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Padre Padrone
La
educación por la escolarización
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
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La historia
Padre Padrone se basa en el relato autobiográfico de Gavino Ledda, en la que
un joven pastor se libera de la tiranía de su padre que lo arrancó de la
escuela, hasta llegar a lingüista y escritor. La película, siguiendo la
autobiografía de Ledda, presenta al hijo como objeto, posesión del padre y
la relación padre-maestro/hijo-esclavo. «Tu no eres el patrón de nadie», le
dice furioso Gavino al padre.
Hay en la película un terrible secuencia en que se muestra al padre entrando
furioso en el aula de su hijo y llevándoselo a la fuerza a la montaña para
convertirlo en pastor. Es un padre brutal que aterroriza a los otros niños
de la clase y al profesor. A los otros niños les dijo: «Hoy le ha tocado a
Gavino, mañana os tocará a vosotros».
Con 18 años Gavino dejó a su familia y el campo y se enroló en el ejército.
Allí estudió y se licenció como sargento experto en electrónica. En 1961
consiguió terminar la enseñanza media, y entró en la universidad de Roma.
Hoy día es uno de las grandes lingüistas italianos, autor de numerosos
textos.
[La grandeza de esta película pasa
porque el personaje del padre, lo más parecido que se puede encontrar a
la figura del oikos despot (padre déspota) de la antigüedad griega, está
absolutamente consciente de que no es lo óptimo privar a su hijo de la
educación para enviarlo a cuidar ovejas «quieren que entreguemos a
nuestros hijos a la escuela obligatoria cuando la pobreza es la
obligatoria»]. (Juan Pablo Vilches) |
La película. Padre Padrone
Italia. 1977. 100 min. Color.
Director: Paolo y Vittorio Taviani.
Basada en la novela autobiográfica
de Gavino Ledda.
Fotografía: Mario Masini.
Música: Egisto Macchi.
Intérpretes: Saverio Marconi (Gavino),
Omero Antonutti (el padre), Marcella Michelangeli (la madre), Fabrizio Forte
(Gavino niño), Stanko Molnar (Sebastiano), Nanni Moretti (Cesare).
Sinopsis: Es la historia
particular de Gavino Ledda,
un pastor sardo con sus conflictos: el silencio, la falta de
educación, la dependencia. Un pastor impide a su hijo ir a la escuela, lo
único que puede hacer es cuidar del rebaño. Cuando se va a cumplir el
servicio militar aprende a leer y escribir. Y de vuelta ha de enfrentarse
otra vez con la concepción del mundo de su padre. |
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Hablo de la película Padre padrone
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Hermanos Taviani
Vittorio Taviani (1929) y
Paolo Taviani (1931), directores italianos de cine, realizan
cine político y siempre han sido escritores, directores y
productores de todas sus obras.
Juntos se volcaron al cine
tras el impacto que les produjo Paisà, de Rossellini. Tras algún
film documental que tuvo gravas problemas con la censura,
hicieron en 1962 su primer largo de ficción, Un uomo da
bruciare, sobre los conflictos entre los trabajadores y la
mafia siciliana, aliada a los intereses del gobierno y los
terratenientes locales. En 1973 realizaron Allonsanfan,
ambientada en las Guerras Napoleónicas, sobre un aristócrata
convertido en líder anarquista y luego de nuevo aristócrata con
los vaivenes de la situación política. El éxito internacional
les llegaría en 1977, con la filmación de Padre Padrone,
la brutal historia de un opresivo padre campesino y su hijo,
arrasó con los premios en el Festival de Cannes. ella realizaron
La notte di San Lorenzo, ambientada durante la ocupación
nazi de Italia, Buenos días Babilonia (Good Morning,
Babilonia, 1987) y varias más hasta La casa de las
alondras (La masseria delle allodole, 2007) |
Gavino Ledda
Nació en Silito, Córcega, en
diciembre de 1938. Hasta los 20 años, se dedicó a trabajar como
pastor de su propio padre, quien le sacó a la fuerza de la
escuela y le impidió sus estudios. Durante el servicio militar
consiguió estudiar y finalizó sus enseñanzas medias en Pisa, en
1961. Al ser licenciado del ejército se dedicó al estudio de las
lenguas clásicas y estudió en la universidad La Sapienza, di
Roma, en la que finalizó hasta su doctorado los estudios de lingüística,
especializado en la estructura e historia de las lenguas y en el
dialecto sardo, en
1989. Finaliza su libro Padre Padrone. L'educazione di un
pastore en 1974, que ha sido traducido a 40 idiomas. |
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Lenguaje del
libro, lenguaje de la película
«Cuando leímos
el libro de Gavino Ledda, sentimos una especie de estremecimiento. Por
su fuerza de impacto y su poder de emoción, estaba encerrado en su forma
literaria, en su lenguaje. Nos sentíamos casi excluidos de él. Para
transponerlo al cine era necesario destruirlo. Puesto que pensábamos que
el lenguaje no es lo que de él dicen las escuelas idealistas, un hecho
formal externo; sino que el lenguaje es un modo de ser y estar (un
hombre) con los otros. Si, entonces, el lenguaje compromete toda la
responsabilidad del autor, nuestra película sólo podía ser el resultado
del choque de la personalidad de Gavino Ledda y la nuestra, justamente
en la forma de su lenguaje. Se trataba, por tanto, de destruir el libro
y de recomponerlo. De descomponerlo en otros tantos materiales, de
insertar materiales propios en los del libro y de recomponerlo todo en
nuestro lenguaje audiovisual. De hecho, pienso que nuestro film es la
ilustración de este choque entre Gavino Ledda, autor literario y pastor,
y nosotros, autores cinematográficos y no-pastores, digamos,
intelectuales continentales.
Para describir
las cosas con más detalle, basta con comparar las estructuras
específicas del relato literario y del relato cinematográfico. El libro
sigue un paso cronológico, anecdótico, lineal y horizontal. La película,
por el contrario, intenta una estructura muy sintética, muy condensada
en unas pocas secuencias: en consecuencia, una estructura muy distinta a
la del libro. Además, el film introduce personajes y situaciones que no
aparecen en el libro. La madre, por ejemplo, no existía en el libro».
«Du silence á la
parole» en: Cinéma 77, N° 224-225, agosto-septiembre 1977.
Los mismos
Taviani, en una entrevista publicada en la revista Ecran Nº 62,
de octubre de 1977, dicen: «Antes de leer su libro, nos pareció muy
extraño que aquel hombre hubiera elegido, como instrumento para su
liberación, la palabra, la comunicación. Y lo vivimos como algo muy
cercano, porque también nosotros nos dedicamos a la comunicación, aunque
con otro tipo de lenguaje. En cierto modo, su autobiografía era la
nuestra»
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Prólogo y
epílogo
El film está enmarcado por un
prólogo y un epílogo en los que aparece Gavino Ledda, el autor
real de la novela. Las dos secuencias se realizan fuera de
escena, conectados al relato de forma documental.
En el prólogo, una voz en off
introduce, mientras Gavino pela una rama con su navaja: «Él es
Gavino Ledda, treinta y cinco años. Hasta los dieciocho fue
pastor analfabeto, hoy es lingüista y autor de un exitoso libro.
El libro en el que este film se inspira libremente».
A
continuación, Gavino avanza
hacia el decorado donde el actor que interpreta al padre está a
punto de hacer su entrada y, dándole la rama pelada, le dice:
«Toma, mi padre también tenía esto». De pronto, lo que estaba
filmado de forma documental se convierte en representación. El
actor que interpreta al padre de Gavino atraviesa la puerta del
decorado que conduce al aula de clase y exige a la maestra que
le dé a su hijo porque tiene que cuidar a las ovejas.
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Educación: de la
violencia a las palabras
La educación es
pasar de la violencia a las palabras. Esto es lo que pasa en el film a
partir de la educación. Gavino pasó toda su infancia en el monte, sin
palabras. Es importante recordar aquella escena en la que Gavino vuelve a su pueblo, sabiendo ya leer y escribir, y se enfrenta a
su Padre en la calle. El padre ya no podrá pegarle. Y si bien el hijo
volverá a trabajar con él para seguir estudiando en Cerdeña, la relación
ya no será la misma.
Sin embargo, el final del film deja
una pregunta abierta. El propio escritor Gavino Ledda, de regreso en su
pueblo para escribir su historia, aparece y dice: «Quizás sólo un
cálculo egoísta me retiene aquí, el miedo a que lejos de mi cueva, de mi
gente, vuelva a enmudecer, como cuando estaba en el redil...» |
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Sugerencias didácticas: Sobre la escolarización
La película narra unos hechos,
pero deja una puerta a la reflexión. Los hechos, a la hora de verlos, son
universales, se dan en todos los lugares, con mayor o menor fuerza. La
película puede servir de base para realizar un repaso reflexivo sobre la
amistad, el espíritu de superación, el conocimiento, el rechazo de la injusticia, el derecho a la
educación, y los factores que lo entorpecen.
El conflicto entre Gavino y su
padre es el pretexto para un cuadro de alcances más amplios: el silencio, la
falta de educación, la dependencia, no son temas que se circunscriban a un
personaje, y ni siquiera a un lugar determinado del mundo, esa Cerdeña donde
transcurre la acción de esta película.
Los pastores escriben su propia historia, dice
Gavino Ledda. Comentad la frase que les grita su padre a los otros
niños al principio de la película, cuando se lleva a Gavino, por la
fuerza, de la escuela:
«Hoy le ha tocado a Gavino, mañana les tocará a ustedes»
Se puede reflexionar sobre el
derecho a la educación y a la igualdad de oportunidades, la necesidad de la formación de cara a la
socialización y a la búsqueda de un trabajo, el maltrato de padres a hijos,
la dependencia de muchos niños de padres y maestros, la posibilidad de
salvar las barreras con otras oportunidades, la educación de adultos...
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©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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