Nanuk, el
esquimal. Nanook of the North.
EE.UU: 1922. 55 min.
B/N.
Director: Robert J.
Flaherty.
Fotógrafia Robert
J. Flaherty.
Producción
Révillon Fréres.
Intérpretes:
Allakarialuk y los habitantes del pueblo de Port Harrison.
Se le considera el
primer documental etnográfico. Describe la vida de Nanuk (Allakarialuk), sus
dos mujeres, sus dos hijos y su perro a lo largo de un año, desde el verano
hasta la primavera, en la zona noroeste de la bahía de Hudson. Al tiempo que
narra sus tareas cotidianas, la venta de pieles de renos cazadas durante un
año, la pesca, la caza de focas y morsas, dibuja a los personajes y su
nómada existencia. Además de reflejar la construcción de un igloo en
invierno con un bloque de hielo como ventana, los juegos con los niños y la
intimidad entre las pieles en el interior. Flaherty muestra a los esquimales
con gran lujo de detalles, reflejando unas formas de vida ancestrales e
interfiriendo lo menos posible en ellas. Describe a los «Itivimuits» (la
rama de la raza esquimal a la que pertenece Nanuk) como «la gente más
animosa y alegre del mundo; intrépida, relajada, llena de buen humor». Un
trabajo didáctico en el que incluye mapas de situación. |
Vida de
moro
Un
documental producido por Canal + que analiza el complejo fenómeno de la inmigración a
través del retrato íntimo de cuatro magrebíes instalados en la localidad
almeriense de El Ejido.
El
documental Vida de moro, fruto de medio año de trabajo, está rodado en dos
niveles, algo inédito hasta ahora en España. Por un lado, una cámara visible
ofrece un retrato de quiénes son, qué han dejado atrás, qué frustraciones y
qué esperanzas comparten los cuatro magrebíes protagonistas del programa
mediante la entrevista directa. Por otro, una cámara oculta en manos de un
reportero marroquí que convive con ellos muestra cómo piden trabajo en los
invernaderos, cómo lo obtienen y lo pierden, y cómo les niegan la entrada en
establecimientos públicos, reflejando un abismo de desprecio y desconfianza
entre ambas comunidades. Abderrahim, Hassan, Aziz y Abdelgani han cruzado
sus caminos en la Casa Roja, un cortijo en ruinas a las afueras de El Ejido
convertido en chabola. Ellos, con sus diferentes orígenes y situaciones (que
van desde el estudiante de filosofía que busca oportunidades fuera de su
tierra hasta el que emigra para poder mandar dinero a casa), son una muestra
de entre los 10.000 y 15.000 inmigrantes ilegales que residen en la comarca,
conocida como el mar de plástico por los invernaderos, y que trabajan en
condiciones muy precarias para poder ahorrar y regularizar su permiso de
residencia. La tensa situación entre este colectivo y la población local
explotó con brotes de violencia extrema nunca vista hasta entonces en la
zona.
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