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Matilde Landeta
Luchadora incansable.
Directora de
protagonistas femeninas fuertes y realistas
en un mundo patriarcal
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine
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Matilde Landeta
Matilde Soto Landeta.
Guionista y directora mexicana, comenzó trabajando como script o
continuista en la década de 1930. Luego fue ayudante de dirección.
Después de que sus proyectos fuesen rechazados una y otra vez y no
consiguiese financiación para sus películas, fundó su propia compañía
poniendo su casa como aval.
Sus películas se
centraban primordialmente en representar protagonistas femeninas fuertes
y realistas en un mundo patriarcal.
Enérgica, audaz, curiosa, se adentró en el mundo del cine
cuando era territorio exclusivo de hombres que se rendían culto a sí
mismos, y se enfiló como script-girl hacia la realización para crear sus
tres mejores películas.
Directora, cineasta, guionista y luchadora
sindical, Matilde Landeta fue siempre una mujer adelantada para su
tiempo que buscó hacer lo que necesitaba y eso era estar dentro del
cine. Matilde no sólo vivió la mejor época para el cine, sino que vio
surgir estrellas como María Félix y Dolores del Río, obviamente en su
etapa mexicana, y guionistas y escritores como Salvador Novo y Xavier
Villaurrutia, entre otros. Alguna vez un líder sindical pretendió
sacarla del cine sólo por ser mujer y porque tenía un marido que la
mantuviera. Ella se hizo respetar pues estaba en el cine porque era su
trabajo.
"Mucha pena, mucho dolor, pensar que una industria de la que soy
pionera, con la que colaboré con mucho amor, fue tomada no como
un medio de expresión, sino como un negocio, como burdel, porque
las películas tienen más que ver con la prostitución que con la
cultura Se les ha olvidado que el cine es un arte y una
industria, pero sobre todo arte, y que el que lo hace está
obligado a darse cuenta de que desde ahí se hace la cultura de
un pueblo”
Matilde Landeta |
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Cómo conocí la
obra de Matilde Landeta
Cayó en mis
manos el libro "Matilde Landeta, Hija
de la Revolución", de Julianne Burton-Carvajal y descubrí una
personalidad apasionante.
Hablar de Matilde Landeta es hacer historia del cine mexicano, donde
hizo todos los oficios que pueden hacerse en un set cinematográfico,
desde script hasta convertirse en directora, productora. Junto a
Fernando de Fuentes, Arcady Boytler, Roberto Gavaldón y el mismo Indio
Fernández, iniciaron la época de oro del cine mexicano.
Y ahí comencé a hurgar documentos para saber algo más de ella. Hoy en
Internet podemos descubrir mucho, y de ahí tirar del hilo.
En la mejor enciclopedia que tengo de cine, la que editó Planeta, no
consta por parte alguna, ni en los índices, Matilde Landeta. |
Hablo de Matilde Landeta |
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Matilde Landeta.
Biografía
Nació en el seno de una familia burguesa de comerciantes
en 1913 en la Ciudad de México. Cuando apenas tenía tres años de edad
murió su madre por lo que Matilde fue llevada a casa de su abuela
materna en San Luis Potosí quien se encargó de criarla. A la edad de 14
años, en un viaje a Estados Unidos Matilde descubrió el cine al ver una
película llamada Old
San Francisco. Entonces su mundo cambió. A
pesar de que su abuela creía que el cine era una de las tretas
estratagemas del diablo, la adolescente desde momento quedó maravillada
por aquella pantalla capaz de contar historias. También entendió que su
poder y su magia residían en aquel que se sentaba detrás de todos y
concertaba los esfuerzos de todos para que esa magia pudiera suceder.
La decisión de Matilde de dedicarse al cine la llevó a un
fuerte enfrentamiento y separación de su familia, situación que como
ella misma relató en una entrevista fue superada con el tiempo y el
reencuentro con su familia se llevó a cabo una navidad, en la que la
cineasta se sentía feliz de haber recuperado el amor de su familia y
haberse salido con la suya.
Realizó su primera
película, Lola Casanova, en
1948. Se convirtió así en una de las primeras directoras de cine de
México. Después de otro largometraje (Trotacalles, 1951),
escribió con su hermano el largometraje Tribunal de menores. La
convencieron para que vendiera su guión y no lo dirigiese, y finalmente
la película la dirigió Alfonso Corona Blake, que cambió el título por El
camino de la vida. Aunque en principio la excluyeron de los
créditos, Matilde les demandó y ganó el juicio. En 1957 la película ganó
el Premio Ariel a la Mejor Historia Original y el Ariel de Oro, entre
otros premios. Pero a Matilde le impidieron seguir trabajando en el cine
mexicano, por lo que se fue a Estados Unidos, donde siguió escribiendo y
dirigiendo.
Debido a que
laboraba en una industria dominada por los hombres, experimentó la
desigualdad de género y tuvo que luchar para demostrar sus aptitudes
para el cine. Como no pudo conseguir financiación para sus películas,
terminó por poner su casa en garantía para poder establecer su propia
compañía productora, TACMA S. A.
Durante los
siguientes años escribió el guión de más de 100 cortometrajes y varias
décadas más tarde escribió y dirigió su último largometraje, Nocturno a
Rosario (1991).
Tendrían que pasar cuarenta años
para que Matilde Landeta volviera a sentarse en la silla del director y
realizar su cuarta y última película. En 1991, a la edad de 78 años,
Matilde Landeta, dirigió Nocturno
a Rosario, acerca de Rosario de la Peña, la
musa de Manuel Acuña. La película pasó sin pena, ni gloria. |
Su cine.
Tres mujeres protagonistas,
tres situaciones diferentes
Lola Casanova, realizada en 1948, con las actuaciones
de Meche Barba, Isabela Corona y Armando Silvestre; La negra
angustias, filmada en 1949, con las interpretaciones de María Elena
Marqués, Eduardo Arozamena, y Ramón Gay, y Trotacalles, de 1951, con
Miroslava, Ernesto Alonso e Isabela Corona.
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Matilde Landeta, hija de la Revolución
Julianne Burton-Carvajal
Editorial Arte e Imagen-Conaculta
Además de vivir casi la vida de Landeta con las anécdotas
que cuenta en el relato, se habla también del cine, de personajes, de
actores, de directores, de sindicalismo –en el que ella siempre
participó incluso hasta antes de enfermarse y morir después—. Matilde
fue mujer de convicciones y luchó para convertirse en directora y aunque
sólo logró hacer tres cintas Lola Casanova (1948), La negra Angustias
(1949) y Trotacalles (1951) fueron de las mejores historias de mujeres
que tiene le cine mexicano. Quien lea este libro, también observará las
fotografías que cuentan otras historia de la cineasta, de quiénes fueron
sus amigos, la gente que la vio nacer como una de las grandes maestras
de cine en México. Reconocida en su país y en el mundo, Matilde Landeta
fue de esas mujeres que siempre supo que quería hacer: cine mexicano.
Matilde Soto Landeta desarrolló una carrera cinematográfica singular, no
sólo en el marco del cine mexicano sino en el contexto de cine
continental y mundial, a base de una dedicación profesional y gremial
que duró siete décadas, desde la introducción del cine sonoro hasta
nuestros días. Su historia personal coincide con las de su industria y
su país. A partir de los años sesenta, disfrutó un redescubrimiento que
le trajo galardones de todo el planeta, sin dejar nunca de cumplir su
compromiso con sus colegas, los cineastas mexicanos.
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Boicots y dificultades
Cuando Matilde Landeta, en 1948, debutó como directora con
Lola Casanova,
para poder realizarla debió hipotecar su casa, y vender su coche, al fundar
la productora TACMA S.A. de C.V., ya que ninguna productora confiaba en que una
mujer pudiera realizar cine. La película tuvo muchísimos problemas de
producción (por ejemplo, le robaron un rollo de negativos que nunca pudo
volver a filmar) y luego soportó una pésima distribución. Después de estar
enlatada un año, finalmente se estrenó en un cine de segunda, un martes de
vacaciones de semana santa y sin previo aviso.
La negra Angustias (1949), su
segundo filme, también sufrió un boicot similar y Matilde Landeta
menospreciada por sus colegas y los sindicatos. Aguantó.
Matilde Landeta pudo filmar una película más,
Trotacalles (1951),
antes de que numerosos problemas con el sindicato y los productores
truncaran su carrera. Pasaron 40 años antes de que pudiera volver a
dirigir. Sin embargo, pese a no poder dirigir, Matilde Landeta nunca dejó de
dedicarse al cine. En ese tiempo dirigió y escribió 110 cortometrajes de
media hora cada uno para la televisión estadounidense; esta serie de cuentos
traducidos al español para toda Latinoamérica llevó por título Howdy Doody.
También impartió clases de cine en el Instituto Cinematográfico, primera
escuela formal de cine,
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Premios y
reconocimientos
En 1957, Landeta
recibió un premio Ariel por la Mejor Historia Original para su
película El camino de la vida, que escribió conjuntamente con su hermano
Eduardo. La película también ganó el Ariel de oro 1957, el Ariel de
plata por Película de Gran Interés Nacional y la Mejor Dirección y otros
dos premios en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1956, bajo
el nombre de Alfonso Corona Blake.
En 1975, Landeta fue
reconocida por su película La negra Angustias en la categoría de Mujeres
Directoras en el contexto del Año Internacional de la Mujer.6? En 1992,
el comité organizador de los Premios Ariel le otorgó un premio especial
en reconocimiento a su trayectoria.
A partir de 2005, la
Asociación Cultural Matilde Landeta otorga anualmente un premio a las
mejores guionistas mujeres. |
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Bibliografía
Burton-Carvajal , Julianne. Matilde Landeta, hija de la
Revolución. Editorial Arte e Imagen-Conaculta.
González Calderón, D. E.: El campo ausente de la representación de las
mujeres en el cine mexicano. Presencias en la vida y obra de Matilde Landeta [Tesis doctoral], Universitat Autònoma de Barcelona, 2014.
Jaime Vázquez, L. B.
Cine al borde de un ataque de mujeres: Apuntes para una
bibliografía de las directoras de cine mexicano (1917-1999), [tesis de
licenciatura], México, Iteso, 2001.Toledo, T.: Realizadoras latinoamericanas 1959-1987, Cinemateca de
Cuba, La Habana, 1986.
Torres San Martín, P.: Cine y género. La representación social de lo
femenino y lo masculino en el cine mexicano y venezolano, Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, 2001.
Torres San Martín, P.: Mujeres detrás de cámara. Una historia de
conquistas y victorias en el cine latinoamericano, en Nueva sociedad, Nº.
218, 2008, pp. 107-121. |
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