El
puntero de don Honorato/Bibliografía/Lecturas
de cine
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Literatura y
cine, cine y literatura. ¿Libro o película?
La polémica entre la
literatura, concebida como un arte, y el cine, calificado de
espectáculo, es igual de
antigua
que la
primera adaptación realizada en cine, es decir, igual de vieja que el
propio cine.
De alguna manera, estas dos
disciplinas tienen un mismo objetivo: contar historias, y uno de sus
elementos básicos ha sido el mismo: la palabra. Si recordamos, el
lenguaje cinematográfico se desarrolló ante el reto de narrar con
claridad una historia en un tiempo determinado, sintetizando en una hora
de proyección, cientos de páginas que constituyen un guión.
A través de los años, hemos sido
testigos de múltiples cintas, que basadas en grandes obras de la
literatura, han evidenciado la difícil tarea de representar para la
pantalla, las imágenes literarias; esto sin duda, ha resultado en
aciertos y decepciones, sin embargo, resulta primordial reconocer, que
si bien son dos medios distintos, esto no los hace incompatibles, sino
complementarios.
Hoy, del mismo modo que a principios del siglo XX, hay quienes
consideran que el cine es un modo de expresión tan nuevo que,
necesariamente debe ser diferente de la literatura,
con expresividad distinta, lenguaje diferente, que aporta nueva
terminología y enfoque al arte.
Otros, por el contrario,
cada vez menos,
consideran que el cine es un producto de la literatura, una nueva
expresión de ella.
En
cualquier caso,
cine y literatura
está íntimamente unidas y condenadas a encontrarse. El cine ha recibido
de la literatura relatos, argumentos, formas y estilos. La literatura,
en todo el último siglo, va recibiendo del cine diferentes modos de
mirar, una concepción narrativa distinta, que acomoda en los autores
literarios, en ocasiones, su mirada y su estilo.
Unas veces se realiza la adaptación
de obras literarias al cine, que
tiene la misma
tradición centenaria que el séptimo arte
y, casi siempre
renueva la eterna
polémica: se suele rechazar la película lamentando que la complejidad
del texto literario haya sido despreciada por la superficialidad de las
imágenes. En ocasiones, se
hace un guión -que no deja de ser una obra literaria- exclusivamente
para el cine. A veces, las menos, tras la película, se ha escrito la
obra literaria. Hay films que reproducen una época histórica literaria
determinada, o la vida de un literato, o el relato de cómo se ha hecho
una novela... El cine es rico en imaginación y cualquier idea la puede
convertir -con mayor o menor fortuna en imágenes y sonido.
«Muchas películas se
realizan hoy con un grado de penetración y de madurez que
alcanza el nivel de los textos escolares. El Enrique V y
el Ricardo III de Olivier reúnen una riqueza cultural y
artística que revela a Shakespeare a un nivel muy alto, aunque
de una forma de la que pueden disfrutar fácilmente los jóvenes.
La película es a la
representación teatral lo que el libro fue al manuscrito. Pone a
disposición de muchos en muchos momentos y lugares lo que de
otro modo quedaría restringido a unos pocos y a pocos momentos y
lugares. La película, igual que el libro, es un mecanismo de
duplicación» (de El aula sin
muros, McLuhan)
Y si comparamos el cine con el teatro, aunque ambas son artes
dramáticas,
«el teatro instala a los actores frente a un público ante el
que cada noche durante toda la temporada vuelven a representar el mismo
drama. En la naturaleza profunda del teatro hay algo de retorno ritual».
(de John Berger,
en Cada vez que decimos adiós)
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España. 1995. 109 minutos.
Guión y dirección: Pilar Miró
Intérpretes. Enma Suárez, Carmelo Gómez, Ana Duato,
Fernando Conde, Miguel Rellán.
Adaptación de la obra de Lope de Vega. Narra los amores
y celos entre Diana, una condesa napolitana, joven atractiva, imaginativa y
perspicaz, y un plebeyo, su secretario Teodoro, que está a su vez
comprometido con Marcela, una dama al servicio de la condesa. A Diana le
corroen la envidia y los celos al observar felices a sus subordinados. Diana
enciende y frustra cíclicamente a Teodoro, en el que desarrolla la mayor de
las ambiciones. Es una comedia de enredo ambientada en el siglo XVII.
Respeta el texto de la obra original, en verso. |
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El cartero y Pablo Neruda, Il Postino
Italia/Francia.1995. 111 min.
Director: Michael Radford
Guión: Anna Pavignano, Michael Radford
Intérpretes: Philippe Noiret, Massimo Troisi, Maria
Grazia Cucinotta.
Sinopsis: Un cartero italiano conoce a Pablo Neruda. El
cartero es la versión cinematográfica de «Ardiente paciencia», la novela del
chileno Antonio Skármeta. La amistad que se entabla entre Pablo Neruda,
exilado en una pequeña isla italiana, y el cartero que le lleva la
correspondencia, ambientada de forma sobria y deliciosa. Es la peculiar
historia de amistad entre la sabiduría intelectual y la sabiduría popular;
entre el poeta perseguido y aclamado y el aprendiz de poeta metafórico,
enamorado y pobre. |
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Textos
De
El
cartero y Pablo Neruda, Michael Radford, 1994
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(Massimo Troisi leyendo un fragmento de las «Odas
Elementales» de Pablo Neruda.:
«Sucede que entro
en las sastrerías y en los cines,
marchito, impenetrable,
como un cisne de fieltro
navegando en un agua
de origen y ceniza
El olor de las peluquerías
me hace llorar a gritos.
Me canso de ser hombre».
«Oda al mar». Neruda/Philip Noiret a Massimo Troisi
sentados junto a la orilla del mar:
«Aquí en la isla
el mar
y cuanto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que sí, en azul,
en espuma, en galope.
Dice que sí, que no.
No puede estarse quieto,
Me llamo mar, repite
pegando a una piedra
sin lograr convencerla,
entonces,
con siete lenguas verdes,
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre».
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Poema que la madre de Beatriz encuentra escondido en el
pecho de ella:
«Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
tienes líneas de luna, caminos de manzana,
desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla
como el verano en una iglesia de oro».
Neruda en el banquete de boda de Mario y Beatriz:
«Con casto corazón,
con ojos puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja
y siga la línea
de tu contorno,
para que te acuestes en mi oda
como en tierra de bosques
o en espuma,
en aroma terrestre
o en música marina».
Final de la película. Texto previo a los títulos de
crédito:
«Y fue a esa edad... Llegó la poesía a buscarme. No se,
no se de donde
salió, de invierno o de río
No se como ni cuando
No, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio
pero desde una calle me llamaba
desde las ramas de la noche,
de pronto, entre los otros
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba». |
©Enrique
Martínez-Salanova Sánchez |
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