El
puntero de don Honorato/Bibliografía
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Análisis argumental: el relato
Después de ver la película
completa, para facilitar el trabajo posterior es conveniente comenzar por el
esquema argumental. El primer paso es preguntar al alumno por las primeras
impresiones recibidas, comentar el relato, descubrir la línea narrativa, los
personajes principales y qué papel juegan, etc. Es conveniente hacer un
gráfico o mapa conceptual de la narración. A partir de ahí se descubre el
mensaje e idea central. Realizar una valoración del mismo.
Arriba |
Plano contrapicado |
Análisis de técnicas y
lenguajes cinematográficos
El cine tiene identidad propia,
una historia, un lenguaje determinado y una tecnología que avanza
constantemente, y que necesariamente ha de ser profundizada. Por ello hay
que tener en cuenta y analizar cada uno de sus elementos: Planos, fundidos,
encuadres, movimientos de cámara, luz, color, sonido, interpretación, música
y comentarios, técnicas de montaje, actores, director, etc.
La película
El tercer hombre, en
concreto, se caracteriza por la profusión y diversidad de información de
narrativa cinematográfica hecha evidencia en la dificultad y barroquismo de
sus encuadres, enfoques y heterogeneidad de planos, que se adaptan
plenamente a la narrativa literaria. Ver:
Tipos de plano
Comparar lo literario con lo
cinematográfico, ya que es una película basada en una idea literaria.
Destacar los diferentes planos, movimientos de cámaras, picado y
contrapicado -fijarse especialmente en la vista aérea desde la noria- y
destacar la unión entre lenguaje cinematográfico y lo que dice el texto.
La importancia de la música de
Anton Karas, en cítara, es otro elemento que se convierte en cómplice de la
narrativa literaria y visual. La música escolta toda la película, haciéndose
protagonista tanto en los créditos iniciales como en el acompañamiento del
personaje principal, presentándolo o despidiéndolo. Es la música la que
juguetea durante la secuencia de la noria, componiendo actitudes de los
personajes, texto literario, y alejándose cuando se aleja el personaje.
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Plano
general panorámico |
Plano
general |
Plano
americano |
Plano
medio |
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Primer
plano |
Plano
detalle |
Plano
picado |
Plano
contrapicado |
Analizar la novela «El tercer
hombre» de Graham Greene
Es conveniente que los alumnos la
lean completa, con análisis de textos incluido y orientaciones del profesor.
Se puede analizar el guión
cinematográfico, realizado también por Graham Greene y compararlo con las
imágenes filmadas apreciando las diferencias. En el caso de esta película,
se puede presentar el texto añadido, tanto por el director como por Orson
Welles, para comparar el guión original con el resultado final. Si de la
película que analizamos no podemos encontrar el guión original, se
recomienda escribir los textos y realizar un guión a partir de alguna
secuencia clave.
Es interesante realizar juicios de
valor sobre la relación entre la narración literaria, el mensaje descubierto
por los alumnos y la técnica empleada por el director para la puesta en
escena de la obra. |
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Harry, sombra
y elipsis
Durante la primera mitad de la
historia, Harry es una pieza argumental, una brillante elipsis que
atrae nuestra atención cuando le creemos muerto. En la segunda
mitad, pasa a ser un atractivo sol que nos hace girar a todos,
personajes y espectadores, a su alrededor. Harry Lime aparece de las
sombras en una escena teatral que (ésta vez sí) Welles y Robert
Kraster, director de fotografía, consiguieron inmortalizar con una
mueca y un juego de luces pese a su arbitrariedad dramática.
Recordemos: Martins está desorientado. Su amigo ha muerto. Galloway
le ha demostrado que no era sino un criminal. Se ha enamorado,
infructuosamente, de Anna. Borracho, en la calle, se siente seguido
(una escena previa ya nos ha dado a entender de quien se trata). “Es
un espía muy torpe,”grita Holly, “se le ven los pies”. De improviso,
la luz de una ventana ilumina el portal, la omnipresente música de
Anton Karas se eleva y un foco ilumina a un sonriente Harry Lime.
No obstante, pese al maquiavélico
encanto de Lime (¿o debería decir de Welles?), será Martins quien
gane por KO. Aunque Lime repite escena triunfal en la escena del
Prater, con un Welles sabedor de su dominio de las tablas, la dolida
sobriedad de Joseph Cotten no sólo dan la talla sino que aguantan
dramáticamente el veleidoso embate del diablo. Lime exhibe su código
ético (si te pagasen por cada punto que se detuviera, ¿rechazarías
la oferta o empezarías a contar cuántos puntos detendrías?, dice
Lime cínicamente refiriéndose a sus víctimas) y Martins le acusa de
vender a Anna. Irónicamente, Welles dibuja un corazón con el nombre
de la chica mientras amenaza a su viejo amigo. Martins le informa
que su plan ha quedado al descubierto y Lime se va por peteneras. Al
final, claro está, nos quedaremos con la frase sobre el
Renacimiento, los Borgia, Suíza y el reloj de cuco; pero la
brillantez literaria quedará sepultada por la sordidez moral de
Lime. No queremos ser como él y, finalmente, nos duele que traicione
a Holly. Le ha traicionado. Nos ha traicionado.
…Y posiblemente sea ése el
secreto del éxito de El tercer hombre. Su capacidad, su
empatía, para que nos identifiquemos con el (anti) héroe, un tipo
mediocre, parado, al que le cuesta captar lo que pasa, que se
enamora de la chica equivocada, que es traicionado por su mejor
amigo y que, cuando hace lo que debe, se está inmolando a sí mismo.
(de Antoni Peris en
Miradas.net) |
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© Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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