Contamos Bichos

para la unidad didáctica de Infantil y Primaria «Vamos a contar bichos»

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez y María Amor Pérez Rodríguez

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El puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas de cine/Glosario de cine


Jugar con el lenguaje Lo que nos enseña Bichos

Jugar con el lenguaje

 Ya que hemos visto la película de Bichos y conocemos algunos de sus personajes, el mundo en el que se mueven, sus maneras de comportarse, ahora podemos contar qué nos parece e incluso decir aquello que no nos gusta o plantear otra historia parecida, cambiar el final… Se trata de que juguemos con el lenguaje de esta historia y nos comuniquemos con él.

 Para los más pequeños:

- Ofrecerles dibujos sobre la película para que los ordenen con una cierta coherencia argumental o para que planteen, dentro de sus posibilidades otra historia.

- Contar de forma oral la historia acompañándose de los dibujos.

 

 Para los medianos:

- Cuenta qué ocurre en la película.

- Escribe la historia que has visto como si fuese un cuento que tienes que contar a niños más pequeños que tú.

- Dibuja las escenas de la película y colócales debajo un texto, como si fuera un cómic, que permita a alguien que no la ha visto que se entere de lo que pasa.

- Elige algún personaje de la historia e inventa para él una escena. Dibuja lo que ocurre y escribe el texto.

- Imagina que Flik no hubiese tenido éxito con sus estrategias para vencer a los saltamontes, escribe qué habría pasado. Después podéis leerlo en clase y comentar lo que cada uno haya pensado.

 

Para los más mayores:

- Explica el argumento de la historia.

- Analiza cada uno de los personajes diciendo sus cualidades y sus defectos realizando una descripción.

- Prepara una caricatura de alguno de los personajes.

- Escribe el final de la historia desde el punto de vista de los saltamontes.

- ¿Qué habría pasado si no hubiese habido solidaridad y compañerismo entre las hormigas y los otros insectos? Cuéntalo como si fuese una noticia para un periódico.

- Realiza un cómic sobre la película en el que el final sea distinto.

 

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Bichos quiere enseñarnos algo

 Casi siempre las películas escogen alguna historia que ya se ha contado antes en un libro o ha ocurrido. El autor del guión o de la idea, escribe pensando en ello o casi imitándolo, de manera que crea una nueva historia. La película Bichos trata sobre unos animales y ofrece una enseñanza. Eso en lengua y literatura se llama Fábula. Unos escritores de hace muchos años, que se llamaban Esopo, La Fontaine, Samaniego, escribieron historias de animales que hablaban como las personas y así ofrecían enseñanzas para que aprendiésemos, seguro que alguna vez has leído alguna o te las han contado.

 Para los más pequeños:

- Contarles en versiones infantiles algunas fábulas y se les pueden hacer preguntas, de forma que asocien lo que han visto en la película con lo que se les lee para que puedan ver si hay alguna relación.

- Descubrirles los temas relacionados con el trabajo frente a la vagancia, la solidaridad, la colaboración entre seres diferentes…

 

Para los medianos y mayores:

- Lectura de la fábula:

 La cigarra y la hormiga

de Esopo

La cigarra le preguntó a la hormiga porque llevaba tanto alimento. «Debo almacenar alimento porque pronto vendrá el invierno», respondió la hormiga. La cigarra comenzó a reír. «Tonta, pero si hay alimento por todas partes. Además el invierno sólo llegará en tres meses», dijo.

La hormiga no prestó atención a lo dicho por la cigarra y siguió su camino a casa. La cigarra le gritó: «tonta, disfruta la vida».

Así pasaron los siguientes tres meses. La hormiga seguía recolectando alimentos, mientras que la cigarra sólo coleccionaba las letras de las canciones que escribía en sus largos días de descanso.

Al llegar el invierno todos los animales del bosque se refugiaron en sus casas para protegerse del frío. Al ver la cigarra que caían los primeros copos de nieve intentó buscar un árbol u otro lugar done pasar el invierno pero no tuvo suerte. Todos estaban ocupados.

Los días pasaron y la cigarra estaba muy flaca y con hambre. Caminaba entre la nieve buscando alguna hoja o semilla pero no tenía suerte. Desesperada la cigarra tocó en la puerta de la casa de la hormiga y le pidió comida. La hormiga se compadeció de la cigarra y le dio un poco de arroz, no sin antes decirle: «recuerda, es mejor prevenir que lamentar».

 - Investiga y aprende qué son fábulas.

- Busca algunas fábulas y llévalas a clase para leerlas.

- Comenta el sentido de esta fábula y relaciónala con la película.

- ¿Qué aspectos de su moraleja se ven en Bichos?

- Escoge alguna de las fábulas que se han leído en clase y haz un cómic sobre ella.

- Representad en grupo alguna de las fábulas y escoged la que sea más interesante para grabar un anuncio sobre su moraleja.

- Haced el guión y preparad el story board.

- Filmad el anuncio.

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La cigarra y la hormiga

de Félix María de Samaniego

(1745-1801)

Cantando la Cigarra

pasó el verano entero,

sin hacer provisiones

allá para el invierno;

los fríos la obligaron

a guardar el silencio

y a acogerse al abrigo

de su estrecho aposento.

Vióse desproveída

del precioso sustento:

sin mosca, sin gusano,

sin trigo, sin centeno.

Habitaba la Hormiga

allí tabique en medio,

y con mil expresiones

de atención y respeto

la dijo: «Doña Hormiga,

pues que en vuestro granero

sobran las provisiones

para vuestro alimento,

prestad alguna cosa

con que viva este invierno

esta triste Cigarra,

que alegre en otro tiempo,

nunca conoció el daño,

nunca supo temerlo.

No dudéis en prestarme;

que fielmente prometo

pagaros con ganancias,

por el nombre que tengo.»

La codiciosa Hormiga

respondió con denuedo,

ocultando a la espalda

las llaves del granero:

«¡Yo prestar lo que gano

con un trabajo inmenso!

Dime, pues, holgazana,

¿qué has hecho en el buen tiempo?»

«Yo, dijo la Cigarra,

a todo pasajero

cantaba alegremente,

sin cesar ni un momento.»

«¡Hola! ¿conque cantabas

cuando yo andaba al remo?

Pues ahora, que yo como,

baila, pese a tu cuerpo.»

La cigarra y la hormiga

de Jean de la Fontaine

1621-1695

 Llegado ya el invierno riguroso

la cigarra (que el tiempo caluroso

del esto pasó sólo cantando),

se halló desproveída

de lo preciso a conservar la vida;

y al duro extremo su escasez llegando

de no tener de mosca o gusanillo,

ni aun siquiera el más leve pedacillo.

A casa de la hormiga,

su vecina y amiga,

fue a implorar para su hambre algún socorro,

y le rogó quisiese de su ahorro

algún grano prestarle

para su subsistencia

que juzgaba poder reintegrarle,

sin que mediase apremio ni violencia,

en la estación siguiente:

«Yo te ofrezco pagar puntualmente,

como soy animal –le dijo– antes

del agosto futuro,

el principal y el interés constantes».

La hormiga (esto es seguro)

no gusta de prestar, y, el tal defecto

es en ella el menor. Conque, en efecto

preguntó a la cigarra: «¿Qué te hacías

en los tan largos y ardorosos días

de verano?». «Cantaba,

a todo el que pasaba

sin excepción de hora»

«¿Cantabas? Está bien, pues baila ahora».

 

Hay una página preciosa en Internet con muchas ilustraciones sobre su vida y obra: http://www.lafontaine.net

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez y María Amor Pérez Rodríguez