El camino del
aprendizaje
Aprendizaje:
Llamamos Aprendizaje, al cambio que se da, con
cierta estabilidad, en una persona, con respecto a sus pautas de conducta.
El que aprende algo, pasa de una situación a otra nueva, es decir, logra un
cambio en su conducta.
Proceso de
enseñanza-aprendizaje.
La distancia ente las dos
situaciones (A y B) es el proceso de enseñanza-aprendizaje, que debe ser
cubierto por el grupo educativo (Profesores-alumnos) hasta lograr la
solución del problema, que es el cambio de comportamiento del alumno.
Conocer realmente la situación
del alumno
Normalmente suponemos lo que el
alumno sabe, es y hace, fijándonos en su titulación académica, o en el hecho
de estar en un grupo donde la mayoría son de una forma determinada.
No es suficiente suponer cuáles
son las habilidades o conductas que posee el alumno por tener una carrera o
una profesión. Se requiere conocer las conductas y capacidades que el alumno
posee realmente, ya que los objetivos del aprendizaje, se fijan a partir de
ellos. Cuanto mayor y más precisa sea el conocimiento más acertadas van a
ser, indudablemente, las decisiones que se toman durante el proceso de
aprendizaje.
Conocer lo que se quiere
lograr del alumno
La primera actividad de quien
programa la acción educativa directa, sea el profesor, o un equipo, debe ser
la de convertir las metas imprecisas en conductas observables y evaluables.
Por varias razones: Porque es la única posibilidad de medir la distancia que
debemos cubrir entre lo que el alumno es y lo que debe ser, porque hace
posible organizar sistemáticamente los aprendizajes facilitando la
formulación de objetivos y porque es así como una vez realizado el proceso
de aprendizaje, podemos observar como éste se produjo realmente, y en qué
medida.
Ordenar secuencialmente los
objetivos
Una vez definidas las distintas
conductas que tiene que lograr el alumno, la siguiente actividad
fundamental, es ordenarlas secuencialmente, en vistas a un aprendizaje
lógico en el espacio y en el tiempo.
Formular correctamente los
objetivos
Con los dos elementos anteriores
claramente definidos, es posible formular los objetivos. Esto es
imprescindible para llevar adelante la programación de un proceso de
aprendizaje:
-
Porque nos obliga a fijar
claramente la conducta final en términos operativos.
-
Porque el alumno puede conocer lo
que se espera de él, lo cual es elemento motivador y centra en gran medida
su esfuerzo.
-
Porque es la única forma de que
el profesor y el alumno puedan en cualquier momento observar y evaluar los
logros obtenidos y en qué fase del proceso de aprendizaje se encuentran.
Cómo organizar el proceso de
aprendizaje
El que programa parte de la
realidad que le rodea, con ella cuenta y en ella se basa. No puede
programarse sin tener claros los recursos económicos, medios, elemento
humano, espacios y tiempos de los que se dispone. Más arriba hablábamos
también del momento en que se encontraba el alumno, como dato fundamental.
Hay que formar el grupo óptimo
para cada tipo de actividad. Puede ser que el número ideal varíe de un
objetivo a otro. Habrá actividades que requieran un tratamiento de grupo
grande, o de grupo de trabajo, o individual.
En un proceso de interacción
profesor-alumno, los roles de ambos deben cambiar con suficiente
flexibilidad. De la actitud tradicional: Profesor que imparte conocimientos
y el alumno que recibe pasivamente, se pasa a una multiplicidad de
actividades que requieren un cambio de actitud en los participantes.
Está suficientemente probada la
importancia de la motivación en el proceso de aprendizaje. Se debe atender a
ella, ya que las actividades, en vistas a una motivación, se pueden
organizar de muy distinta manera.
Seleccionar medios y recursos
adecuados
Ya sea transmitir un contenido,
para que sirva de actividad al alumno o al profesor, o como instrumento de
evaluación, los medios que se seleccionan deber ser capaces de:
Permitir obtener el tipo de
respuesta requerido del alumno para comprobar el logro del objetivo.
Ser adecuados al propósito para
el que se transmiten los datos.
Ajustarse a las limitaciones del
medio ambiente en el que se va a operar (personal, tiempo, materiales,
equipos y facilidades con que se cuenta).
Los recursos son múltiples, pero
hay que seleccionar el medio más adecuado para el objetivo que se pretende:
Cómo evaluar el cambio que se
produce
Estableciendo una metodología
clara para la recogida, organización y análisis de la información requerida
con el fin de evaluar las situaciones educativas.
Planteando y desarrollando los
niveles de evaluación en el alumno, en los componentes del grupo, empresa,
etc., en los materiales empleados, en el mismo proceso de
enseñanza-aprendizaje
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