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La educación permanente,
un nuevo entorno pedagógico global
©
Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine/Glosario
de cine
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La
educación permanente
La educación como
nuevo
estilo de vida está orientada hacia la persona y no hacia la
institución. Rechaza la idea de que el aprendizaje formal es sólo para los
jóvenes y la reemplaza por el convencimiento de que la educación es un
proceso que dura toda la vida. Se opone al concepto de que la educación
superior se lleva a cabo únicamente en
las aulas, afirmando que la educación
atañe igualmente a la oficina, las plantas industriales, las bibliotecas,
los cines, los
medios de comunicación,
las
iglesias y los centros comerciales de la comunidad.
Este
nuevo sistema de educación desecha la idea de que el aprendizaje se efectúa
principalmente por medio del estudio formal,
dentro de currículum reglamentado, y establece el principio de que la
educación combina el aprendizaje y la acción, que une el
estudio,
con la experiencia y
la actividad.
Reemplazar el sistema de aprendizaje centrado en las instituciones por el
centrado en el individuo equivale a revisar
todo el sistema
educativo.
El
nuevo concepto de educación no surgió solamente por iniciativa de los
educadores. Refleja, por el contrario, algunas nuevas realidades y es una
respuesta al fermento que agita a la sociedad: el cambio de las pautas de la
vida rural a la vida urbana, el desequilibrio entre los adelantos
tecnológicos y sociales, el desarrollo de nuevos conocimientos, unido al
carácter anticuado de los antiguos, y la movilidad de alumnos y
trabajadores. Los cambios tecnológicos son tan devastadores para la
competencia humana que el monopolio de la educación en manos de los jóvenes
equivale a estrechez de miras y toma imperativo el aprendizaje permanente.
La disparidad entre la promesa de la educación y su eficacia es tan grande
que el circunscribir la educación en los establecimientos escolares resulta
a veces ineficaz; se impone desarrollar actividades educacionales de alcance
comunitario. La ampliación de la idea de educación de modo que abarque el
concepto de desarrollo humano permanente se expande tan rápidamente que ya
no se puede confiar en los métodos tradicionales y es esencial adoptar una
nueva serie de enfoques para la familia, la escuela, la corporación y la
comunidad.
Bajo
estos imperativos subyace el compromiso básico de la búsqueda de identidad
personal de los grupos e individuos. |
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La formación de adultos
La didáctica del adulto aconseja
al profesor el uso de ejemplos clarificadores de los enunciados generales
empleados en las diversas áreas o asignaturas, a fin de facilitar la
comprensión de los casos individuales. No se requiere, sin embargo, como en
la escuela primaria de niños, el empleo exclusivo de ejemplos sensorialmente
perceptibles, sino que se deben usar ante todo los conocimientos y las
experiencias interiores del sujeto. Su finalidad ha de ser la de
lograr progresivamente un ordenamiento interior de los conocimientos y
pensamientos adquiridos por el alumno.
El interés que pueden suscitar en
el alumno adulto los procesos de la naturaleza y de la técnica, no será
satisfecho únicamente por medio de su sensorialización, sino que se le debe
permitir la penetración experimental de la estructuración física, mecánica,
biológica, etc., de los mismos.
Prestar atención al grado de
asimilación
La instrucción del adulto debe
dar menos importancia a las respuestas verbales del alumno, sobre los temas
estudiados, y prestar más atención al grado de asimilación práctica de los
conocimientos. En una formación de adultos, la búsqueda de la verdad de las
cosas por parte del alumno, y no sólo del profesor, es lo esencial del
proceso del aprendizaje. Si el alumno se «equivoca», con ello no comete una
«falta», sino simplemente un error, el que debe ser evaluado como un «error
dinámico», o sea como una motivación profunda para continuar la
investigación. Dentro de este proceso el profesor ocupa el lugar de guía y
apoyo, pero no necesariamente el del que debe dar la solución al error del
alumno.
Basarse en la investigación
La didáctica del adulto aconseja
al profesor liberarse completamente del principio equivocado de la escuela
tradicional, de que es necesario dar al alumno la mayor cantidad posible de
conocimientos, en el mínimo de tiempo factible. La didáctica del adulto
exige que la formación se fundamente exclusivamente sobre el método de
investigación científica, por obra de los alumnos. No debe ser el profesor
quien dé los conocimientos ya «digeridos», sino el alumno quien los
conquiste después de haberlos «masticado».
Conectar con la realidad
La lección deberá partir, no de
un problema situado en la mente del profesor, sino de algo que se conecte
con la realidad existencial de la cual procede el alumno. Tarea del profesor
es guiar el trabajo del alumno adulto, pero sin caer en el error, común a
muchos, de ayudar tanto a sus alumnos que los mismos llegan a descubrir
demasiado fácilmente la solución correcta.
Solución de los problemas del
adulto
La situación ideal de una
formación de adultos debe ser, no la de un profesor que pregunta y de un
alumno que responde, sino a la inversa, la de un alumno que pregunta y un
profesor que responde.
La razón que justifica esta
inversión metodológica, debe ser buscada en el hecho de que cada nuevo
conocimiento que adquiere el alumno, ha de ser el producto de la solución de
un problema que le ha afectado personalmente. Por ello, por más que la
solución lograda por un alumno sea algo común y vulgar para otros, para él
es algo originalmente personal y adquiere un valor exclusivo.
Enseñar a pensar
La bondad de una formación para
adultos, o la capacidad didáctica de un profesor, no debe ser medida por la
cantidad de conocimientos que adquiere el alumno, sino que junto a ello debe
buscarse ante todo el éxito de una escuela, en su capacidad de enseñar a
pensar y a juzgar a cada uno de sus alumnos.
Formar parte de su propio
pensamiento
El aspecto educativo del
aprendizaje de un contenido, debemos buscarlo en el hecho de que sea asumido
dinámicamente por el alumno, y por consiguiente pase a formar parte de su
conducta como «propiedad intelectual», de manera que ya no repita lo que
otros le enseñaron sino que comience a enseñar lo que ha pasado a formar
parte de su filosofía de la vida.
Elaborar juicios personales
La didáctica del adulto debe
basarse en el principio de que «pensar» es fundamentalmente igual a
«elaborar juicios», con relación a un determinado contenido de los
conocimientos humanos, a fin de conducir a una nueva conclusión, que
enriquezca a la humanidad.
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Los lineamientos de la unión europea en materia de
política de formación de adultos
La Comisión Europea ha asignado
unos papeles a la educación de personas adultas que están señalados en el
«Tratado sobre la Unión Europea» de Maastrich, artículos 126 y 127, los
cuales estipulan que la Comisión Europea contribuirá al desarrollo de una
educación y formación de calidad, gracias a una serie de acciones a llevar a
cabo en estrecha colaboración con los Estados Miembros. Las orientaciones
que la Unión Europea ha generado en materia de formación permanente tienen
como punto de partida el Libro Blanco «Crecimiento, competitividad y
empleo» elaborado a iniciativa de Jacques Delors. Su fundamento es de
carácter social y económico.
Dichas orientaciones han
evolucionado desde el punto de partida de la formación de adultos hasta la
formación permanente, lo que ha quedado reflejado a través de documentos
institucionales, de los que el más reciente es el Libro Blanco debido a la
iniciativa de los Comisarios Cresson y Flynn denominado «Enseñar y
aprender. Hacia la sociedad cognitiva», publicado en Diciembre de 1995.
Este documento señala en su introducción que la educación y la formación
tienen como función esencial la integración social y el desarrollo personal
si bien hoy esta función se ve amenazada si no se acompaña de una
perspectiva en materia de empleo.
En su estructura este Libro
Blanco aborda en primer lugar los retos que representan la educación y la
formación en Europa, a la luz de los cambios tecnológicos y económicos
actuales para continuar con las orientaciones para la acción, articuladas en
torno a objetivos que pretenden desarrollar una educación y una formación de
gran calidad.
Los cinco objetivos generales
del Libro Blanco
1. Estimular la
adquisición de nuevos conocimientos
En lo relativo al objetivo de
«Estimular la adquisición de nuevos conocimientos» nos propone desarrollar
todas las formas posibles de incitación a aprender, a estar al día.
Desarrollando un procedimiento
europeo que identifique, valide y reconozca las cualificaciones adquiridas,
Desarrollando un proyecto de
carta personal de competencias, generando un modo europeo de acreditación de
competencias técnicas, y profesionales,
Favoreciendo y facilitando la
movilidad de los alumnos
Creando nuevos ciclos de estudios
en el ámbito de «masters» reconociendo mutuamente, académica y
profesionalmente, los conocimientos adquiridos
Potenciando los programas
educativos multimedia:
2. Aproximar la formación
y la empresa
Toma como punto de partida el
carácter complementario de ambas instituciones. Esto supone que la formación
debe tener presente el conocimiento de las empresas y que la empresa debe
implicarse en el esfuerzo de formación y que debe desarrollarse la
cooperación entre los centros educativos y las empresas.
Para conseguir lo que el Libro
Blanco propone es necesario reforzar y renovar la formación profesional
inicial y continua, poniendo en marcha un dispositivo de observación europeo
de prácticas innovadoras de formación profesional y desarrollando mecanismos
de anticipación de necesidades en cuanto a competencias, cualificaciones y
nuevos oficios.
3. Luchar contra la
exclusión
La actuación referida al tercer
objetivo general: «Luchar contra la exclusión» gira en torno a dos
iniciativas:
Las escuelas de la segunda
oportunidad, destinadas a la atención de jóvenes excluidos del sistema
escolar y dirigidas a toda la población de un barrio con problemas, sin
clasificaciones previas. Se puede considerar que la segunda oportunidad
también va referida a profesionales que necesitan complementar conocimientos
de su profesión o acceder a otras profesiones u oficios.
4. Dominar tres lenguas
comunitarias
El objetivo de «Dominar tres
lenguas comunitarias» se apoya en la experiencia de que el aprendizaje de
otras lenguas, cuando se organiza desde la más temprana edad, es un elemento
que reduce el fracaso escolar, favoreciendo el conocimiento de la propia
lengua y desarrollando la capacidad intelectual. Se propone la puesta en
marcha de sistemas de evaluación y de garantía de calidad de los métodos y
materiales de enseñanza de idiomas, el diseño y la concesión de un
distintivo de calidad de «clases europeas» a. aquellos centros de enseñanza
que cumplan determinados criterios de promoción del aprendizaje de idiomas y
el fomento del intercambio de materiales de formación en idiomas con
destinatarios específicos, y el estímulo de la enseñanza precoz de lenguas
comunitarias.
5. Tratar igual la
inversión en material que la inversión en formación
Evaluar la inversión en educación
y en formación, actualizando un estudio comparativo de las inversiones
públicas y privadas,
Ejercicio
Leer, analizar y resumir el
texto.
Realizar un comentario sobre cada
uno de los objetivos básicos que presenta la Comunidad Europea.
Señalar las principales
dificultades que para su implantación se dan en nuestras zona de residencia.
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Los retos que presenta la sociedad
Del
Libro Blanco sobre la
educación y la formación,
de la Comisión de las
Comunidades Europeas Bruselas 1995
En este fin de siglo, las causas
de las transformaciones de la sociedad han sido diversas y todas tienen
consecuencias, en mayor o menor medida, sobre nuestros sistemas de educación
y formación. La evolución demográfica ha aumentado la longevidad, al tiempo
que ha modificado profundamente la pirámide de edades y con ello ha
incrementado la necesidad de formación a lo largo de toda la vida. El
considerable aumento del número de mujeres que ejercen un trabajo ha
modificado el lugar tradicional de la familia en relación con la escuela, en
la educación de los niños. Las innovaciones tecnológicas se han multiplicado
en todas las esferas y han dado lugar a nuevas necesidades de conocimientos.
Los modos de consumo han evolucionado, así como los estilos de vida.
Asimismo, se ha producido una toma de conciencia sobre los problemas
medioambientales y el empleo de recursos naturales que transforma a la vez
nuestros sistemas de educación y formación y nuestras actividades
industriales.
La confrontación tecnológica
Europa, como el resto del mundo,
se enfrenta a los efectos de la difusión masiva de las tecnologías de la
información, a la presión del mercado mundial y a una renovación científica
y técnica acelerada. La confrontación con la universalidad tecnológica y
económica se produce en un contexto en el que Europa tiene un índice de
desempleo más elevado que otras partes del mundo. El Libro Blanco parte de
la idea de que, la sociedad europea ha entrado en una fase de transición
hacia una nueva forma de sociedad más allá de los aspectos coyunturales de
la situación actual.
El choque de la sociedad de la
información.
Como ha subrayado el informe
sobre ‘Europa y la sociedad global de la información’ del Grupo de alto
nivel presidido por el Sr. Bangemann (mayo de 1994): «en todo el mundo, las
tecnologías de la información y las comunicaciones están generando una nueva
revolución industrial que ya puede ser considerada tan importante y profunda
como sus predecesoras». Esta revolución no puede dejar de tener, al igual
que las precedentes, consecuencias para el empleo y el trabajo.
Ahora, las tecnologías de la
información contribuyen a hacer desaparecer aquellos trabajos rutinarios y
repetitivos que pueden codificarse y programarse mediante máquinas
automáticas. El trabajo tendrá un contenido cada vez más cargado de tareas
inteligentes que requieren iniciativa y adaptación.
La sociedad de la información
lleva finalmente a plantearse la cuestión de saber si, más allá de las
nuevas técnicas de conocimientos que ofrece, el contenido educativo que
conduce será para el individuo un factor de enriquecimiento o. por el
contrario, de empobrecimiento cultural. Hasta ahora la atención se ha
centrado en las potencialidades ofrecidas por las autopistas de la
información, por la revolución de la manera instantánea con que opera, por
ejemplo INTERNET, en las relaciones entre empresas, investigadores y
universitarios. Pero también es de temer que la calidad del mundo de los
multimedia, y en particular de los programas educativos, conduzca a una
cultura «de poca calidad» en la que el individuo pierda todos sus referentes
históricos, geográficos y culturales.
El choque de la mundialización
La mundialización de la economía,
segundo choque motor, se traduce por una libre circulación sin precedentes
de capitales, bienes y servicios. La elección de la apertura, que incita a
desarrollar la competitividad general de nuestras economías aumenta el
bienestar general al hacer más eficaz la asignación mundial de recursos.
Requiere, no obstante, ajustes importantes en todos los países. Existe el
riesgo de una fractura social, con todas las consecuencias negativas, e
incluso dramáticas, que podrían de ella derivarse.
El choque de la civilización
científica y técnica.
Se acelera el desarrollo de
conocimientos científicos y la producción de objetos técnicos, así como su
difusión. Aparece un nuevo modelo de producción de conocimientos teóricos y
prácticos que combina especialización extrema y creatividad. Pero, en vez de
celebrar el progreso como en el siglo pasado, la opinión pública percibe a
menudo la empresa científica y el progreso tecnológico como una amenaza.
Las respuestas a los choques de
la sociedad de la información
Las respuestas a estos tres
choques son múltiples y requieren adaptaciones profundas de la sociedad
europea.
La finalidad última de la
formación, que es la de desarrollar la autonomía de la persona y su
capacidad profesional, hace de ella el elemento privilegiado de la
adaptación y la evolución. Por ello, las dos respuestas principales que el
presente Libro Blanco ha decidido adoptar son, en primer lugar, permitir a
cada uno y cada una acceder a la cultura general y, a continuación,
desarrollar su aptitud para el empleo y la actividad.
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Ideas rectoras de las políticas educativas
de «Aprender a ser» (1974),
Edgar Faure, de Alianza Universidad, Unesco.
Todo individuo debe tener la
posibilidad de aprender durante toda su vida. La idea de educación
permanente es la piedra angular de la Ciudad educativa.
El concepto de educación
permanente se extiende a todos los aspectos del hecho educativo; engloba a
todos, y el todo es mayor que la suma de las partes. En la educación no se
puede identificar una parte distinta del resto que no sea permanente. Dicho
de otro modo: la educación permanente no es ni un sistema, ni un sector
educativo, sino el principio en el cual se funda la organización global de
un sistema y, por tanto, la elaboración de cada una de sus partes.
Comentario:
Esta idea, naturalmente, diferirá
mucho en sus aplicaciones. Dado el espíritu de esta afirmación, podernos
decir que incluso podría recibir tantas aplicaciones diferentes corno países
hay en el mundo. También debe quedar claro que su extensión inicial y su
progresión no serán iguales en todos los países.
Ejercicio: Reflexión sobre
«Aprender a ser»
¿Por qué para todo individuo la
idea de educación permanente es la piedra angular de la Ciudad educativa?.
Expresa con tus propias palabras
y en función de tu experiencia que la educación permanente no es ni un
sistema, ni un sector educativo, sino el principio en el cual se funda la
organización global de un sistema y, por tanto, la elaboración de cada una
de sus partes.
En qué se manifiesta en ti o en
tu entorno más cercano la educación permanente.
Elabora una lista de las
principales dificultades para establecer un sistema global de educación
permanente.
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Bases pedagógicas de la educación contemporánea
Durante el siglo XX, a partir de
experiencias del siglo anterior unidas a las actuales, a las necesidades y
cambios del presente y a la implantación en las aulas de la tecnología,
sistemática y planificadora, basada en nuevas corrientes psicológicas y
apoyada desde otras disciplinas, la pedagogía ha ido evolucionando
acercándonos cada vez más a las necesidades del que aprende. Se han ido
estructurando así una serie de tendencias, que han conformado un estilo
distinto de enseñanza, dando lugar a diversos modelos, según la cultura y
las posibilidades de cada zona.
Ver:
María Montessori
Ver:
Francesc Ferrer i Guardia y la escuela Moderna
Ver:
Francisco Giner de los
Ríos y la Institución Libre de Enseñanza
Ver: Paulo Freire y la
pedagogía de la libertad
Ver: Celestin Freinet y
la escuela libre, cooperativa y comunicadora
Ver:
Mario Kaplun y la educomunicación popular
Ver: Educomunicación
Estos estilos tienen sin embargo
una serie de elementos en común, cuya síntesis dio como resultado lo que se
ha llamado la «Escuela nueva», y que posteriormente, al haberse
ampliado el ámbito social y tecnológico en el que se sustentan, preferimos
llamarla «Educación contemporánea». Esto no quiere decir que los
estilos de enseñanza que actualmente se aprecian sean puros, sino que
conviven unos con otros en una realidad, que a pesar de la técnica es
todavía muy parecida a la de la educación tradicional.
La «educación contemporánea»
respeta profundamente la tradicional, ya que en el fondo convive con ella.
Más bien procura una declaración de intenciones, entendiendo que la cultura
es un bien que camina con mucha lentitud. Grandes son los progresos que se
han efectuado, debido principalmente a las nuevas tecnologías, a las formas
de presentación de los contenidos y sobre todo a la diferente dinámica que
se produce en las aulas entre profesores y alumnos y alumnos entre sí.
La escuela, tal y como la
conocemos hoy, tiene una historia muy corta. Más bien desde mediados del
siglo XIX hasta el presente. Desde mediados del siglo XX, se integra en ella
la corriente llamada ‘tecnológica’, que abarca todas las actividades
educativas y que complementa todas las visiones de la educación
contemporánea. La corriente tecnológica tiene su sustento en determinadas
bases psicológicas, y en función de ellas se aplica uno u otro desarrollo
metodológico. No obstante, las nuevas tecnologías, de imparable y
vertiginoso avance, tienen una importancia decisiva en los criterios que se
adoptan.
Las diferencias fundamentales
entre la educación tradicional y lo que pretende la educación
contemporánea.
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Educación
tradicional |
Educación
tecnológica |
Estilos educativos |
Artesano técnico
Voluntarista
Espontaneista |
Tecnológico
Profesional
Planificador
|
Corrientes
psicológicas |
Introspeccionismo
Conductismo
Constructivismo
pasivo |
Cognitivismo
Constructivismo
activo
Interaccionismo |
Estructura de
centros |
Piramidal
Predominio de línea
Directivos asignados |
Horizontal
Predominio «staff»
Directivos elegidos |
Contenidos |
Escolásticos
Enciclopédicos
Basada en contenidos |
Relación con la
realidad
Investigación
Basada en
necesidades
|
Métodos |
Lógica de la
tradición
Verbalísticos |
Lógica del
aprendizaje
Activos |
Formas de trabajo |
Individuales
Colectivas
Memorísticas |
Individualizadas
En equipo
Experimentales |
Papel del profesor |
Artesano
Aislado
Actúa
espontáneamente
Eje del proceso
Instructor |
Técnico
En equipo
Planificador
Orientador
Educador |
Papel del alumno |
Pasivo
Obedece
Recibe
Compite |
Activo
Participa-opina
Descubre
Coopera |
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Principios de la educación contemporánea
Plantear los principios de la
educación contemporánea es referirse tanto a la tradición como a elementos
integrados en la historia de la educación en fecha muy reciente, y en todo
aquello que se va incorporando día a día. Los principios son, según el
diccionario de la Real Academia, cualquiera de las primeras proposiciones o
verdades fundamentales por donde se empiezan a estudiar las ciencias o las
artes. En este caso, son la referencia necesaria para comprender las bases
que propone la nueva metodología didáctica. Ningún principio se da solo, ni
puede prosperar sin la conjunción con los otros.
Principio de individualización
Un conocimiento cada día mayor
del individuo (por las aportaciones de la sociología, de la antropología y
de la psicología) fue creando gradualmente la necesidad de una enseñanza
individualizada.
La educación actual tiene en
cuenta a cada individuo como persona con características diferentes a los
demás. Todos somos diferentes, en lo físico y en lo psíquico, y por lo tanto
nuestra forma de aprender tiene formas distintas de realizarse.
Desde este punto de vista la
enseñanza, sobre todo la didáctica, debe estructurarse en función de las
características individuales de cada alumno, teniendo en cuenta los
intereses y motivaciones personales, los procesos individuales de
aprendizaje y el seguimiento continuo e individualizado de cada alumno.
El aprendizaje es siempre
individual.
Técnicas de
individualización:
Las fichas, el estudio dirigido,
el trabajo individual, la enseñanza programada, etc.
Principio de socialización
El hombre es un ser por
naturaleza social, que debe contar con otros para sobrevivir. La
comunicación es el elemento necesario y fundamental para dicha
supervivencia, por lo que debe aprenderse.
La educación actual encara el
problema de la socialización de los individuos, adaptando la metodología y
las técnicas didácticas a las necesidades del individuo para que este pueda
adaptarse a su grupo y convivir solidaria, y no competitivamente con él.
El aprendizaje se hace más eficaz
si se realiza en grupo.
Técnicas de socialización
Todas las técnicas de dinámica de
grupos, el método de proyectos, la investigación, la comunicación, etc.
Principio de la actividad
La educación actual se apoya en
la actividad personal del alumno. Sin actividad personal no hay aprendizaje.
La actividad parte de las propias necesidades e intereses del alumno, que se
motiva a sí por su propio aprendizaje. El profesor canaliza esas inquietudes
en relación con el currículum y los objetivos del programa. Hay que basarse
en el principio de que interesa más el aprendizaje de los procesos que los
mismos resultados. La actividad es también un proceso a aprender.
Para que una enseñanza sea activa
debe iniciarse desde la programación de actividades, presentando al alumno
actividades problemáticas de solución asequible a su nivel que tengan, a ser
posible, resultados visibles, que permitan al alumno interesarse por su
aprendizaje y hagan más fácil la evaluación y autoevaluación de los
aprendizajes.
Técnicas de enseñanza
activa
Investigación, experimentación,
proyectos, demostraciones y prácticas en general, ejercicios, discusión y
debate, utilización de documentación, observación directa, estudio de casos,
etc.
El principio de la intuición
Nada hay en el entendimiento que
antes no haya pasado por los sentidos. La experiencia personal es la base
del aprendizaje, y se aprende mejor lo que se ha podido tener en contacto
con alguno de los sentidos.
Este principio es antagónico a
una enseñanza verbalista o abstracta. Intuir significa etimológicamente,
ver, captar. La intuición puede ser directa, cuando se aprecian las cosas
directamente, o indirecta, cuando se aprecian por medio de analogías o
ejemplos.
Técnicas para el principio
de la intuición
La experiencia directa, la
observación, los medios audiovisuales, los carteles, los medios de
comunicación, los viajes, las visitas, etc.
El principio del juego
La especie humana aprende
jugando. En otras palabras, hacemos con mayor entusiasmo lo que nos gusta.
Por lo tanto aprenderemos con mayor entusiasmo lo que nos causa placer o nos
entra jugando.
El juego se ha definido como la
actividad que se hace por sí misma, mientras que el trabajo intenta
conseguir algo distinto al propio quehacer. Algo que está fuera de nosotros
mismos. Lo ideal sería trabajar en lo que nos gusta, lo que equivale a
decir, en lo que jugamos.
El juego descarga la energía
sobrante, canaliza los intereses, sirve de descanso, estimula el desarrollo,
motiva hacia el aprendizaje, ejerce de técnica evaluadora de
comportamientos, fomenta la creatividad, etc.
Técnicas para el principio
del juego
Cómic, adivinanzas, deportes,
entretenimientos, juegos dirigidos, canto o danza, cuentos, teatro, mímica,
etc.
El principio de la creatividad
El sentido de lo creativo en la
educación actual es aunar lo que tradicionalmente se ha llamado creación
inventiva o descubrimiento con lo que se entiende por originalidad o sentido
artístico.
Procurar la espontaneidad y la
capacidad expresiva, la creación con dificultades de espacio, tiempo o
lugar, para que el alumno se acostumbre a decidir creativamente incluso en
circunstancias adversas, la creatividad inventiva, la que despliegan la
originalidad, y sobre todo la que busca siempre nuevas vías o cauces de
expresión distintos a los tradicionales: enseñanza divergente.
Técnicas para el principio
de la creatividad
El juego, la poesía y literatura,
la pintura, y todas las artes plásticas, la dinámica en grupos, la toma de
decisiones individualmente o en grupos, realizar proyectos, el teatro, la
mímica, etc.
El principio de ‘estar al día’
Es la base de la profesionalidad
del profesor. Los alumnos adultos, cada vez están mejor preparados en las
diversas situaciones de su profesión y en todo aquello que tiene que ver con
el aprendizaje. Las nuevas tecnologías acrecientan la necesidad de formación
y preparación de los profesores. Nunca se está al día al cien por cien. En
el aprendizaje de personas adultas, es imprescindible plantear procesos
metodológicos en los que la investigación, la búsqueda de datos, la
curiosidad y la creatividad estén presentes. ‘Aprender a aprender’ es uno de
los principios ideológicos que más fuerza han aportado a los cambios
metodológicos, ya que incitan a procurar a los alumnos el autoaprendizaje.
Los principios metodológicos
fundamentales de la educación actual
a) Supremacía de la educación
sobre la instrucción.
b) Respetar la individualidad del
alumno.
c) Atención creciente a los
intereses del alumno.
d) Una disciplina basada en la
colaboración entre alumnos y profesores, procurando las responsabilidades
individuales y sociales.
e) Sustituir competitividad por
cooperación.
f) Coeducación, en la que cada
sexo ejerza sobre el otro una influencia saludable.
g) Educación que prepare al
individuo para ser no solamente ciudadano capaz de cumplir con sus deberes
sino también ser humano consciente de su dignidad de persona.
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La experiencia como base del
aprendizaje
La pirámide de Dale, normalmente
se encuentra ligada a los recursos y medios didácticos. La presentan la
mayoría de los textos que se refieren a esos temas y contenidos.
Sin embargo, la pirámide puede
servir de base ideológica para todos los procesos de aprendizaje
contemporáneo, ya que se sustenta en la experiencia como única forma de
aprender.
Cuando el punto de partida es la
abstracción, ubicada en la cúspide de la pirámide, es necesario que el
profesor baje los peldaños necesarios para acercar al alumno a la base de la
pirámide, por medio de dibujos, elementos icónicos fijos o móviles, cine y
televisión, etc. En algunos casos, todavía más es necesario acercarse a la
base experimental mediante dramatizaciones, visitas, simulaciones,
experimentos de laboratorio o la experiencia real.
Cuando es posible, el comienzo es
a la inversa. Se inicia desde la misma experiencia, y desde ahí se llega a
la abstracción.
La gran diferencia aportada por
Dale es que el camino desde la experiencia aporta, además, al alumno que se
interesa, motivación y el aprendizaje de procesos que de otra manera le
hubieran sido difíciles de conseguir.
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La
diferencia entre los alumnos
Es un gran error
creer que hay una sola receta para todos los alumnos. Hay que tener
especialistas y también generalistas. Pero en un mundo que cambia
rápidamente, solamente es posible adaptarse con la misma rapidez si
los especialistas en una disciplina puedan relacionar su
especialidad con otras. La naturaleza de los trabajos va a cambiar
de tal manera que la gente debe tener una amplia base educativa para
poder adaptarse. Quien sale de la universidad debe tener buenos
conocimientos en matemáticas y aritmética, ser competente en el uso
de las tecnologías de la información, buenas técnicas de
comunicación, y debe ponerse mucho mayor énfasis en la gramática y
la dicción. También es importante una mínima experiencia laboral y
de trabajo en grupo. De ahí la importancia de los aprendizajes
experimentales de Dale. El alumno debe aprender a gestionar su
propio aprendizaje, de modo que cuando acabe sus estudios tenga la
posibilidad de asumir la responsabilidad para decidir cuáles son sus
objetivos, planear su trayectoria educativa y evaluar los progresos.
Tienen que ser gestores de sus propias vidas.
Es fundamental. Hoy
debemos pedir mucho más a los profesionales que en el pasado, pero
su vida va a ser más dura. El mundo es un lugar duro. La sociedad se
ha dado cuenta de que para ser competitiva debe, ser altamente
formada en la experiencia.
Experiencia afectiva
Por ejemplo: elementos componentes del medio
ambiente como clima, geografía, tecnología, pueden formar una
categoría como «el lugar en el que se mueve la especie humana». En
esta categoría cada uno de los componentes cumple con la
característica de ser «ámbito de la especie humana». Pero, ¿es
propiedad del ordenador ser ambiente del hombre?. Evidentemente no.
Si las características no eran propiedades de los objetos en
cuestión, considerado en sí mismo, ¿quién las puso?. Observamos en
el ejemplo que los criterios para la formación de categorías están
en el hombre mismo y según Bruner son de orden afectivo. Es por ello
por lo que llama a estas categorías de ‘equivalencia afectiva’. Cada
objeto de la categoría es equivalente a las demás en cuanto a que en
la persona que así categoriza generan o evocan la misma respuesta
afectiva.
Experiencia funcional
Cuando empleamos la categoría «medios de
comunicación» es común referirnos a objetos muy diversos como:
televisión, radio, Internet, cine, periódico, etc. ¿Cuál ha sido el
criterio para agrupar objetos tan distintos en una misma categoría?.
En este caso el criterio ha sido atender a una función que de alguna
forma u otra cumple cada caso particular. Bruner llama a esto
«categoría de equivalencia funcional» y la define como aquella «que
permite que todos aquellos discriminados como poseedores de la misma
función se coloquen en la misma clase». Desde un punto de vista
experimental, la especie humana entra en ellos de manera funcional,
y en general inconscientemente.
Experiencia formal:
A todas las figuras de tres lados, tres
vértices y tres ángulos las categorizamos como «triángulos». Podemos
observar en el ejemplo que las categorías formales surgen cuando una
persona especifica en forma deliberada las propiedades intrínsecas
por las cuales un objeto ha de colocarse en una determinada
categoría. La categorización formal usa símbolos, a veces
matemáticos, y es ampliamente utilizada en la ciencia.
¿Cómo se conceptualiza o categoriza
desde la experiencia?
Es un proceso interno en muchos casos
inconsciente e indescriptible por quien lo experimenta. Para Bruner
consiste en una serie de decisiones que se toman deliberadamente
para alcanzar una meta, tal como construir un concepto, y le llama
estrategia.
Así, una estrategia es cualquier serie de
situaciones mentales que requieren decisión que está orientada hacia
una meta. Por lo tanto, mediante el uso de una estrategia es como se
verifica la conceptualización. Las estrategias se aprenden y su
aprendizaje (comprendido, incluso mejorado) solo reconoce los
límites genéticos del propio individuo.
Codificación
Las posibilidades humanas de conocer no se
agotan en la conceptualización sino que van más allá: el hombre es
capaz de unir conjuntamente conceptos en generalizaciones de causa y
efecto, es decir, es capaz de codificar.
Para Bruner: «Un sistema de codificación se
puede definir como un conjunto de categorías no específicas
contingentemente (en dependencia) relacionadas». Esto queda más
claro cuando agrega que el problema de la instrucción «se refiere al
mejor sistema de codificación que presenta las diversas materias,
así como que garantice al máximo la habilidad de generalizar».
O sea que Bruner ve el
proceso de codificación como el que combina los conceptos en
generalizaciones. Y éstas permiten predicciones «hacia adelante y
hacia atrás» de que determinadas aseveraciones posiblemente sean
verdaderas o falsas. En palabras del mismo Bruner: «una buena
teoría, un buen sistema de codificación formal o probabilístico, nos
permitirá ir más allá de los datos con que contamos, tanto en forma
retrospectiva como anticipada». Un código puede considerarse como
una generalización, por lo cual se pueden deducir las consecuencias
de los actos anteriores y, por tanto, poder predecir las
consecuencias de los futuros.
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Educación liberadora
Paulo Freire propone la educación liberadora, en la cual el educador
debe dar prevalencia al diálogo con el educando. El educador ya no es sólo
el que educa sino aquel que en tanto educa es educado a través del diálogo
con el educando, quién al ser educado, también educa. Así ambos se
transforman en sujetos del proceso en que crecen juntos y en el cual "los
argumentos de la autoridad ya no rigen. Sostiene Freire que la educación es
un proceso en el que ser funcionalmente autoridad requiere el estar siendo
con las libertades y no contra ellas.
Ahora, ya nadie educa a nadie, dice Freire, así como tampoco nadie se
educa a sí mismo, los hombres se educan en comunicación, mediatizados por el
mundo.
Los educandos en vez de ser dóciles receptores de los depósitos se
transforman ahora en investigadores críticos en diálogo con el educador,
quien a su vez es también un investigador crítico. En la medida en que el
educador presenta a los educandos el contenido, cualquiera que sea, como
objeto de su admiración, los alumnos admiten la figura del educador como
importante para su educación.
El proceso
educativo
La educación para Freire se manifiesta en la liberación de la
opresión, aportando la conciencia que necesita el educando para asumir sus
roles. La educación es una forma de percibir su realidad social, y al
hacerlo el sujeto está haciendo historia, es protagonista de su historia.
La educación un proceso dinámico, de acción de parte de los sujetos,
un producto de la praxis, no es sólo reflexión sino una actividad orientada
a transformar a través de la acción humana.
En la pedagogía liberadora el educador no es el que transmite la
realidad, sino que es el educando el que la descubre por sí mismo.
Conocer no es sólo una producción de conocimientos nuevos, sino que es
también apropiarse de los conocimientos ya obtenidos, someterlos a una
autocrítica para producir nuevos conocimientos.
Diferencia
entre educación bancaria y educación liberadora
Para Freire existen dos tipos de concepción de la educación: la
bancaria (de banco: doy para que me des) y la liberadora
Las características que establece para cada una son:
Educación Bancaria |
Educación liberadora |
Se
considera al educando como un receptáculo de conocimiento. El educador
es el que habla, sabe y escoge contenidos. Clase Magistral. |
Educador y educando se enfrentan juntos al acto de conocer |
El
educador impone las reglas del juego e impone su concepción al educando,
y de esta manera expresa una relación similar entre opresor y oprimido
en la realidad social. |
Enseñanza-aprendizaje. Exposición dialogada. |
La
función del educando es adaptarse al orden establecido, que se produce a
través de un proceso que elimina la creatividad, la conciencia crítica,
impidiéndole el diálogo. |
Nadie
educa a nadie, y nadie se educa a sí mismo. El hombre se educa
mediatizado por la sociedad o el mundo. |
Invasión cultural |
Se
utiliza el diálogo, a través de la palabra. Reflexión-acción no pueden
ir juntos, pero se relacionan. |
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El
educador fomenta la creatividad y la conciencia crítica en el educando. |
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Síntesis cultural |
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El profesor como facilitador
Cómo
convertirse en facilitador del aprendizaje
Carl
Rogers
No
hace mucho, un profesor me preguntó: «¿Qué cambios querría usted que se
produjeran en la educación?» Le respondí lo mejor que pude en ese momento
pero continué reflexionando sobre su pregunta. Suponiendo que tuviera yo
una varita mágica capaz de provocar un solo cambio en nuestros sistemas
educativos, ¿cuál sería ese cambio?
Después de pensarlo, decidí que con un toque de mi varita haría que todos
los profesores, de todos los niveles, se olvidaran de que son profesores.
Les sobrevendría una amnesia total respecto de todas las técnicas de
enseñanza que se han esforzado por dominar a través de los años. Se
encontrarían con que son absolutamente incapaces de enseñar.
A
cambio de esta pérdida, adquirirían las actitudes y aptitudes propias del
facilitador del aprendizaje: autenticidad, capacidad para valorar y empatía.
¿Por que cometería yo la crueldad de despojar a los profesores de sus
preciosas técnicas? Porque siento que nuestras instituciones educativas se
encuentran en una situación desesperada, y que a menos que nuestras escuelas
puedan convertirse en centros de estudios plenos de entusiasmo e interés, lo
más probable es que estén condenados a desaparecer.
El
lector quizá piense que esto del «facilitador del aprendizaje» no es más que
un modo original de designar al profesor de siempre, y que nada cambiará. Si
así lo cree, estará equivocado. No hay ninguna semejanza entre la
función docente tradicional y la que cumple el facilitador del aprendizaje.
El
profesor tradicional, el buen profesor tradicional, se plantea a sí
mismo este tipo de preguntas: «¿Qué creo conveniente que aprenda un alumno
de esta edad y con este nivel de competencia? ¿Cómo puedo planear un
programa de estudios apropiados para este alumno? ¿Cómo puedo inculcarle una
motivación para que aprenda ese programa? ¿Cómo puedo instruirlo de modo que
adquiera los conocimientos que debe adquirir? ¿Cuál será la mejor forma de
implementar un examen para verificar si realmente ha asimilado esos
conocimientos?» Por su parte, el facilitador del aprendizaje
plantea el mismo tipo de preguntas, pero no a sí mismo sino a los
estudiantes. «¿Qué quieren aprender? ¿Qué cosas les intrigan? ¿Qué cosas
despiertan su curiosidad? ¿Qué temas les interesan? ¿Qué problemas desearían
ustedes poder resolver?» Una vez que ha obtenido respuestas a estas
preguntas, se formula otras: «¿Cómo puedo orientarlos para que encuentren
los medios. las personas, las experiencias, los materiales didácticos, los
libros, los conocimientos que yo poseo, que los ayuden a aprender de modo
que les proporcionen las respuestas a las cuestiones que les interesan, a
las que están ansiosos por aprender?»
Y más
adelante: «¿Cómo puedo ayudarlos a evaluar su progreso y a fijar futuros
objetivos de aprendizaje basados en esta autoevaluación?» También las
actitudes del profesor y del facilitador se encuentran en polos opuestos.
La enseñanza tradicional, por más que se la disfrace, se basa en esencia en
la teoría del «recipiente y el vertedor». El profesor se pregunta: «¿Cómo
puedo hacer que el recipiente se quede quieto mientras vierto en él los
conocimientos considerados importantes por quienes elaboraron el programa de
estudios?» La actitud del facilitador del aprendizaje se relaciona casi por
entero con el aspecto del clima: «¿Cómo puedo crear un clima psicológico en
el que el niño o el adulto se sientan libres para ser curiosos, cometer
errores, aprender a partir del medio, de sus compañeros, de sí mismo y de
sus experiencias? ¿Cómo puedo ayudarle a recobrar el entusiasmo por aprender
que forme parte de su naturaleza durante toda su vida?»
Una
vez encaminado este proceso de facilitación del aprendizaje deseado, el
centro educativo pasaría a ser, para el adulto, «mi escuela». El alumno se
sentiría parte vital de un proceso muy satisfactorio. Los sorprendidos
profesores, padres y familias escucharían decir a los alumnos: «Estoy
deseando llegar a la escuela.» «Por primera vez en mi vida me estoy
enterando de las cosas que yo quiero saber.» «¡Cuidado! Suelta esa piedra.
¡Ni se te ocurra romper un vidrio de mi escuela»
Lo más
hermoso es que estas palabras serían dichas por alumnos retrasados,
brillantes, urbanos o desfavorecidos. Esto se debe a que los alumnos se
ocuparían de los problemas que realmente les inquietaran e interesaran, al
nivel en el que pudieran captarlos y encontrarles una solución útil. Cada
uno de ellos tendría una experiencia sostenidamente fructífera.
Algunos profesores creen que este tipo de aprendizaje individualizado es
impracticable, pues demandaría un número mucho mayor de profesores o
maestros. Nada más lejos de la realidad. Para empezar, cuando los alumnos
están deseosos de aprender, siguen sus propios caminos y realizan una gran
cantidad de estudios independientes, por su cuenta. También se ahorra mucho
tiempo de los profesores, por la marcada disminución de problemas de
disciplina o control. Por último, la libertad para interactuar que surge
del clima que brevemente he descrito posibilita el empleo de un importante
recurso inexplotado: la capacidad de un alumno para ayudar a otro a
aprender. Que el maestro diga: «Juan, a Raúl le cuesta un poco esa división
larga que tiene que hacer en el problema. ¿Podidas ayudarle?» constituye una
experiencia maravillosa, tanto para Juan como para Raúl. Y aún más
maravilloso es que los dos alumnos trabajen juntos, ayudándose mutuamente,,
sin que nadie se lo pida. Juan aprende realmente a hacer divisiones
largas cuando ayuda a otro a comprenderlas. Y Raúl puede aceptar su ayuda y
aprender, porque no tendrá miedo de quedar como un ignorante.
Convertirse en facilitador del aprendizaje, más bien que en profesor, es un
asunto peligroso. Implica incertidumbres, dificultades, y retrocesos, y
también una aventura humana entusiasmante, cuando los alumnos comienzan a
mostrar sus frutos. Una maestra que corrió este riesgo me dijo que una de
sus mayores sorpresas fue comprobar que, cuando dejaba a los niños libres
para aprender, disponía de más tiempo, y no menos, para dedicar a cada uno
de ellos.
No
tengo palabras para expresar cuánto me gustaría que alguien agitara esa
varita mágica para convertir la enseñanza en facilitación. Tengo la profunda
convicción de que la enseñanza tradicional constituye una función casi
completamente fútil, cuyo valor se ha exagerado y en la que se malgastan
energías, dentro del contexto cambiante del mundo de hoy. Sirve, sobre
todo, para dar a los alumnos que no logran captar las nociones impartidas,
una sensación de fracaso. También sirve para inducir a los alumnos a
abandonar sus estudios cuando se dan cuenta de que lo que se les enseña no
tiene relevancia en sus vidas. Nadie debería nunca tratar de aprender algo a
lo que no le ve ninguna utilidad. Ningún alumno debería verse obligado a
sufrir la frustración que impone nuestro sistema de calificaciones, las
críticas o la ridiculización por parte de los maestros y otras personas, y
el rechazo de que es objeto cuando es lento para comprender. La sensación
de fracaso que se experimenta al ensayar o querer lograr algo que de hecho
es demasiado difícil es un sentimiento saludable, que impulsa a aprender aún
más. Algo muy diferente sucede cuando el fracaso es impuesto desde afuera,
por otra persona, que rebaja a quien lo sufre. |
©
Enrique
Martínez-Salanova Sánchez
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