente la carrera loca de los salvadores y la
lucha de los perseguidos o acosados, hasta el último dramático y
angustioso instante. Raro es el film de aventuras en que, de una u otra
forma, no se emplea aún y sigue produciendo el mismo efecto de público.
Griffith observó que, cuanto más cortas eran los planos de cada acción
simultánea -perseguidos y salvadores-, más emoción levantaba en los
espectadores; en verdad, es un efecto físico y psíquico. Y así inventa
el montaje rápido, de planos cortos, que tanta trascendencia cobrará en
el cinema a través de los maestros rusos, Abel Gance y otros. En
Intolerancia las acciones simultáneas adquieren un valor abstracto, para
expresar la idea del título, y el montaje es tan corto que, a veces,
tiene planos de cinco fotogramas, un relámpago óptico. El lenguaje
fundamental del cinema queda esbozado as!, definitivamente
La importancia de los intérpretes
Y con este idioma de cámara y montaje, Griffith sitúa al actor en su
verdadero lugar en la contextura cinematográfica. La cámara se
convierte en un instrumento para analizar el gesto y sondear el alma de
los personajes. La pantomima y la cabriola desaparecen y quedan las
actitudes íntimas, que traslucen el leve destello de una mirada, un
temblor de labios, un rictus, un movimiento de manos... El primer plano
va a buscarlo y magnificarlo, para llevarlo al espectador. A esta labor
de crear una mímica cinematográfica dedica Griffith todo el esfuerzo de
sus últimas obras.
Lirios rotos o
La culpa ajena
(Broken
Blossoms),
1919, manifiesta este propósito y consagra
esta conquista. Salvo algunas actitudes de Donald Crisp, el brutal
boxeador, el gesto de los actores es simple y sobrio, siempre dentro de
la escuela de la época. No hay en la película ninguna de las
innovaciones técnicas que ha realizado hasta entonces, sino que todo
queda centrado en el juego de los intérpretes. Es un gran
descubridor de valores, creando actores y directores, pero sobre todo da
a cada intérprete preferido un tipo definido, que constituirá la base de
ese mito que es la estrella. |
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El nacimiento de una nación.
The Birth of a Nation
La obra
maestra de Giffith es, en gran medida, el origen del lenguaje
cinematográfico: apenas veinte años después de la invención del
cine, Griffith utiliza el primer plano, el montaje paralelo, el
flash back y la profundidad de campo; y sienta las bases de la
narrativa y la tensión dramática del cine clásico de Hollywood.
1915. 190 min. Estados Unidos. Muda
Dirección. D.W. Griffith
Guión. D.W. Griffith, Frank E. Woods (Novela:
Thomas F. Dixon Jr.)
Fotografía.
G.W. Bitzer (B&W)
Reparto. Lillian Gish, Mae Marsh, Henry B.
Walthall, Miriam Cooper, Mary Alden, Ralph Lewis,George Siegmann, Walter
Long, Robert Harron, Wallace Reid, Joseph Henabery,Elmer
Clifton, Josephine Crowell, Spottiswoode Aitken, George Beranger
Productora. David W. Griffith Corp.
Sinopsis.
Narra los acontecimientos más importantes de la creación de los
Estados Unidos de América: la guerra civil, el asesinato de
Lincoln, etc. Ha sido tachada de racista por su glorificación
del Ku Klux Klan, pero tiene el mérito de ser la primera
película que cuenta una historia de modo coherente: hasta ese
momento una película era un conjunto de escenas con muy poca
relación entre sí. Obtuvo un enorme éxito en su tiempo.
La
historia de los Estados Unidos durante y después de la guerra
civil americana está soberbiamente contada a partir de la
relación entre dos familias del Norte y del Sur, con escenas
memorables que van del intimismo de un paseo de enamorados a la
grandiosidad de una batalla a campo abierto. Lamentablemente, la
película es también de un racismo sangrante: apología del Ku
Klux Klan, los negros (¡interpretados por actores blancos con
las caras pintadas!) retratados de forma absolutamente atroz.
El nacimiento de una nación,
fue
un éxito,
la vieron
más de cien millones de espectadores, veinte millones de dólares
de beneficios netos -dólares de entonces-, provocó
motines antinegros, protestas antirracistas... Griffith ha
creado el cinema como gran espectáculo y como arte de
multitudes, ha puesto la industria y el comercio
cinematográficos en la categoría de "gran negocio”, capaz de
interesar a los máximos financieros, y ha mostrado
terminantemente el poder de propaganda y acción social del cine.
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Intolerancia. Intolerance
1916. 197 min. Estados Unidos
Dirección. D.W.
Griffith
Guión.
D.W. Griffith
Fotografía.
G.W. Bitzer (B&W)
Reparto.
Lillian Gish, Mae Marsh, Robert Harron, Constance Talmadge, Miriam
Cooper,Alfred Paget, Walter Long, Seena Owen, Elmo
Lincoln, Bessie Love
Productora.
The Triangle Film Corporation / Wark Producing Corporation
Sinopsis. Muestra a
través de varios episodios históricos las injusticias provocadas
por la intolerancia religiosa y social. La idea inicial de
Griffith era narrar las sangrientas huelgas de 1912 en EE.UU.
(un huelguista es acusado de la muerte de su patrón), pero
después decidió rodar tres episodios más: "La caída de
Babilonia, "La Pasión de Cristo" y "La noche de San Bartolomé"
(sangriento episodio de las luchas entre hugonotes y católicos
que tuvo lugar en París en 1572). De presupuesto y recursos
desmesurados para la época -una sola escena reunió a 15.000
extras y 250 carros- aún hoy sigue asombrando por su
espectacularidad. Está considerada como una de las grandes obras
maestras del cine mudo (y de la historia), una brillante
superproducción en cuatro episodios marcados por el despliegue
de extras y decorados.
Prohibida en muchos Estados de la Unión, vista
con enorme retraso en otros y en varios países, mutilada por su
inmensa longitud,
la película fue
un desastre total. Griffith pagó
las deudas contraídas hasta 1923. Es significativo que una
película racista e intolerante le da la fama y la fortuna; otra,
que propugna la comprensión y el amor entre los hombres, es un
fracaso y lo aniquila. Griffith
siempre pretendió defender en sus films el
triunfo del bien sobre el mal, con espíritu de puritano.
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Lirios rotos. Broken Blossoms
1919. 90 min.
Estados Unidos
Dirección.
D.W. Griffith
Guión. .W. Griffith, Thomas Burke (relato)
Fotografía.
G.W. Bitzer (B&W)
Reparto. Lillian Gish, Richard Barthelmess, Donald
Crisp, Arthur Howard, Edward Peil Sr.,George Beranger, Norman
Selby
Productora. D.W. Griffith productions
Sinopsis.
Una inocente joven que vive en un claustrofóbico ambiente en el
barrio londinense de Limehouse, es brutalmente maltratada por su
padre, un ex boxeador alcohólico. En este sórdido lugar, vive
una historia de amor con un noble chino, que, incluso lejos de
su tierra, trata de vivir conforme a su filosofía de paz y
armonía, pero su idealista visión del mundo choca con la cruda
realidad.
El antiguo racista reniega totalmente de sus ideas
y a sus
grandes espectáculos y se limita a unos pocos personajes y unos
cuantos y pequeños decorados modestísimos, Sin abdicar de su
énfasis, y menos aún de su tradicional sentimentalismo, hace
aquí el film de la sencillez, el que más se enfrenta con el
futuro; para muchos es su obra maestra. La escena en que Lillian
Gish se encierra en un armario, que su bestial padre destruye a
golpes, pertenece a la antología de la interpretación
cinematográfica: la muchacha acorralada, aterrada, se eleva por
esa escala del pánico y la desesperación, en un juego
interpretativo que quizá sea la cumbre de Lillian Gish. También
la creación de los ambientes es magnífica, desde las sórdidas
callejuelas del barrio chino londinense, hasta las habitaciones
recatadas y confortables del chino, donde la muchacha encuentra
por primera vez la ternura y el amor. |
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Filmografía. De las más de 500
películas que rodó, podemos destacar:
1908 - The
Guerrilla.
1909 - A Corner in
Wheat.
1909 - Those Awful
Hats.
1909 - The Mended
Lute.
1909 - El teléfono.
1910 - The
Impalement.
1910 - The House
with Closed Shutters.
1911 - A Woman
Scorned.
1912 - The
Musketeers of Pig Alley.
1912 - The Girl and
her Trust.
1913 - The Perfidy
of Mary.
1914 — La matanza.
1914 — Hogar, dulce
hogar.
1914 — Judith de
Bethulia.
1914 — La batalla de
los sexos.
1914 — La conciencia
vengadora.
1914 — The Escape.
1915 — El nacimiento
de una nación.
1916 — Intolerancia.
1918 — Corazones del
mundo.
1918 — El gran amor.
1918 — Lo más grande
en la vida.
1919 — Días rojos.
1919 — Lirios rotos.
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1919 — El mayor
problema.
1919 — Pobre amor.
1919 — Sobre las
ruinas del mundo.
1919 — Un mundo
aparte.
1920 — Flor de amor.
1920 — Las dos
tormentas.
1920 — The Idol Dancer.
1921 — La calle de los
sueños.
1922 — Las dos
huérfanas
1922 — Una noche
misteriosa.
1923 — Flor que
renace.
1924 — América.
1924 — La aurora de la
dicha.
1925 — Crimen y
castigo.
1925 — Sally, la hija
del circo.
1926 — Las tristezas
de satán.
1928 — La batalla de
los sexos.
1928 — Su mayor
victoria.
1929 — La melodía del
amor.
1930 — Abraham
Lincoln.
1931 — The Struggle. |
Bibliografía
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sardina. Alfaguara. Madrid.
CARRIÈRE, J.C. (1997): La película que
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JURGENSON, A. BRUNET, S. (1995): La práctica del
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con el cine, aprender de película. Una visión didáctica
para aprender e investigar con el cine”. Huelva.
"Grupo Comunicar". 400 págs.
MOIX, T. (1995): La gran historia del
cine. Madrid, Blanco y negro.
ROBLES PAREDES, FRANCISCA:
https://galaxiaup.com/historia-del-cine-el-lenguaje-cinematografico-de-david-w-griffith
SANGRO COLÓN, P. (2000): Teoría del montaje
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Universidad Pontificia de Salamanca/Caja Duero.
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Barcelona, Planeta.
VARIOS (1994): Historia del cine.
Madrid, País Aguilar.
WIKIPEDIA.
https://es.wikipedia.org/wiki/D._W._Griffith
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©
Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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