Aularia digital

Nueva Revista

Revista «Aularia». El país de las aulas

Fue una revista en papel fundada en 1987

nº 0

nº 1

nº 2

nº 3

nº 4

nº 5

nº 6

Aularia, el país de las aulas. Un poco de historia

El primer número de la revista Aularia, que en realidad fue el número 0, experimental, vio la luz en 1987. Su filosofía de trabajo se inspiraba en los principios, en aquel momento muy presentes, de la educación permanente, la educación para todas las etapas de la vida, formal y no formal, infantil, para adultos, universitarios, jóvenes, profesores, educadores, animadores socioculturales, etc. La búsqueda de la didáctica más motivadora y creativa, en la que tuvieran cabida todos los elementos interesantes de la sociedad, las noticias, la reflexión, el debate, los recursos variados, el cómic, el cine...

La que nació llena de balbuceos, como hecha en casa, se convirtió muy pronto en punto de referencia, en la que se deseaba publicar, que aportaba material para estudio y reflexión, de donde se utilizaban sus sugerencias y pensamientos, que tanto servía para trabajar en las aulas como para dar ideas para unas oposiciones. De los números 0 y 1, que prácticamente construyó el equipo de redacción y sus contactos más cercanos, y en los que eran presentes la enseñanza de adultos y los debates de formación del profesorado, se fue pasando imperceptiblemente a todos los niveles educativos del país, y ya en el número 3, se escribe desde la universidad, se publican artículos llegados desde todas partes, se enriquecen los debates y se crea un estilo de revista que se mantuvo hasta su final..

Tras varios años y siete números, en su mejor momento, finalizó la revista por causas económicas y alguna zancadilla.

Intenciones y estructura de Aularia

«Aularia es El país de las aulas, el lugar de encuentro de de profesores, padres y alumnos...» (Editorial del número 0)

«...las reformas emprendidas en estos últimos años, se sustentan en nuevos principios educativos. Las contradicciones del actual sistema educativo, el nuevo modelo de sociedad democrática que estamos consolidando, las demandas de las nuevas tecnologías, nuestra incorporación cultural y económica a Europa, hacen inevitable una profunda trasformación de la oferta educativa... crear un instrumento de comunicación al servicio de la educación». (Joaquín Pozo Oliver, en el nº 0)

«Aularia sigue insistiendo sobre la necesidad imperiosa de llevar la investigación a las aulas, que es el primer paso necesario para iniciar el camino real y concreto de la renovación pedagógica y a partir del cual se genera la problemática que da lugar a la búsqueda de soluciones pedagógico didácticas y por lo tanto a la formación de profesores» (Editorial de Aularia nº 6).

«...ser libre en sus planteamientos y creativa en sus resoluciones prácticas... para lo que necesita que sus colaboradores sean gente libre y creativa, que aporte sin rubor sus experiencias, pensamientos, dificultades y opiniones, críticas y sugerencias positivas que permitan, sin presiones de ningún tipo, ayudar a los educadores en la búsqueda de la verdadera reforma de las enseñanzas, a partir de premisas de libertad creadora y de creatividad libre»

Fue editada en principio por FETE-UGT, aunque se independizó enseguida y la editó hasta su final la «Asociación de renovación Pedagógica Aularia». Lo dirigió desde el primer número, Enrique Martínez-Salanova, y el consejo de redacción más estable estuvo compuesto por Juan José Ceba, María Dolores González y José Manuel García.

En sus páginas escribieron en su momento, muchas personas en estos momentos reconocidas en el ámbito nacional por sus investigaciones y trabajos. Se dio fundamental importancia a la formación del profesorado, en secciones como Experiencias, Temas para debate, Formación del profesorado, Homenajes, Talleres, etc. Los anexos centrales, se plagaron de ideas y experiencias de poesía, prensa, cine, teatro y cómic.

La creatividad y el humor en Aularia

«Aularia conjuga el análisis profundo, los debates sobre temas de interés, la reflexión, los intercambios de experiencias y las sugerencias pedagógicas, con planteamientos de humor, dirigidos a un profesorado crítico, y creativo, que asume el espírtu de esta revista, con la madurez que ofrece el verdadero sentido del humor...» (número 2º)

La revista Aularia, desde su número 0, apostó por la creatividad, desde el corazón de sus autores hasta la didáctica llevada a las aulas, y por el humor, que sus páginas respiran. Allí nacieron personajes como don Eugenio Marín de Robles, eximio pedagogo español del siglo XVII, que cuestionaba con su práctica filosofía, muchos de los planteamientos de las aulas tradicionales. Allí nacieron también los glasbolordos, lúdicos y risueños, con su famoso «Diccionardo» (el único diccionario que huele bien), y los Filfilinos, celosos de la salvaguarda de las tradiciones, sus más acendrados enemigos. Algunos de sus momentos de humor, despertaron críticas furibundas, amenazas veladas e intentos de censura.

Dibujaron para Aularia: Antonio J. Morata «Elmo», Leandro Sequeiros, Gadea, Tonucci, Juan José Ceba (que también es autor de la cabecera), Enrique Martínez-Salanova, Morcillo, Martín Morales, y Esperanza Martínez-Salanova, además de otros colaboradores desde las aulas.

Gadea

Martín Morales

Morata (Elmo)

Tradición oral en las aulas

Realizado el texto y los carteles en 2002 para la «Campaña para el fomento de la tradición oral en Andalucía. Guía del profesor y guía del alumno», editado en Sevilla`por la Junta de Andalucía.

Sus primeros atisbos, «Bodas de sangre», fueron publicados en Aularia

El puntero de don Honorato, el bolso de doña Purita, y otros relatos para andar por clase

Quienes tengan el valor de enfrentarse a estas páginas han sido, para bien o para mal, para su suerte o para su desgracia, clientes forzosos de la institución escolar en todas o en alguna de sus variantes. Nadie se escapa a ello. Por esta razón, cualquiera puede tener la tentación malsana de confundir personajes ficticios con reales; o lo que es más grave, identificar situaciones y  anécdotas producto de la calenturienta imaginación del autor con hechos sucedidos a ellos mismos, a parientes o a conocidos. Estos personajes, que se expandieron por periódicos y revistas, y más tarde en un libro, nacieron y crecieron al amparo de Aularia.