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Cómo hacer un periódico en
las aulas
1.
Organización y capacidad del
equipo docente
Para
realizar un periódico que se pueda publicar, enseñar a amigos y familia,
presentar al barrio, o lo que es más importante, que sirva de síntesis,
punto de referencia y de estudio para los mismos alumnos, hace falta tiempo
y una buena capacidad de organización. Hay que tener en cuenta que un
periódico responde a determinadas estrategias de funcionamiento muy
complejas que de alguna forma hay que intentar reflejar para no desvirtuar
lo que es el medio de comunicación como método o estrategia de aprendizaje.
Es
conveniente considerar algunas sugerencias:
El
periódico puede ser de aula o de centro completo.
El
profesorado debe conocer las técnicas y el lenguaje periodístico.
El
periódico lo debe hacer el alumno.
Los
alumnos deben profundizar al realizar el periódico en el lenguaje y técnicas
periodísticas.
Es
importante que el núcleo central del periódico se realice tomando como base
datos del entorno más cercano al alumno.
No es
descartable, no obstante, el hacer números monográficos o generales sobre
temas o contenidos del programa.
Es
conveniente utilizar todos los géneros periodísticos sin desechar otro tipo
de género literario.
2. Elegir
nombre del periódico
La
elección del nombre que deberá llevar el periódico es una actividad de vital
importancia en la que ya se pueden sentar las bases de lo que va a ser
posteriormente la publicación. Para ello debe participar todo el grupo, y
dedicarle el tiempo que corresponda, debatiendo si es necesario todas las
propuestas. Hay que tener en cuenta que al nombre se le va a tomar afecto,
base de motivación posterior, y va a sintetizar en el futuro el trabajo de
todo un grupo de un aula o de un centro.
El
nombre debe resumir, sintetizar y reflejar lo que se desea que sea la
publicación, ya que se supone que pueden hacerse varios números y debe
perdurar con dignidad. El nombre puede ser simpático o llamativo, serio o
conceptual, pero siempre debe definir en una o dos palabras lo que es y
quiere el grupo que lo realiza.
En
algunos casos la elección se realiza utilizando técnicas de «torbellino de
ideas», para decidir la que más guste. En otros casos, los alumnos hacen
listados de nombres, se seleccionan algunos y al final se va decantando la
opinión por el que más satisface a la mayoría.
Lo
importante que hay que tener en cuenta en esta fase, es que estamos, como en
todo el proceso de aprendizaje, intentando que los alumnos logren claramente
los objetivos de aprendizaje. En este caso, dichos objetivos además de
interesarles hacia su propio pensamiento plasmado en el nombre que han dado
al periódico, facilitan actitudes de interrelación entre ellos y fundamenten
las bases para el afecto que posteriormente van a adquirir por y para su
periódico.
3.
Confeccionar la cabecera
Una vez
elegido el nombre, se confecciona la cabecera. Esto lo debe hacer, aunque
sea con ayuda del grupo, quien tenga ciertas aptitudes artísticas, ya que la
visión externa del periódico depende en gran medida de la primera plana.
En la
cabecera se pueden insertar otros datos: fecha, número del ejemplar, quién
lo edita, algún dibujo que sirva de logotipo, etc. Son los elementos que
definen una publicación.
La
estética y composición de la cabecera hay que tenerla muy en cuenta, ya que
tal vez debe servir para mucho tiempo, definir ante los lectores lo que es
el periódico, y acrecentar el afecto de los que lo han realizado.
4.
Planificar el periódico
La labor
de planificación de un periódico debe ser obra de todo el grupo, que elige
temas y contenidos, detecta intereses, estudia las mejores posibilidades
económicas y reparte responsabilidades. Cuando el grupo se dispone a actuar,
si es por primera vez, es necesario tener en cuenta el miedo a lo
desconocido, transformándolo en un reto creativo.
La tarea
más importante de los profesores en esta fase es animar al grupo,
enseñándole otros periódicos realizados por alumnos de niveles parecidos.
Aún así, en muchas ocasiones, no se creen que puedan producir una obra de
tamaña magnitud hasta que no la ven realizada totalmente por ellos.
Una vez
planificado el periódico y compuesta la premaqueta, se deslindan las
responsabilidades, se reparte el trabajo y cada persona o cada grupo sabe lo
que debe hacer o buscar. Es importante, no obstante, dejar libertad a la
iniciativa personal y que cada cual pueda aportar ideas y sugerencias. Hay
alumnos que individualmente y por propia iniciativa presentan sus trabajos,
noticias, opiniones o entretenimientos, y otros que necesitan del grupo para
hacerlo. Son los profesores los que deben orientar al grupo o a los
individuos para que actúen de la forma más conveniente en cada momento.
5.
Realización del texto
5.1. Búsqueda de datos
Una vez
elegidos los objetivos que pretende alcanzar el periódico y los temas y
contenidos que se desea que contenga, repartidas las responsabilidades, se
pasa al trabajo fundamental: la búsqueda de datos y su redacción con la
finalidad de que se puedan publicar.
El
periódico de un centro puede y debe tener un poco de todo, ser amable y
divertido, y sobre todo reflejar lo que pasa en el entorno más cercano del
grupo para acostumbrarlo a interpretar y valorar hechos cotidianos y
representarlos posteriormente por medio de la escritura. No se descarta el
que se plasmen también otro tipo de situaciones, pero es conveniente dar
prioridad a lo más cercano, a sus vivencias y experiencias personales. Este
dato es digno de ser tenido en cuenta ya que la motivación hacia la lectura,
la escritura y la investigación es tanto mayor cuanto más toca a sus
intereses cercanos o a aquello en lo que puede participar directamente.
5.2. La entrevista didáctica
El
profesorado no debe olvidar nunca que su primera finalidad es la educativa.
Por esta razón, aún cumpliendo con la normativa técnica que podemos
encontrar en cualquier manual sobre las técnicas de recopilación de
información, hay que tener en cuenta que cualquier acción debe ser
didáctica.
En otras
palabras, los alumnos deben conocer y desarrollar los procesos con el fin de
aprenderlos, a pesar de que los resultados no sean siempre óptimos.
Para que
se desarrolle con eficacia una entrevista didáctica, como hemos visto en la
unidad anterior, el profesor tiene que controlar el que cada alumno sepa
siempre lo que quiere saber para poder preguntarlo, decidir a quién
preguntárselo, preguntarlo bien, y redactarlo con la máxima corrección,
reflejando con la mayor objetividad posible la opinión o información dada
por el entrevistado.
5.3.
Aprender a buscar y recoger datos
Desde la
óptica establecida anteriormente, es necesario que los alumnos busquen la
noticia del centro o del barrio, entrevisten a personas del entorno y, si se
hacen reportajes, que sean de realidades ocurridas a ellos. Con este
criterio se logran, además de objetivos de motivación lectora, otros tan
importantes para la afición lectoescritora que son los que les permitirán
adiestrarse en el redactar cualquier tipo de pensamiento, escribir
literariamente, reflejar sus sentimientos por escrito, e interesarse en el
futuro por la lectura de periódicos y de todo aquello que pueda aportar
datos al conocimiento de nuevos elementos de su interés o simplemente de lo
que ocurre a su alrededor.
5.4.
Aprender a redactar la información de que se dispone
Es
normal que las primeras entrevistas que un alumno realice no reflejen en
absoluto lo que el entrevistado ha comunicado al entrevistador con la
consiguiente frustración posterior del «reportero», y tal vez hasta con el
enfado del entrevistado que no ve por ninguna parte lo que ha dicho. Por
ello hay que cuidar sobre todo la entrevista, ayudando al alumno o al grupo
en la decisión de las preguntas y en su redacción, evitando preguntas
cerradas o que puedan ser contestadas solamente con monosílabos.
El
momento de la entrevista debe también ser preparado por el grupo con la
ayuda del profesor, y es conveniente la utilización de cassette ya que
asegura por lo menos que la información no se pierde. En alumnos más
avezados es conveniente prescindir de la cassette para que realicen un
esfuerzo mayor de atención a lo que se les dice y consigan mayor agilidad en
la redacción. Los resultados, es decir, la redacción de las contestaciones,
deben servir como tarea de composición en la sesión de trabajo y ser
revisadas por los responsables con el fin de orientar y ayudar hacia un
resultado coherente.
6.
Presentación y montaje
6.1. Montaje dinámico y
atrayente
Una vez
redactado el periódico, y con todos los elementos en la mano, hay que
montarlo de forma ágil y sugestiva. No cabe la menor duda de que no es tarea
fácil, y que el profesorado debe tener ciertos conocimientos de composición.
El
periódico de un centro o de aula, no se hace para «quedar bien» o
«presentarlo a las autoridades», aunque también esto se puede tener en
cuenta, sino para que sirva de actividad en la consecución de muy diversos
objetivos. En el caso de niños muy pequeños, o de alumnos con dificultades
de escritura, el periódico no debe ser muy extenso, y cada sección o página
debe contener pocos elementos y altamente significativos, con el fin de que
posteriormente sirva para utilizarlo como lectura en el aula y para que
fuera del centro puedan disponer de él como instrumento de trabajo.
6.2. Escritura variada
En
cuanto a la escritura, es conveniente utilizar diversos tipos y estilos. Por
una parte, es fundamental la letra manuscrita de cada persona en algunos
casos, ya que el esfuerzo de escritura que un alumno hace para presentarlo
correctamente equivale a miles de ejercicios de escritura en el aula, y el
ver, al final, el resultado impreso supone una satisfacción difícil de
contabilizar en resultados.
La letra
grande, tipo imprenta o manuscrita, también hay que utilizarla, y para
personas adultas que empiezan su aprendizaje, tal vez deba hacerla el
profesor, siempre para facilitar una posterior lectura por parte del adulto.
Es
conveniente utilizar la letra a máquina -ordenador-, siempre que se pueda,
ya que el resultado final siempre es más llamativo, y se pueden utilizar
nuevas tecnologías, reproducción a color, etc.
6.3.
Los grandes titulares
No hay
que olvidar la importancia que tienen en la presentación de un periódico los
grandes titulares. Al mismo tiempo que resumen la noticia son, sobre todo,
la llamada de atención hacia el lector. Hay que cuidarlos mucho, ya que no
son fáciles de confeccionar. No son un simple título, sino lo más importante
de la noticia redactada de forma escueta. Hay otro tipo de titulares no tan
grandes pero no de menor importancia: Entradillas, ladillos, sumarios, etc.,
que ayudan a dirigir la noticia sin necesidad de que se base todo el peso de
la llamada en los grandes titulares.
6.4.
Hacer el montaje en el aula
El
montaje, una vez escritos los textos, se debe hacer también en el aula, con
los alumnos, ya que son habilidades, que bajo una correcta coordinación de
los profesores, pueden hacer ellos mismos. Recortar, pegar, etc., estimula a
cada persona hacia la propia confección del periódico y va a suponer en el
futuro un estímulo supletorio de lo que ha aprendido a realizar
personalmente en el centro. Una vez montado y revisado, llega el trabajo de
fotocopiar o imprimir. Las nuevas tecnologías contribuyen al logro de
productos periodísticos muy llamativos y que lindan con la perfección que
puede proporcionar la imprenta.
7.
Distribución del periódico
7.1.
Elemento didáctico imprescindible
Como
elemento imprescindible, y retoque final del proceso, no se puede olvidar la
distribución del periódico, no solamente entre los alumnos, que se lo han
ganado a pulso, sino entre personas a las que puede interesar la
publicación, o de aquellos a los que los alumnos desean informar de su
actividad.
En
algunos centros se han hecho listados de personas o instituciones a visitar,
y grupos de alumnos han entregado el periódico personalmente, ya sea a
medios de comunicación, en los que se les han hecho entrevistas y han tenido
que explicar su actividad en radio o prensa local, ya sea en instituciones,
Delegaciones o Consejería de Educación, a alcaldes, delegados de Gobierno, a
otros centros, etc.
7.2.
Es conveniente distribuirlo personalmente
El
entregar el periódico personalmente pone al alumno en contacto con personas
e instituciones cumpliendo así múltiples finalidades, ya que no solamente lo
relaciona con diversas realidades de la vida local, sino que lo capacita
para enfrentar situaciones complicadas defendiendo un periódico que han
realizado con mucho esfuerzo y que presupone el inicio de un mayor interés
no solamente por la escritura, sino también por el análisis literario, la
estética y composición y la utilización del dibujo, del sentido artístico y
de la utilización de nuevas tecnologías. El refuerzo que supone la
distribución personal del periódico, es también, como apuntaba más arriba,
difícil de evaluar cuantitativamente, pero se aprecian a corto plazo
resultados inmejorables.
Otro
tipo de distribución, que cada alumno hace por su cuenta, es la familiar, no
menos importante que la otra y si cabe más motivadora en sus resultados. El
que la familia, padres, o marido e hijos en caso de personas adultas, vean
que lo que se aprenden se puede presentar de forma gráfica, es un empujón
para continuar el aprendizaje y a interesarse cada día más por la
adquisición de estrategias de trabajo, entre ellas las de investigación.
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