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Leni Riefenstahl
Actriz, directora, exploradora
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
Leni Riefenstahl, controvertida en política, eficaz
pionera en lo cinematográfico
Leni Riefenstahl fue una de las mejores cienastas del
siglo XX. Aunque su vinculación al régimen nazi hicieron de Leni un
personaje controvertido, admirado y odiado. A lo largo de su longeva
vida, más de 100 años, esta alemana demostró tener una voluntad de
hierro luchando por su pasión y defendiéndose de múltiples calumnias.
Inició sus trabajos cinematográficos muy joven y con
éxitos que llevaron al nazismo a unirla a su causa y producir decenas de
películas documentales de apoyo al nazismo.
Purgada y condenada tras la guerra, Leni aún viviría
hasta los 101 años en los que todavía tuvo que oir opiniones en su
contra recordando su controvertido papel en la propaganda nazi. Leni
defendió toda su vida que se había dedicado a su profesión de artista y
que, sin problemas, hubiera filmado los entresijos del partido comunista
si este se lo hubiera pedido. Aun así, siempre se mantendrá una sombra
de duda sobre esta gran mujer a quien la personalidad de Hitler un día
fascinó.
Es importante tenerla en cuenta como mujer, como cineasta
y por las innovaciones que aportó al cine. |
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Hablo de Leni Riefenstahl |
Mi cautivación por
Leni Riefensthal
Vi la primera película de Leni
Riefenstahl cuando yo tenía unos diez años.
Das blaue licht. Eine berglegende aus den Dolomiten,
La luz azul, rodada en 1932 en
los Alpes Dolomitas. Nos la pusieron en el colegio, donde me inicié en
el cine, en aquellos tiempos en que en España era más fácil encontrar
una película de la Alemania nazi que una norteamericana. Y en aquella
película me enamoré de Leni Riefensthal, blanca, rubia, aunque en blanco
y negro no se le apreciaban sus hermosos ojos azules. Y sobre todo su
entorno, aquellas montañas alpinas. Y más aún. Fui desde que nací
buscador, coleccionista y estudioso de los minerales y de sus ciencias,
y las escenas que más me cautivaron de la película de Leni Riefensthal
estaban rodadas en una cueva, inmensa geoda de cristales de cuarzo
transparente y luminoso que me subyugaron. Un cúmulo de elementos que
hicieron que La Luz azul fuera la películas de mi infancia. Años
después, mis compañeros de Universidad me tomaron el pelo pues, como
Hitler, me había enamorado de Leni Riefenstahl. Siempre les dije que
eran amores diferentes.
Cuando escribí mi libro "Aprender de
cine, aprender de película", una sección de cada capítulo estaba
dedicada a alguna figura del cine que me había llamado la atención
especialmente o que admiraba. Por causas de corrección política, no me
atreví a incluir a Leni Riefenstahl. Luego me arrepentí, le he dedicado
este espacio en la Web y hablo de ella en cuanto puedo. |
Biografía
Leni Riefenstahl nació en
Berlín el 22 de agosto de 1902. Falleció a los 101 años, en 2003. Rompió en
sus 101 años de vida infinidad de esquemas y
aportó al cine multitud de experiencias
innovadoras que es necesario destacarlas por su
brillantez a pesar de su vinculación y colaboración durante una
década con la ideología nazi y su cúpula de
poder.
De muy joven inició su carrera como bailarina. Una
lesión de menisco la alejó temporalmente de la escena. En 1924 se puso en
contacto con el Dr. Arnold Fank, tras ver una película suya sobre los Alpes
dolomitas. Con Fank, además de protagonizar varias películas, entre ellas
El Monte Sagrado, colaboró durante muchos años y aprendió a manejar la
cámara.
La película de Eisenstein El acorazado Potemkin,
le hizo decidir su vida dedicándola al cine. Poco a poco, arriesgando su
persona en escenas difíciles y su dinero en la producción de films, labró
una reputación con la que estuvo a punto de llegar a Hollywood.
Pero no quiso limitarse a la
subordinación de ser actriz: en 1932 dirigió su primera película, La luz
azul, filme situado en los Alpes, que tras
ser premiada en la Mostra Venecia, la lanzó a la fama internacional. Ella
interpretaba el papel
principal. Hitler, poco antes de llegar al poder, el 30 de enero de 1933,
quiso conocerla y le fue presentada.
Mientras otros cineastas se expatriaban, como
Fritz Lang y Robert Wiene,
Leni, gracias al doctor Goebbels, se convirtió
en «la cineasta número uno del nuevo régimen». Hitler causó gran impacto en
la actriz y directora, que aceptó la dirección de dos documentales sobre el
congreso del partido, La victoria de la fe (1933) y El triunfo de
la voluntad (1936). Esta obtuvo el Premio Nacional de Cinematografía, la
medalla de oro en la Bienal de Venecia, y medalla de oro también en la
Exposición Universal de Paris en 1937.
Para acallar las críticas de algunos generales de
Hitler por la gran confianza que el Führer tenía hacia ella, filmó un corto
sobre la Wermacht. En ese tiempo viajó por España para rodar los exteriores
de Tierra Baja, que acabaría aparcada por falta de financiación.
Con Olimpíada, una epopeya sobre los Juegos
Olímpicos de Berlín de 1936, obtuvo no solamente el gran reconocimiento del
gobierno y pueblo nazi, sino que además fue premiada con gran éxito de
público y crítica con un León de Oro en el Festival de Venecia. Olimpíada
se estrenó el día del cumpleaños de Hitler en sesión privada, en dos partes
Fiesta de los pueblos
y Fiesta de la belleza.
Leni Riefenstahl tuvo a su disposición todo tipo de
recursos, tanto económicos como técnicos, en momentos en que la restricción
económica afectaba al resto de los cineastas.
Mientas tanto, siguió con el rodaje de Tierra Baja,
para la cual, construyó en Alemania una aldea de estilo español. La
contratación como extras de un grupo de gitanos le llevó posteriormente a
ser acusada de haberlos sacado de un campo de concentración y de haberlos
utilizado como esclavos.
Debido a los constantes bombardeos sobre Berlín se
trasladó a Kitzbühel (Austria), donde depositó todo el material de sus
películas, incluida Tierra Baja de la que tan sólo faltaba el trabajo
de sincronización y montaje.
Tras el final de guerra, fue detenida e interrogada por
el ejército norteamericano. Le fue confiscada la casa y todas sus
posesiones, ente ellas las copias de sus películas. Leni se defendió siempre
de sus acusaciones de nazismo diciendo que había pecado de ingenua pero no
de mala voluntad. Como tantos miles de alemanes de aquella época, negó
conocer el exterminio que estaba sucediendo en su país. No obstante, nunca
lo lamentó.
Tras ser liberada por los norteamericanos, una
guarnición francesa en El Tirol, la volvió a detener. Más tarde se le
confiscaron todos los bienes, incluyendo el material fotográfico. Vivió
varios meses en la miseria y su matrimonio fracasó. Se le
recluyó
durante
tres meses en un manicomio, en el
que se le aplicó electroshock para «desnazificarla»
En varios juicios sucesivos, a instancias
norteamericanas y francesas, salió con veredicto favorable, que reconocía su
no-implicación ni en el partido ni en ninguna otra de sus ramificaciones y
que su relación con Hitler y su partido era estrictamente profesional. Tras
un última apelación la calificaron solamente como simpatizante (no
perteneciente) del partido nazi.
Tras varios años de pleitos consiguió recuperar parte
de sus pertenencias, sobre todo sus rollo de
película. Veinte años después
de haber sido empezada, terminó el montaje y estrenó Tierra Baja.
Viajó por África, donde quedó prendada por unas
fotografías de los atléticos cuerpos de «Los Nuba». Se obsesionó con la idea
de filmarlos, y a pesar de los peligros y los consejos en contra (tenía ya
60 años), partió para el sur de Sudán en las más adversas circunstancias.
Las fotografías y filmaciones de «Los Nuba» dieron la
vuelta al mundo. Para lograrlas se integró en las costumbres de la tribu y
aprendió su lengua. Con su colaborador y cámara, Horst Kettner, en 1968, se
adentró en territorios desconocidos y filmó a varias tribus que nunca habían
tenido contacto con el mundo de occidente.
Su culto al cuerpo en forma de imágenes fotográficas y
filmadas, sirvió a sus críticos para indicar sus evocaciones de la ideología
nazi. En la última etapa de su vida profesional,
prefirió eliminar de sus
imágenes al ser humano. Desde mediados de los años setenta comenzó a
fotografiar arrecifes de coral, un tema que incluso le permitió filmar una
última película, ya absolutamente vaciada de contenido, Impresiones bajo
el agua, que realizó con 97 años y presentó en el 2000,
ya con 100 años. Aprendió
submarinismo a los 72 años y con más de 90 siguió lanzándose en paracaídas.
Falleció a los 101 años, en 2003.
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Leni,
controvertida
Para Francis Ford Coppola, George Lucas o Mick Jagger,
Leni era una documentalista genial, que convirtió en obra maestra el
congreso con que Hitler se rindió culto. Para otros muchos, ha sido el mayor
exponente del cine de propaganda.
Roman Gubern. (El Periódico
de Cataluña, 10/09/03): Cuando Riefenstahl fue detenida en 1945 por los
aliados y sometida a un proceso de desnazificación, se defendió diciendo que
se había limitado a hacer un documental que retrató los eventos de aquel
congreso. Nada más falso. El congreso se organizó como una gigantesca puesta
en escena para sus cámaras --pasarelas, ascensores y rampas para los
operadores--, igual a como hoy se organizan los mítines, montados para la
mejor visibilidad de las telecámaras. El triunfo de la voluntad fue premiada
en la Exposición Internacional de París (1937), en pleno Frente Popular.
Leni Riefenstahl nunca ocultó su fascinación
por Hitler, que a su vez descubrió el talento de ella
en la primera película que dirigió, La luz azul (Das blaue Licht),
de 1932, premiada en el Festival de Venecia.
Sea por admiración mutua, sea por presión del dictador
sobre la cineasta, de la que se llegó a decir que era su amante, Leni filmó
El día de la libertad (Tag der Freiheit), un documental sobre
la Wehrmacht hitleriana, en 1935, así como Olimpíada (Olympia),
una lección de cine sobre los Juegos olímpicos de Berlín en 1936.
El montaje de Tierra baja (Tiefland), en
1954, pero rodada hacia los años 1940, la colocó en una nueva controversia,
por las acusaciones de la comunidad gitana de haber utilizado como extras a
presos de esa etnia confinados en campos de concentración. Riefenstahl
declaró haber visto tras la guerra a los gitanos que participaron en sus
películas, aunque fueron asesinados en campos de concentración. Esta
afirmación llevó a la fiscalía de Francfort a abrir un proceso contra la
legendaria cineasta por negar el Holocausto.
La opinión de
Leni Riefenstahl
Dicen que, para Hitler,
Leni Riefenstahl representó la mujer ideal. Para ella, sin duda, conocer al
dictador fue un acontecimiento inolvidable, allá por 1932 en un mitin en
Berlín. «Fue como si se abriera la tierra delante de mí», escribe en sus
Memorias. Ella no se arrepiente de nada. Ni de su fascinación por Hitler,
ni de sus hermosos trabajos sobre el nacionalsocialismo. 'Por ellos he
cumplido una larga penitencia', afirma en uno de los documentales realizados
sobre su vida (El poder de las imágenes, 1993).
En sus memorias,
publicadas en 1987, 1990 y en 1992, Leni Riefenstahl siempre negó su
colaboración con el nazismo. Negó, en reiteradas ocasiones, su afiliación al partido nazi y que fuera
antisemita y se manifestó siempre como una ingenua
que no vio ni oyó nada de las atrocidades cometidas por el nazismo. Llegó
incluso a negar el Holocausto, aunque sí afirmó que de haber sabido cómo era Hitler, no le hubiera apoyado. Nunca se salió de sus afirmaciones a pesar de
las evidencias, fotos, películas, opiniones de los jerarcas nazis, etc. Ella
dijo que sólo miró, filmó y montó películas. En una entrevista para
televisión afirmó que solamente sirvió a Hitler una sola vez, durante el
rodaje de El triunfo de la voluntad.
|
Su aportación al
cine
«Siempre anduve a la búsqueda de lo insólito, de lo
maravilloso y de los misterios de la vida». Así
es como comienza Leni Riefenstahl su libro de memorias.
Hay formas de filmar, de ponerse tras una cámara, que
fue Leni Riefenstahl quién las utilizó por primera vez en el cine; tomas
diferentes; utilizó el traveling de modo completamente innovador.
En Olimpiada con 35 cámaras y numerosos
teleobjetivos, captó los pequeños detalles de cada competición. Tuvo a 60
operadores trabajando a sus órdenes y experimentó con métodos
revolucionarios para la época, colocó ruedas bajo las cámaras para poder
seguir la marcha de los atletas y cavar fosos en el estadio para captar los
saltos desde una perspectiva aérea. Se valió de un objetivo de 600 mm, el de
más largo alcance y de una cámara subacuática, ideada especialmente por uno
de sus colaboradores para los saltos de trampolín.
El resultado fueron más de 400.000 metros de película,
que redujo a 100.000. El trabajo de montaje duró casi dos años con un afán
y un
rigor que ponía nervioso a Josef Goebbels, responsable de Propaganda del
régimen nazi.
Fue una trabajadora incansable que no sólo interpretaba
y dirigía, sino que también escribía los guiones y cortaba y montaba la
cinta. Tenía fama de ser meticulosa hasta extremos imposibles. Cuentan que
era capaz de estar cambiando de lugar los árboles de un decorado durante
días enteros hasta lograr el encuadre adecuado.
En El triunfo de la voluntad, dispuso para el
rodaje de ciento treinta mil metros de película (sesenta horas), dieciséis
operadores y otros tantos ayudantes, treinta cámaras, cuatro equipos de
sonido, un dirigible para tomas aéreas y ciento treinta reflectores
gigantescos dentro de una escenografía cuidadosamente preparada por Albert
Speer y
más de
350.000 habitantes de Nüremberg como extras gratuitos y
disciplinados. |
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Año |
Título |
Título original |
Director |
Nacionalidad |
Leni como actriz |
Duración |
1926 |
La montaña sagrada |
Der heilige berg |
Arnold Fanck |
Alemana. |
Leni Riefenstahl (Diotima) |
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1927 |
El gran salto |
Der grosse sprung |
Arnold Fanck |
Alemana. |
Leni Riefenstahl (Gita) |
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1928
|
El destino de los Habsburgo
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Das schicksal derer von Habsburg. Die tragödie eines
kaiserreiches |
Rudolf Raffé |
Alemana |
Leni Riefenstahl (Mary Vetsera |
101 min. |
1929 |
Prisioneros de la montaña
|
Die weisse hölle vom Piz Palü |
Arnold Fanck y Georg Wilhelm Pabst |
Alemana |
Leni Riefenstahl (Maria Majoni) |
122 min. |
1930 |
Tempestad en el Mont Blanc
|
Stürme
über dem Mont Blanc |
Arnold Fanck |
Alemana |
Leni Riefenstahl (Hella) |
108 min. |
1931
|
Borrachera de nieve
|
Der weisse rausch. Neue wunder des schneeschuhs |
Arnold Fanck |
Alemana |
Leni Riefenstahl (Leni,
la veraneante) |
94 min. |
1931 |
|
Sacred mountain/
White flame |
Leni Riefenstahl |
Montaje realizado
en EE.UU con imágenes de «Der heilige berg» (1926) y «Der weisse rausch»
(1931) |
|
60 min. |
1932 |
La luz azul
|
Das blaue licht. Eine berglegende aus den Dolomiten |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
Leni Riefenstahl (Junta) |
86 min. |
1933 |
S. O. S. Iceberg
|
S. O. S. Eisberg |
Arnold Fanck |
Germano-danesa-norteamericana |
Leni Riefenstahl (Hella Lorenz) |
121 min.
, reducida a 103 min. |
1933 |
S. O. S. Iceberg
|
S. O. S. Iceberg |
Tay Garnett |
EE.UU. |
Leni Riefenstahl (Ellen Lawrence) |
77 min. |
1933 |
La victoria de la fe |
Der sieg des glaubens. Der film vom Reichsparteitag der N. S.
D. A. P |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
|
73 min. |
1935 |
El triunfo de la voluntad |
Triumph des willens |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
|
114 min. |
1935 |
|
Tag der freiheit. Unsere Wehrmacht |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
|
21 min. |
1938 |
Olimpiada (1º parte) |
Olympia.
Der film von den XI olympischen spielen. Berlin 1936.
1 teil: Fest der völker. |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
|
125 min. |
1938 |
Juventud Olímpica (2ª parte). |
Olympia.
Der film von den XI olympischen spielen. Berlin 1936.
2 teil: Fest der Schönheit |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
|
99 min. |
1938
|
|
Berchtesgaden über Salzbur |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
|
50 min. |
1954 |
Tierra baja |
Tiefland |
Leni Riefenstahl y Georg
Wilhelm Pabst. |
Alemana |
Leni Riefenstahl (Martha) |
99 min. |
1976 |
|
Lostine |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
Leni Riefenstahl |
30 min. |
2002 |
Impresiones bajo
el agua |
Impresionen unter wasser. |
Leni Riefenstahl |
Alemana |
Leni Riefenstahl |
45 min. |
Año |
Título |
Título original |
Director |
Nacionalidad |
Participación de Leni |
Duración |
1993 |
El poder de las imágenes: Leni Riefenstahl |
Die macht der bilder: Leni Riefenstahl |
Ray Müller |
Alemania-Gran
Bretaña-Francia-Bélgica |
Intérprete
y entrevistas |
182 min. |
1995 |
|
Die nacht der regisseure / The night of the film-makers |
Edgar Reitz |
Alemania-Gran
Bretaña |
Intérprete |
90 min. |
1998 |
|
The last day |
James Moll |
EE.UU |
Documentación |
87 min. |
2000 |
|
Leni Riefenstahl im Sudan |
Ray Müller |
Alemana |
Intérprete |
60 min. |
2001 |
|
Hilers frauen
Serie para TV |
Stefan Brauburger y Oliver Halmburger |
Alemana |
Intérprete |
6 episodios de 45 minutos cada uno |
2002
|
|
Sandra Maischberger trifft Leni Riefenstahl
(Producción
para TV) |
Sandra Maischberger |
Alemana |
Intérprete |
59 min. |
2002 |
|
Hitler was ihr schicksal
(Producción
para TV) |
Dieter Weiss |
Alemana |
Intérprete |
29 min. |
2002 |
|
Ich wollte nie so alt werden. Eine persönliche begegnung mit
Leni Riefenstahl
(Producción para TV) |
Olaf Jacobs y Anette Reiss |
Alemana. |
Intérprete |
45 min. |
2002 |
|
Vom hirschkäfer zum hakenkreuz |
Madeleine Dewald y Olivert |
Alemana. |
Intérprete |
79 min. |
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
|