El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
La película de
cine. Celuloides y acetatos
Una película de cine es un soporte
flexible recubierto de una capa de emulsión fotosensible llamada
«gelatina». Es el resultado de una larga historia de descubrimientos y
experimentos que comienza a mediados del siglo XIX, casi medio siglo
antes de su utilización por Thomas A. Edison para su Kinetoscopio,
el antepasado del cine.
El celuloide es
el nombre comercial de un material plástico de nitrato de celulosa, que
se obtiene usando alcanfor y nitrocelulosa, con añadidos de tintes y
otros agentes. Generalmente se considera el primer material
termoplástico, creado por primera vez como Parkesina en
1856 y, como «Xylonite» en 1869, antes de ser registrado como
«celuloide» en 1870. Su composición se mejoró gradualmente para
finalmente hacer que fuese fácil de moldear y producir. Su invención se
atribuye a menudo a los hermanos Hyatt en 1870. El celuloide es
fácilmente moldeable y conformable, y fue utilizado por primera vez
ampliamente como sustituto del marfil.
El
principal uso fue en las industrias del cine y la fotografía, que
utilizaron únicamente películas de celuloide antes de que las películas
de acetato fueran introducidas en la década de 1950. El celuloide es
altamente inflamable, difícil y costoso de producir y ya no se utiliza
ampliamente, aunque sus usos más comunes hoy en día están en la
fabricación de las pelotas de tenis de mesa, en instrumentos musicales y
púas de guitarra.
Según afirman Antonio Bereijo Martínez y Juan José Fuentes Romero en “Los
soportes fílmicos, magnéticos y ópticos desde la perspectiva de la
conservación de materiales”(2001)
“con la invención del celuloide o nitrato de celulosa comienza la
historia del soporte material cinematográfico.”
Scorsese, Tarantino o Aronofsky plantean que “los rollos de celuloide
son algo vivo. Se degradan, se expanden y contraen, mutan a lo largo del
tiempo según las condiciones en que se conservan. Como tales, tienen
aspecto vivo. Un negativo de 1979 tendrá en la actualidad signos de
deterioro o de uso, tanto en la imagen como en el sonido. Pero, en
muchos sentidos, esas imperfecciones son un argumento a su favor”. Lo
comparan con el vinilo, con esa sensación que incluye elementos de
autenticidad y nostalgia, el material digital se presenta como demasiado
pulido y aséptico, pero como dicen ellos, sin alma. |
Fuego en los laboratorios de película Hendersons |
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Soportes de película
De
https://csdehesa.wordpress.com/2016/05/18/soportes-de-pelicula/
La función del
soporte es proporcionar las características necesarias para que la capa
sensible pueda usarse durante el registro y reproducción de la misma.
Para que un
material pueda desarrollar correctamente esta función, Alfonso del Amo
recoge en su texto Clasificar
para Preservar una
serie de cualidades mecánicas y ópticas que debe tener: estabilidad
dimensional, resistencia mecánica, rigidez, flexibilidad, transparencia,
incoloro, índice de refracción determinado.
Una vez
comprendido cómo tiene que ser el soporte, entendemos que tuvieran que
recurrir a los plásticos para su desarrollo, puesto que los soporte que
se estaban utilizando en fotografía o no eran totalmente transparentes
(papel) o no eran flexibles (vidrio).
La evolución de
los soportes plásticos en la cinematografía va unido al desarrollo de la
industria de los plásticos. Los siguientes son los soportes
estandarizados a lo largo de la historia:
NITRATO DE
CELULOSA PLASTIFICADO: denominado comercialmente CELULOIDE, se
comenzó su fabricación industrial en 1872. Se usó alcanfor como
plastificante. Lo inventó en 1887
Hannibal Goodwin, es el soporte de nitrato de celulosa, también
llamado «película-llama».
En 1889 George
Eastman lo comenzó a usar en la fabricación de cinta como soporte para
película fotográfica, y después para las películas del Kinetoscopio de
Edison. En 1951 Eastman Kodak suspendió su fabricación y en una década
se abandonó su uso como soporte cinematográfico en todo el mundo.
El soporte de nitrato planteó numerosos
problemas tanto para su conservación como para su uso operacional, hasta
su retirada oficial en favor del formato 35mm hacia 1953. Es muy
peligroso de manipular debido a uno de sus componentes: la
«nitrocelulosa» que también entraba en la composición de los explosivos
como el TNT (el Trinitrotolueno). Se descompone de forma irremediable;
primero se vuelve quebradizo, luego la emulsión vira al ocre, la
película se encoge (se habla entonces de «retracción»), lo que puede
ocasionar graves problemas para duplicarlo (es decir, hacer una copia
del mismo). Se vuelve seco, pegajoso y quebradizo y al final termina
reducido a polvo.
ACETATO DE
CELULOSA PLASTIFICADO: En 1910 Kodak presentó la película de
Diacetato. Sus características mecánicas están muy alejadas de las del
celuloide, y su comportamiento a largo plazo es irregular. En 1922 y
1923 Kodak y Pathé presentaron nuevos formatos de película, más
pequeños, para uso casero y escolar, en el que utilizaban este nuevo
material no inflamable. En la década de los 50 se consiguió un acetato
de celulosa que sí podía sustituir al nitrato de celulosa en sus
características fundamentales. Se trata del Triacetato de celulosa, que
se convirtió en el material fundamental para la fabricación de soportes
cinematográficos desde su aparición. Hoy en día es el soporte
fundamental que encontramos en la mayoría de colecciones fílmicas.
POLIÉSTER: Plástico sintético, cuyo nombre completo es
Polietilenetereftalato. Fue descubierto en 1941, pero no se aplicó en la
industria cinematográfica hasta unos años más tarde. La primera compañía
en introducirlo fue Fuji, e 1965, para las películas Single (, que le
hacían competencia al Super 8 de Kodak. Poco después, su uso se
extendió. En la última década del siglo XX el poliéster se impuso en el
mercado cinematográfico. El material se ha comercializado bajo
diferentes nombres, según el fabricante: ESTAR de Kodak, CRONAR de
Dupont, etc. |
Los comienzos de la
película de celuloide. Nitrato de celulosa
En 1846, un investigador suizo llamado Christian Friederich Schönbein
inventó el producto a base de algodón que se utilizará más tarde en la
fabricación de las películas: el nitrato de celulosa, denominado no sin
ironía «guncotton» («algodón armado»), por ser un poderoso explosivo.
Era una mezcla viscosa e incolora de ácido nítrico y fibras de celulosa,
que tenía la enorme ventaja de transformarse en película transparente,
resistente y flexible al secarse extendida en una fina capa.
El celuloide fue descubierto entre 1863 y 1868 por John Wesley Hyatt. Su
primera patente para el nuevo material con el que se fabricaban bolas de
billar fue del 10 de octubre de 1865. Una historia que se repite, aunque
no está documentada, dice que accidentalmente se cortó un dedo y cuando
fue a buscar un vendaje se le derramaron dos líquidos y se dio cuenta de
que era una extraña mezcla pegajosa y la denominó celuloide. La
utilizaron para la fabricación de numerosos objetos: juguetes,
cepillos de pelo, aparatos dentales, discos, cilindros para fonógrafos,
etc.
Muy pronto, un fotógrafo norteamericano, James A. Cutting, utiliza
este nuevo material como soporte para la emulsión fotográfica. Inventó
así un nuevo procedimiento fotográfico muy eficaz que permitía
reducir de manera considerable el tiempo de exposición: el colodión
húmedo.
Fue con este procedimiento con el que otro fotógrafo norteamericano,
Eadweard Muybridge, realizó hacia 1870 las primeras series de fotos
que descomponían el movimiento (caballo al galope). Inventa incluso un
medio de dar vida a sus imágenes: el Zoopraxiscopio, en 1879,
procedimiento precursor del cine.
En 1872,
una polémica enfrentaba a los aficionados a los caballos de California.
Unos sostenían que había un
instante, durante el trote largo o el galope, en que el caballo no
apoyaba ningún casco en el suelo. Otro grupo, afirmaba lo contrario.
En esa época no se conocía una manera de demostrar quién tenía razón,
hasta que Leland Stanford ideó un sencillo experimento: este consistía
en un método que fotografiaba al caballo en las diferentes etapas de su
galope y que proporcionaría una vista completa de todo el trayecto
recorrido, para lo cual Stanford encargó a Eadweard Muybridge que
tratara de captar con su cámara el movimiento de su caballo de carreras Occident.
Sin mucha confianza en el resultado, Muybridge se prestó a fotografiar
a Occident trotando a unos 35 km/h en el hipódromo de Sacramento.
Pidió a los vecinos de la zona que le prestaran muchas sábanas de color
blanco y las colgó en torno a la pista a manera de fondo, sobre el que
destacara la figura del caballo. En mayo de 1872,
Muybridge fotografió al caballo Occident, pero sin lograr un
resultado, porque el proceso del colodión húmedo
exigía varios segundos para obtener un buen resultado. Tras varias
pruebas y errores,
Muybridge ideó una nueva técnica en la que la pista para el motivo en
movimiento tenía una longitud de unos 40 metros. En paralelo a ella
había una batería fija con 24 cámaras fotográficas, y en ambos extremos
de la pista, colocadas en ángulos de 90º y de 60º, había otras dos
baterías de cámaras. En cada instante se disparaban sincrónicamente tres
cámaras, una de cada batería. Se impresionaban placas secas a una
velocidad
de obturación graduable
que podía regularse desde varios segundos hasta la altísima velocidad de
1/6000 de segundo, según la velocidad del motivo a fotografiar.
En las primeras series los obturadores de las cámaras se disparaban por
la rotura de unos hilos atravesados al paso del caballo u otro animal
que se rompían al paso de este, cerrando contactos eléctricos que iban
activando cada uno de los obturadores. Pero después Muybridge inventó
un temporizador a
base de un tambor rotatorio que giraba de acuerdo con la velocidad del
motivo y que, en los instantes adecuados, enviaba impulsos eléctricos a
las cámaras.
En octubre de 1878,
la revista científica Scientific
American publicó
seis grabados hechos sobre negativos ampliados de fotografías de
Muybridge, donde se veía a un caballo moviéndose al paso y al trote. La
revista proponía a sus lectores que recortaran las ilustraciones y las
montaran en un zootropo,
un cilindro que produce la ilusión de movimiento cuando gira, si las
imágenes se observan a través de una ranura lateral. El efecto que se
consigue se basa en la llamada persistencia
retiniana:
cuando el ojo humano percibe una serie de imágenes similares y con
cambios continuos que se suceden con la suficiente velocidad —diez o más
imágenes por segundo—, el cerebro las interpreta como un movimiento
real, y se genera la impresión de un movimiento continuo. Ahora bien, si
las imágenes no estuvieran separadas unas de otras, se verían borrosas.
Después de leer este artículo, Muybridge pensó que se podrían mejorar
los resultados proyectando las imágenes sobre una pantalla e inventó un
aparato que utilizaba la luz para proyectar imágenes secuenciales
mediante el uso de un disco de cristal, invento al que bautizó con el
nombre de zoopraxiscopio.
En el primer proyector las imágenes se pintaron en el cristal como
siluetas. Una segunda serie de discos, realizados entre 1892 y 1894,
usaba dibujos perfilados impresos en los discos fotográficamente y
coloreados a mano. Algunas de las imágenes animadas eran muy complejas,
e incluían múltiples combinaciones de secuencias de movimientos de
animales y humanos. |
John Wesley Hyatt
James A. Cutting
Zoopraxiscopio
Eadweard Muybridge |
La película Kodak
El predecesor de la película de seguridad; La película de nitrocelulosa
(película de nitrato), basada en guncotton, era en general la base más
común antes de que Kodak comenzara a trabajar con película de acetato en
1948, llevándola al mercado a principios de la década de 1950.
Georges Eastman, 1854-1932, fue el fundador de la «Eastman Kodak Company», el
primero en utilizar el celuloide en forma industrial, inventando el
rollode película que sustituyó a la placa de cristal.
A partir de 1884 registró numerosas patentes y en 1889
propuso el primer sistema de película enrollada: una pasta viscosa de
celuloide es extendida sobre unos platos muy grandes de vidrio, a
continuación se la recubre con una capa de emulsión fotográfica; una vez
que esta se seca, la película de celuloide es cortada en largas tiras
que se enrollan entonces sobre sí mismas para las cámaras de foto Kodak
portátiles. La película se llamaba «llama» ya que, fabricada en nitrato de
celulosa, era altamente inflamable...
Debido a la necesidad de poder hacer varias fotos sin tener que cambiar
de negativo, se empezaron a realizar una serie de investigaciones para
poder crear una película química que se pudiese enrollar
sobre sí misma.
Esto permitiría el nacimiento de los carretes y los rollos de película,
algo muy útil si tenemos en cuenta que anteriormente se empleaban placas
de vidrio como
soportes. El rollo de película fue fundamental
para la invención del cine, ya que su uso se encontraba en las
creaciones de los pioneros del cine como Thomas Edison, los
Hermanos Lumière y
Georges Méliès.
Eastman-Kodak se convirtió en la primera empresa que
fabricó y comercializó la película en celuloide, comenzando en 1889;
Thomas Henry Blair apareció en 1891 como el primer gran competidor en
suministrar celuloide. La película cinematográfica tenía una base mate
con la función de facilitar una visión más fácil una vez expuesta a una
fuente de luz desde su parte trasera, y las emulsiones de cada compañía
eran ortocromáticas (sensibles a todos los colores del espectro menos al
rojo). Hacia noviembre de 1891 William Dickson en el laboratorio de
Edison estaba usando película de Blair para realizar pruebas del
Kinetoscopio, y la compañía de Blair se convirtió en la principal
abastecedora de película para Edison durante los siguientes años. La
operación de Blair fue también crucial para el continuo desarrollo de la
tecnología del cine durante 1892 y 1893, debido a temporales cierres de
la empresa de Eastman por problemas con su cadena de producción. |
Georges Eastman
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La primera película de 35 mm. con perforaciones
El sistema de proyección del Cinematógrafo se basa en una película
perforada que avanza imagen por imagen delante de un obturador. A cada
nueva imagen, el obturador se abre, la luz atraviesa la película y
proyecta así la imagen sobre la pantalla. Debido a la rápida sucesión de
esas imágenes fijas y a la persistencia retiniana, el espectador tiene
la impresión de ver un espectáculo en movimiento proyectado sobre la
pantalla.
William L. Dickson,
1860-1935, ingeniero por
cuenta del industrial Thomas A. Edison, se encargó de llevar
adelante el proyecto de un artefacto capaz de producir imágenes en
movimiento: el Kinetoscopio. William Kennedy Laurie Dickson fue
director cinematográfico, fotógrafo e ingeniero británico-francés,
y es considerado como uno de los padres del cine.
Durante su empleo en el laboratorio de
Edison, Dickson tuvo la oportunidad de investigar las maneras de
registrar el movimiento en la película fotográfica, inspirándose al
principio, en métodos similares a la forma en que el fonógrafo de Edison
grababa el sonido. Los primeros esfuerzos involucraron un tambor que
giraba iluminado por una luz wilis. Fue capaz, en 1890,
de crear una cámara y un visor que utilizaban tiras largas de película
para capturar el movimiento en marcos individuales. En 1891,
Edison archivó una patente para el invento que recibió el nombre de
kinetoscopio.
A mediados de la década de 1890, los
salones con kinetoscopios se
volvieron un entretenimiento popular mediante el cual los
norteamericanos conocieron por primera vez las películas con movimiento.
Dickson empezó trabajando en un proyector para que pudieran desplegarse
las películas al mismo tiempo para grandes grupos.
Después de separarse de Edison, fundó su
propia compañía y creó una cámara junto con el sistema proyector. La
compañía, denominada American Mutoscope and Biograph Company, lanzó sus
propias películas y en el futuro se convirtió en uno de los más grandes
estudios de cine de
su tiempo.
Para estabilizar el arrastre de la película y tener imágenes más fijas en
la proyección, inventa el sistema de perforaciones sobre los costados de
la película.Dickson fue quien definió el primer formato estándar: el 35 mm., que
aún existe. Este formato le permitía, en efecto, conservar una
buena calidad de imagen, al tiempo que reducía los costos de producción,
dado que una película más ancha era más costosa.
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Fotograma de la película de 1893 Blacksmith Scene, dirigida
por W. K. Dickson
William L. Dickson
Kinetoscopio |
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La
película de seguridad. «Safety Film». Diacetato, triacetato de celulosa
y poliester
Las primeras películas de nitrato de celulosa se revelaron
pronto como
peligrosas, pues eran muy inflamables. Los inventores buscaron nuevos soportes para fabricar
las películas. A partir de 1909 se inventó una película llamada «Safety» o «de
seguridad», en diacetato de celulosa. Sin embargo la industria cinematográfica
tardará mucho tiempo antes de utilizarla pues era muy cara, y los
filmes siguieron rodados y visionados con película de nitrato de
celulosa hasta 1955 en EEUU y Europa, y hasta 1960 en la URSS. La película de seguridad se desarrolló en los formatos no profesionales y
los formatos destinados a los aficionados, por ejemplo, el 28mm de Pathé
o el 22mm del Home Kinetoscope de Edison en 1912.
La película de acetato se comercializó como película de seguridad, ya
que no se descompuso como lo hizo la película de nitrato. La película de
nitrato era intrínsecamente defectuosa ya que, con el tiempo, se
descompondría en ácido nítrico, lo que catalizó su descomposición en un
grado aún mayor. Además, las tragedias teatrales demasiado comunes de
principios del siglo XX se debieron en gran parte a que la película de
nitrato se incendiaba. Si la película se queda atascada en un proyector
de arco de carbono (común en ese momento), es probable que comience a
arder.
La película de acetato tenía la intención de rectificar estos defectos a
menudo fatales. Mientras se eliminaba gradualmente la película de
nitrato, el acetato se comercializaba como "película de seguridad" para
distinguirlo de la primera.
Para poder conquistar el mercado de las escuelas públicas e
instituciones religiosas y proyectar allí películas sin riesgo de
incendio, la empresa francesa Pathé Frères tuvo la idea de desarrollar
las primeras películas de seguridad en diacetato de celulosa. En esta
ocasión, desarrolló un formato más pequeño: el 28mm (en lugar del 35mm)
que permitía realizar proyecciones con un proyector portátil.
Más tarde, existieron sucesivamente varios tipos de película de
seguridad: la película de diacetato fue reemplazada por la de triacetato
en 1957, después por la de poliéster (plástico a base de petróleo) en
los años 80. En la actualidad, la película de poliéster es la que se
utiliza para la totalidad de las copias de películas de cine.
Aún hoy, los negativos se fabrican en acetato, porque las películas
de poliéster tienen el defecto de ser demasiado resistentes: si una
película de poliéster se bloquea durante el rodaje, corre el riesgo de
romper el mecanismo de arrastre de la cámara, mientras que una película
de acetato se desgarra sin deteriorar el material. |
Materiales
cinematográficos y su conservación
La película cinematográfica de sales de
plata es un soporte perecedero y el patrimonio audiovisual está en
peligro. La historia del cine no es, para muchas obras, sino una inmensa
esquela necrológica de la que ni siquiera conocemos el nombre de todas
las víctimas, ya que ignoramos el alcance exacto de las pérdidas. Estas
se vinculan a múltiples factores, entre los cuales, en primer lugar, una
industria del cine que no necesariamente ha sabido o querido conservar
las películas consideradas como «caducas» desde el punto de vista de su
valor comercial. Ciertos juicios estéticos o históricos sobre las
películas antiguas a veces tampoco ayudan a la preservación de películas
por las cuales existe poca curiosidad.
El patrimonio cinematográfico mundial
está gravemente amputado; y lo que queda de él amenazado. Los estudios
en que se basa este llamamiento deducen que tres cuartas partes -se
calcula que un 80% del cine mudo ya es invisible, y una buena parte del
sonoro de los años treinta y cuarenta, inaudible además de invisible-
del material rodado hasta 1955 ha desaparecido o sobrevive dañado, pues
los filmes que no se incendiaron han borrado o deteriorado sus imágenes,
y los que sobreviven están amenazados si no se toman medidas para su
fijación y conservación.
Las películas son obras de arte cuya existencia -como las
pinturas de un muro, de una tabla o de un lienzo- dependen del soporte
químico que conocemos convencionalmente como celuloide: una materia
frágil y perecedera. Hasta 1955, este soporte era de una sustancia
llamada nitrato de celulosa, que, además de inflamable -lo que hizo que
incontables depósitos de bobinas perecieran en las dos guerras mundiales
y en multitud de accidentes-, tiene una duración aproximada de 50 años. |
|
Deterioro en los
soportes cinematográficos y sus causas
Un altísimo número de películas ha
desaparecido desde los orígenes del cine y se estima que faltaría el 50
% de las películas anteriores a 1950. El ejemplo más conocido es
seguramente la filmografía de Georges Méliès: de más de 500
filmes realizados en 16 años (entre 1896 y 1912), en 2008, sólo el 40 %
de los títulos (es decir, cerca de 200) habían sido conservados.
Como técnica de grabación de imágenes, la
película es ante todo un soporte que cada manipulación deteriora y las
causas «mecánicas» (problemas de encolado, rayaduras, perforaciones
dañadas, etc.) se cuentan entre los primeros factores de degradación.
Pero la causa principal es su inestabilidad química.
El soporte fílmico está compuesto de un
material transparente sobre el cual se coloca una emulsión (se habla a
veces de «gelatina») que es la imagen de la película. Tanto el soporte
como la imagen son susceptibles de degradarse con el tiempo debido a su
fragilidad química. Frente a este parámetro, la duración de conservación
de una película es consecutiva en gran medida de las condiciones de
almacenamiento, en particular de las condiciones de higrometría o
temperatura.
Hoy en día, sin embargo, seguimos
encontrando películas de los primeros tiempos en soporte nitrato en
bastante buen estado, aunque podemos decir que la película de nitrato
sólo se conserva «en promedio» 50 años.
En cierto número de países, entre ellos
Francia, se llevó a cabo un amplio plan de traspaso del soporte fílmico
nitrato al soporte poliéster.
A partir de 1953, la película de formato
35mm pasa (como los formatos sub-estándares de las décadas anteriores al
mismo) al soporte de acetato (diacetato de celulosa hasta 1957 y,
posteriormente, triacetato de celulosa). Por desgracia, si bien no
presenta ningún peligro de manipulación (de allí su calificativo de «
Safety *»), este soporte desarrolla un síndrome llamado «del vinagre» si
no se lo conserva bien. El proceso comienza con un aumento progresivo
del nivel de acidez de la película, acelerándose luego hasta un punto
llamado «autocatalítico» que desemboca en su rápida destrucción.
Durante mucho tiempo, la existencia del
«síndrome del vinagre» permaneció ignorada o minimizada, pese a ser el
soporte cuantitativamente mayoritario de los archivos de cine en el
mundo. Inmensas existencias de películas de acetato se encuentran por lo
tanto amenazadas a bastante corto plazo, excepto aquellas almacenadas en
condiciones ideales desde hace mucho tiempo. En este último caso, se
considera que el soporte podría conservarse tal vez hasta 300 años.
Por fin, se utiliza un tercer y último soporte: el soporte de poliéster.
Aunque inventado en 1945, demoró en ser masivamente utilizado. Tras su
uso para películas de aficionado, y luego para los internegativos y los
avances, el soporte de poliéster es utilizado para todas las copias
desde mediados de la década del 90.
Aunque imperfecto y rivalizando hoy con
el digital, el poliéster es el soporte principal de la industria
cinematográfica, pero es también, siempre y cuando se lo conserve en
buenas condiciones, el soporte más perenne que se conoce actualmente
para conservar películas a largo plazo (se habla incluso de una
conservación del soporte entre 500 y 1.000 años).
Todavía no existen, en efecto, otros
soportes que garanticen con certeza para la comunidad de los centros de
archivos una conservación a largo plazo. Actualmente todas las
películas, incluso 100% digitales de gran resolución, necesitan un
traspaso a fílmico 35mm poliéster (aun cuando por razones económicas
este no siempre se efectúa).
Por otro lado, cualquiera sea la
naturaleza de su soporte, una película puede ser víctima de ataques
biológicos (como hongos) o químicos externos (poluciones, polvos, etc.)
que pueden atacar el soporte mismo o la imagen, de ahí la necesidad de
proteger la película de esas amenazas.
Hongos
Algunos hongos son auténticos devoradores
de películas, a semejanza del «merulio proliferante», un hongo de
crecimiento rápido que aparece en lugares oscuros y húmedos.
Este hongo se propaga rápidamente en
forma de espuma blanca, pudiendo atravesar ciertos materiales de
protección como plásticos o hasta las tradicionales latas de películas.
Emulsiones
Los parámetros vinculados a las técnicas
de fabricación de la emulsión imagen tienen una enorme importancia dado
que ciertas tecnologías permiten una mejor perennidad que otras.
Numerosas técnicas y tipos de emulsiones
han existido desde los comienzos del cine, en particular en lo que se
refiere a la película en colores, desde 1897 con las copias coloreadas a
mano (imagen por imagen) hasta las últimas emulsiones de grano muy fino
aparecidas recientemente. Señalemos que la película en blanco y negro, o
digamos «monocroma» (incluso si es teñida) tiene una química mucho menos
compleja que el color y no supone por lo tanto demasiados problemas de
conservación.
A partir de 1928, existieron tecnologías
de películas en color llamadas cromógenas (cuyos colores aparecen en el
transcurso del revelado) en monopack (es decir película en un solo
elemento) como por ejemplo el Kodacolor, luego el famoso Kodachrome (que
se conserva bien). Pero estas técnicas de inversión (cuando la película
es su propio negativo que se revela) se destinaban principalmente a los
aficionados.
El procedimiento «Technicolor n°4»
tricromático fue puesto a punto por el Dr. Kalmus a partir de
1932. Este utilizaba un procedimiento de fabricación revolucionario que
inducía a una muy buena conservación de las imágenes a largo plazo.
Cuatricromía y la modificación de
colores
La película estaba compuesta de tres
bandas monocromas (hasta 1954 para la toma de vistas) y de una técnica
de edición de copias llamada por imbibición (técnica que existió hasta
1974 en los Estados Unidos e incluso hasta 1993 en China). Este sistema
era bastante cercano a la cuatricromía offset de la imprenta, asociando
negro a tres capas de colores superpuestas cuyas «tintas» son muy
estables en el tiempo. Los elementos conservados separadamente permiten
una conservación a muy largo plazo de los negativos y de las copias
obtenidas que son también muy estables en el tiempo.
Hubo que esperar el «Neue Agfa-color»
puesto a punto en Alemania en 1939 por el Dr. Fischer para que un
procedimiento permitiera el revelado de varias copias a partir de una
sola película («monopack»). Esta tecnología es la base de todas las
películas modernas hasta la actualidad. Por desgracia, en algunos años,
los colores se modifican insensiblemente. Mucho tiempo después de la
fabricación de la película, siguen actuando procesos químicos
relacionados con los productos, presentes desde el principio en la
emulsión (por ejemplo cuando las copias se han limpiado mal en el
tiraje), acarreando una lenta degradación de los colores y generalmente
un «viraje» de las copias al rojo (por la pérdida de los demás
colorantes).
Parece ser que esto concierne
particularmente a las copias fabricadas entre 1960 y 1975 pero de hecho,
hasta la copia más reciente vira insensiblemente desde el día de su
fabricación. Estas degradaciones son también a veces responsables de
defectos ópticos (nitidez, contraste, etc.). |
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Algunos ejemplos de fotogramas en 16 mm avinagrados en movimiento: |
Síndrome del vinagre
Se le
conoce como síndrome del vinagre al proceso de deterioro que actúa en
películas de acetato de celulosa cuando son expuestas a condiciones
adversas de humedad y calor. El material libera ácido acético, el
responsable de su particular olor a vinagre y del deterioro de la
película. Es un proceso irreversible y que se contagia de película a
película a través del aire.
La
película de acetato de celulosa, también conocida como “safety film”, se
introdujo a principios del Siglo XX como un reemplazo de la
auto-inflamable y mucho más inestable película a base de nitrato de
celulosa. Debido a su defecto químico fue reemplazada más adelante por
películas de poliester.
El
primer caso de deterioro fue reportado por el gobierno de India en los
primeros diez años de vida del material, alrededor del 1948, a causa de
las condiciones climáticas de humedad y calor a los que se exponían las
películas.
Actualmente no existe una forma práctica de frenar o revertir el curso
de deterioro, pero se conoce que la humedad y el calor son los
principales factores que provocan el proceso, además de que se acelera
mucho en condiciones anaeróbicas. Es por esto que se preservan las
películas afectadas en condiciones controladas de humedad y temperatura,
se las transfiere a un medio más estable, o en última instancia se las
descarta para siempre, para evitar que dañen o aceleren el proceso en
otras películas.
El
proceso consta de grados e instancias de deterioro. En un comienzo la
emulsión libera ácido acético y libera el característico olor a vinagre.
Más adelante la base plástica de la película puede tornarse quebradiza y
perder flexibilidad y elasticidad. Al mismo tiempo, la base de acetato
puede encogerse y separarse de la emulsión. Y en grados muy avanzados de
deterioro, la emulsión puede cristalizarse o liberar burbujas líquidas
de aditivos de la base plástica de la película, y en las películas color
la tintura tiende a virarse al rosa y al azul. En esta instancia, en
muchos casos la película se torna inservible e imposible de proyectar
por medios mecánicos. |
Degradación a rojo de un rollo de celuloide
Fotograma de la boda de Alfonso XIII de la "Colección Sagarmínaga"
El
negativo de Calabuch pegado con celo
Un
rollo de celuloide afectado por el síndrome del vinagre
|
El placer de ver una
película clásica restaurada, en pantalla grande
Datos
tomados de restauradores de
la Filmoteca Española y de la Filmoteca de la UNAM
film de
la Cineteca meLa restauración del material fílmico comprende
distintas etapas que van desde la identificación de los materiales
con los que se trabajará (en muchos casos su reparación física),
hasta los tratamientos digitales de corrección de color, el formato
y soporte final de exhibición y, por supuesto, el soporte en el que
se lo preservará a largo plazo. Se
puede restaurar todo aquello que se ha conservado,
considerándose como materiales de mayor valor para la restauración
los negativos originales en fílmico pero también todo material que
pueda ayudar al proceso de investigación que se requiere realizar en
todo proyecto de restauración audiovisual.
La
complejidad de restaurar películas más antiguas o más nuevas depende
de diversas variables. Los films viejos se ven afectadas por el
mayor paso del tiempo, lo que supone una mayor posibilidad de que el
material se haya degradado. Pero también
influyen las condiciones en las que haya sido preservada la obra audiovisual,
esto es, si ha sido conservada mediante sus negativos originales o
cuáles son los materiales con los que se cuentan para poder iniciar
el proyecto de restauración. Además del paso del tiempo, otros
factores de conservación pueden iniciar los procesos de
descomposición, como la temperatura, la humedad y ventilación del
sitio donde se las guarde. Asimismo hay que considerar el tipo de
soporte en el que haya sido realizada la obra, dado que los filmes
más antiguos (previos a 1930) presentan diversos formatos que
requieren de un trabajo mucho mayor al no corresponderse con los
estándares industriales adoptados tiempo después.
Lograr una copia directo de la película original, ya sea de nitrato
o poliéster, implica un profundo y a veces largo trabajo de
restauración que puede tomar meses o incluso años. Rescatar un film
supone hacer un nuevo negativo, escanear y hacer restauración
digital porque, con el tiempo, las características de la película
cambian: es inestable, se mueve mucho. Las películas comienzan a
deformarse o se contraen, por lo tanto hay que darle estabilidad y
regresarle los tonos correctos.
En el taller se rehabilitan y restauran los negativos o positivos de
los filmes, pues hay materiales que llegan con el llamado síndrome
del vinagre.
En caso de que la
película no se haya recuperado completamente, se hace una
restauración fotoquímica (de imagen) cuadro por cuadro y de forma
manual.
Por su parte, las películas en nitrato pueden dañarse gracias a la
sulfatación del material, la cual provoca que se endurezca el
material, se haga polvo y quede inservible.
Una vez restaurada físicamente la película original, es necesario
pasarla a un nuevo soporte (película de poliéster) para garantizar
su preservación.
Rescate por impresión óptica
Con la máquina de impresión óptica es posible rescatar
materiales encogidos o frágiles y
se pueden hacer ampliaciones para obtener, a partir de una película
en 16 mm, una copia de 35 mm. Cuando la película sale del taller y
aún presenta condiciones que la hacen difícil de manipular, se lleva
a esta máquina que cuenta con un pequeño proyector que permite ver
la imagen durante el proceso de impresión en el nuevo soporte para
verificar enfoques y encuadres, cuadro por cuadro, para obtener un
buen negativo. Este es un proceso laborioso, ya que un tramo de dos
minutos puede demorar hasta tres días en ser rescatado.
A veces, las perforaciones de la película son diferentes a las que
permite la máquina, pues las primeras películas tenían perforaciones
más pequeñas y redondas, y actualmente ya no hay máquinas que las
puedan transportar. Cuando deben obtener una copia de materiales con
estas características, el proceso puede llevarles más tiempo, ya que
la película no se atora correctamente en los ganchos de la máquina,
provocando que el cuadro se desfase continuamente, que la
perforación se haga más grande o dañe la cinta.
Corrección automática de color y luces
La correctora automática de color y luces funciona por medio de un
sistema óptico automático y tarjetas electrónicas que permite
estabilizar la luz en la nueva copia.
Rescate por digitalización
Una vez restauradas, pasan al área de digitalización donde puede
aplicarse esta forma de rescate. Aquí se utiliza una máquina
especial con carretes suaves que no dañan las películas, aunque
estén en mal estado. Con ayuda del software que
incluye el escáner, se puede encuadrar, corregir nivel de luz,
escanearlo a full
HD o
a un archivo más comprimido.
https://moreliafilmfest.com/como-se-restaura-una-pelicula-antigua/
Filmoteca Española y Filmoteca de la UNAM
Plan nitrato
En Francia, entre 1991 y 2006, se efectuó un «plan
nitrato» por iniciativa de los AFF (Archivos Fílmicos Franceses), el CNC
(el Centro Nacional de la Cinematografía) y el Ministerio de Cultura
francés que invirtió 80 M€. De este modo, cerca de 15.000 películas
pudieron ser salvadas efectuando un traspaso de soporte (un «duplicado»
en 35mm poliéster). |
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©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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