El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
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La internación de niños en orfanatos y
hospicios
El problema de los niños
abandonados en reformatorios y su posterior educación está tratado en la
literatura desde antiguo y recogido por el cine desde sus comienzos,
relacionado con la formación hacia la delincuencia y en algunos casos su
posterior salvación a manos de una familia adinerada. En «Rinconete y
Cortadillo» nos lo presenta Cervantes. Un adiestrador de delincuentes es el
ciego de «El lazarillo de Tormes», que enseña la picaresca de la
supervivencia en una sociedad hostil a la marginación. Es maestro de
carteristas Fagín, el ratero especialista que con didácticas muy precisas
enseñó a robar a Oliverio en «Oliver Twist». Ya lo afirmaba Skinner, «dadme
un niño que yo haré de él un criminal o un santo», en el más puro estilo de
los planteamientos conductistas. Sus alumnos aprenden mucho y bien, pero
suelen acabar mal, o encontrando un alma caritativa que les salva.
El niño del orfanato es maltratado
sin sentido, o entregado a empresarios si escrúpulos que les enseñan un
oficio a costa de una vida de esclavos. Cinco versiones se han realizado de
la novela de Charles Dickens “Oliver Twist”. Se presentan tres de
ellas.
Oliver Twist: La novela
Oliver Twist es una de las
novelas más célebres de la literatura universal. Es la novela más
conocida del escritor inglés Charles Dickens. Fue escrita entre 1837
y 1839 y se presenta en ella un cuadro de la sociedad inglesa de la
época victoriana. Dickens denuncia en esta obra la precaria
situación de los orfanatos y el maltrato que se daba a los acogidos
en ellos, la delincuencia y la marginalidad de Londres y el triste
papel del sistema judicial, que no duda en castigar severamente a un
pobre chico.
Oliver, desde la muerte de su
madre, es un pequeño huérfano que pasa por mil y una penurias.
Desposeído de su condición social al nacer la encuentra al final de
la mano del señor Bronlow, y gracias a un medallón de su madre.
Oliver sufre los malos tratos en el hospicio que le acogió en su
nacimiento, hasta que escapa de su influencia y de su último trabajo
como ayudante de sepulturero, para marchar hacia la ciudad de la
cual ha escuchado maravillas. El niño llega a la ciudad, una
sucesión de laberínticas calles y callejones, y cae directamente en
las manos de Fagin y de su banda de delincuentes adolescentes. Allí
se inicia en las artes del robo y de la delincuencia callejera,
conoce a Nancy, quien como una parte de las mujeres de la época
victoriana se gana la vida en la calle. Nancy ayuda a Fagin para
recuperar a Oliver, aunque al final de la novela somos testigos de
su arrepentimiento. El final feliz es el clásico de cualquier novela
en la que el personaje ha de salvar mil y un obstáculos. |
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Charles
Dickens (1812-1870)
Novelista inglés, uno de los más
conocidos de la literatura universal, y el principal de la era
victoriana. Supo manejar con maestría el género narrativo, con humor
e ironía, y una aguda y álgida crítica social. En su obra destacan
las descripciones de gentes y lugares, tanto reales como
imaginarios.
La popularidad de sus novelas y
relatos cortos durante su vida y en el presente es fácilmente
demostrada por el hecho de que ninguna se ha dejado de publicar.
Dickens escribió novelas por entregas, el formato usual en la
ficción en su época, por la simple razón de que no todo el mundo
tenía los recursos económicos necesarios para comprar un libro, y
cada nueva entrega de sus historias era esperada con gran entusiasmo
por sus lectores, nacionales e internacionales.
Entre sus obras, además de
Oliverio Twist (1837-1839), escribió Papeles póstumos del club
Pickwick (1836-1837), Canción de Navidad (1843), David Copperfield
(1849–1850), La pequeña Dorrit (1855–1857) e Historia de dos
ciudades (1859) |
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El contexto de la novela
Cuando Oliver Twist empezó en forma de relatos
en la revista mensual Bentley's Miscellani
en 1837, su título fue The Parish Boy's Progress. En los
primeros episodios, la intención de Dickens era la de describir para
sus lectores como era ser un «parish boy» (chico de una parroquia)
durante los años posteriores al paso del Poor Law Act de 1834.
Dickens vio la propuesta de ley siendo
debatida calurosamente cuando era reportero parlamentario para el
Morning Chronicle, y continuó atacándola en su ficción y
periodismo durante el resto de su vida. Antes de 1834, los
trabajadores pobres eran compensados por la parroquia con una
pequeña suma o "paro" para salvarlos del hambre que pasarían con sus
sueldos fijos como agricultores. Estos fondos de emergencia se
hicieron con la intención de echar una mano a la gente hasta que
pudieran mantenerse por sí solos. Los enfermos y los parados
también eran responsabilidad de cada parroquia. Mientras, existían
muchos problemas en el viejo sistema que la nueva legislación
intentó reconducir.
Una nueva ley, diseñada para impedir que la
gente vaga viviese de la comunidad, agrupó a todas las parroquias
juntas en lo que se llamó "poor law unions" (sindicatos para los
pobres) y estableció «workhouses» (que llegaron a ser conocidos como
«unions» (sindicatos); aquí, la gente sin medios de manutención eran
acogidos y puestos a trabajar para la parroquia.
«He leído en las
estadísticas que uno de cada cinco niños muere en el primer año de
vida, y uno de cada tres antes de llegar a los 5», recoge Dickens un
dato sacado de la realidad y puesto en boca de uno de los personajes
de otro de sus relatos: The Uncommercial Traveller (el
comercial que no vende nada). |
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Las películas |
Frank Lloyd
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Oliver Twist
1922. EEUU. 74 min.
Director:
Frank Lloyd
Guión:
Frank Lloyd, Harry Weil (Novela: Charles Dickens)
Película muda
Fotografía: Glen MacWilliams, Robert Martin
Reparto: James A. Marcus,
Aggie Herring, Jackie Coogan (Oliver), Nelson McDowell, Lewis
Sargent, Joan Standing, Carl Stockdale, Edouard Trebaol, Lon Chaney
(Fagin), Taylor Graves, George Siegmann, Gladys Brockwell, Lionel
Belmore, Florence Hale, Joseph Hazelton, Gertrude Claire, Esther
Ralston, Eddie Boland
Sinopsis:
La historia de un pequeño huérfano en la Inglaterra victoriana
refleja a la perfección la patética realidad de los niños de bajo
nivel social en una época oscura. El joven Oliver es castigado,
perseguido y azotado en un mundo de canallas y ladrones, pero su
valentía e ingenio le permiten sobrevivir a tanta maldad. |
David Lean
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Oliver Twist
Reino Unido. 1948.
105 min. B/N.
Director: David
Lean.
Intérpretes: Alec
Guinnes, Robert Newton, John Howard Davis.
Sinopsis:
La
historia se centra en un niño huérfano. Un extraordinario drama que delata
la triste y patética situación de los niños de bajo nivel social, en una
época negra, perfectamente descrita en la mítica novela de Dickens. Oliver
es castigado, manipulado, vendido, perseguido y azotado en un mundo de
ladrones y canallas. El drama de los hospicios para niños abandonados y la
educación dedicada a la formación de delincuentes por parte de Fagin. Oliver
es valiente, ingenioso y sabe sobrevivir ante tanta maldad. Al fin tiene
premio tanto sufrimiento, el amor de la familia que siempre había deseado.
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El director: David Lean
El gran director inglés David Lean (1908-1991) llevó al cine en 1948
el clásico de Dickens. Era difícil adaptar al cine el amplio volumen
escrito por Dickens (1812-1870), publicado por entregas entre
febrero de 1837 y abril de 1839. Lean (Breve encuentro,
Doctor Zhivago, Lawrence de Arabia, El puente sobre el
río Kwai) ya había realizado en 1946 Cadenas rotas (Greats
expectations), una magnífica adaptación de «Grandes esperanzas».
Vuelve a brillar la cultura de este director, uno de los mejores
especialistas de la historia del cine en adaptaciones literarias. En
Oliver Twist se muestra como un cineasta minucioso, un magnífico
captador de ambientes físicos y morales que consigue imágenes que
transmiten fielmente el espíritu y la letra del libro. Un cuidado
vestuario y una acertada caracterización de actores, junto a unos
decorados conseguidos, buen rodaje y mejor fotografía, hacen que
gran parte de la fuerza y suspense de la novela estén muy presentes
en la película.
A sus 33 años, Alec Guinness (1914-2000), que hacía la segunda
película de su vida (la primera fue la mencionada Cadenas rotas
del propio Lean) compuso una memorable interpretación del judío
Fagin. |
Carol Reed
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Oliver
EE.UU. 1968. 139 min. Musical.
Color.
Director: Carol Reed.
Montaje: Oswald Morris.
Guión: Lionel Bart según la obra
de Charles Dickens.
Música: Johnny Green.
Intérpretes: Kenneth Cranham,
Oliver Reed, Ian Ramsey, Ronnie Johnson, Harry Secombe.
Sinopsis:
La madre de Oliver Twist
muere cuando éste nace y el niño es recogido en el hospicio por cuenta del
señor Bumble. Cuando el muchacho se atreve a pedir más comida, su protector
decide olvidarle y vende al joven al dueño de una funeraria. La vida es muy
dura para el chiquillo en su nuevo hogar y opta por escapar a Londres.
Apenas llega a la capital conoce al "Truhán", con el que recorre parte de la
ciudad.
Oscar 1968. Mejor director, Mejor
película. |
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El director: Carol Reed
Carol Reed, director de cine
británico. Nació en Londres en 1906 y comenzó su carrera sobre los
escenarios teatrales, para pasar al cine como ayudante de dirección
especialmente de Basil Dean.
Su primer título como director
fue Sucedió en París (1935), codirigida con Robert Wyler,
pero ya con El amor manda (1938) fue considerado por derecho
propio uno de los jóvenes valores más prometedores de la industria
británica, hecho que se vio confirmado con el magistral título
policiaco Night Train to Munich (1940). Con Kipps
(1941), a partir de la novela de H. G. Wells, la biográfica El
vencedor de Napoleón (1942) y la bélica The Way Ahead
(1944) ganó prestigio y consistencia dentro del estatus que ya nunca
abandonaría.
La importante calidad de Larga
es la noche (1947), y El ídolo caído (1948), anticiparon
el éxito que marcó su carrera y toda una época: El tercer hombre
(1949) con guión, como la anterior, de Graham Greene y protagonizada
por Orson Welles y Joseph Cotten. Hoy en día se ha convertido en una
auténtica obra de culto.
Aunque tuvo su momento de
declive, realizó más tarde Nuestro hombre en la Habana
(1959), El tormento y el éxtasis (1965), y el musical
Oliver (1968) versión del clásico de Charles Dickens, Oliver
Twist, que ganó dos Oscar, a la mejor película y al mejor director.
Carol Reed falleció en 1976. |
Oliver,
de Carol Reed, la película
Para el que no conociese el
musical estrenado en Londres y que llegó a representarse también en
Broadway, hacer una versión cinematográfica musical de la obra de
Charles Dickens, Oliver Twist, parecería a priori poco creíble, más
aún después de las múltiples versiones anteriores, incluyendo la
magnífica adaptación dirigida por David Lean.
La película fue nominada para 11
Oscars de los que obtuvo 5, correspondientes a: mejor película,
mejor director (Carol Reed), mejor banda sonora (John Green), mejor
sonido (Shepperton Studio Sound Department) y mejor dirección
artística (Box, Marsh, Muggleston y Dixon).
En Oliver se
encuentar, como musical, una banda sonora excepcional y unas
coreografías musicales brillantes e imaginativas, filmadas de manera
perfecta por Carol Reed. Principalmente destacaría el número musical
Who will Buy? (¿Quién comprará?), una secuencia realmente genial de
principio a fin. |
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Roman Polansky
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Oliver Twist
Reino
Unido, República Checa, Francia, Italia, 2005. 130 minutos.
Dirección: Roman Polanski
Intérpretes: Barney Clark, Ben Kingsley, Leanne Rowe, Jamie Foreman
Para entender
la esencia de la nueva película de Polanski habría que acudir
primero al texto original y comprobar las principales diferencias
entre ambos. Primero, en una certera labor de síntesis, el film
omite todo lo folletinesco que había en el relato (el origen social
de Oliver, su relación sanguínea con el asesino Sikes…) y terminaba
dándole el carácter de gran parábola moralista.
Como era previsible e
inevitable, también suprime las mayores expresiones de feroz antisemitismo
que contenía el texto de Dickens, esencialmente alrededor del viejo judío
Fagin (en la película no hay la menor alusión al origen étnico o religioso
del villano, quien por cierto está interpretado por un Ben Kingsley cargado
de matices). Asimismo, la película le concede a casi todos los personajes
una mayor ambigüedad moral, empezando por el mismísimo Oliver Twist (Barney
Clark), quien asume mejor que en la novela su oficio de ladrón; y terminando
por el perverso Fagin, cuyos actos son fácilmente comprensibles por parte
del espectador, en lo que supone todo un alarde de guión de Ronald Harwood |
El
director: Roman Polanski
(1933) Francés de origen
polaco.
De origen judío,
experimentó en carne propia los males de la Segunda Guerra
Mundial. Siendo muy joven su familia se mudó a Cracovia,
Polonia, donde sufrieron los horrores de la ocupación nazi.
Después de la guerra comenzó su carrera como actor teatral y
cursó estudios de cine.
En 1965 rodó Repulsión,
un thriller psicológico que le valió varios premios, en 1966
filmó Callejón sin salida (Cul-de-sac), que
obtuvo el Oso de Oro en el festival de Berlín. En 1967, en
EE.UU., El baile de los vampiros (The
Fearless Vampire Killers),
que parodia las películas de vampiros de la época. En 1968
rodó en EE.UU. una de sus películas más emblemáticas y
polémicas, La semilla del diablo (Rosemary's Baby),
que obtuvo numerosos premios (entre ellos varios Oscar), y
que tuvo gran repercusión social al destapar un tema tan
tabú como el de las sectas satánicas. El asesinato de Sharon
Tate, su esposa, embarazada de varios meses, por parte de
una secta satánica en 1969 marcó su vida. Los rumores
apuntaban a que todo fue una represalia por el rodaje de
La semilla del diablo. Tras un periodo de depresión,
regresó al cine en 1971 con Macbeth, en una personal
adaptación de la obra de Shakespeare.
En 1974 rodó Chinatown,
una película inspirada en los clásicos del cine negro, éxito
mundial de numerosos premios. En 1977, se vio envuelto en un
escándalo de abuso sexual y drogas, por lo que abandonó
EE.UU. tras haber pasado unos meses en prisión. Nunca
volvería a pisar suelo estadounidense. En 1979 rodó Tess,
uno de los mayores éxitos de su carrera; con la que logró
varios globos de oro y fue nominada a 6 estatuillas en los
Oscar, de las que conseguiría la mitad. En 1986 rodó
Piratas (Pirates), un fracaso comercial. Tras
varias películas, entre ellas un musical, Tanz der
Vampiro, hizo en 2002 El pianista (The pianist),
que recibió la Palma de Oro en Cannes, adaptación de las
memorias de un pianista judío polaco que sobrevivió a las
masacres nazis gracias a la ayuda de un oficial alemán. Por
ella recibió tres Oscar, entre ellos el de mejor director.
En 2005 hizo Oliver Twist. |
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Documento de una
época
La película presenta un magnífico y
solemne retrato de la miseria de las calles londinenses; el
soberbio trabajo de vestuario que ilustra la incipiente
lucha de clases en el XIX; la sucesión de secuencias
resueltas con habilidad (la persecución desde la librería,
el atroz asesinado de una joven prostituta, el intento de
huida final de los villanos de la función); la colección de
maravillosos y bien interpretados personajes secundarios,
que, como en el libro, adquieren una mayor presencia que el
propio protagonista.
Se necesitaron tres meses
de investigación y de diseño seguidos de otros tres meses de
construcción con un experto equipo de carpinteros, yeseros y
herreros, y dos semanas más para que los pintores terminaran
el trabajo de reconstrucción de las calles y de los barrios
del Londres de mediados del siglo XIX, construido en
estudio. El enorme decorado contiene cinco calles
principales, numerosas plazas de mercado y calles laterales.
Existen unos suburbios llamados Jacob's Island y una sección
de más categoría llamada Pentonville (ambas existían en los
tiempos de Dickens). |
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Algunas diferencias entre
las diferentes versiones de Oliver Twist
El Fagin de Polansky es más enternecedor que
el de las versiones anteriores, no como una figura maligna sino más
bien patética, débil y querible, jugando con sus tesoros como un
niño con sus juguetes que se aprecia sobre todo en la escena final
del calabozo, para un último encuentro con ese hombre que, por más
que lo vendió, es lo más parecido a un padre que el muchacho haya
tenido. La Nancy de Polanski es más conmovedora y su encariñamiento
con Oliver es el más creible.
Polanski se olvida de Monks, el hermanastro de
Oliver. Tal y como está adaptado todo, otorgando tantísimo
protagonismo a Fagin y superándose las dos horas de metraje, la
verdad es que la presencia de Monks sólo podría haber perjudicado.
En las otras películas hace una fugaz aparición.
En la historia que manejaron Lean y otros, más
respetuosa con la novela, el señor Brownlow tiene la certeza o la
sospecha, según la versión, de que guarda algún parentesco de
consanguinidad con Oliver –generalmente abuelo-nieto–. Polanski, no
utiliza semejante casualidad.
Polanski no renuncia al humor. Por ejemplo, el
señor Sowerberry aquí es un calzonazos que cae simpático,
reservándose para su mujer y sus empleados los papeles de
antipáticos explotadores. |
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Sugerencias didácticas |
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El tema-problema de los
internados, reformatorios, el internamiento del menor, es de absoluta
actualidad.
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Temas relacionados son:
Internamiento o no. Integración. El tratamiento en los lugares de internado.
Educación en igualdad. Menores marginados y educación en familia. Adopción y
acogimiento familiar.
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A partir de las experiencias de
quienes deseen tratar este tema, análisis de las leyes de adopción, de
noticias de los medios de comunicación y de consultas a las administraciones
con competencia en el trato del menor se pueden establecer pautas de trabajo
con el fin de debatir este problema, sin solución en nuestra sociedad.
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Aunque es una película almibarada, su
buena calidad cinematográfica y musical puede servir de iniciación a los más
pequeños para conocer los internados de niños abandonados o marginales.
Annie
EE.UU. 1982. 122 min. Musical.
Color.
Director: John Huston.
Montaje: Richard Moore.
Guión: Carol Sobieski, Harold Gray.
Música: Ralph Burns.
Intérpretes: Albert Finney, Carol
Burnett, Ann Reinking, Tim Curry, Bernadette Peters, Aileen Quinn.
Sinopsis: Annie vive en un
hospicio, en el que sus dueños se interesan exclusivamente por su lucro
personal no dudando en maltratar a las pupilas a su antojo. Annie es
seleccionada entre sus compañeras para vivir unos días en casa de un
multimillonario. Aunque en un principio su único objetivo es dar buena
imagen a la prensa, él se encariña con la pequeña y decide ayudarla a
encontrar a sus verdaderos padres. |
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Otras versiones cinematográficas de interés sobre Oliver Twist
OLIVER Y SU PANDILLA (1988): Adaptación de Disney en la que los
protagonistas de la historia toman los rasgos de perros y gatos para
acercar el clásico a los más pequeños. Uno de los títulos menos
recordados de la factoría, pero una opción entretenida.
TWIST (2003): Película de
Canadá que moderniza la obra trasladándola
a fechas contemporáneas.
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©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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