El documental político

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez

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El puntero de don Honorato/Bibliografía


El documental de propaganda: Leni Riefenstahl El documental durante la guerra: Rotha

El documental de propaganda: Leni Riefenstahl


Ver: Biofilmografía de Leni Riefenstahl

Leni Riefenstahl es, posiblemente la directora más importante de la historia de cine, una mujer polémica, pero con una visión de su ojo tras la cámara que sus innovadoras ideas, aún hoy inmersos como estamos en plena era digital, no han sido superadas. Nació en Berlín en 1902. Desde muy joven se sintió impresionada por los documentales sobre la naturaleza y por la película El acorazado Potemkin de Eisenstein, que la cautivó por su revolucionaria técnica. Filmó y produjo decenas de películas adquiriendo gran reputación. La luz azul (1932), tras ser premiada en Venecia, la lanzó a la fama internacional.

Hitler sentía un creciente interés por todo lo que se relacionaba con ella y con la subida al poder del Tercer Reich, Leni Riefenstahl se vio obligada a aceptar la dirección de dos documentales sobre el congreso del partido, El triunfo de la fe (1933) y El triunfo de la voluntad (1936), esta última obtuvo el Premio Nacional de Cinematografía, la medalla de oro en la Bienal de Venecia, y medalla de oro también en la Exposición Universal de París en 1937. Su siguiente trabajo fue Olimpíada, una epopeya sobre los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.

En Olimpíada experimentó con métodos revolucionarios para la época. Mandó colocar ruedas bajo las cámaras para poder seguir la marcha de los atletas y cavar fosos en el estadio para captar los saltos desde una perspectiva aérea. Se valió de un objetivo de 600 mm., el de más largo alcance y de una cámara subacuática, ideada especialmente por uno de sus colaboradores para los saltos de trampolín.

Finalizada la guerra fue acusada de complicidad con los nazis, juzgada y detenida durante años. Cuando pudo recuperarse continuó filmando grupos humanos, en África, la tribu de los Nuba. Se integró perfectamente en sus costumbres, aprendió su lengua y compartió cobijo y mesa. Las fotografías dieron la vuelta al mundo. Durante los últimos años de su vida se dedicó a filmar imágenes subacuáticas, pues era una experta buceadora.




El documental durante la guerra: Rotha


Durante la segunda guerra mundial, el cine documental tuvo efectos incuestionables de propaganda, puestos al servicio del exacerbado sentimiento patriótico, y descrédito del enemigo, con el fin de animar a las tropas y mantener en retaguardia a las familias y al pueblo animado. Paul Rotha realiza así filmes descriptivos, como The World is Rich (1940). En la misma línea, Roy Boulting dirigió Desert Victory (1943), acerca de la batalla de El Alamein.

El documental humano en la guerra estuvo en manos, sobre todo de Humphrey Jennings, con Spare Time (1939) y The First Days (1939), que muestra a la ciudad de Londres preparándose para resistir los bombardeos. En Words for Battle (1940), Laurence Olivier recitaba textos poéticos de diferentes generaciones con imágenes de refugiados y ruinas, y obtenía así un resultado estético gracias a la palabra. Listen to Britain (1942), que mostraba el habitual transcurso de un día durante la guerra, pasando de las fábricas de material militar a los problemas para atravesar un Londres lleno de ruinas. Se trataba de un trabajo de imágenes y sonido, con una adecuada utilización de la música, pues Mozart contribuye a elevar los ánimos. En la posguerra ofreció A diary for Timothy (1945), un diario que pasa revista a los hechos acaecidos desde el desembarco de Normandía. Después abandonó el género bélico con The Cumberland Story (1947), interpretada por mineros y que refleja un enfrentamiento entre sindicatos y patronal.


Paul Rotha


(1907-1984)

Co fundador, junto con Grierson, del movimiento documentalista inglés, del que también ofició de teórico y organizador.

 

«Creo que la tarea fundamental del documentalista consiste en encontrar los medios que le permitan aprovechar el dominio que posee de su arte de persuasión de la multitud para enfrentar al hombre con sus propios problemas, trabajos y condiciones»  Paul Rotha


World of Plenty  (1943)

©Enrique Martínez-Salanova Sánchez