La base de un programa televisivo o cinematográfico
está en un buen guión. El guión, sin embargo, desaparece –no nos damos
cuenta de que existe- cuando vemos la película.
El guión es el relato escrito de lo que va a suceder
en un programa de televisión o en una pelícual. Es algo muy sencillo y con
un cierto parecido a una novela. Se desarrolla completamente un argumento
teniendo en cuenta que todo hay que filmarlo, grabarlo y montarlo. El guión
son los diálogos, las escenas, las secuencias, y una descripción minuciosa y
pormenorizada de lo que los presentadores, actores y participantes hacen en
el plató. El guión es el «montaje en borrador» de un programa de televisión
o de una película. Es muy importante que un escritor de guiones sepa de
cine, de filmación, montaje, de los entresijos del rodaje, de la dificultad
de realizar determinados efectos y que tenga idea de lo que cuesta realizar
un programa o una película. En definitiva que sepa lo que se puede y lo que
no se puede hacer en un plató para que la filmación llegue a los
espectadores.
Las etapas para escribir un guión
Cuando se escribe un guión se hace en varios tiempos
que corresponden a diferentes escalas o tramos de un guión.
«Sinopsis». Es un resumen muy breve del relato, que
sirve para que el productor se fije en la idea. Suele tener pocas páginas.
«Redacción novelada o Tratamiento». Es la redacción
del relato como si fuera una descripción novelada, de forma lineal en cuanto
a la visión que el programa va a dar.
«Guión literario o continuidad dialogada», cuando la
redacción novelada se convierte en secuencias y escenas, en las que los
diálogos y la explicación de los lugares de acción, lugar y tiempo son
especificadas con claridad.
«Guión técnico»: No siempre se exige y es muy variada
su forma de realización. Su base es el «Guión literario», que se divide en
planos, escenas, secuencias, siendo en realidad un montaje en borrador.
La estructura del guión
Un guión se divide en secuencias, que son como los
actos de una obra de teatro. Cada secuencia lleva un encabezamiento que
indica el lugar y el momento en que se va a desarrollar. La secuencia se
subdivide en escenas. Cada escena comprende uno o varios planos, rodados en
el mismo ambiente y con los mismos personajes.
La estructura del guión, como se dice más arriba, no
tiene normas objetivas. Cada director, productor o guionista, las más de las
veces en conjunto, deciden aquello que es necesario que conste en el guión.
Si el guión es para una filmación de ficción. Una
serie, por ejemplo, puede comenzar así:
«Secuencia 1ª' Entrada del Zoológico. Exterior. Día».
Eso quiere decir que hay que rodar la primera secuencia en el exterior de un
parque de zoológico, durante el día.
A continuación se describe la acción de la secuencia.
Cuando hablan los personajes que intervienen en la acción, se destacan de
manera clara sus diálogos.
Cada vez que cambia el lugar donde se vaya a rodar la
escena, o el tiempo -día o noche-, se pasa a otra secuencia.
¿Cómo es el discurso televisivo? (Extraído de BELLIDO,
A. (1992): El cine y la televisión. Educación Plástica y Visual. Secundaria
Obligatoria. Valencia, Generalitat/MEC).
La televisión plantea un discurso (el discurso
televisivo) que posee unas determinadas características:
a) Lo inmediato. Para algunos autores es lo realmente
específico de la televisión. Naturalmente cualquier suceso puede
contemplarse (se haya producido donde sea) en el mismo momento en el que se
desarrolle. El mundo entero puede formar parte del espectáculo televisivo.
b) Lo accesible. Es como una conclusión de lo
anterior: el espectador posee la sensación de que todo es válido y posible,
el mundo se encuentra _por difícil que parezca_ al alcance de su manos (de
su vista).
c) El espectáculo. La televisión es, y debe ser
fundamentalmente, espectáculo. «La realidad es siempre filtrada,
reorganizada, descontextualizada... El espectáculo se cotidianiza, de tal
forma que se desacraliza» (González Requena).
d) El presente. Los hechos se unen en la televisión en
lugares, época (en espacio y tiempo), de manera que todo forme parte de una
única realidad: aquella que vemos. No hay más que un tiempo y un espacio: el
señalado por la propia televisión.
e) La publicidad. Posibilita la unión de los programas
. Es el aglutinante de la televisión. De cualquier forma la publicidad no se
marca sólo por los anuncios reales (los espots) sino que se señala por la
propia estructura publicitaria del discurso televisivo.
f) Lo fragmentario. Los programas de televisión
aparecen enlazados entre sí por las horas y por los diferentes días,
adecuándose a los espectadores según su clase, ideología, sexo.
g) La continuidad. La fragmentación en horas y días es
lo que posibilita la continuidad de un determinado discurso adecuado a unos
determinados condicionantes socio_culturales.
h) Lo heterogéneo. Es en realidad una consecuencia de
los puntos anteriores.
i) Lo plural. Existen diferentes emisiones simultáneas
(en los diversos canales) que el espectador puede recibir.
j) Carencia de clausura (eternidad). El discurso
televisivo se multiplica hasta el infinito sin alcanzar su final.
Desde el momento en que cualquier actuación
comunicativa nace de una intención, posee ya en su contenido un mensaje. Las
expresiones, "el medio es el mensaje" y "el medio es el masaje" de Mcluhan
son, desde esta óptica, consecutivas y al mismo tiempo complementarias e
idénticas en su mensaje. Por esta razón toda comunicación de los medios
tiene una lectura, y es susceptible de análisis. "Mensaje" y "Masaje" pasan
de ser mero juego ingenioso de palabras para pasar a identificar una nueva y
diversa forma de trasmitir la información.
Un inédito estilo comunicativo caracteriza a la
tecnología de los medios audiovisuales eléctricos, electrónicos o
cibernéticos y la diferencia de los anteriores. El bombardeo de las ideas
(masaje), crea nuevas formas de trasmitir los contenidos (mensaje), que
obligan a analizar el medio como elemento primordial e imprescindible en la
comunicación.
La cultura entra en el cerebro humano a través de
millones de estímulos exteriores en su mayoría no controlados. La sociedad
tampoco puede dominar los impactos que sus miembros reciben desde el mundo
exterior hacia su propia cultura. En una familia, por ejemplo, se
entremezclan pautas culturales recibidas por cualquiera de sus miembros
desde diferentes espacios por infinidad de cauces incontrolables.
"Es imposible comprender los cambios sociales y
culturales - como afirma Mcluhan - si no se conoce el funcionamiento de los
medios". (Martínez-Salanova)
Los planos en el lenguaje cinematográfico
En 1915, Griffiht estableció, a partir de las
distancias más usadas por los realizadores, lo que se llamó escala de
planos, que definen las diferentes distancias que pueden existir entre la
cámara y el sujeto, determinando de esta forma el tamaño que el personaje
aparece en la pantalla. Los planos son la unidad más pequeña de una película
que se compone de secuencias (unidades temáticas a manera de un capítulo de
un libro) y de escenas (que corresponde a todas las acciones desarrolladas
en un mismo espacio). Dentro de éstas se encuentran los planos, que
corresponden al tiempo en que la cámara graba ininterrumpidamente, hasta
llegar al corte.
Podemos diferenciar:
Planos cortos:
Plano detalle: Focaliza la imagen en un detalle
concreto.
Primer plano: Selecciona la cabeza del personaje
(denominado en inglés: close-up).
Planos medios:
Plano americano: Toma al personaje desde las rodillas
(tres cuartas partes).
Plano intermedio: Selecciona al personaje u objeto
desde la cintura.
Plano panorámicos:
Plano general: Sitúa los personas y objetos en su
espacio.
Gran plano general: centrado en el paisaje y entorno.
Los planos cortos son muy expresivos y llamativos,
muestran aspectos concretos y hacen llevar al espectador al foco de atención
que el creador audiovisual selecciona, por lo que la subjetividad es mayor.
En televisión, al ser una pantalla muy pequeña frente a la panorámica del
cine, se utilizan con bastante frecuencia. Los planos intermedios se acercan
más a una visión objetiva de la realidad, situando a los personajes en sus
espacios. Son los más empleados y neutros desde el punto de vista de su
significatividad icónica. Los planos generales tienen son especialmente
informativos y de localización. En televisión se usan con poca frecuencia
debido a la miniaturización de los personajes que pierden por reducidos su
expresividad.
Son las diversas posiciones, los diferentes ángulos
que puede adoptar la cámara al captar un objetivo.
Ángulo normal: a la altura del ojo humano.
Ángulo picado: Captación del objeto desde una posición
superior a la vista.
Cenital: Toma vertical desde arriba (cielo/techo).
Ángulo contrapicado: Captación del objeto desde una
posición inferior a la vista.
Cenital: Toma vertical desde abajo (suelo).
Frente a la visión más objetiva, por cercana al punto
de vista humano, del ángulo normal, el picado y contrapicado aportan valores
subjetivos a las imágenes. La cámara alta ofrece una visión omnisciente
(casi divina) que hace aplanar a los personajes y localizarlos en su
entorno. La cámara baja enfatiza la importancia de los personajes u objetos,
al resaltarlos y magnificarlos.
(Basado libremente de Fuenzalida, V. y Edwards, P.
(1984): Educación para la TV. Chile, Ceneca.
Frente a la fotografía que recoge sólo instantes y
fragmentos de la realidad, la imagen cinematográfica y televisiva, al igual
que las personas, puede captar la vida en su transcurrir temporal, mediante
una sucesión permanente de imágenes que se mueven al compás del continuo
movimientos de la cámara. Los movimientos de la cámara recogen ese dinamismo
humano a través de dos procedimientos: los desplazamientos en el espacio
como las personas y el movimiento en su propio eje por mecanismos
electrónicos.
a) Movimientos por desplazamiento en el espacio
Travelling: La cámara acompaña al personaje al compás
de su movimiento, desplazándose por raíles.
Acercamiento: La cámara avanza hasta llegar al sujeto.
Alejamiento: La cámara se aleja desde el sujeto hacia
atrás.
Grúa: La cámara se localiza en una grúa que tiene
facilidad de movimientos en todos los sentidos.
Cámara móvil: La cámara se desplaza libremente al
compás del movimiento humano, utilizando como soporte el hombre o las
propias manos.
b) Movimientos desde el propio eje de la cámara
Panorámica horizontal: La gira sobre su propio eje,
horizontalmente, de un lado hacia el otro.
Panorámica vertical: La cámara se mueve de arriba a
abajo o viceversa.
Zoom. La cámara se acerca o aleja del sujeto mediante
lentes ópticas de distanciamiento o acercamiento del objeto. Este movimiento
puede tener diferentes velocidades.
(Fuenzalida, V. y Edwards, P. (1984): Educación para
la TV. Chile, Ceneca.
Función de anclaje
Frente a la imagen estática, la palabra generalmente
ancla -detiene- la polisemia de la imagen. La palabra ayuda a denominar los
signos hacia las interpretaciones que desea provocar el emisor y, limita y
encauza la gran capacidad de significación de la imagen.
Función de relevo
Esta función ocurre generalmente ante la imagen
dinámica; en secuencia narrativa (una historia gráfica, una serie de TV, un
film). En este caso, palabra e imagen se complementan entregando cada una
-alternadamente- una parte de la información narrativa. La función de
relevos se puede captar fácilmente si se mira una serie de TV, sin audio y
luego se escucha el audio sin ver la imagen televisiva: palabra e imagen se
alternan -relevo- para entregar la narración. En ambos casos, resulta
evidente al ausencia de uno de los elementos. |