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Un
antiquísimo debate diferencia claramente las dos
posiciones encontradas que han marcado las diferencias entre los que
afirman que toda conducta es predeterminada genéticamente, o que todo es
innato e impreso en los genes desde nuestra concepción, y los que con la
misma rotundidad afirman que todo es adquirido, que las condiciones
culturales conforman las conductas de los individuos. A pesar de los
abanderamientos, febriles en muchos casos, por una u otra postura, cada
día la biología aporta más datos que permiten suponer que en la especie
humana hay genéticamente más información predeterminada de la que se
sabía, y por otra parte, como afirman las ciencias sociales, cada día es
más difícil detectar en los adultos la diferencia entre aquello con lo
que se nace y lo que realmente es adquirido.
En la práctica, mientras los
científicos aportan sus propias conclusiones, es mucho más sensato,
eficaz y seguro, pensar que todo es adquirido, ya que en el mundo de los
adultos, es prácticamente imposible diferenciar lo innato de lo
adquirido. El adulto es un ser «como es en ese momento», y como tal hay
que actuar con él.
Lo
que aprendemos
Aprender es, según la
mayoría de los expertos, cambiar de conducta con cierta permanencia.
Desde este punto de vista, casi todo el bagaje ideológico, cultural,
social, de valores o de necesidades, es adquirido. Los medios de
comunicación, en pleno impacto de una sociedad cuya base es la
información homogeneizan a todos los seres humanos. Es a través de esa
situación de hecho desde la que hay que descubrir los aspectos
individuales de cada persona de la especie humana y tomar decisiones en
cuanto a sus necesidades de aprendizaje.
Lo innato, en la práctica, no
deja de ser un sustrato, digno de tener en cuenta, pero que afecta muy
poco o nada, la propia personalidad del adulto en formación.
El aprendizaje lo definimos
como el cambio de conducta que con cierta permanencia se produce en los
individuos de la especie humana. Por esa razón las acciones formativas
deben poseer un sentido del reposo, de la estabilidad y de la reflexión
que permita que las cosas queden en la memoria a largo plazo, evitando
todo aquello que lleve a la rapidez, al aprendizaje memorístico y a
todas las actuaciones irreflexivas.
Lo
que se percibe de la realidad
La
percepción es el proceso mediante el cual un individuo adquiere una
sensación interior que resulta de la impresión material hecha en los
sentidos. Esta sensación puede ser consciente o inconsciente. A la
percepción inconsciente, por estar bajo el límite de la consciencia, o
subconsciente, le llamamos percepción subliminal. Los ojos, los oídos,
las terminaciones nerviosas de la piel son el primer medio de contacto
con el medio ambiente. El cerebro percibe por miles o millones de
canales, los llamados perceptores, que tanto son los denominados
sentidos tradicionales como cualquier otro lugar o forma de hacer que un
estímulo penetre en el cerebro.
La información pasa por sistemas de codificación, que aceptan
(motivación), o rechazan el estímulo. El sistema nervioso convierte
información en impulsos eléctricos que trasmite al cerebro donde
producen cadenas de reacciones eléctricas y químicas. El resultado es la
conciencia interna de un objeto o de un suceso. La percepción precede a
la comunicación y ésta deberá conducir al aprendizaje.
El profesor no debe olvidar que en el proceso cognitivo de cualquier
aprendizaje existe lo que se llama memoria a corto plazo, que es la que
hace que actuemos con informaciones recibidas en el momento, o que
rescatamos del cerebro, del consciente o del inconsciente, con el fin de
trabajar con ella durante cortos espacios de tiempo. Algunos científicos
afirman que esta memoria solamente está retenida durante espacios no
mayores de media hora. Si las clases duran más, es probable que esta
memoria pueda retenerse mayor espacio de tiempo, debido al debate, al
interés momentáneo que despierta una situación, o a la capacidad que el
profesor tenga de mantenerla en el interés del alumno. Para ello están
las actividades de clase.
La memoria a largo plazo es la que genera realmente aprendizaje,
conductas duraderas. Sin las actividades de las que hablábamos antes, es
imposible que el alumno logre «aprender». Sin embargo, no podemos
considerar verdadero o eficaz por lo menos, un aprendizaje si este no es
capaz de ser transferido a otras situaciones parecidas o incluso
diferentes. El recuerdo, o lo que es lo mismo, el rescate de la
información de la memoria a largo plazo, es lo que hace que los
individuos reproduzcamos situaciones, provoquemos acontecimientos o nos
comportemos de una forma o de otra.
Hay
dos principios de la percepción especialmente importantes. Primero, el
fenómeno de la percepción está constituido por muchos mensajes
sensoriales que no se dan separadamente sino estructurados en patrones
complejos. Estos llegan a formar la base del conocimiento que la persona
adquiere sobre el mundo que le rodea. Segundo, un individuo reacciona
solamente a una pequeña parte de los estímulos del medio en un momento
dado. Elige aquella parte del universo que quiere experimentar, o que
atrae su atención en ese momento (por esto, debemos diseñar materiales
que atraigan y conserven la atención del alumno). La percepción es una
experiencia personal y única. No es exactamente igual para dos personas.
Un hecho puede percibiese en forma de experiencias pasadas, de
motivación presente y de vivencias actuales.
Lo
que nos mueve a actuar
Citando otra vez a Maslow,
lo que mueve a actuar a la especie humana, es fundamentalmente, igual
que a los animales, las necesidades primarias, las biológicas,
alimenticias, de abrigo y fisiológicas. No obstante, como se afirmaba
anteriormente, el mismo Maslow, se plantea el interrogante sobre la
cantidad de casos y situaciones que no confirman su propia regla. La
especie humana es muy compleja y los intereses de la misma, no responden
a conductas preestablecidas sino que pueden variar en función de
parámetros en la mayoría de los casos impensables.
En el caso concreto de los
intereses laborales, la generalidad de los alumnos que pretenden una
formación profesional ocupacional, intenta que su futuro trabajo
responda a intereses ligados a su propia preparación personal. Es lo
normal en cuanto a intereses, pero no en cuanto a posibilidades de
trabajo. Hace ya dos o tres décadas, los universitarios centroeuropeos y
nórdicos, sabían ya que su carrera, o sus carreras universitarias,
debían esperar en su futuro laboral, pues los puestos laborales de
diversas especialidades estaban saturados. Mientras podían acceder al
puesto de trabajo más ligado a sus estudios, trabajaban en «otra cosa»,
mientras se preparaban más y mejor para su futuro.
La
necesidad de cambiar los intereses cuando existe conflicto
En toda Europa, incluido
nuestro país, se reproduce ya el esquema citado anteriormente. Ni la
universidad, ni la Formación Profesional, ni ningún otro estudio,
aseguran el trabajo «per se». El puesto laboral, hay que lograrlo, en
muchas ocasiones en ámbitos y aspectos muy diferentes a lo que la
persona desea. Se crea en este caso un conflicto de intereses muy grave,
que obliga a cambiar los intereses si no se quiere llegar a una total
frustración.
Intereses no son la misma
cosa que deseos, ganas o caprichos. Tienen que ver con la realidad total
de los individuos. «No tengo ganas de trabajar», o «no puedo trabajar en
lo que me gusta», son intereses encontrados con «debo trabajar para
sobrevivir». La necesidad está en trabajar para vivir. La especie humana
posee una gran capacidad de adaptación, ya que tiene cerebro para
cambiar sus propios intereses, necesidades y objetivos, es decir, al
contrario que los animales, puede aprender desligándose de las
necesidades primarias.
Las
experiencias profesionales
Las experiencias
profesionales, la historia, la vida de las personas, los trabajos y
ocupaciones anteriores, las aficiones, los gustos, las diversiones y los
juegos, en definitiva la cultura de los individuos, son la base de su
futura responsabilidad, de los resultados eficaces de su vida y la causa
de que los empleos puedan mantenerse en un futuro.
Nadie, en ningún
curriculum vitae, expresa la simpatía, el don de gentes, los
carismas personales, la idiosincrasia de una persona, o lo que la
diferencia y caracteriza de las demás. Sin embargo, todos esos bienes
corresponden al bagaje cultural de una persona.
La experiencia abarca, en el
ser adulto, la totalidad de sus vivencias, ya que cualquier situación
vivida y almacenada, puede ser transferida como aprendizaje en otros
momentos o situaciones vitales. En «cualquier» situación laboral,
«cualquier» experiencia puede ser definitiva para aplicar o transferir
una conducta, conocimiento, afecto o movimiento.
Polivalencia
El ser humano es, por
definición y necesidad, polivalente. Somos animales racionales, y
mantenemos vivo, tanto nuestro espíritu de supervivencia como la
necesidad de ser solidarios. En nuestra memoria se insertan millones de
informaciones almacenadas durante muchos años en millones de neuronas.
Las relaciones, conexiones entre ellas, hacen al ser humano diferente a
otras especies.
Cuanto más integrada está la
mente humana, mayores posibilidades de respuesta vital tienen los
individuos para acceder a la formación, al aprendizaje y al empleo. Una
vez conseguido este, la mayor cantidad de habilidades, logra una mayor
posibilidad de acciones y por lo tanto un mayor grado de aspiraciones
laborales.
Si establecemos relaciones
entre los conceptos, las experiencias de todo tipo, los afectos, las
actitudes y los movimientos, nos convertimos en seres con mayores
capacidades de supervivencia, de afecto y de actividad laboral
El
mundo de lo subliminal
Todo lo que se introduce en
nuestro cerebro de forma inconsciente, es decir, lo que se adentra bajo
el límite del consciente, es lo que llamamos percepciones subliminales.
El proceso de análisis de la subliminalidad es complejo por la variedad
de lugares, impactos visuales y auditivos, estímulos ocultos o
camuflados por la que se nos introduce en el cerebro. Sin embargo, se
hace posible el descubrir en muchos casos en qué lugar se encuentran
dichos estímulos y cómo dar con ellos. El trabajo, actividad de clase,
suele ser de gran interés para los alumnos. Permite al mismo tiempo
sentar las bases por las que una persona no solamente entiende mejor los
mensajes, sino que descubre gran parte de lo que en un momento puede
lesionar sus intereses y defenderse, con conocimiento, de mensajes no
queridos.
La publicidad, el cine, la
imagen fija, las técnicas de venta, la televisión, el diálogo, los
documentos de trabajo, etc., están llenos de situaciones que hacen
posible apreciar dónde y cómo se dan los estímulos que pueden provocar
percepciones subliminales. José Lorenzo González, en su libro
«Persuasión subliminal y sus técnicas», describe una serie de
experimentos dirigidos a profundizar en los efectos de lo subliminal: La
primera investigación se debe a Pierce y Jastrow (1984) quienes
pretendían saber si los juicios de las personas sobre cual de dos
objetos era el más pesado, podían ser afectados por la presentación de
estímulos subliminales.
Los datos obtenidos pusieron en claro que el criterio con el que las
personas juzgan espontáneamente el peso de una serie de objetos puede
ser cambiado subliminalmente sin que el sujeto sea avisado de ello.
«Si los criterios de evaluación pueden ser cambiados subliminalmente,
esto significa que cualquier comportamiento puede ser manipulado. Muchos
individuos podrían cambiar sus actitudes sobre la moralidad de la
guerra, de la embriaguez, de la traición o de la amistad».
Las
relaciones interpersonales
La comunicación entre los
seres humanos es clave para la búsqueda y aceptación en el empleo y para
el mantenimiento en el mismo. Sin embargo, no debemos pensar solamente
en ello, ya que sin comunicación interpersonal, difícilmente podremos
comunicarnos con nosotros mismos, es decir, reflexionar. La clave de las
relaciones con otras personas está en nuestra formación personal, en la
capacidad de pensamiento, reflexión, formación y autoevaluación.
El sistema comunicativo es
parte del sistema general que nos proporciona la probabilidad de cumplir
con la sociedad en que vivimos.
Ejercicio: Subliminalidad, necesidades y empleo
Fase primera.
Análisis de anuncios.
El profesor presenta,
tanto en vídeo como en revistas, abundantes anuncios
publicitarios en los que se aprecien actividades humanas de
diverso signo: trabajo, diversión, consumo, utilización del
hombre y la mujer.
-
Se propone un
debate sobre los anuncios publicitarios y la incidencia
social, consumista, que provocan.
-
Se pide a los
alumnos que recuerden otros anuncios que amplíen el marco de
posibilidades.
-
Se analizan en
grupo:
-
La veracidad, el
engaño, la eficacia, el impacto personal y afectivo de los
anuncios.
-
Se analizan en
grupo los elementos subliminales que expresan lujo, consumo.
riqueza, confort, información, etc.
Fase
segunda: Individual.
-
Confeccionar un
trabajo personal en el que se tengan en cuenta los impactos
que personalmente repercuten de la publicidad y de toda
imagen o situación que genera subliminalidad.
-
Enumerar
situaciones parecidas en otras personas.
Fase
tercera. En pequeños grupos de trabajo. Máximo cinco personas.
Fase
cuarta. En el grupo de la clase.
-
Presentar guión,
y filmación en su caso, ante el resto de los compañeros.
-
Proponer turnos
de preguntas y respuestas sobre la realización y el tema
elegido.
Fase quinta. Síntesis final
-
El profesor, con
la ayuda de los alumnos elabora un listado de conclusiones.
-
El grupo realiza
un mural en el que se exponen los elementos principales de
que se compone la subliminalidad y la respuesta de las
personas en su ocupación.
Recurso
didáctico. Spot publicitario y anuncios. |
Ejercicio:
Debate sobre las
funciones del profesor
orientador
Fase
primera. Semejanzas y diferencias
A partir de los datos que ya
conoces por tu experiencia, de los documentos y gráficos de
anteriores y de explicaciones de tu profesor realiza individualmente una
lista de funciones iguales y parecidas, y
otra de diferencias, entre el profesor tradicional y el profesor
orientador.
Fase
segunda. En grupo
Hacer un juicio crítico y
exponer situaciones conocidas que tengan que ver con las frases:
-
la escuela es un
antro de dependencia
-
la familia crea
relaciones de dependencia
-
el sexo crea
relaciones de dependencia
Fase
tercera. En grupo.
-
Contestar a la
pregunta y exponer situaciones conocidas
-
¿Puede y debe
crear la actitud del profesor orientador situaciones de
dependencia?
-
Explicar lar
razones a favor y/o en contra
Fase
cuarta: debate y puesta en común
-
Presentar los
trabajos o conclusiones de grupo
-
Elaborar una
síntesis lo más completa posible sobre relaciones de
dependencia entre alumnos y profesores
-
Realizar un guión
para un cómic sobre una situación de dependencia
-
Diseñar y
producir un cómic o historieta sobre una situación de
dependencia
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