Biofilmografía
Antes del comandante Cousteau, no se conocía más que la
superficie del océano y sus profundidades constituían un mundo desconocido y
amenazador. Es uno de los franceses más conocidos del mundo. Gracias a sus
inventos, su pasión por el mar, los viajes y el cine su dominio del mundo de
los medios de comunicación y un agudo sentido de los negocios, Jacques-Yves
Costeau ha hecho que centenas de millones de personas descubrieran el mundo
del silencio a través de numerosas películas y libros. En su haber está
también lograr que muchos países del globo se preocupen por la ecología, la
protección de la Tierra, de los océanos y de las especies vivas.
Nació en 1910 cerca de Burdeos. Descubrió los viajes
gracias a su padre, que llevó a la familia a pasar un año en Nueva York
cuando Jacques-Yves tenía diez años. Desde los trece años se apasionó por el
cine amateur. Descubrió el mar en Marsella donde se instaló su familia y en
la Escuela Naval de Brest como oficial de marina en el Jeanne d'Arc, buque
escuela de la Marina Nacional. Durante la guerra, en la guarnición de Toulon,
ocupaba su tiempo libre rodando con su cámara metida en un frasco, restos de
barco y los magníficos fondos marinos de un mar Mediterráneo aún no
contaminado.
En aquel entonces sólo se conocían, para bucear, las
pesadas escafandras unidas por un tubo de aire a la superficie, demasiado
complicado para Cousteau, que soñaba con una escafandra autónoma. En 1943
construyó, junto con el ingeniero Emile Gagnan, inventor de un descompresor
para vehículos de gasógeno, el equipo de respiración submarina basado en
aire comprimido contenido en una botella. La patente del "Aqua-Lung" (en
inglés, pulmón acuático), y los derechos de fabricación del aparato por
parte de la empresa Aqualung, que sigue siendo hoy número uno del mercado de
equipos de buceo, hicieron la fortuna de los dos hombres.
A partir de entonces, Cousteau buceó por todo el mundo
con ayuda de su invento, filmando restos de la guerra para la Marina o
restos arqueológicos por puro placer de arqueólogo aficionado y se
entusiasmó por la oceanografía. En 1950 lord Guinness, un mecenas inglés,
compró para él un antiguo dragaminas británico, que transformó en un navío
oceanográfico, el Calypso, protagonista desde entonces de las aventuras del
comandante Cousteau.
Inventó el buceo autónomo, hizo significativos aportes
al desarrollo de las cámaras submarinas y ha dado a conocer al mundo entero
la vida exuberante y silenciosa de los océanos que surcó durante cuarenta
años. Miembro de la Academia Francesa, autor de decenas de libros y
películas -entre ellas El Mundo del Silencio, Palma de Oro de Cannes en
1956-, era además un defensor acérrimo del planeta y de la ecología.
Falleció el 25 de junio de 1997 a la edad de ochenta y siete años.
Su primera película El Mundo del Silencio (1956), fue
la pionera de su tiempo como documental submarino, a todo color y reflejando
el universo de luz, movimiento y silencio que solamente se puede apreciar en
las profundidades. Rico y famoso, el explorador del mundo submarino dimitió
de la Marina con el grado de capitán de corbeta y se consagró a las campañas
a bordo del Calypso.
La gran contribución de Cousteau a la ciencia
oceanográfica se inició con el diseño del "aqualung" o escafandra autónoma,
pero su investigación no quedó ahí, dedicándose hasta el final de su vida a
la investigación cinematográfica, a partir de la cual surgió la mayor parte
del material fotográfico que su equipo produjo a través de más de cincuenta
años de experiencia. La mayor producción fotográfica del comandante proviene
de las películas submarinas rodadas desde sus primeras inmersiones hasta el
advenimiento de la banda magnética. De su mano quedaron para el patrimonio
de la humanidad miles de kilómetros filmados, decenas de libros,
enciclopedias, y la herencia de una vida dedicada a la defensa del planeta.
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