Carta del ocio
Prólogo
Todas las sociedades y culturas reconocen, cada
vez más, el derecho de las personas a ciertos periodos de tiempo en los
cuales puedan optar libremente por experiencias que proporcionen
satisfacción personal y mejoría de su calidad de vida.
Paz, un mínimo de estabilidad social,
oportunidades para relaciones personales significativas y la reducción
de la desigualdad social, son algunos de los más importantes
prerrequisitos para la implantación completa de ese derecho.
Aunque la palabra "ocio" tenga distintos
significados en diferentes partes del mundo y sea desconocida en varias
lenguas, todas las culturas y todas las sociedades tienen en su
vocabulario palabras que corresponden al concepto de "ocio". Por lo
tanto, para el objetivo de esta carta, Ocio será tratado como
equivalente a conceptos tales como "Freizeit", "Lazer", "Vryetydsbesteding",
"Loisir", "Leisure" y otros.
Libertad y opciones para elegir son elementos
esenciales del ocio. Libertad para desarrollar sus propios talentos,
buscar sus propios intereses y mejorar la calidad de vida. Opción para
escoger dentro de una gran oferta de oportunidades, para ampliar sus
propias experiencias y opciones de ocio.
Ocio y recreación, en este contexto, son
entendidos como respuestas personales sobre actividades que pueden ser
hechas durante el tiempo libre, proporcionando satisfacción personal,
renovación y placer.
Artículo 1: El Ocio es un derecho básico del ser
humano. Se sobreentiende, por eso, que los gobernantes tienen la
obligación de reconocer y proteger tal derecho y los ciudadanos de
respetar el derecho de los demás. Por lo tanto, este derecho no puede
ser negado a nadie por cualquier motivo: credo, raza, sexo, religión,
incapacidad física o condición económica.
Artículo 2: El Ocio es un servicio social tan
importante como la Salud y la Educación. Las oportunidades para el Ocio
y la Recreación deben, por lo tanto, ser ampliadas para todos,
garantizando el acceso justo con variedad y calidad adecuadas.
Artículo 3: En principio, la mejor fuente de Ocio
y Recreación reside en cada persona. La función fundamental de los
gobernantes, de las agencias privadas y de las organizaciones es apoyar
y ofrecer servicios, enfatizando primordialmente la comunidad local.
Artículo 4: Las ofertas de Ocio, recreación y
tiempo libre deben enfatizar la satisfacción personal, el desarrollo de
las relaciones interpersonales, la integración familiar y social, el
entendimiento y la cooperación internacionales y el fortalecimiento de
las identidades culturales. Debe cuidarse el mantenimiento de la calidad
del medio ambiente y a la preservación de su potencial para el Ocio y la
recreación.
Artículo 5: La formación de líderes, animadores y
profesionales de Ocio y Recreación debe ser garantizada allí donde sea
posible. Los principales desafíos de estos líderes son estimular a los
individuos a descubrir y desarrollar sus talentos, ayudándoles a lograr
las habilidades personales que puedan ampliar sus experiencias y
oportunidades de Ocio y Recreación.
Artículo 6: La gran variedad de fenómenos de Ocio
y Recreación, incluyendo experiencias personales y colectivas, deben ser
objeto de estudios sistemáticos e investigaciones académicas. Los
resultados deben ser divulgados lo más ampliamente que sea posible, para
aumentar el conocimiento del individuo sobre sí mismo, para suministrar
subsidios racionales a las decisiones políticas y favorecer una base más
eficaz para el desarrollo y la implantación de programas. Todo ciudadano
debe tener acceso a todas las formas de información relativas a los
diversos aspectos del Ocio y la Recreación.
Artículo 7: Las instituciones educativas de todos
los niveles deben dar énfasis especial a la enseñanza de la importancia
del Ocio y la Recreación, ayudando a los alumnos a descubrir sus
potencialidades para integrar el Ocio en su estilo de vida. Estas
instituciones deben ofrecer, también, oportunidades adecuadas para el
desarrollo de liderazgos y educadores de Ocio y Recreación.
Epílogo
La presente carta es resultante de un proceso de
revisión de la "Carta del Ocio" adoptada por la Asociación Internacional
de Recreación en mayo de 1970, en Ginebra, Suiza. Esa revisión tuvo su
inicio en un Seminario de la II Conferencia Internacional de Liderazgo
en Recreación y Tiempo Libre, realizada en San Juan de Puerto Rico del
22 al 26 de octubre de 1979.
Después se preparó una carta preliminar reuniendo
la opinión de un gran número de personas e Instituciones de varias
partes del mundo. Esa carta se fue perfeccionando hasta el XXV Encuentro
Anual de la WLRA, que ocurrió en Twannberg (Suiza), del 5 al 11 de
noviembre de 1981, donde se organizaron todas las contribuciones en una
sesión de estudios. Las conclusiones, después de haber sido revisadas
por los participantes del Seminario de Puerto Rico y por la dirección de
la WLRA, se concretaron en la actual versión. |