Como
toda teoría, la teoría cinematográfica se ha ido creando con el tiempo,
integrando elementos de las teorías de la narrativa literaria, la filosofía,
el teatro, la fotografía, la pintura, la arquitectura, la tecnología.
La
van haciendo los espectadores, los críticos, los directores, los que
realizan cine, los autores de libros y los novelistas. Las ideas, como los
lenguajes, son vivas, dinámicas, flexibles, abiertas a los cambios y a las
nuevas corrientes. Cuando una teoría está ya estructurada, es más fácil
tomarla como punto de referencia. En el caso del cine, más de cien años de
vida han creado opiniones, teorías y movimientos que poco a poco construyen
un marco teórico consistente. Ya existen puntos de comparación, referencias
ideológicas y técnicas. Vamos a entrar en algunas ideas que se han barajado
en la historia del cine, en diversas tendencias y opiniones, imposible
entrar en todas, así como en censuras y libertades, en debates que duran más
de cien años y en los cambios que se han producido por causa de diferencias
ideológicas, económicas o técnicas.
La
teoría del cine es lo que se piensa y se habla sobre el cine. Todo el mundo
tiene ideas, todo el mundo las aporta. El cine sugiere ideas que reproducen
el modo de contemplar las películas por parte de los espectadores. Durante
cien años han subyugado las películas documentales, las de aventuras, los
dramas, las revolucionarias, pero no todas juntas ni en el mismo lugar,
pues el mundo de la cultura es ancho y diversificado. Los problemas
económicos han condicionado también el universo cinematográfico, ya que en
los momentos de mayor penuria han surgido en países y lugares modos
diferentes de hacer cine, basados en las ideologías que sustentan los
cambios y con la creatividad que da la escasez. Los pensamientos iniciales
se consolidan y dan lugar a una teoría que se estructura paulatinamente y
es
mitificadas más tarde. Primero se hace cine: más tarde surge, mediante
análisis y síntesis creativa, la teoría.
Por otra parte, la teoría y el análisis
cinematográfico ha contribuido a la discusión de los presupuestos teóricos y
metodológicos de las diferentes disciplinas sociales. No se puyede hoy
entender la construcción de la semiótica particulares sin el debate de la
semiótica cinematográfica, ni comprender los procesos sociales de un país al
margen de sus cinematografías nacionales. |
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