Mujeres protagonistas en el cine

Milada

La mujer que lucha contra las dictaduras

 

Enrique Martínez-Salanova Sánchez

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Milada Horáková


Una de las figuras que Checoslovaquia recuerda como un símbolo de lucha contra los totalitarismos y las injusticias, Milada Horáková, una película en lengua inglesa, realizada por el director checo David Mrnka, quien se inspiró fundamentalmente en las memorias de la hija de Milada.

La película se acerca, aunque con lagunas importantes, a la vida de una mujer que se opuso al nazismo y al comunismo, que padeció cárcel y tortura en ambos regímenes y que finalmente se sumó a los mas de cien millones de seres humanos inocentes asesinados por el terror rojo.

 La película. por desgracia, omite todo lo que Milada hizo en su juventud, en favor de la cruz roja y ayudando a gente a escapar de nazis y comunistas, que fundó un periódico que aún hoy se publica, que fue una relevante figura académica y política en una época en la que no había mujeres en esos ámbitos. De hecho, fue la única mujer condenada a muerte en la Checoslovaquia soviética. 


"Váyanse a los prados y a los bosques, allí, en el perfume de las flores encontrarán un trozo de mí, váyanse a los campos, miren lo hermoso y estaremos juntos. Miren a la gente que les rodea y en cada una de las personas voy a reflejarme en algo. No soy insegura ni estoy desesperada - no disimulo, tengo tanta tranquilidad dentro de mí, ya que mi conciencia está tranquila".

Esto lo escribió Milada Horáková a su familia tres horas antes de su ejecución el 27 de junio de 1950, a las dos y media de la madrugada, llegaron a su destinatario cuarenta años más tarde.

 


La verdadera Milada Horáková y la actriz Ayelet Zurer, que la interpreta


Milada


 2017. República Checa. 124 min.

Dirección. David Mrnka

Guión. David Mrnka, Robert J. Conant, Robert Gant, a partir de un libro de David Mrnka.

Música. Ales Brezina

Fotografía. Martin Strba

Reparto. Ayelet Zurer, Robert Gant, Daniel Rchichev, Karina Rchichev, Tatjana Medvecká, Vica Kerekes, Igor Orozovic, Jaromír Dulava, Alena Mihulová, Vladimír Javorský, Marian Mitas, Anna Geislerová

Sinopsis. La política y defensora de los derechos humanos Milada Horáková lucha por sostener sus convicciones en la Checoslovaquia comunista.




Milada Horáková, biografía


Milada Horáková (1901-1950) fue una abogada y política checa, víctima de los procesos políticos de los años 50 en Checoslovaquia. Fue la única mujer ejecutada durante estos procesos y gracias a su firmeza y lucha por sus ideales se convirtió en el símbolo de la resistencia contra el régimen comunista.

 Nació en Praga, como Milada Králová, y ya en su juventud se caracterizó por sus ideas progresistas. Como adolescente fue expulsada del instituto por haber participado en las manifestaciones pacíficas. Luego, gracias a la independencia de Checoslovaquia del Imperio Austro-Húngaro pudo comenzar sus estudios en la Universidad Carolina, donde se licenció en Derecho.

Al terminar su carrera se casó con Bohuslav Horák, un economista que conoció ya en la universidad y que trabajaba en la radio checoslovaca. En 1933 nació su única hija, Jana.

En 1929 entró al Partido Socialista Nacional Checo, pero sobre todo luchó por la igualdad de las mujeres y se convirtió en la persona clave del Consejo Nacional Femenino, la organización de las mujeres más importante del país. Como socialista participaba en las cuestiones de la solidaridad, sobre todo en el campo de la justicia y diligencia social. Colaboraba con la Cruz Roja Checoslovaca y con otras asociaciones sociales.

Para ampliar sus conocimientos lingüísticos viajó a Inglaterra, Francia y a la Unión Soviética. Hablaba inglés, francés y alemán.

Durante la ocupación alemana colaboró con los movimientos de resistencia y, a través del Consejo Nacional Femenino, organizó un socorro social relacionado no sólo con la crisis económica mundial, sino que también ayudó a la gente perseguida. Por eso, en 1940 fue encarcelada junto con su esposo. Estuvo dos años en la cárcel de Pankrác, y la Plaza de Carlos en Praga y después del atentado a Heydrich la trasladaron al campo de concentración de Terezín. Más tarde todavía pasó por varias cárceles en Alemania.

Después de la liberación en mayo de 1945 volvió a Praga, donde se encontró con su marido, que también sobrevivió a la guerra. Ingresó otra vez en su partido político y también renovó el Consejo Nacional Femenino, donde fundó en 1947 un periódico femenino llamado Vlasta, que sigue publicándose hasta el día de hoy.

Después del golpe de estado comunista de febrero de 1948, decidió dimitir de su puesto en el Parlamento, pero continuó colaborando con la oposición del nuevo régimen. Aunque tenía posibilidades de abandonar el país, se quedó para luchar por la libertad. El 27 de septiembre de 1947 la arrestaron por espionaje y conspiraciones que iban hacia la caída del régimen y después de un proceso el 8 de mayo de 1950 fue condenada a muerte con tres de sus colegas. Fue la primera vez que una mujer, madre de una adolescente de 17 años, murió como víctima de un proceso político.

Aunque personas importantes como Albert Einstein, Winston Churchill o Eleanor Roosevelt intentaron pedir clemencia por los condenados a través de cartas, todo fue inútil. Finalmente el presidente Gottwald firmó las penas de muerte.

El 27 de junio 1950, Milada Horáková, a la edad de 48 años, fue ejecutada en la cárcel de Pankrác en Praga, la única mujer de las 234 víctimas políticas en Checoslovaquia desde 1948 hasta 1960.

El 27 de junio de 2004, coincidiendo con el aniversario de la condena de Milada Horáková, se proclamó este día como El día del recuerdo de las víctimas del régimen comunista.  


El martes 27 de junio a las 5 horas 35 minutos Milada Horáková subió a la horca en el patio del presidio de Pankrác en Praga, siendo la última de los cuatro condenados a muerte. Tres horas antes se despidió de sus prójimos:

"Los pájaros se están despertando ya - empieza a amanecer. Voy con la cabeza erguida - hay que saber perder. No es una vergüenza. Incluso el enemigo no pierde el honor al ser veraz y honrado. En la lucha se cae, pero la vida no es otra cosa que una lucha".


Milada Horáková en el proceso de mayo de 1950


©Enrique Martínez-Salanova Sánchez