Mujeres protagonistas en el cine

El milagro de Ana Sullivan

La superación de las barreras

 

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez

 

 

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La historia de Helen Keller y Anne Sullivan La película Algunas claves para analizar la película

Hablo de "El milagro de Ana Sullivan"


Desde siempre me ha apasionado el cine que trata a la discapacidad. Las personas discapacitadas siempre han estado representadas en el cine, y cada vez más, con mayor fuerza. No obstante, este lenguaje global ha tratado al discapacitado de forma desigual presentándolo, en una gran parte de la filmografía, tanto como ser marginal, deforme y malvado, como el bonachón incapaz de hacer daño a nadie. En el correr de los años, el cine ha avanzado en sus lenguajes promoviendo una figura del discapacitado, cada vez más acorde con el sentido que tienen y aportan  a la sociedad, tomando de la sociedad los modelos que esta provee.

En el tema de la discapacidad, con demasiada frecuencia se cometen omisiones y se fomentan prejuicios, se mantienen y se alientan actitudes negativas e injustas. No se puede dudar del poder de los medios. Las asociaciones de discapacitados luchan constantemente porque los medios reconozcan su derecho a ser vistos como el resto de los integrantes de la sociedad. La batalla de los colectivos de discapacitados está por hacerse presentes en los medios, dejar de ser «invisibles» en ellos de la misma manera que van haciéndose visibles en la sociedad, ya que ello significa existir en el pensamiento de los demás. «lo que no aparece en televisión no existe para la mayoría de los ciudadanos».


Anne Sullivan y Helen Keller

Anne Sullivan y Helen Keller con Mark Twain

La historia de Helen Keller y Anne Sullivan

Helen Keller quedó sorda y ciega a causa de una enfermedad cuando tenía 19 meses de edad. Llegó a desarrollarse culturalmente y ser una escritora y conferenciante pública mundialmente famosa. Helen no se desanimaba fácilmente. Pronto comenzó a descubrir el mundo usando sus otros sentidos. Tocaba y olía todas las cosas que estaban alrededor de ella y sentía las manos de otras personas para «ver» lo que estaban haciendo e imitaba (copiaba) sus movimientos. Cuando tenía siete años de edad inventó 60 signos diferentes que le servían para comunicarse con su familia. Al no poder expresarse ni entender su frustración aumentó con la edad y su rabia iba a peor. Se convirtió en una persona salvaje, revoltosa y muy agresiva. Esta situación hizo que se viera claramente la necesidad de hacer algo. Justamente, antes de cumplir siete años, la familia contrató a una tutora privada.

Anne Sullivan venía de un ambiente muy pobre. Había perdido la visión cuando tenía cinco años y fue abandonada en una casa de escasos recursos. Tuvo la suerte de haber encontrado un lugar donde fue bien acogida, el Colegio Perkins para Ciegos en Boston. Después de varios años, y tras dos operaciones con éxito recuperó su visión. Se graduó obteniendo el título de honor. Para el director de la escuela estaba claro que Anne Sullivan era la persona adecuada para educar a Hellen Keller.

El primer paso de Anne fue comunicarse con ella venciendo su agresividad con fuerza y paciencia. El siguiente paso fue enseñarle el alfabeto manual. Anne le ponía en contacto con los objetos y le deletreaba en la mano las palabras. Así comenzó a animarse y cada cosa que encontraba la cogía y preguntaba a Anne cómo se llamaba. Así fue preparando a su alumna con nuevas palabras e ideas que necesitaría para enseñarle a hablar. Como resultado de todo este trabajo, Hellen llego a ser más civilizada y amable, y pronto aprendió a leer y escribir en Braille. También aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos y sintiendo el movimiento y las vibraciones.

Anne la ayudó en varias instituciones trabajando con otros materiales y textos, enseñándole distintas lecciones y actuando como su intérprete. Ella interpretaba en las manos de Hellen lo que los profesores decían en clase, y transcribía en los libros utilizando el sistema Braille.

Hellen se graduó con título de honor de la Radcliffe College en 1904. Tenía un poder de concentración extraordinario, muy buena memoria y muy buenos recursos personales para mejorar. Mientras estaba en aquella escuela escribió «La Historia de Mi Vida». Este libro tuvo un rápido éxito y gracias a él ganó suficiente dinero para comprarse su propia casa.

La ceguera era, a menudo, causada por una enfermedad que también era la causa de que muchos vivieran en pobreza. Hellen colaboró en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos con el objetivo de ofrecer servicios a otras personas ciegas. Llegó a ser famosa, invitada por muchos países y recibió títulos de Honor de diferentes universidades extranjeras.

Helen Keller

Anne Sullivan

Anne Sullivan y Helen Keller con Alexander Graham Bell

 

La película :El milagro de Ana Sullivan, The miracle worker

Temas: Educar en el esfuerzo y una valoración real de él, es una asignatura pendiente. La película se presta a un amplio debate sobre la necesidad de armonizar exigencia, comprensión y disciplina.

EE.UU. 1962. 105 min. B/N.

Director: Arthur Penn.

Montaje: Ernest Caparros.

Guión: Helen Keller, William Gibson.

Música: Laurence Rosenthal.

Intérpretes: Peggy Burke, Inga Swenson, Anne Bancroft.

Sinopsis: Annie Sullivan llega a casa de los Keller para encargarse de una tarea casi imposible: enseñarle el mundo exterior a Helen Keller, una niña de siete años ciega y sordomuda desde los dieciocho meses, a causa de una enfermedad.

Oscar a la Mejor Actriz en 1962.

El director: Arthur Penn. 1922

Director cinematográfico estadounidense. Trabajó en el teatro y en la televisión y en 1958 dirigió su primer filme, The Left-Handed Gun (El zurdo), una biografía intelectualizada del héroe de tantos westerns Billy el Niño. Llevó luego a la pantalla The Miracle Worker (El milagro de Ana Sullivan, 1962), Mickey-One (Acosado, 1964) y The Chase (La jauría humana, 1965). La obra con la que alcanzó su mayor éxito fue Bonnie and Clyde (1967), con la trágica muerte de una pareja de delincuentes. En su filmografía hay otros títulos memorables como Little Big Man (El pequeño gran hombre, 1969), Four Friends (Georgia, 1981), Target (1985) y The portrait (El retrato)1993.

Warren Beatty, Faye Dunaway and Arthur Penn on the set of Bonnie and Clyde

Algunas claves para analizar la película

Tomado de:

Mauricio Játiva. Catedrático de Secundaria. Licenciado en Filosofía

En familiayeducacion.org

 ¿Cómo cabe calificar la actitud de la profesora? Rasgos positivos y negativos.

  • No desfallece: actitud firme (¿excesiva?). Educar es un auténtico reto: siempre es complicado, no tirar la toalla, no hay casos perdidos. Fortaleza, constancia y mucha paciencia.

  • Planifica una estrategia: fuera improvisaciones; los problemas no suelen solucionarse solos. No buscar resultados inmediatos.

  • Actitud creativa: flexibilidad, originalidad, redefinición; piensa en alternativas (trasladarla a la casa de campo). Las dificultades no deben paralizarnos.

  • Pensamiento positivo (se fija en lo que estima la gran capacidad de aprender de Hellen.

  • Su total disponibilidad.

¿Le falta, quizás, poner un poco de amor en lo que hace? ¿Demasiado dura en las formas?

¿Intransigente? Distinción entre la sana autoridad y el autoritarismo.

Factores que dificultan el aprendizaje de la niña.

Hábitos previos negativos: es una niña consentida (se compadecen de ella y le permiten todo). Huir de las falsas compasiones (la ven como una inútil). Falsedad de los razonamientos emocionales (las cosas no tienen por qué ser como se sienten).

Exceso de protección: miedo a que le pase algo («vuela bajito y despacio»). Es la principal dificultad que Ana Sullivan detecta. Perder el miedo a decir que no a un antojo, o incluso a algunos deseos legítimos de los hijos. Exigir que se “intenten” hacer las cosas bien; la exigencia ha de ser personal, gradual y llena de cariño. La permisividad de los padres genera el pasotismo de los hijos.

Obviamente, sus carencias físicas. Otra distorsión cognitiva: abstracción selectiva; solo se dan cuenta de los defectos de su hija, no del potencial de su inteligencia.

¿Qué estrategias motivacionales utiliza la profesora?

  • Activa la curiosidad.

  • Trabajan juntas.

  • Valora las metas: premios y castigos (¿hasta qué punto?).

  • Es consecuente.

Distorsiones cognitivas que existen en la actitud de los padres.

Ideas preconcebidas: su hija es una enferma sin cura; cuidado con la «etiquetación», huir de los fatalismos.

Exceso de protección. La exigencia sólo cobra sentido cuando nace del cariño verdadero. La exigencia no ha de doblegar la voluntad sino motivarla; no es imponer por la fuerza sino por el cariño. La voluntad se forja con vencimientos y con motivos.

Refuerzo negativo: premian una conducta negativa para que no moleste (escena del mordisco a la maestra y caramelo de la madre). Los caprichos consentidos hacen crecer las necesidades.

No identifican el problema; muchas veces el problema está en no identificar el problema. La familia sabe cuál es el problema de Helen, pero no saben cuál es el suyo, hasta que descubren que su manera de comportarse no es la adecuada.

Sugerencias didácticas:

  • Analizar la película y sus características.

  • Enumerar actitudes positivas y negativas hacia la discapacidad.

  • Enunciar términos peyorativos para las personas diferentes y buscar otros más adecuados.

  • Expresar las barreras de todo tipo que tienen los discapacitados para su educación y socialización.

  • Proponer cambios de actitud en los profesionales, autoridades y sociedad ante el mundo de la socialización de discapacitados.

  • Enumerar otras películas que tienen que ver con este problema.

  • Tomar contacto con asociaciones de discapacitados para comprender mejor el problema.


Algunas claves para analizar la película

El milagro de Ana Sullivan. Una educadora que ayuda a superar las barreras a una joven sorda y ciega

 

 

5.1. La discapacidad como protagonista.

 

Esta película adapta la autobiografía de Hellen Keller (1880- 1960), "The story of my life'' (1903), mujer ciega y sorda, escritora y activista, pionera gracias a su trabajo hasta su muerte, en la reivindicación de los derechos de las personas discapacitadas y los medios para conseguir su inclusión social mediante el aprendizaje. En ella se narran sus primeros momentos de la infancia, y su encuentro con su maestra Anne Sullivan, que estuvo con ella hasta su fallecimiento.

William Gibson escribió una serie de TV que adaptó posteriormente al teatro y al cine. Con ese guión Arthur Penn realizó la película, una historia de superación personal, lograda con el apoyo, ayuda y experiencia de Ana Sullivan, la educadora, que propugna educar en el esfuerzo y una valoración real de él. La película se presta a un amplio debate sobre la necesidad de armonizar exigencia, comprensión y disciplina, la educación, la pedagogía activa y concreta, y las dificultades de la didáctica cuando la problemática es violenta o existe sobreprotección familiar en la educación. Se ponen de manifiesto las capacidades de la profesora, y las fuerzas que debe tener quien enseña para seguir educando a pesar de todas las dificultades, con convicción, para llegar a una liberación de la persona que debe educarse y aprender, en igualdad de oportunidades, en participación total en la sociedad, al romper las barreras de la discapacidad e integrarse plenamente en la sociedad.

 

5.2. La historia de Hellen Keller y Anne Sullivan

Hellen Keller quedó sorda y ciega a causa de una enfermedad cuando tenía 19 meses de edad y se convirtió en una persona caprichosa e intratable, lo que obligó a sus padres a buscar a una persona que la cuidara y tratara.

Llegó a desarrollarse culturalmente y ser una escritora y conferenciante pública mundialmente famosa. Hellen no se desanimaba fácilmente. Pronto comenzó a descubrir el mundo usando sus otros sentidos. Tocaba y olía todas las cosas que estaban alrededor de ella y sentía las manos de otras personas para «ver» lo que estaban haciendo e imitaba (copiaba) sus movimientos. Cuando tenía siete años de edad inventó 60 signos diferentes que le servían para comunicarse con su familia. Al no poder expresarse ni entender su frustración aumentó con la edad y su rabia iba a peor. Se convirtió en una persona salvaje, revoltosa y muy agresiva. Esta situación hizo que se viera claramente la necesidad de hacer algo. Justamente, antes de cumplir siete años, la familia contrató a una tutora privada. (Keller, 2007)

Anne Sullivan venía de un ambiente muy pobre. Había perdido la visión cuando tenía cinco años y fue abandonada en una casa de escasos recursos. Tuvo la suerte de haber encontrado un lugar donde fue bien acogida, el Colegio Perkins para Ciegos en Boston. Después de varios años, y tras dos operaciones con éxito recuperó su visión. Se graduó obteniendo el título de honor. Para el director de la escuela estaba claro que Anne Sullivan era la persona adecuada para educar a Hellen Keller.

El primer paso de Anne fue comunicarse con ella venciendo su agresividad con fuerza y paciencia. El siguiente paso fue enseñarle el alfabeto manual. Anne le ponía en contacto con los objetos y le deletreaba en la mano las palabras. Así comenzó a animarse y cada cosa que encontraba la cogía y preguntaba a Anne cómo se llamaba. Así fue preparando a su alumna con nuevas palabras e ideas que necesitaría para enseñarle a hablar. Como resultado de todo este trabajo, Hellen llego a ser más civilizada y amable, y pronto aprendió a leer y escribir en Braille. También aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos y sintiendo el movimiento y las vibraciones.

Anne la ayudó en varias instituciones trabajando con otros materiales y textos, enseñándole distintas lecciones y actuando como su intérprete. Interpretaba en las manos de Hellen lo que los profesores decían en clase, y transcribía en los libros utilizando el sistema Braille. (Keller, 2012)

Hellen se graduó con título de honor de la Radcliffe College en 1904, y fue la primera persona sordociega que pudo moverse en una Universidad. Tenía un poder de concentración extraordinario, muy buena memoria y muy buenos recursos personales para mejorar. Mientras estaba en aquella escuela escribió «The story of my life'» (Keller, 1978). Este libro tuvo un rápido éxito y gracias a él ganó suficiente dinero para comprarse su propia casa. En 1904 en la exposición de San Luis habló por primera vez en público.

La ceguera era, a menudo, causada por una enfermedad, causa igualmente de que muchos vivieran en pobreza. Hellen colaboró en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos con el objetivo de ofrecer servicios a otras personas ciegas. Llegó a ser famosa, invitada por muchos países y recibió títulos de Honor de diferentes universidades extranjeras.

En 1964, Hellen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Amistad, el más alto premio para personas civiles. Poco antes de su muerte, a la edad de 87 años, Hellen Keller le dice a un amigo: “En estos oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito que no conozco, pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha.”


5.3. Ficha técnica de El milagro de Ana Sullivan, The miracle worker

EE.UU. 1962. 105 min. B/N.

Director: Arthur Penn.

Montaje: Ernest Caparros.

Guión: Hellen Keller, William Gibson.

Música: Laurence Rosenthal.

Intérpretes: Anne Bancroft (Anne Sullivan), Patty Duke (Helen Keller), Andrew Prine (Jimmy Keller), Inga Swenson (Sra. Keller)

Sinopsis: Annie Sullivan llega a casa de los Keller para encargarse de una tarea casi imposible: enseñarle el mundo exterior a Hellen Keller, una niña de siete años ciega y sordomuda desde los dieciocho meses, a causa de una enfermedad.

Premios: 1962. Oscar a la Mejor Actriz (Anne Bancroft) y a la mejor actriz de reparto (Patty Duke). Fue nominada a otros tres Oscar (mejor vestuario en blanco y negro, mejor director y mejor guión adaptado).


5.4. Ana Sullivan.

5.4.1. Ana Sullivan en el film. Había sufrido ceguera parcial. Tras ser rechazada en varios centros, acudió a la familia Keller, como institutriz, para intentar educar a Hellen, un caso muy difícil pues la niña ya tenía siete años de edad y la familia, por su sobreprotección y las exigencias de mayor rigor y autoridad, entorpecían sus enseñanzas. Se la llevó durante un tiempo al pabellón de caza para separarla de su familia y ejercer con la niña la autoridad que no ejercían sus padres, a los que convenció de que eran un obstáculo para su educación.

También se dio cuenta Ana Sullivan de que la adquisición del lenguaje suponía para Hellen la posibilidad de expresar sus sentimientos ante los demás y ante sí misma, y el dejar de lado esa agresividad animal que utilizaba siempre que se sentía presionada.

En la película, por medio de flashbacks se ve a la maestra encerrada en un orfanato y como le atormenta haber abandonado a su hermano inválido para seguir sus estudios. Siempre lleva gafas oscuras, como para ocultar su remordimiento pues, aunque ha recuperado la vista, “Cualquier luz me hiere los ojos”, le dice al padre de Hellen Keller cuando éste le dice que no le gusta hablar con una mujer que se esconde detrás de unas gafas oscuras.

Ana utiliza con Hellen la autoridad, incluso la violencia, pues sabe que la persuasión no cabe en una niña que no ve ni oye. Ante la permisividad de la familia, les hace ver, tras muchos esfuerzos, que deban adquirir su responsabilidad educadora, aprender a tratar a Hellen como a un ser humano, que no significa ni compasión ni permitirle hacer todo lo que quiera."

5.4.2. Las estrategias y acciones didácticas de Ana Sullivan.

Hellen aprendió a leer cuando Ana le permitía tocar las cosas y se las deletreaba, con toques en la mano de la niña. Así le fue enseñando el alfabeto manual.

Para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Hellen en su garganta para que pudiera sentir las vibraciones creadas al comunicarse. Y hacía que Hellen tratara de formar estas mismas vibraciones.

La agresividad de Hellen la canalizó Ana mediante lecciones de paciencia y firmeza. Creó en ella un ansia de aprender que aumentaba cada día.

De la misma forma, se ganó el afecto de la niña, tras una etapa de hostilidad, y el respeto y admiración de sus padres, muy críticos con los primeros intentos.

 

Mapa conceptual: Cuadro elaborado por el autor de la página

 

5.5. Hellen Keller

Hellen nació sorda y ciega. Al no poseer más referencias exteriores que el tacto, el gusto y el olfato, sus padres dieron su aprendizaje por perdido y le permitieron hacer lo que quería, convirtiendo a la niña en una rebelde caprichosa a la que daban todos los gustos.

Al ser separada de su familia por Ana Sullivan, no le quedó otro remedio que vincularse a ella y obedecer. Cuando fue capaz, con la ayuda de su profesora, comprender su primera palabra, su vida cambió profundamente.

 5.6.  El ámbito familiar de la familia Keller)

La familia Keller era una familia burguesa que vivía en una zona de campo. Un matrimonio con dos hijos, el mayor, James, y la pequeña, Hellen. Más tarde llega una nueva niña, recién nacida en el film.

5.6.1. El padre.

El padre de Hellen piensa que es un caso perdido y que hay que encerrarla en un manicomio. Mientras tanto, le consiente todo, no acepta en sus comienzos la forma de comportarse su institutriz, Ana Sullivan, “¡Ciega! ¡Cómo es posible esperar que una ciega llegue a enseñar a otra!”. A lo largo del film se va dando cuenta, iniciado por Ana, de que para ayudar a su hija debe volverse más severo con ella.

5.6.2. La madre. Kate Keller

La madre está en una especie de segundo plano, más optimista que su marido en cuanto a la posibilidad futura de Hellen, igual de sobreprotectora que él, busca el camino del cariño, muy triste por la situación de la niña y no desea separarse de ella, aunque tampoco sabe muy bien qué caminos tiene de tratarla como ser humano. Anna Sullivan le enseñará a Kate Keller que con compasión Hellen nunca aprenderá nada de nada.

Cuando ve los resultados, Kate desea aprender el lenguaje que Anna Sullivan quiere enseñar a su hija.

5.6.3. El hermano. James Keller

Aunque en un principio del film James se mueve por los celos hacia su hermana, que le quita protagonismo y quiere que se vaya al internado, tras una conversación con la maestra, en la que ve que su padre tampoco le hace a él ningún caso, apoya la labor educativa de Anna y le dice a su a su padre la verdad: él no es sordomudo como su hermana. En el mismo instante en el que se enfrenta a su padre desaparecen los celos hacia Hellen y desea de verdad que su hermana pueda conseguir una vida mejor que la que tiene.


5.7. Diálogos de la película “El milagro de Ana Sullivan”

ANA SULLIVAN “Todo lo que el hombre piensa, siente y sabe lo expresa con palabras, y ellas disipan las tinieblas… Y yo sé, estoy segura, de que con una palabra conseguiría poner el mundo en tus manos. Y bien sabe Dios que no me conformaré con menos.”

 

En la película se compara en innumerables ocasiones su situación con una cárcel, y las metáforas del encierro y de la liberación de ese encierro están presentes desde el comienzo, cuando Hellen se halla en su cuna y el médico que la atiende se muestra optimista ante la pronta recuperación de la niña:

KATE KELLER.- Doctor, ¿se pondrá bien mi niña?

MÉDICO.- Mañana por la mañana estará rompiendo otra vez los barrotes de la cuna.

KATE KELLER.- ¿Hay algo que podamos hacer nosotros?

CAPITÁN KELLER.- Poner barrotes más fuertes, ¿eh?

 

ANA SULLIVAN. “Ahora cuanto tengo que enseñarte cabe en una sola palabra: todo.”

 

El padre, echa en cara a Anna sus duros métodos de enseñanza le pregunta con recelo: CAPITÁN KELLER. Señorita, ¿no quiere usted a la niña?

ANA SULLIVAN. ¿Y usted?

En ese momento el capitán se queda mudo porque en realidad nunca se había hecho esa pregunta y no estaba preparado para responderla. De hecho, su principal preocupación respecto a Hellen es cómo conseguir que la niña no le moleste:

 

Cuando Hellen recorre la mesa cogiendo con la mano de todos los platos de los comensales, y Anna Sullivan no cede ante los intentos de la niña por coger también de su plato:

CAPITÁN KELLER. Déjela por esta vez, es la única manera de que podamos conversar en la mesa.

 

Al ver los progresos en la conducta de su hija manifiesta su asombro y elogia la labor de Anna como si ésta estuviera educando a un perro en vez de a un ser humano.

CAPITÁN KELLER. Estamos más que satisfechos. Le ha enseñado a hacer cosas, a ser dócil, manejable, aseada.

ANNA SULLIVAN. - ¿Aseada?

CAPITÁN KELLER. Y nosotros decimos que el aseo está cerca de la perfección.

ANA SULLIVAN. El aseo no está cerca de nada.

 

La actuación y las ideas de Ana van calando en la familia.

ANA SULLIVAN.- Sólo le he enseñado una cosa: No. No hagas esto, no hagas lo otro…

CAPITÁN KELLER.- Menos le enseñamos nosotros durante años.

 

Kate Keller.- ¿Cuándo aprenderá?

Anna Sullivan.- Quizás dentro de un millón de palabras. […]

Kate Keller.- Lo que me gustaría es aprender también esas letras, señorita.

Anna Sullivan.- Mañana empezaré a enseñárselas, así nos tocará medio millón a cada

 

ANA SULLIVAN. Señora Keller, la ceguera o la sordera no el peor mal para Hellen, es el cariño de ustedes y su compasión. Entre todos la han criado como a un perrillo faldero, pero incluso a los perros se les educa.”

 

Conversación de Ana Sullivan con James, el hermano de Hellen

ANA SULLIVAN.- Cuento con Hellen, esa cabecita se está muriendo por saber.

JAMES KELLER.- ¿Saber qué?

ANA SULLIVAN.- Lo que sea. Hasta la cosa más pequeña que Dios ha creado. Tengo que aprovechar ese afán de saber.

JAMES KELLER.- Tal vez ella le enseñe a usted.

ANA SULLIVAN.- ¿En qué sentido?

JAMES KELLER.- Que no tiene tal afán, y que existe todo eso que se llama desaliento, resignación y abandono. Tarde o temprano todos nos rendimos, ¿verdad?

ANA SULLIVAN.- Tal vez lo hagan ustedes. Así concibo yo el pecado original.

JAMES KELLER.- ¿Cómo?

ANA SULLIVAN.- Rindiéndose.

JAMES KELLER.- Usted no llegará hasta su corazón. ¿Por qué no la deja en paz y le tiene un poco de compasión por ser como es?

ANA SULLIVAN.- Si alguna vez hubiera pensado así me hubiera muerto.

JAMES KELLER.- Se morirá igual. ¿Por qué preocuparse? ¿O es que también me quiere dar lecciones a mí?

 

KATE KELLER.- Señorita Anna. Todavía no conoce usted bien a la niña. Ella…

ANA SULLIVAN.- Conozco muy bien lo que es una vulgar rabieta y una chiquilla malcriada.

CAPITÁN KELLER.- La comprendería usted mejor si pudiera sentir un poco de compasión.

ANA SULLIVAN.- ¿Compasión? ¿Por esa déspota? Todos están pendientes de sus caprichos. ¿Hay algo que ella quiera y no consiga? ¿Sabe en qué la compadezco? En que el sol no lucirá para ella en toda su vida aunque ustedes le digan lo contrario. ¿De qué le servirá su compasión cuando a usted le cubra la tierra?

KATE KELLER.- Señorita Anna, de nada sirve perder los estribos.

ANA SULLIVAN.- Sí, eso es muy cómodo. Cuesta menos tenerle compasión que enseñarle algo mejor, ¿verdad?


5.8. Algunas claves para analizar la película

¿Cómo se enfrenta Ana Sullivan a la violenta agresividad de Hellen?

Analizar los momentos violentos de Hellen y comparar cómo actúan sus padres y cómo actúa Ana Sullivan

Analizar las metáforas visuales de la película

La cárcel: los barrotes de la cuna, la oscuridad de la casa en contraposición con la luminosidad del exterior, la balaustrada de la escalera con barrotes de la casa, enredarse entre las sábanas tendidas en el exterior de la casa, los brazos de su madre que le aprieta, la imagen aprisionada en la bola del árbol de navidad, que deforma la imagen de la niña, la prisión del desconocimiento del lenguaje.

La liberación mediante el lenguaje

¿Por qué Anna lleva a Hellen al pabellón de caza, y la encierra?

¿Qué pasa cuando la saca de paseo? ¿Ejerce Anna violencia con Hellen?

Interpreta los luminosos momentos de la película en el paseo de Hellen con Anna.

¿Qué significado puede darse a la secuencia en la que Hellen toca el cascarón roto del que sale un pollito?