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La teoría general de sistemas
©
Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
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Sistema
Llamamos sistema a la «suma total
de partes que funcionan independientemente pero conjuntamente para lograr
productos o resultados requeridos, basándose en las necesidades». (Kaufman).
Según el diccionario de la Real
Academia Española, Sistema es el conjunto de reglas o principios sobre una
materia racionalmente enlazados entre sí, o el conjunto de cosas que
ordenadamente relacionadas entre sí contribuyen a determinado objeto.
Hoy se define un sistema como «un
todo estructurado de elementos, interrelacionados entre sí, organizados por
la especie humana con el fin de lograr unos objetivos. Cualquier cambio o
variación de cualquiera de los elementos puede determinar cambios en todo el
sistema». El dinamismo sistémico contempla los procesos de intercambio entre
el propio sistema y su medio, que pueden así modificar al sistema o mantener
una forma, organización o estado dado del mismo.
Los sistemas en los que
interviene la especie humana como elemento constitutivo, sociedad,
educación, comunicación, etc., suelen considerarse sistemas abiertos. Son
sistemas cerrados aquellos en los que fundamentalmente los elementos son
mecánicos, electrónicos o cibernéticos.
El enfoque sistemático
El enfoque sistemático es un tipo
de proceso lógico que se aplica para resolver problemas y comprende las
siguientes seis etapas clásicas: identificación del problema, determinar
alternativas de solución, seleccionar una alternativa, puesta en práctica de
la alternativa seleccionada, determinar la eficiencia de la realización y
revisar cuando sea necesario cualquiera de las etapas del proceso.
Modelos de diseño según la teoría general de sistemas
Sistema de enseñanza aprendizaje
es el proceso que realiza el diseñador al generar un programa Con esta
acción no hace sino originar un sistema capaz de producir un aprendizaje.
Los elementos que componen un
SISTEMA son entrada, salida, proceso, ambiente, retroalimentación. Las
entradas
son los elementos de que el sistema puede disponer para su propio
provecho. Las salidas son los objetivos resueltos del sistema; lo que
éste se propone, ya conseguido. El proceso lo forman las
«partes» del sistema, los «actos específicos». Para determinarlos es
necesario precisar las misiones, tareas y actividades que el sistema debe
realizar para lograr el producto deseado. Son misiones los «elementos
principales» que se deben realizar para lograr los resultados del sistema.
Son funciones los «elementos» que deben hacerse para realizar cada
una de las misiones. Son tareas las «actividades» que deben hacerse
para realizar cada una de las funciones.
El ambiente comprende todo
aquello que, estando «fuera» del control del sistema, determina cómo opera
el mismo. Integra las cosas que son constantes o dadas; el sistema no puede
hacer nada con respecto a sus características o su comportamiento. La
retroalimentación
(feed-back) abarca la información que se brinda a partir del
desempeño del producto, la cual permite cuando hacia ocurrido una desviación
del plan, determinar por qué se produjo y los ajustes que sería recomendable
hacer. Nadie puede jactarse de haber estipulado los objetivos generales
correctos o una definición correcta del medioambiente o una definición
precisa de los recursos, ni una definición definitiva de los componentes.
Por lo tanto, una de las tareas del sistema ha de ser la de brindar
información que permita al administrador informarse de cuándo son erróneos
los conceptos del sistema y qué ajustes deberá realizar en el mismo.
Los sistemas
La teoría general de sistemas es
la base filosófica que desde mediados los años cuarenta, sustenta y
justifica la mayor parte de los supuestos políticos, empresariales,
tecnológicos y comunicativos que dan lugar a los cambios del siglo XXI. Es
herencia de pensamientos estructuralistas de la primera mitad del siglo XX,
pero se inicia, y sobre todo consolida, con el gran impacto de los medios de
comunicación, la velocidad de la información y el choque de un mundo que se
transforma vertiginosamente debido a los cambios que produce la nueva
sociedad tecnológica.
La Teoría General de Sistemas
tiene su base en el humanismo científico, ya que no es posible ningún cambio
tecnológico sin la base de la especie humana, que fundamenta todos los
cambios y productos de la era de la información y la tecnología.
Ciertamente que no hay nada nuevo
bajo el sol y que todo, o casi todo, está inventado. La nueva tecnología
aplica en la mayoría de las ocasiones pensamientos y situaciones ya vividas
o inventadas. Ya desde nuestra escuela hablábamos del sistema solar, del
digestivo, del sistema métrico decimal…, como de algo que tenía una
coherencia interna, que en la unión de sus elementos estaba su propia
explicación y supervivencia. La nueva filosofía ha dado sentido a todos
estos elementos, tratándolos en relación con las necesidades del siglo XX, y
creando nuevas terminologías explicativas de los fenómenos que suceden en
máquinas y seres humanos.
Los sistemas cerrados
La utilización de una minicadena
para disfrutar de la música puede servir de ejemplo, al mismo tiempo que
explica qué es un sistema cerrado y sus componentes. Una persona tiene
deseos de oír determinada música. La elección proviene de su entorno, de su
cultura, de su formación y de la necesidad ambiental que en ese momento
posea. Al entorno cultural, social, medioambiental en el que se desarrolla
un hecho le llamamos ambiente o contexto del sistema. Esa persona debe
elegir el disco compacto que necesite e introducirlo en la minicadena. Son
entradas del sistema, ya que sin ellas, sin la información que aportan, es
imposible que el sistema se ponga en marcha. Darle a la tecla de inicio y
comenzar el funcionamiento interno de la minicadena, es el proceso, en el
que se incluye todo el procedimiento técnico que hace que puedan producirse
unos resultados. El sonido que proviene de los altavoces, son las salidas o
resultados del sistema. Si la música está alta o baja de volumen, y hay que
intervenir para ponerla a gusto de la persona, se desarrolla mediante
mecanismos de feedback.
El feedback supone un complicado
proceso de selección de datos, de codificación de los mismos y de toma de
decisiones, bien sea para continuar de la misma forma o para rectificar
algunos o todos los elementos del sistema. La retroacción o realimentación,
son los nuevos ingresos en el sistema, de informaciones provenientes del
mismo funcionamiento del mismo.
En el caso de la persona que
desea oír música en la minicadena, debe ver, oír, los resultados. Si no son
de su gusto, puede ser por lo dicho más arriba, que el volumen es alto o
bajo, y debe intervenir en las mismas salidas, subiendo o bajando el
volumen. Si la música no es la que pretendía, tal vez se haya equivocado de
compacto, y los mecanismos de control, o feedback, deben intervenir en las
entradas, cambiando el compacto equivocado por el correcto. Si este no se
encuentra, tal vez deba variar o modificar los objetivos, ya sea oyendo otra
música o dedicándose a otra actividad cualquiera, a leer por ejemplo.
Si el problema está en que no se
oye nada, o que se oye mal, puede ser que la minicadena esté estropeada y
deba intervenir un técnico. El técnico, no nosotros a no ser que lo seamos,
debe entrar en el mismo proceso y solucionarlo. Es el feedback en el
proceso. En estos casos, se habla de «caja negra», que es aquella que nunca
se abre, desconocida para los no iniciados. En la mayoría de los sistemas
cerrados el proceso de funcionamiento es de caja negra.
En aviones y medios de
transporte, la caja negra (que suele ser de color naranja) nunca se abre, a
no ser que sea necesaria una revisión o investigación. En los sistemas
cerrados, el proceso normalmente es secreto, desconocido para la mayoría y
solamente accesibles a los técnicos. En su momento advertiremos que en los
procesos sociales, hay otro tipo de técnicos, cuya responsabilidad es ser
expertos en procesos, es decir, en cajas negras que deberán ser capaces de
abrir e interpretar.
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Los sistemas abiertos
Se llaman sistemas abiertos a
todas las estructuras, en las que intervienen seres humanos o sus
sociedades, y que tienen íntima relación con el medio o ambiente en el que
están inmersos. Con otras palabras, el medio incide en el sistema, y el
sistema revierte sus productos en el ambiente. Ambos se condicionan
mutuamente y dependen unos de otros. Para que exista un sistema, debe
encontrarse siempre un sistema superior.
Todos los sistemas forman parte,
como subsistemas, de otros sistemas de rango más elevado. El medio ambiente,
el ambiente en sí o el contexto, es el conjunto de todos los objetos que
puedan influir o tengan capacidad de influencia en la operatividad de un
sistema. El contexto es por ello un sistema superior, suprasistema, que
engloba a otros sistemas, influye en ellos y los determina, y al mismo
tiempo es influido por el sistema del que es superior.
El medio ambiente o contexto
Para evitar que esto resulte en
apariencia un galimatías pongo un ejemplo. Estamos en clase, en un curso de
Formación Profesional Ocupacional. Los alumnos acceden voluntarios a
formarse, cada uno de ellos por causas e intereses diferentes, expectativas
distintas y tal vez, incluso, de profesiones y ambientes dispares. Pues
bien, todos ellos provienen de un ambiente, cada cual del suyo, y al mismo
tiempo con características muy similares, ya que todos son producto de una
civilización occidental, ven la misma televisión, se han educado en escuelas
similares y con un sistema muy parecido…
El contexto individual ha marcado
diferentemente a los alumnos, y al mismo tiempo el contexto social los puede
tener homogeneizados, por lo menos en parte. También puede darse el caso de
que haya alumnos marroquíes, rumanos, etc., en los cuales el contexto social
ya cambia sustancialmente. Pues bien, estos alumnos provienen de un
contexto, y son al mismo tiempo entradas de un sistema abierto: El curso de
formación.
Las entradas del sistema
Los alumnos ya han entrado en un
sistema, que a su vez depende del sistema educativo general, y del sistema
cultural de nuestro país. Existen otras entradas, no menos importantes, como
son el programa del curso, los objetivos del mismo, los medios y recursos,
las capacidades del profesor, el ánimo o motivaciones inmediatas de los
alumnos, etc. Si seguimos con el ejemplo de la clase, las entradas serán los
objetivos para ese día, los recursos de ese día y la situación y
condicionantes reales de esa jornada.
En general, toda la información,
los procesos de programación y de codificación, y los elementos que
provengan de procesos anteriores, retroacción o feedback, vuelven a ser
consideradas como entradas del sistema.
El funcionamiento o proceso del
sistema
La clase ha comenzado. Estamos en
pleno proceso de trabajo. Si fuera un curso completo, el proceso abarca todo
el recorrido de la acción formativa. En una sesión el proceso está enmarcado
en lo que significa el trabajo a realizar en esa sesión, que depende de un
sistema superior, el curso, y de otro suprasistema más elevado, el sistema
educativo o el plan formativo del que depende.
En el momento de la sesión de
clase, se deben poner en funcionamiento todos los mecanismos necesarios para
procurar un feedback correcto. En otro lugar de este libro, cuando se entre
de lleno en la problemática de la evaluación, veremos cómo puede aplicarse
en una sesión de clase.
En un sistema abierto como el
formativo, no cabe hablar de «caja negra» en los mismos términos en que lo
afirmábamos cuando la referencia era hacia los sistemas cerrados. En este
caso, los expertos somos nosotros, y debemos «abrir» la caja negra de la
metodología, de las relaciones interpersonales y de los recursos, para
apreciar dónde están los problemas y poder solucionarlos.
Siempre quedará otro tipo de
«caja negra», que son las personalidades de los alumnos, sus elementos
íntimos, o desconocidos. Con un buen trabajo de interrelación personal y de
grupo, muchos de estos elementos, pueden salir a flote, ganando en
comunicación y sin lesionar la intimidad de los alumnos.
Los resultados, o salidas, del
sistema
A los resultados, o lo que es lo
mismo, a los objetivos logrados o no del sistema les llamamos «salidas» o
acciones resultantes de la fenomenología sistémica.
En la
acción formativa de que hablamos, las salidas son los actos o aprendizajes y
cambios de conducta, previstos por profesores y alumnos para el desarrollo
de determinada acción formativa.
El resultado del sistema se envía
al medio. El alumno aporta a su acervo cultural, a la sociedad o a su ámbito
familiar los aprendizajes que le ha proporcionado el sistema. Si los
productos o salidas son gratificantes, proporcionan mayores estímulos y se
refuerza la motivación para nuevos aprendizajes. Gracias a lo cual se hace
más favorable la repetición de situaciones.
En la sesión de clase, las
salidas o productos pueden ser la misma participación de los alumnos, los
aprendizajes inmediatos o el interés por la tarea que se está realizando.
El feedback y la evaluación
continua
Uno de los pilares fundamentales
de cualquier sistema es el feedback. Si hubiera que traducirlo literalmente,
retroalimentación. No es fácil, ya que en castellano, se utiliza de muchas
formas, retroacción, información de retorno... Lo verdadero es que el
término feedback entraña en él mismo toda una filosofía, más que una simple
definición o concepto. Por esa razón es tan difícil de definir o de
traducir.
En terminologías de enseñanza, es
lo más parecido a lo que llamamos evaluación continua, es decir, recepción o
aceptación de la información que proviene de cualquiera de los elementos del
sistema, con el fin de rectificar lo que no se ajusta a los objetivos o
procedimientos y mantener, mejorando, lo que es correcto.
El enfoque sistemático y la
humanización del proceso de enseñanza-aprendizaje
Hasta aquí se nos presenta el
enfoque sistemático como un tipo de proceso lógico que se aplica para
identificar y resolver problemas. Ahora, limitando su aplicación a los
problemas de enseñanza-aprendizaje, diremos que: el enfoque sistemático es
un instrumento de procesamiento para identificar y resolver problemas de
enseñanza-aprendizaje. O dicho de otra forma, lograr de manera más efectiva
y eficiente los resultados educativos que se deseen.
El enfoque sistemático de por sí,
no se centra en el alumno ni asegura que se atiendan y mantengan los
intereses, habilidades, esperanzas y aspiraciones de la sociedad y del
individuo. Es el diseñador, y el profesor, quien lo pone o no a su servicio.
Sin embargo, estamos en
condiciones de afirmar que quien quiera humanizar la educación tiene en el
enfoque de sistemas, un modelo de planificación que le asegura su logro. El
enfoque de sistemas puede asegurar por sí mismo y con mucha más certeza que
otro modelo de planificación: el logro del objetivo o resultado que se
propone.
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Características principales de
un sistema
Un sistema, como decíamos más
arriba, posee infinidad de componentes y características. En este capítulo
vamos a analizar sucintamente las más importantes, ejemplificando en lo
posible con el fin de que el profesor pueda, junto a los alumnos
relacionarlo con los sistemas que realmente nos interesan en este texto: los
sistemas educativos, y dentro de ellos, los subsistemas de acciones
formativas.
Teleología
La teleología, (del gr. teloj,
fin, y logía, ciencia, es la doctrina de las causas finales). En la teoría
general de sistemas se refiere a toda orientación que cualquier sistema
abierto posee con respecto a sus procesos. Es decir, que cualquier proceso
está encaminado a unos objetivos, a unas finalidades. Sin metas es imposible
que exista un sistema.
En la precisa definición de metas
y objetivos está la clave de cualquier tipo de planificación educativa o
formativa. «Si no sabes adónde vas, acabarás en otra parte», le decía el
conejo a Alicia, en «Alicia en el país de las maravillas», de Carroll. Si se
tuvieran siempre claras las metas, los métodos se convertirían mejor en
actividades, y los procedimientos para evaluar formarían parte del sistema.
Es muy común encontrar cómo se evalúa sin tener en cuenta ni objetivos ni
procedimientos.
Equifinalidad
Una cualidad esencial de la
sistémica es la equifinalidad, del latín aequi, igual. Por equifinalidad se
entiende la propiedad de conseguir por caminos muy diferentes, determinados
objetivos, con independencia de las condiciones individuales que posea el
sistema. «Por todas partes se va a Roma».
Aunque varíen determinadas
condiciones del sistema, los objetivos deben ser igualmente logrados. En
educación, hablamos de variedad de estímulos, de diferentes métodos de
trabajo, de creatividad en las actividades, siempre en función de los
objetivos a lograr.
Ultraestabilidad y flexibilidad
Los sistemas son estables a pesar
de las grandes posibilidades de cambio que poseen. Es tal la influencia
creativa que engendra el feedback, que un sistema flexible nunca puede morir
(entropía), si se mantienen sus necesidades, los objetivos son correctos y
la capacidad de adaptación a los cambios aumenta.
La estabilidad no supone pues
ausencia de innovación o de cambio; tanto es así, que por ultraestabilidad
se entiende la capacidad que poseen los sistemas abiertos de mantenerse
mediante el cambio de estructura y de conducta. De hecho, si los sistemas
cerrados consiguen la estabilidad en condiciones específicas constantes, los
sistemas abiertos pueden crear, tal como decíamos, nuevas estructuras, para
así seguir siendo estables bajo otras condiciones.
En las aulas se nos pide a los
profesores estar en actitud de constante cambio, de búsqueda de nuevos
métodos y procedimientos para acceder a los mismos resultados, o tal vez a
resultados mejores, en función de la rapidez, de la motivación o del grado o
nivel de conocimientos del grupo.
Adaptación
La estabilidad exige al sistema
adaptarse a circunstancias muy adversas y a tensiones que provienen del
medio o de los procesos internos del propio sistema. La tensión obliga a
nuevas adaptaciones, tal como se vio al comentar la virtud de la
ultraestabilidad.
La preparación, puesta al día de
profesores, medios, métodos, recursos y nuevas tecnologías, son producto de
la facultad que tienen los sistemas de adaptarse con el fin de no morir por
consunción.
Retroacción
Debido a la retroacción, los
sistemas abiertos se comportan de una forma característica evitando
desviaciones que pondrían en peligro su proceso teleológico.
El proceso es necesario
investigarlo, analizarlo constantemente para que podamos afirmar que estamos
evaluándolo de cara a su posterior enriquecimiento, mejora o puesta al día.
Cuando estamos dando una clase, los datos que provienen de la retroacción,
feedback, son los que nos permiten en cualquier momento del proceso captar
la atención, cambiar un método, una técnica, un recurso o una tarea.
En todo este texto, se vuelve
constantemente al concepto de retroacción, que como decía Mcluhan, es así
mismo participación. La democratización de las relaciones entre profesores y
alumnos en las aulas, tiene su base en los procesos retroactivos. Es en
ellos igualmente, donde se puede poner el énfasis para prevenir, prever,
diseñar, programar o preparar la acción formativa.
Información
La información es el alma del
sistema. El sistema no puede funcionar sin información exterior, del medio,
ni sin el trasvase de información entre sus componentes. Mcluhan como
decíamos más arriba, afirmaba que comunicación y retroacción, que son así
mismo participación son la misma cosa. La información es utilizada por el
sistema para provocar un tipo de conducta mediante la cual se adapta a las
condiciones del medio.
La información introducida por
las entradas del sistema (ínputs) hace que este se «comporte» de una forma
determinada. Si al mismo tiempo el sistema posee capacidad de recordar o
reconocer las informaciones introducidas por sus entradas, obrará siempre de
la misma manera o de forma parecida cuando reciba informaciones idénticas o
parecidas a las anteriores. Se dirá entonces que el sistema ha aprendido a
comportarse adecuadamente.
Todo sistema, si es abierto,
puede innovar, cambiar y aprender conductas de acuerdo con las informaciones
que recibe del medio a través de sus entradas.
Importación de energía
En los sistemas abiertos, las
personas o grupos humanos que los forman, aportan ideas, acciones, trabajos,
opiniones, cultura, que amplían la energía que puede ya tener con
anterioridad el mismo sistema.
En las aulas de adultos que se
forman para la formación profesional ocupacional, nos encontramos con
profesionales de todo tipo, que pueden y deben aportar sus experiencias,
conocimientos y diferentes visiones de una misma realidad. La contribución
que los alumnos hacen a la metodología de trabajo, no solamente ayuda a que
sea más eficaz sino que al mismo tiempo amplía la motivación y refuerza el
interés por la acción formativa.
Entropía
En sentido figurado entropía
significa desorden. En la terminología de los sistemas, el desorden lleva a
la muerte o desintegración del sistema. Se ha definido como la tendencia a
importar más energía de la necesaria. Sin mecanismos eficaces de feedback,
el sistema va degenerándose, consumiéndose, hasta que muere. Cuando no
existen objetivos claramente definidos, no se ajustan los procesos a los
intereses de los alumnos, la información que se da es más por el gusto o
talante del profesor que por lo que la sociedad demanda, cuando los recursos
no se utilizan con seriedad y eficacia, o cuando no se evalúan los
resultados con el fin de retroalimentar el sistema, este muere sin remisión.
Homeostasis
Se define homeostásis u
homeostasis, como la autorregulación de la constancia de las propiedades de
otros sistemas influidos por agentes exteriores. Las características básicas
del sistema tienden a mantenerse constantes en razón de las metas que la
sociedad, el grupo humano o los individuos le proponen. Hay sistemas que se
consideran necesarios, y perdurarán por mucho tiempo. Otros, no apoyados por
razones diversas, caerán en la entropía, y por lo tanto desaparecerán. |
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Enrique
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