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Frederica Sagor Maas
Escritora, dramaturga y
guionista desde los primeros años de Hollywood
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
Frederika
Sagor Maas, primera guionista de Hollywood, ninguneada y plagiada
Frederica Sagor Maas escribió historias originales para
el cine, adaptó otras y desarrolló decenas de guiones para Hollywood,
que sirvieron de rampa de lanzamiento para las estrellas de la época,
como Louise Dresser, Constance Bennett o Clara Bow. Al igual que Greta
Garbo, tuvo que adaptarse al sonido y al color en el cine. Sin embargo,
como pasó con tantas mujeres en los primeros tiempos del cine y a tantas
escritoras, científicas y creadoras, sus ideas para nuevas historias y
nuevos guiones eran robadas, su trabajo era plagiado y otros recibían el
reconocimiento. Pocas
veces le reconocieron su labor en títulos de crédito o respetaron su
escritura original
Era la última de una estirpe, la de las mujeres –muchas,
muchísimas, a las que la historia no ha reconocido y cuyos nombres se
pierden deglutidos por las fauces de la industria– que levantaron el
séptimo arte en los inicios de las majors en Hollywood. Sagor Maas era
más lista que sus colegas de profesión, y se sintió ninguneada, acosada
sexual y profesionalmente, plagiada en un mundo loco, que se regodeaba
en sus excesos. A todos los dejó atrás: “Todos vosotros, panda de
sinvergüenzas, estáis ya bajo tierra, mientras que yo sigo aquí, vivita
y coleando”.
Afortunadamente, el papel de la mujer en la historia del
cine como motor indispensable, delante y detrás de las cámaras, en todas
y cada una de las facetas posibles, es indiscutible. Pero hay ámbitos en
los que su ausencia masiva se resiente: uno, la dirección durante el
periodo clásico; otro, la producción durante el mismo periodo. Eso nos
ha privado, en Hollywood o fuera de él, de esa otra historia del cine que
hubiera podido ser. Con la modernidad ya ha sido distinto y la mujer ha
tenido participación activa. |
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Hablo de
Frederika Sagor Maas |
De Frederika Sagor
Maas
y cómo intento darla a conocer
La historia de Frederica Sagor Maas podría haber sido la
de una mujer de éxito en el Hollywood del cine mudo, pues escribió y
adaptó guiones que encumbraron a grandes figuras del cine mudo y después
del cine sonoro. Pero Frederica sufrió el lado más oscuro de la meca del
cine. Plagios, falta de reconocimiento, versiones demasiado infieles a
sus escritos originales y acusaciones de comunista en la terrible caza
de brujas.
De todo esto me fui enterando durante muchos años
y decidí rehabilitarla en la medida de mis posibilidades.
Esta web, algunos estudios, escritos sobre ella, conferencias, en foros
que intentan dar a conocer el trabajo de mujeres, intento explicar lo
que fue, darla a conocer y enseñar alguna de sus obras cinematográficas
o por lo menos segmentos de ellas. |
Biografía de Frederica Sagor Maas
Frederica
Alexandrina Sagor Maas (Nueva York,6 de julio de 1900 a 5 de enero de 2012)
fue una guionista de cine estadounidense.
Hija de
inmigrantes judíos procedentes de Rusia, la vida de Frederica fue como la
trama de una de las viejas películas de Hollywood.
Frederica Sagor,
una de cuatro hermanas, nació en un apartamento frente a la vía de tren en
Manhattan. Sus padres acortaron el nombre de Zagosky. Quiso ser médico pero
abandonó la idea y estudió periodismo en Columbia. Trabajó un verano como
correctora para el New York Globe.
Abandonó los
estudios y comenzó a trabajar en 1923 como asistente de edición en la
oficina de Nueva York de los Estudios Universal. En 1924 se mudó a
Hollywood, donde rechazó sugerencias de que probara suerte como actriz y en
cambio escribió para los estudios Universal, MGM, Paramount y Fox. Su
verdadera escuela fue la sala de un cine donde aprendió todo lo que
necesitaba saber sobre el séptimo arte.
Entró a la
industria del cine luego de responder a un anuncio como ayudante del editor
de guiones en la Universal Pictures en Nueva York. Obtuvo el trabajo y
aprendió sobre cine mirando las películas que le gustaban tres o cuatro
veces, estudiándolas fotograma a fotograma.
Uno de sus
primeros trabajos como guionista fue la adaptación al cine de la novela de
Percy Marks, The Plastic Age, con la que lanzó a la fama a la
estrella del cine mudo, Clara Bow. Tras el éxito firmó contrato con MGM,
donde, otros se llevaban el reconocimiento por su trabajo. En un sistema
donde existían “ejércitos” de escritores, era la norma.
Cansada de MGM,
Frederica pasó a trabajar con Tiffany Productions, donde recibió el
reconocimiento por haber escrito las comedias de los años 20 That Model
From Paris (1926) y The First Night (1927).
En 1927 se casó
con el guionista, Ernest Maas, y también escribió guiones con él. Por su
guión original para la película Rolled Stockings (1927), Frederica no
sólo recibió el reconocimiento en los créditos en la pantalla sino también
en el afiche, un hecho raro en esa época.
Durante el
descalabro bursátil de 1929 la pareja perdió 10 mil dólares y tuvo que
sobrevivir escribiendo reseñas de películas. El matrimonio Maas Sagor
intentó hacer carrera por su cuenta, escribiendo guiones a cuatro manos o
vendiendo sus historias de forma individual. Rozaron la miseria, y en el
último momento decidieron volcar su habilidad en sendas historias cercanas a
sus corazones: Photo by Brady, sobre uno de los pioneros de la
fotografía en EE UU, y Miss Pilgrim’s progress, una historia
feminista sobre el trabajo femenino que en 1947 Darryl F. Zanuck destrozó y
convirtió en un musical, La escandalosa señorita Pilgrim, para
lucimiento de Betty Grable, y que por cierto fue la primera aparición en la
pantalla de Norma Jean, más conocida como Marilyn Monroe. Contra estas
manipulaciones, Sagor Maas protestó y se ganó fama de buscapleitos, de
comunista, calificativos surgidos de una industria que ella misma calificó
de «sin sustancia».
Junto a Maas,
observaron con dolor cómo sus ideas y guiones eran robados sistemáticamente
por la industria del cine. La mayoría de los guiones que escribieron entre
1938 y 1950 nunca se realizaron, lo que los llevó a cambiar de profesión,
ganándose la vida en la industria de las aseguradoras.
Empobrecidos y
desilusionados, en 1950 la pareja condujo hasta la cima de una colina
aislada al atardecer con la intención de matarse por asfixia, pero no
tuvieron el coraje de hacerlo. Frederica y su marido dejaron Hollywood a
principios de los años 50 después de que fueran interrogados por el FBI
acusados de participar en actividades comunistas.
Y ahí empezó la
segunda vida del matrimonio. Trabajó en compañías de seguros, con lo que así
pagó sus facturas; Ernest escribió como negro de otros. Solo tras su muerte
en 1986, a los 94 años, de párkinson, Frederica se decidió a escribir sobre
lo vivido y a contarlo todo sobre Hollywood. A describir, por ejemplo, a un
Louis B. Mayer, fundador de la Metro Goldwyn Mayer, como alguien en el que
era imposible confiar; hablar de una Bow bailando desnuda encima de las
mesas de alguna de las «fiestas salvajes » por las que Hollywood fue
conocido, y un Irving Thalberg «niño de mamá» que más parecía no haber
tenido abuela.
Antes de morir
a los 111 años, Sagor Maas se había convertido en el único lazo viviente con
la era del cine mudo. |
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Su novela
«La escandalosa señorita Pilgrim» (editorial Seix Barral)
Frederica
Sagor Maas volvió a ser noticia , cuando a los 99 años
publicó The shocking Miss Pilgrim: a writer in early Hollywood, cuyo
título hacía referencia a su último título cinematográfico, un frívolo
musical de 1947 protagonizado por Betty Grable que en realidad había
escrito como un drama sobre los problemas laborales a las que se
enfrentaban las mujeres en aquella época.
«A menos
que quisieras dejar la industria, tenías que callarte la boca»,
escribió. «Yo tenía una pasión intensa por este nuevo arte», escribió en
sus memorias, The Shocking Miss Pilgrim: A Writer in Early Hollywood.
Memorias en las que describió el chauvinismo, la misoginia y la
discriminación a la que se vio sometida como mujer en la industria en
los años veinte. También describiría casos de prostitución, abuso de
poder y plagio.
Rebelde e ingeniosa, ella
misma relata en estas páginas sus experiencias en los años dorados del
cine mudo, y cómo sobrevivió en un mundo de juegos de poder, envidias y
traiciones, dominado por hombres: productores y directores que, en sus
propias palabras, eran «unos analfabetos sexistas, alcohólicos, trepas,
mentirosos y tramposos». Éste es el apasionante relato de una mujer que
lo vio todo, una pionera que plantó cara a los peces gordos de la
industria cinematográfica y vivió lo suficiente para ser testigo de los
mayores escándalos del temprano Hollywood y, pasados los años, contarlo
todo sin tapujos, en una crónica picante que se lee como una dulce
venganza. «Sagor Maas revela los trapos sucios bajo el polvo de
estrellas», The New Yorker; «Un libro lleno de intrigas escrito con
nitidez y destreza», Philadelphia Inquirer; «Undocumento irreemplazable,
escrito desde la inusual perspectiva de una mujer que vivió en aquella
época», Los Angeles Times. |
Filmografía
Frederica
Maas, una de las pocas mujeres guionistas de su época, destacada por
filmes como The Plastic Age (1925), Dance Madness (1926),
Hula (1927) y Red Hair (1928) protagonizados por Clara Bow,
así como producciones encabezadas por Norma Shearer como His
Secretary (1925) o Greta Garbo, Flesh and the Devil, 1926. |
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©
Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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