, Análisis transaccional

Curso para animador turístico a distancia

Módulo 4

La comunicación interpersonal

 

Tema 7

Análisis transaccional

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez

 

Curso a distancia

 

 

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El puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas de cine/Glosario de cine


Tema 7: Análisis transaccional


 

Objetivos

 Valorar la importancia para la animación turística de las relaciones interpersonales.

Identificar los estados del yo que propone el análisis transaccional

Analizar los comportamientos que proceden del padre, del adulto y del niño en el análisis transaccional

Definir y valorar las transacciones complementarias para evitar las cruzadas

Establecer un sistema personal de comportamientos que convenga al tratamiento de clientes en la animación turística

 

Introducción

Con el fin de que se prepare mejor para abordar su trabajo, antes de iniciar la lectura y estudio de esta unidad didáctica, es conveniente reflexionar sobre las siguientes cuestiones:

¿Qué es el análisis transaccional?

¿Cómo inciden los comportamientos personales en las relaciones con otras personas?

¿Cómo se puede lograr una relación interpersonal positiva?

¿Qué transacciones se pueden y deben evitar?

¿Cómo recuperar una relación interpersonal rota?

 

 1.1. La importancia de la comunicación interpersonal en la empresa

“El servicio es comunicación y la comunicación es servicio. El servicio es inmaterial, intangible, es un flujo y una relación entre el público y la empresa. El servicio implica acciones y secuencias de acciones y éstas son inseparables de la comunicación. Ellas mismas son COMUNICACIÓN, de igual modo que la comunicación es una forma de acción“.

Una organización es un sistema social donde en pos de un objetivo comunicacional, se debe inducir a modificar conductas...

Comunicar nos pone en relación, pues es la manera de hacerse entender de todo ser humano comunicándose oral o gestualmente. Hasta en silencio nos estamos expresando.

Uno de los ejes fundamentales para que una organización refleje y transmita una imagen positiva, es saber comunicar, tanto interna como externamente.

Debemos entender que la comunicación es productora de sentido, es por eso que debemos difundir toda acción de reorganización, cambios estratégicos, nuevas políticas institucionales, etc.; los hechos no hablan por si mismos.

Todo individuo dentro de una organización debe sentirse perteneciente a ella, a sus objetivos, los cuales debería tratar de compartir para lograr sinergia adecuada al logro del objetivo general, para ello estos objetivos deben ser transmitidos y dados a conocer desde el primer día que se incorporan a la “nueva familia”. Los empleados son el primer público de la empresa.

 

Acciones de la comunicación

De la comunicación interpersonal se desprenden dos acciones fundamentales: escuchar y hablar.

No es caprichoso que escuchar esté ubicado en primer lugar. Resulta importante reconocer los sentimientos y los intereses de nuestros interlocutores.

Si consideramos a una organización como un sistema social donde en pos de un objetivo comunicacional debemos inducir a los participantes a modificar su conducta: no lograremos inducir esta modificación si no se sabe previamente que es lo que piensan. Para lograrlo es necesario saber escuchar, no solamente tolerar indefinidamente la conversación con las otras personas, es tratar de entenderlas y lograr que lleguen a expresar sus sentimientos sobre el tema que los preocupa. Resulta imprescindible crear múltiples canales que posibiliten y amplíen este diálogo: servirán entonces de vehículos que permitirán que la comunicación no se convierta en un monólogo constante.

La comunicación debe implicar a todos los niveles de la organización, desde el presidente y la alta dirección hasta el último empleado. Debe formar parte de la cultura de la Empresa, de tal manera de lograr la confianza y lealtad de todos los integrantes, sintiéndose así “motivados y comprometidos” en una organización que los hace partícipes del éxito conjunto.

 

1.2. Análisis transaccional en la comunicación.

Existen relaciones humanas (en nuestro caso, entre animador y las personas de un grupo) que permiten crecer, que enriquecen, que fomentan la autonomía y otras que impiden crecer, que disminuyen, que forman y mantienen personas dependientes. Habitualmente el animador turístico actúa en una relación de tipo democrático. En la primera los puntos de contacto se han reducido al mínimo, por lo que por definición, podríamos decir resulta difícil alcanzar una experiencia rica. Experiencia es intercambio. Cuanto más puntos de contacto existan entre los sujetos más posibilidad de experiencia enriquecedora y más posibilidad de crecer.

La educación busca que el sujeto crezca, es decir, tenga experiencias de calidad humana positivas que lo hagan más rico en su conexión con el medio social.

Hace ya varios años, del campo de la Psicología y de la Psiquiatría proviene el Análisis Transaccional (A.T.) que se ha convertido en un aporte de fácil y conveniente inserción en el campo de la empresa y en los intereses de los animadores, por cuanto, al estudiar las relaciones entre las personas (o transacciones) privilegia las que permiten un crecimiento humano sano y buscar eliminar aquellas que bloqueen tal crecimiento. Hay relaciones que son positivas y otras que son negativas.

El creador del Análisis Transaccional, Eric Berne, psiquiatra y psicoanalista, radicado en San Francisco, inicia sus publicaciones sobre el tema en 1957 cuando ya propone su esquema de la personalidad (Padre, Adulto, Niño) y lo denomina Análisis Estructural. El Análisis Transaccional es no sólo una «Teoría» de la persona en relación sino una técnica de tratamiento. Se diferencia del Psicoanálisis clásico tanto en los componentes teóricos que maneja como en la actitud respecto al cambio en la conducta. A Berne le importaba más curar que detenerse en el diagnóstico. Intenta perfilar una teoría de la persona más operativa y que supere las limitaciones conocidas de los tratamientos analíticos. Al respecto dice Kértesz: «El análisis transaccional asigna la mayor importancia a la segunda serie de factores (psicosociales, aprendizaje de conductas en la infancia, mensajes parentales) pero al mismo tiempo respeta la posibilidad de libertad, responsabilidad y cambios por parte del Adulto, si éste toma la decisión de hacerlo, sin considerar al hombre como un títere de sus instintos ni mantenerlo años acostado en un diván para explorar las fantasías de su Niño. Berne acuñó la frase: Cúrese primero, analícese después».

Y a la gente también le importa cambiar y comprobar que puede modificar sus conductas negativas mucho más que conocer las causas sin que por ello pase nada, o gastar el tiempo buscando explicaciones. La gente quiere estar bien ahora. El análisis transaccional traduce a un esquema conceptual simple y práctico ideas (que guardan cierta similitud pero también cierta distancia) consagradas por el psicoanálisis clásico.

 

 1.3. Análisis estructural

 Berne, en el Análisis estructural -que es el primero y más difundido de los instrumentos o modos para entender y cambiar la conducta- sostiene que la estructura del Yo incluye tres estados (Padre, Adulto, Niño) y que uno actúa desde uno de ellos. Uno actúa con su Padre cuando su conducta es caracterizable como dominante, protectora, enseñante, normativa; con su Adulto cuando analiza, informa, calcula posibilidades y elige cursos de acción, y con el Niño cuando predominan las emociones y las necesidades biológicas. Esta tripartición no es un invento teórico, sostiene Berne, sino que es algo comprobable empíricamente, es verificable y repetible.

Todos -y el animador turístico no es una excepción- nos disponemos a actuar desde uno de esos estados del yo, pero esos estados tienen notas positivas y negativas, por lo que con nuestra conducta negativa o positiva, desde tales estados, estamos invitando al otro a determinado sistema de respuesta. Un Padre perseguidor está fomentando un Niño rebelde, un Padre nutritivo invitará a responder con un Niño libre y creador.

El animador turístico, en cada momento de su actuación, según actúe desde las diversas modalidades de su P, A, N., estimulará diferentes respuestas en las personas de un grupo y -lo que es más importante- obtendrá o hará surgir experiencias humanas de relación de diferentes calidad. Un animador turístico que integra sanamente sus tres estados y transita de uno a otro en busca de los objetivos de una relación interpersonal, es decir, que con un Padre protector cubre el miedo al fracaso, la frustración o el riesgo, o el reconocimiento de una persona de su ignorancia, que con un Adulto sano suministra información sensata y realmente manejable, y que con un Niño no reprimido estimula la transferencia de lo aprendido a otros campos (el momento de la aplicación), resulta un animador turístico ideal.

 Podemos formular, con términos equivalentes de análisis transaccional el tipo de animador turístico modelo. El animador turístico que protege la indefensión del que no sabe, lo saca de ella mediante información que permita resolver problemas efectivamente y libera las capacidades que le permiten aplicarla a nuevas experiencias. Pero al mismo tiempo, como lo que se aprende es el medio («el medio es el mensaje») lo importante es que el animador turístico al actuar así desarrolla en las personas de un grupo turístico un Padre protector positivo, un Adulto sano y un Niño creador.

 

 

Esta primera aproximación a la teoría nos brinda ya una idea de las posibilidades que el análisis transaccional -a través de un instrumento, el Análisis Estructural- puede ofrecer al campo de la educación. Al mismo tiempo nos orienta para calificar una gran cantidad de conductas y detectar su connotación positiva o limitante. Situaciones clásicas de la vida de grupo, como el animador que trata mal a las personas, no las atiende ni tiene en cuenta, pone dificultades a todo, no soluciona problemas sino que los crea, hace preguntas capciosas o presenta problemas con trampas, etc.

 

1.4. Análisis de las transacciones

 

 

 

 

 

El análisis transaccional nos permite clasificar las transacciones, categorizarlas, asignarlas a un estado del yo y -lo importante- detectar lo que tienen de negativo y obviamente la forma de su corrección.

Si los participantes en un grupo también saben de análisis transaccional pueden responder con una conducta sana en lugar de aquella postulada por un estado del yo negativo. También podríamos hacer una lista similar a la anterior pero de conductas de las personas, por cuanto ellos también actúan desde uno de los tres estados del yo.

 

Análisis de las transacciones.

El Análisis Transaccional cuenta con otros instrumentos, además del Análisis Estructural que se ha mencionado esquemáticamente, como el Análisis de Transacciones y la Teoría de los Juegos, entre otros. El Análisis Estructural se remite a lo intrapersonal; analiza los estados del sujeto en los que éste se encuentra habitualmente.

El Análisis Transaccional se refiere a lo interpersonal, a las transacciones, las relaciones entre dos personas, donde la conducta de una actúa como estímulo que provoca la respuesta de la otra. Eso es una transacción.

Las transacciones pueden ser complementarias (cuando la respuesta se efectúa con el estado del yo con el que actuó con el mensaje; si uno emitió desde su Padre y el otro responde con el niño) o pueden ser cruzadas (cuando se responde con un estado diferente del que fue requerido: si el Adulto envía el mensaje al Adulto y responde el Niño del otro). Las transacciones cruzadas enturbian o bloquean las relaciones mientras que las complementarias, por facilitar la comunicación, resultan las sanas o normales.

Un individuo puede preguntar por qué razón pasa tal cosa y el animador responderle con las razones o la información que él conoce o puede quizá responderle con un «deja de molestar con esas preguntas» o «nunca vas a entender lo que te explican».

El Adulto de una persona estuvo buscando al Adulto del animador turístico y pudo haberlo encontrado en la información o pudo haberse topado con un Padre no precisamente positivo. La relación se cruza y los dos se sienten a disgusto. En términos pedagógicos, es una experiencia negativa que produce un aprendizaje limitador, porque sin duda algo se aprende: no hacer más preguntas al animador aunque uno no entienda.

 

 

También con este instrumento, el análisis transaccional permite categorizar gran número de conductas que tienen lugar en un grupo de animación turística (por ejemplo, en seis tipos de transacciones cruzadas que abarcan hasta 72 intercambios distintos). Existen además transacciones denominadas ulteriores que tienen un nivel aparente o visible o social y un nivel oculto o psicológico.

El mensaje parte de dos estados del yo del emisor y es respondido por otros dos estados del yo del receptor. «Mañana, examen» dice el profesor; puede ser entendida como una relación Adulto-Adulto en el nivel visible, pero también puede tener una connotación no visible Padre-Niño o Niño-Padre. Sobre la base de las transacciones surgen los «juegos».

 

1.5. Los juegos

A todos nos resultan familiares ciertos fenómenos que son clásicos en la vida estudiantil o escolar: a ciertos profesores hay que tratarlos de un modo especial, con ellos hay ciertos mecanismos, especialmente situaciones o diálogos que se repiten, que empiezan generalmente de un modo determinado, siguen un curso previsible y terminan con un resultado generalmente igual.

Los juegos son modos de no estar -más que aparentemente- en el estado de Adulto y hacen ingresar en circuitos de conducta que circulan por los estados de Niño y Padre en sus aspectos negativos generalmente, para terminar finalmente ambas partes en una emoción no auténtica, aprendida en la infancia como modo de resolver o terminar con una situación o problema (rabia o rabieta, culpa, depresión, berrinche, enojo, burla, saña).

Por ser modos inauténticos de enfrentar un problema, los juegos se repiten en forma cerrada o circular. Una experiencia reiterativa que desemboca en una emoción no sana, no es estrictamente una experiencia de valor educativo, máxime cuando implica haber abandono el plano de la madurez o responsabilidad del Adulto.

Se puede ir concluyendo que el animador turístico puede, provechosamente, con el conocimiento y la aplicación de los aportes del análisis transaccional mejorar en buena medida su relación con las personas, permitiéndoles (y permitiéndose) un crecimiento personal positivo, al mismo tiempo que se permite a sí mismo un mejor ajuste interno.

El animador turístico «transaccionalmente» sano o adecuado es el que responde con el estado del yo más ajustado a las circunstancias - que a la persona que solicita ayuda le responde con un Padre nutritivo, que a la demanda de información ofrece un Adulto organizado, y que moviliza su propio Niño para aumentar la creatividad de los as personas de un grupo y sus sanas emociones.

 

El análisis transaccional sirve para mejorar las relaciones

El análisis transaccional permite categorizar relaciones y conocer con bastante precisión el tipo y la calidad de la relación que está dándose en un momento concreto. Más allá de brindar un esquema interpretativo general, permite conocer -mediante sus categorías- lo que está sucediendo y en el momento en que sucede y permite reorientar el curso de acción.

Es comprobable empíricamente y es sabido corrientemente que existen diferentes experiencias de aprender, o circuitos de conductas de aprendizaje variados: hay quienes aprenden con rabia, quienes necesitan miedo para aprender, o angustia; otros tienen su experiencia de aprender con alegría, hay quienes aprenden desvalorizando al otro y otros lo hacen con creatividad. En fin, hay otros que no aprenden.

El Análisis Transaccional puede ayudarnos a distinguir entre formas sanas y formas negativas de aprender. Y lo que es más puede indicarnos caminos de corrección para la modificación de nuestras conductas.

 

Resumen

 Si consideramos a una organización como un sistema social donde en pos de un objetivo comunicacional debemos inducir a los participantes a modificar su conducta: no lograremos inducir esta modificación si no se sabe previamente que es lo que piensan.

  Existen relaciones humanas (en nuestro caso, entre animador y las personas de un grupo) que permiten crecer, que enriquecen, que fomentan la autonomía y otras que impiden crecer, que disminuyen, que forman y mantienen personas dependientes. La animación busca que el sujeto crezca, es decir, tenga experiencias de calidad humana positivas que lo hagan más rico en su conexión con el medio social.

 La estructura del Yo incluye tres estados (Padre, Adulto, Niño) y que uno actúa desde uno de ellos. Uno actúa con su Padre cuando su conducta es caracterizable como dominante, protectora, enseñante, normativa; con su Adulto cuando analiza, informa, calcula posibilidades y elige cursos de acción, y con el Niño cuando predominan las emociones y las necesidades biológicas.

Todos -y el animador turístico no es una excepción- nos disponemos a actuar desde uno de esos estados del yo, pero esos estados tienen notas positivas y negativas, por lo que con nuestra conducta negativa o positiva, desde tales estados, estamos invitando al otro a determinado sistema de respuesta. Un Padre perseguidor está fomentando un Niño rebelde, un Padre nutritivo invitará a responder con un Niño libre y creador.

 El Análisis Transaccional se refiere a lo interpersonal, a las transacciones, las relaciones entre dos personas, donde la conducta de una actúa como estímulo que provoca la respuesta de la otra. Eso es una transacción.

 Las transacciones pueden ser complementarias (cuando la respuesta se efectúa con el estado del yo con el que actuó con el mensaje; si uno emitió desde su Padre y el otro responde con el niño) o pueden ser cruzadas (cuando se responde con un estado diferente del que fue requerido: si el Adulto envía el mensaje al Adulto y responde el Niño del otro). Las transacciones cruzadas enturbian o bloquean las relaciones mientras que las complementarias, por facilitar la comunicación, resultan las sanas o normales.

 El animador turístico «transaccionalmente» sano o adecuado es el que responde con el estado del yo más ajustado a las circunstancias - que a la persona que solicita ayuda le responde con un Padre nutritivo, que a la demanda de información ofrece un Adulto organizado, y que moviliza su propio Niño para aumentar la creatividad de los as personas de un grupo y sus sanas emociones.

 

Ejercicios de autoevaluación

 

1.  Son transacciones

a)   Lo que una persona da a otra

b)   Lo que una persona recibe de otra

c)    Las relaciones entre las personas

d)   Las tres

 

2.  El análisis transaccional busca. Elegir la más completa

a)   Potencias las relaciones que permiten crecimiento

b)   Eliminar las relaciones que bloqueen el crecimiento

c)    Ninguna de las anteriores

d)   A y b

 

3.  El análisis transaccional

a)   C y d

b)   Es una teoría filosófica

c)    Es una teoría de las relaciones personales

d)   Es una técnica de mejora de relaciones

 

4.  Según Erc Berne

a)   Antes de curar hay que analizar

b)   Primero se cura después se analiza

c)    Se cura mientras se analiza

d)   Se analiza mientras se cura

 

5.  Una persona actúa como padre cuando

a)   predominan las emociones

b)   predominan las necesidades biológicas

c)    calcula posibilidades

d)   Protege

 

6.  Una persona actúa como adulto cuando

a)   Elige la forma de actuar

b)   Utiliza la normativa

c)    Intenta dominar

d)   Predominan en su actuación las necesidades biológicas

 

7.  Una persona actúa como niño cuando

a)   Analiza sus actuaciones

b)   No analiza sus actuaciones

c)    Utiliza la normativa

d)   Enseña lo que hay que hacer

 

8.  Un padre perseguidor fomenta

a)   Un niño rebelde

b)   Un adulto responsable

c)    Un niño creador

d)   Un niño espontáneo

 

9.  El animador turístico ideal. Elegir la que no corresponde

a)   Suministra información sensata

b)   Procura que se aprenda mediante errores

c)    Elimina el riesgo al fracaso

d)   Estimula la transferencia de lo aprendido

 

10.      Las transacciones cruzadas

a)   Ayudan a comunicarse

b)   Complementan la comunicación

c)    Bloquean la comunicación

d)   Crean informaciones comunicativas

 

Plantilla de corrección de ejercicios

 

1.      d

 

2.      a

 

3.      d

 

4.      b

 

5.      d

 

6.      a

 

7.      b

 

8.      a

 

9.      b

 

10.  c

 

 


© Enrique Martínez-Salanova Sánchez