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de cine
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El cambio en las aulas
En
El club de los poetas muertos,
se ponen en cuestión todos los rituales tradicionales de las aulas. Bandas,
ritos, campos deportivos, sombreros al aire, becas de fin de curso, orlas,
actos académicos formales estilo norteamericano, van entrado en una sociedad
escolar o universitaria como la nuestra, en la que habíamos eliminado los
ritos de la escuela franquista. La ritualización en que se mueve el mundo de
la educación reproduce una continuidad entre una generación y otra.
Constituye uno de los canales mediante el cual se realiza la transmisión
cultural; puede ser enriquecedor en la medida en que cada acto ritual
introduzca características novedosas, de lo contrario los rituales son
formas estereotipadas, mecánicas, desvitalizadas y empobrecedoras con
relación a los miembros que participan de dicho ritual. Nuestra sociedad
está plagada igualmente de conductas cliché.
Estamos plagados de estereotipos
rituales. El ritual de la primera clase, el ritual de la clase magistral, el
ritual del trabajo práctico, el viaje de estudios, el programa en cuanto a
qué debe aprenderse primero y qué debe aprenderse después, los exámenes, el
ritual de los trabajos monográficos, las tesis de doctorado, son algunos
ejemplos de las múltiples formas que asume la enseñanza ritual. Podríamos
hacer la crítica responsable en sus dos fases: socialización humanizante y
socialización alienante. Lamentablemente, por lo general se instituyen como
formas vacías de relación entre profesores y alumnos, de allí el carácter
estereotipado que tiene la enseñanza.
En
El club de los poetas muertos
el profesor ayuda a los alumnos a descubrir sus propios caminos, rompiendo
con algunas pautas de la escuela tradicional. Es una de las pocas películas
en las que la relación entre profesores y alumnos se convierte en una
búsqueda común.
Enseñar a los alumnos a pensar y a
ejercer la reflexión crítica es una meta que frecuentemente mencionamos como
inherente a la función docente. Sin embargo muchas veces esto no pasa de ser
una enunciación de buenos propósitos.
Repetidores en lugar de seres
pensantes, receptores en lugar de evaluadores es el producto lógico de las
formas en las que enseñamos, que reflejan aquellas según las cuales hemos
aprendido. Por lo tanto cuando se habla de la necesidad de esclarecer y
tomar conciencia del modo en que nos insertamos en ese trama represiva de
relaciones se debe pensar en la posibilidad de ejercer la creatividad como
único antídoto contra la repetición.
Fuente:
MARTÍNEZ-SALANOVA SÁNCHEZ, E. (2002):
«Aprender
con el cine, aprender de película. Una visión didáctica para aprender e
investigar con el cine».
Huelva.
«Grupo
Comunicar».
400 págs. |
El club de los poetas muertos. Dead Poets Society
EE.UU. 1989. 128 min.
Color.
Director: Peter Weir.
Guión: Tom Schulman.
Fotografía: John Seale.
Música: Maurice Jarre.
Intérpretes: Robin Williams, Robert
Sean Leonard, Ethan Hawke, Josh Charles, Dylan Kussman, Allelon Ruggiero,
James Waterston.
Sinopsis: En 1959, la Academia Walton sigue manteniendo el clásico modelo de educación victoriana. Los
muchachos que allí estudian pertenecen a la más exquisita sociedad y lo
hacen con el único fin de triunfar en el futuro. El nuevo curso cuenta con
la novedad de una incorporación: un profesor de literatura, John Keating,
antiguo alumno del centro.
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Peter Weir, el director
1944. Director de cine
australiano. Su primer largometraje, The cars that Ate Paris
(1974), una comedia negra, fue seguida por Picnic at Hanging
Rock (1975), historia de misterio en la que mostraba su
interés por los asuntos oscuros, tema recurrente en su obra.
Ambas películas tuvieron un enorme éxito tanto comercial como de
crítica, lo que le situó en una posición preponderante dentro de
la industria australiana, reputación que ha hecho internacional
con su filmografía posterior: Gallípoli (1981), El año
que vivimos peligrosamente (The
Year of Living Dangerously,
1982), Único testigo
(Witness,
1984), La costa de los
mosquitos (The Mosquito
Coast, 1986),
El club de los poetas muertos
(Dead Poets Society,
1989), Matrimonio de conveniencia (Green
Card, 1990),
Sin miedo a la vida (Fearless,
1993), El show de
Truman, (The Truman show,
1998), Master and
comander. Al otro lado del mundo (Master
and Commander: The far side of the world,
2003). |
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Sugerencias didácticas:
La creatividad y la libertad en
las aulas
Esta es una inmejorable película
para analizar las relaciones entre profesores y alumnos, la figura de un
profesor renovador y la crítica a las instituciones tradicionales. Si algún
profesor de universidad o de enseñanzas medias desea entrar con este film en
las aulas no estaría de más que dejara lo anecdótico y se introdujera en la
verdadera trama de la película.
Par ello lo mejor es leer
detenidamente la novela de Kleinbaun “El club de los, poetas muertos”. La
película tiene un trasfondo ideológico y político mayor del que a primera
vista parece. Se pueden analizar los autores que en ella se nombran, Whitman,
Tennyson y otros. Sería interesante profundizar en la frase «carpe diem». Se
puede investigar porqué el profesor incita a romper el prólogo «Comprender
la poesía», de la Antología Poética, escrito por Evans Pritchard. Si se lee
el capítulo V de la novela que da lugar a la película se entenderá mejor la
crítica a Evans Pritchard, Doctor en Letras. Buscar si es posible su obra y
analizar la época pues tal vez se encuentren otras relaciones entre la
poesía y su manera de afrontarla, con la antropología o
el colonialismo. Es una película con muchos recursos y posibilidades. Lástima que para muchos
profesores se haya quedado en la apreciación simple
de un profesor que incita a
los alumnos a subirse sobre las mesas.
Si quieres ahondar en las posibilidades
didácticas de la película, puedes entrar en el sitio que pongo abajo, que ha utilizado en su introducción, aunque sin referenciarlas, algunas de las ideas de esta página
y de mi libro
«Aprender
con el cine, aprender de película. Una visión didáctica para aprender e
investigar con el cine»
http://personal.telefonica.terra.es/web/0filosofia/Peliculas/club.htm |
Poema que John Keating
hace leer a uno de los alumnos para iniciarles a la poesía
«Para
que las vírgenes aprovechen el tiempo»
Coged las rosas
mientras podáis
Veloz el tiempo vuela
La misma flor que hoy
admiráis
mañana estará muerta |
«Carpe diem»
«Carpe diem» es una frase
latina que literalmente significa cosecha el día, también significa
disfruta el día, fue acuñada por el poeta romano Horacio (Odas, 11.8):
En la película:
«...el
día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente casa instante, lo
que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a
cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el
éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para
que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de
amar y dar vida». |
Fragmento de un poema
de Walt Whitman citado por Keating
en clase
¡Oh mi yo!
¡Oh vida de sus
preguntas que vuelven
del desfile
interminable de los desleales,
de las ciudades llenas
de necios!
¿Que de bueno hay en
estas cosas,
oh mi yo, mi vida? |
Poema de Alfred Lord Tennyson recogido en el
Diario
de reuniones
Venid amigos
No es tarde
para buscar un mundo
muevo,
pues sueño con navegar
más allá del
crepúsculo
y, aunque ya no
tengamos
la fuerza que antaño
movió cielos y tierra,
somos lo que somos:
un mismo temple
de corazones eróticos
debilitados por el
tiempo, pero
voluntariosos para
luchar,
buscar y encontrar
y no rendirse. |
del
Diario de las
reuniones del «Club
de los poetas muertos»
Fui a los bosques
porque quería vivir a conciencia
Quería vivir a fondo
y extraer todo el
meollo a la vida
Dejar de lado todo
lo que no fuera la
vida
para no descubrir,
en el momento de la
muerte,
que no había vivido.
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Poema improvisado por uno de los alumnos en clase
Un loco de dientes
sudorosos
Cierro los ojos
y su imagen flota
junto a mí
Un loco de dientes
sudorosos
con una mirada que
martillea mi cerebro
Sus manos se extienden
y me alcanzan
y refunfuña todo el
tiempo
El dice la verdad
La verdad es como una
manta
que siempre te deja
los pies fríos.
La estiras, la
extiendes
y nunca es suficiente
La sacudes, le das
patadas,
pero no llega a
cubrirnos
Y desde que llegamos,
llorando,
hasta que nos vamos,
muriendo,
sólo nos cubre la cara
mientras gemimos, lloramos y
gritamos. |
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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