Volver a Educación y didáctica

El objetivo: Aprender a aprender

© Enrique Martínez-Salanova Sánchez


El puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas de cine/Glosario de cine


 

En los últimos cincuenta años, y de cara al siglo XXI, la sociedad ha sufrido tal cantidad de transformaciones, que se han reestructurado todos los sistemas educativos, principalmente aquellos que tienen que ver con la formación de personas adultas y en especial con vistas a la búsqueda y mantenimiento del empleo. Si el principal problema social, como se afirma más arriba, en nuestro país es el paro, es imprescindible plantearse los esquemas educativos con una meta final que refleje el gran problema, busque soluciones de aprendizaje al mismo y prepare a la sociedad para asumir el desafío de las políticas de empleo.

El trabajo ha cambiado de sentido debido a la mayor tecnificación, a la entrada de la mujer y de juventud más cualificada. Ha supuesto un desafío a los responsables de la formación y a los mismos individuos por la competitividad extrema en la que nos movemos, a la escasez de puestos de trabajo de nivel general y la consiguiente especialización. Los profundos y radicales cambios, provocan una necesidad de aprender y una situación de constante reciclaje con el fin de estar al día.

Los obstáculos a la formación para el empleo

El mundo se ha informatizado. Esto significa una nueva filosofía global, que redunda, tanto en una mayor facilidad para estar al día y disponer de los recursos, como la pérdida de puestos de trabajo por causa de la disminución de mano de obra humana. Las tecnologías de la información han transformado la naturaleza del trabajo y la organización de la producción. Dichas transformaciones están modificando profundamente la sociedad europea.

Evaluación como optimización de los resultados del aprendizaje

La evaluación no equivale a una sentencia que se dicta sobre la capacidad o no del alumno y del profesor, sino de un mero control, destinado no a condenar, sino a mejorar el trabajo de ambos, y en definitiva, a fin de que el aprendizaje del alumno sea cada vez más seguro, eficiente y económico.

Didáctica para adultos en función de «toda situación de aprendizaje»

Los centros de adultos deben partir necesariamente de las «situaciones de vida» en que se encuentran sus alumnos.  La «situación» del alumno, empero, se halla relacionada siempre con su profesión o con una posible profesión. «A un trabajo que cambia continuamente, debe corresponder un perfeccionamiento continuo». Para ello, lo más aconsejable es el empleo de una metodología activa, basada, ya en la dinámica de grupo, en técnicas de creatividad y en la participación en estructuras e instituciones de tipo social.

Desmitificación de la tecnología

Las tecnologías de la información deben entrar de forma ineludible en los planes de formación de todos los niveles de la formación profesional ocupacional. No debemos olvidar que la «materia prima» de la tecnología es la persona, la mente humana, y no las máquinas. Y que tecnología es tanto el libro como Internet. Actualmente, olvidamos en ocasiones las antiguas tecnologías poniendo énfasis en el último grito del avance digital o técnico, aún a sabiendas de que son de difícil utilización.

Educación permanente

El aprendizaje debe percibiese como un proceso a lo largo de toda la vida, que va más allá del tradicional sector de la «educación» y abarca muchas áreas de la vida. En el trabajo y formación continua es importante para mejorar las competencias de las personas. También forma parte integrante de la promoción de la salud, de políticas de población y protección del medio ambiente. No es posible un sistema de educación permanente si proponer a los alumnos objetivos de Aprender a crear y de Aprender a investigar.

La autodidaxia en la programación

No es posible plantearse una programación de procesos de aprendizaje para personas adultas, sin tener en cuenta que el principal, indispensable objetivo, es que aprendan a aprender. El aprendizaje, a partir de sus propias experiencias vitales, debe seguir el camino de la investigación, con el fin de que procesos y resultados sean una misma situación vital  significativa en sus vidas, y punto de partida para nuevas experiencias y aprendizajes en el futuro.

El marco en el que se deben mover los objetivos para la educación de adultos

Para poder plantearse cualquier tipo de programación educativa es necesario hacerlo desde la óptica de lo que los adultos necesitan: Su propio desarrollo personal, la satisfacción de su enriquecimiento integral, el reconocimiento de su propia estima, los nuevos significados que adquiere la vida de trabajo, familiar y social, el reconocimiento de los demás, el progreso en su propio trabajo y la búsqueda, encuentro y mantenimiento de vida laboral.

 

La formación en la actualidad


  • ·      Aprender a aprender

  • ·      Aprender a conocer, a penetrar en el significado de las informaciones

  • ·      Aprender a hacer, a prepararse para el trabajo y los tiempos de ocio y de desocupación

  • ·      Aprender a convivir con los demás, lo que supone unas actitudes y unos comportamientos de respeto, de diálogo, y escucha, de tolerancia y de comprensión práctica de las diferentes culturas.

  • ·      Aprender a ser, como aprendizaje que orienta hacia la construcción de la identidad personal y que incluye como un ingrediente básico hacia la búsqueda de los referentes de sentido para vivir y convivir.

  • ·      Aprender a leer críticamente informaciones, iconos, imágenes fijas y móviles, imágenes generadas por ordenador, realidad virtual, y todo aquello que, además de la cultura de la letra impresa, provenga del mundo de las nuevas tecnologías.